CAPITULO 26
Cap. 26
Chris me deja en mi casa y continua con April para llevarla a la suya, me parece bien que estén solos, así se conocen más.
Dejo mi chaqueta sobre el sofá y veo a mi madre viendo tv y leyendo revistas en la segunda sala, me acerco.
—Hola, linda. ¿Cómo te fue? —Ella aparta sus lentes de lectura y besa mi mejilla—
—Bien, aunque el clima nos arruino el paseo. —Me siento en el sofá—
—No tuvieron suerte, entonces.
—Para nada.
Tomo el control y decido ver un maratón de Keeping Up With The Kardashians. Nunca me agradaron la verdad, para mis dulces dieciséis recuerdo que mis padres le enviaron una invitación a Kylie y ni siquiera se molestó en avisar que no vendría, un dolor en el trasero total.
Decido cambiar y colocar el noticiero, hay una primicia.
—En otras noticias, al presunto secuestrador de la hija del empresario Robert Johnson el juez le ha otorgado libertad condicional. —Anuncia la reportera—Esto ha dejado a muchos escandalizados debido a que el chico no paso siquiera setenta y dos horas pagando su crimen, algunos dicen que esto es obra de la misma mafia en la que pertenece.
—¡¡¿Qué diablos?!! —Mi madre se escandaliza—¡¿Cómo pudieron liberar a ese animal?!
—Mamá, cálmate o te saldrá sangre por la nariz. —Me mantengo neutral—
—¡¿Cómo puedes estar tan calmada?! ¡Ese infeliz debería de pagar lo que te hizo! —Sigue parloteando—Si te llega a poner una sola mano enci...
—¡Mamá, ya! —Me levanto del sofá—No creo que el tipo sea tan estúpido como para volverme a buscar después de lo que paso.
O eso creo yo, confío en la palabra de Chris.
—¿Estás segura, princesa? —Acuna mi rostro entre sus manos—¿No quieres que te contratemos un guardaespaldas?
—No. —Niego con la cabeza—No quiero llegar a la escuela y que todos me miren porque tengo un simio de dos metros siguiéndome.
—De la escuela, de eso quería hablarte. —Me sonríe—
—April me contó que tuvieron que suspender los arreglos para la graduación, espero mis compañeros no estén disgustados por tener que retrasar el año. —Me encojo en hombros—
—Nada de eso, fueron muy empáticos ante la situación. —Toma mis manos—¿Quieres volver a la escuela?
—Claro que sí.
—Bien, habla con Luke para que mañana te lleve. —Ella besa mi frente—
Asiento con la cabeza y enseguida subo a la habitación de Luke, de fondo suena Love Of My Life de Queen. Toco tres veces y la música se detiene.
—¿Quién es? —Escucho del otro lado—
—El Hada de los Dientes. —Digo sarcástica y escucho su carcajada—
—¿No se supone que debes venir cuando este dormido?
—Abre la puerta, Luke. —Doy otro golpe—
Él abre la puerta.
—Eres el Hada de los Dientes más fea que he visto.
—Eres un idiota. —Entro a su habitación y cierro la puerta—Oye, necesito que mañana me lleves a la escuela.
—¡¡¿Por qué?!! —Grita dramáticamente, mi hermano se lanza a su gran cama—¿Sabes? Comenzaré a cobrarte.
—No lo harás. —Me lanzo encima de él y sé queja—Soy tu hermanita y me adoras.
Él ríe.
—Sí, es cierto. —Acaricia mis mejillas—No tienes idea de cuanto te extrañé, Ángel.
—Me llamaste Ángel. —Lo miró con una sonrisa—Hacía años que no me llamabas así.
—Lo sé. —Juega con mi cabello—Blake, has cambiado mucho.
—¿Qué dices? Sigo siendo la misma. —Me siento en su cama—
—No, claro que no. —Niega con la cabeza—Algo se rompió, aquí.
Señala mi corazón.
—Y no lo niegues, porque hasta donde sé, papá no ha mencionado nada de Johnson Company o de ti.
Frunzo el ceño. Ni a mi hermano puedo engañarlo, me conoce mejor que nadie, pero no puedo decirle la verdad.
—Es tarde, creo que debo ir a dormir. —Me levanto—Mañana hay clases.
—Blake. —Me detiene antes de salir—
—¿Qué? —Me giro con fastidio—
—Tarde o temprano las verdades salen a la luz y sólo será peor.
No respondo a eso.
Me encierro en mi cuarto y nuevamente me transformó en un mar de lágrimas, todo lo que ha pasado me ha afectado mucho. Me siento tan pequeña e insignificante, traicioné a Aiden y me merezco todo el odio que me tiene.
Al menos sé que Chris cumplirá su promesa y lo sacará de ahí, pero eso no cambiará nada.
Me siento en mi espejo y veo mi reflejo. Estos últimos días no he estado comiendo bien, he adelgazado bastante.
Mírate, eres un completo desastre.
La voz en mi cabeza se hace presente, como siempre reprochando mi debilidad.
Eres más que lágrimas, demuéstrale a Aiden lo que se perdió por no escucharte.
Tiene razón mi consciencia.
AIDEN.
Salgo del vestidor ya con ropa limpia puesta, al salir del reclusorio veo el rostro familiar de Chris esperándome junto a su Mercedes. Cambio hasta él y me recibe en un afectivo abrazo. No es quién esperaba, pero al menos me sacó de aquí, esperaba ver a mi padre.
—¡Hermano! —Palmea mi espalda—Que gusto tenerte afuera de nuevo.
—Lo mismo digo. —Nos separamos—Gracias por sacarme de ahí, Chris. ¿Cómo conseguiste el dinero?
—Pues...—Rasca su nuca mientras nos subimos al auto—No es mi dinero, pero después te cuento. Debo llevarte a la mansión, tu casa está rodeada de policías.
Pasamos dos horas en carretera hasta llegar a Port Ángeles, la mansión frente a mí me hace recordarme a mí mismo que nunca tuve que haber escuchado a mis sentimientos, me siento decepcionado. Nos bajamos del auto y rápidamente subo al despacho de mi padre con Chris llamándome a mis espaldas, pero decido ignorarlo.
Toco la puerta dos veces y escucho un "pase" del otro lado. Al entrar mi padre me ve sorprendido.
—¿Qué haces aquí? —Me mira atónito—¿No deberías estar en la cárcel?
—¿Qué? —Pregunto sin entender—¿No fuiste tú quien pago la fianza?
—Por supuesto que no, ¿con quién viniste?
—Chris. —Me encojo en hombros—
—¡¡Christopher!! —Grita mi padre—¡¡Trae tu culo aquí, ya!!
Chris rápidamente entro a la oficina.
—¿Sí, señor? —Se cruza de brazos—
—¿De dónde carajos sacaste el dinero para sacar a Aiden del reclusorio? —Mi padre frunce el ceño—
—Pues, ya sabe. En cuanto a los negocios me ha ido bien, estuve reunión una cantidad de dinero necesaria para mandársela a mi madre en Ohio, pero... —Me mira—Sabe que veo a Aiden cómo un hermano, me necesitaba. Tenía que salvar a mi amigo.
Chris no sé mostró nervioso, pero en sus ojos pude leer el terror.
—Que encantador, ahora dense un beso. —Dice mi padre con sarcasmo—La próxima vez que hagas una mariconada así házmelo saber primero.
Mi padre bebe de su whisky y me mira.
—Bueno, supongo que te quedarás aquí. —Hace una mueca—Tu casa está plagada de policías. Pero aprovecharé de tenerte aquí para que cumplas varias tareas, me iré de viaje a China por un tiempo, quiero invertir el dinero que nos dio Robert para hacer negocios en Wuhan y Pekín.
—¿Me dejarás a cargo de la mansión?
—No estarás solo. —Aclara—Kate también estará y harás pequeños trabajos como cazar a un endeudado en el este de la ciudad.
—¿Qué hizo?
—Me debe dinero. —Se encoje en hombros—Y quiere retrasarlo, no puedo permitir eso.
—Entiendo.
—Retírense.
Chris y yo salimos del despecho y nos dirigimos a mi cuarto en la mansión, los recuerdos llegan a mi mente, pero los hago a un lado.
—¿Por qué no te creí eso de "quise salvar a mi amigo"? —Hice comillas mirando a mi amigo—
—Bien, bien. —Se lanza en mi silla de Gamer—Me descubriste, el dinero no es mío como te dije.
—¿Lo robaste? —Tomo un balón de Básquetbol y lo giro en mi dedo—
—Nada de eso, hermano. —Niega con la cabeza—
—¿Entonces?
Me siento en la cama viendo cómo Chris medita su respuesta.
—Fue ella. —Dice y yo frunzo el ceño—Fue Blake quién me dio el dinero, ella decidió robarle a su padre para sacarte de esa ratonera.
Mantengo mi ceño fruncido.
—Y tú cómo imbécil la humillaste y la amenazaste. —Camina hacia mí—¿Qué tienes en la cabeza, ah? ¿Cómo puedes ser tan mediocre? Esa chica te ama, hermano.
—¿Amor? Ya ni siquiera sé que es eso. —Bajo la mirada—Blake podrá sentir muchas cosas, pero amor no es una de esas. Ella me traicionó, me delató con la policía y no sólo eso, mintió sobre nosotros.
—Oye, te conozco desde hace años y nunca te habías sentido así con ninguna otra chica. —Él se sienta a mi lado—¿Al menos dejaste que te explicará lo que paso? ¿Le dejaste decirte la verdad?
—¿Qué verdad?
Chris suspira.
—Aiden, tu padre amenazó a Blake el día que volvió a su casa. Le dijo que si no te delataba él te mataría, si dudas aún del amor que te tiene, estás loco.
—Entonces... ¿me ama?
—Le robo treinta millones a su padre por ti.
—Debo buscarla. —Me levantó—
Chris me toma del brazo deteniéndome.
—Alto ahí, tigre. —Su mano reposa en mi pecho—Usa la cabeza, la cagaste y ella está muy dolida por eso.
—¿Qué me sugieres que haga, entonces? —Lo miró molesto—
—Darle tiempo. —Sonríe—Mañana iremos al instituto y hablarás con ella.
—Bien.
¿Ya mencioné que soy un imbécil? Blake, espero y me perdones... de nuevo.
***
Trataré de actualizar lo más pronto posible, he tenido complicaciones.
Para las nuevas lectoras espero les este gustando la historia, no olviden dejar sus comentarios, siempre los leo con mucho gusto.
Grecia.
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