Cap. 25

Estoy en la mansión Smith, ¿Qué hago aquí? Todo se ve gris, como una película clásica. Camino por los pasillos hasta llegar a una puerta negra con una gran "M" dorada en ella, con desconfianza abro esa puerta, es una oficina, hay una chimenea encendida y veo a alguien sentado de espaldas a mí en el escritorio.

A medida que camino todo comienza agarrar color, el personaje en la silla se da vuelta y un escalofriante Aiden me ve detenidamente. Sus ojos azules brillan y son tan fríos que me hacen estremecer, un revolver descansa en el lado derecho del escritorio y doy un paso atrás.

Esto no es real, Blake. No es real.

—No te asustes, no la usaré. —Me mira inexpresivo—Al menos no aún.

—Aiden...—Susurro—

—Debes estar contenta, ¿no? En esto me convertiste, Blake. —Se señala a sí mismo—¡Un poderoso narcotraficante! Flower Black es mía, bastaron quince años de prisión para entender que el amor solo te lleva al desastre.

—Aiden, por favor...—Comienzo a llorar—

Él se levanta y camina hacia mí, con su dedo limpia la lágrima que pide bajar de mi ojo.

—No, no, no, no llores por mí. —Susurra en mi oído—No lo hagas, no quiero tus lágrimas de cocodrilo. Porque estoy seguro de que no lo hiciste cuando me dejaste podrirme en la cárcel, ¡¡hace quince años!!

Aiden toma el revolver en el escritorio.

—¡¡Aiden, no!!

Pero la bala impacta en mi cuerpo.

(...)

—¡¡No!! —Despierto de golpe por un movimiento brusco—

Mi cuarto, estoy en mi cuarto. Todo fue una pesadilla.

April me mira preocupada mientras mantiene sus brazos en mis hombros.

—Hey, tranquila estás bien. —La abrazo enseguida—Estás conmigo.

Comienzo a sollozar y todo mi cuerpo tiembla violentamente, las cosas cada vez empeoran más. Me estoy volviendo loca.

—Ya no puedo más, April. —Lloro—Él no me va a perdonar nunca.

El reloj de mi mesa de noche marca las 10:46am. ¿Dormí tanto?

—No quería despertarte, fui al baño y escuché tus gritos, me asustaste. —Me toma la mano—¿Qué soñaste, Blake?

—La culpa me está matando...—Paso las manos por mi cabello—Desde que llegue a casa, no he dejado de tener pesadillas. Y cada vez son peor, ya no sé que hacer... siento que mi mente quiere volverme loca.

—Pues, no estás sola. —La miro—Me tienes a mí, no te dejaré sola en esto. Más que amigas, somos hermanas.

Abrazo a mi mejor amiga aferrándome a ella, necesitaba de su consuelo. Ahora que revelé el secreto a alguien, siento apoyo y me alegra que sea de ella.

Me duché e hice mis necesidades, al salir del baño veo que tengo un WhatsApp en mi teléfono. Me alegra que mi mamá me haya comprado uno nuevo, Magnus hizo pedazos el otro.

*000-2345-876*

Hey, es Chris! Después de almuerzo las iré a buscar, esten listas. Estaré a una esquina de tu casa, sean puntuales.

Rápidamente lo agrego a mis contactos y le respondo.

Bien, nos vemos a la 1:30pm, ¿te parece? Ya tengo el dinero.

Su respuesta es un Emoji de pulgar arriba. Lo dejo en azul. Veo la hora y solo nos queda hora y media para alistarnos y almorzar.

—Oye sólo nos queda media hora, será mejor alistarnos ya. —Sugiero—

—Me parece bien.

Le presto algo de ropa y maquillaje a April, que elije vestir unos leggins grises con una falda negra y un top blanco, su maquillaje es llamativo, pero bueno ¿Qué en April no es llamativo?

De mi closet elijo unos pantalones de cuero negro con una camisa blanca y una chaqueta marrón, peino mi cabello con una cola alta y solamente me aplico polvo y rubor en las mejillas.

—¿Lista? —Me mira de arriba abajo—Te ves linda.

—Gracias, ¿bajamos?

Ambas bajamos y nos encontramos con mis padres, esto no estaba en mis planes.

—Hola...—Saludo tratando de ocultar mi nerviosismo—Creí que no vendrían a almorzar.

—Buenas tardes, señor y señora Johnson. —Saluda April con timidez—

Papá la mira con cierto despreció, siempre asumió que ella seria mala influencia para mí.

—¿Van a salir? —Mamá clava su tenedor en el salmón ahumado—

—Sí, April y yo pensamos ir al centro comercial. —Miento—No toda la vida estaré encerrada en la mansión.

—Acabas de salir de un secuestro. —Comenta mi papá—

—Lo sé, pero piénsenlo. —Vacilo—Antes del secuestro, yo tenía una vida social y pues, si los paparazis no me ven creerán que la familia Johnson está ocultando algo... ¿un embarazo tal vez?

Esto de la manipulación es nuevo para mí, espero y funcione.

—Creo que tiene razón, Robert. —Mamá lo ve—Las noticias vuelan y si no la ven rehaciendo su vida empezaran los chismes, creo que eso sería un riesgo para nuestra reputación cómo familia. Haría quedar mal a Johnson Company y Monica's Fashions, puedes ir nena.

—Pero... —Mamá lo interrumpe—

—Pero nada, amor. —Ella toma su mano—Además dentro de un mes cumplirá dieciocho. Debes entender que ella está creciendo y no podemos hacer nada para evitarlo.

Sonrío victoriosa y tomo a April del brazo, subimos a mi habitación nuevamente y con cautela sacamos el bolso con el dinero.

A una esquina de mi casa, vemos un Mercedes color azul aparcado. Chris baja del auto y me quita el bolso para lanzarlo en el maletero.

—No conocen la puntualidad.

—Somos mujeres, eso no va con nosotras. —Le respondo—Da igual, solo vámonos.

Me subo de copiloto y April atrás. Chris enciende la camioneta y a mitad de camino el cielo se oscurece y comienza a llover. Me tomo el atrevimiento de encender la calefacción, porque el frío no se soporta, después de treinta largos minutos llegamos al reclusorio para adultos jóvenes.

Siento el estómago revuelto.

—¿Blake? —La mano de Chris en mi hombro me asusta—¿Lista?

—Sí, yo... quisiera hablar con él antes. —Me remuevo en el asiento—Tratar de explicarle lo que paso.

—No me parece buena idea, pero... cómo tú quieras, reinita. —Él me sonríe—

April desde atrás también me da aliento.

—Tú puedes, amiga. —Ella me pasa un paraguas—

Suspiro y salgo del Mercedes abriendo el paraguas negro. Entro al reclusorio y veo a una secretaria, me acerco a ella mientras cierro el paraguas.

—Señorita Johnson, ¿en que puedo ayudarla? —La chica se ve emocionada, le sonrío—

—Quisiera ver... al reclutado Aiden Smith.

La expresión de la pequeña chica cambia completamente.

—¿Está segura?

—Absolutamente.

—Claro. —Achina los ojos—El joven Smith en estos momentos se encuentra en la celda de castigo, pero ya mismo le digo a un guardia que lo saque.

La secretaria me llevo a lo que vendría siendo la sala de visitas, es un cuarto pequeño con un vidrio que nos separa, hay una silla de cada lado y un teléfono colgado en ambas pareces.

Cuando escucho el click proveniente del otro lado, mi mundo se desborona. La puerta se abre y veo a un muy malherido Aiden, al verme su mirada se oscurece y su mandíbula se tensa. Él se sienta con su rostro inexpresivo y toma el teléfono, imito su acción.

—Hola, Aiden. —Es lo único que logro decir—

Su rostro está lastimado, tiene cortadas en ambos pómulos y su labio tiene sangre seca. Se nota que no la ha pasado muy bien y mi corazón duele.

—¿Qué quieres? —Escupe con frialdad—

—Yo... quería saber... si estabas bien. —Mi voz se quiebra—

Aiden ríe sin ganas.

—Estoy de maravilla, el naranja se convirtió en mi color favorito. —Me enseña su uniforme—¿A que viniste? ¿Quieres verme destrozado? Pues, mírame, soy un fracasado.

—No, yo vine a decirte la verdad... todo lo que paso.

—Blake, por favor. —Me mira con desprecio—Basta, ¿sí? El papel de niña buena ya no te queda, ¿Cómo puedes ser tan falsa? Fue tal y cómo dijo mi padre, me deje engañar por unas buenas tetas y una cara bonita.

Sollozo, esto es más duro de lo que imaginé. Es cómo vivir mis pesadillas, pero esto es una realidad, él me odia.

—Sólo me queda decirte, felicidades. —Sus ojos se llenan de lágrimas—Adelante, Blake. Búrlate de este imbécil que alguna vez creyó en ti, hazle saber al mundo que nadie puede con los Johnson y por favor limpia esas lágrimas de cocodrilo.

Tiemblo levemente.

—No vas a lograr que sienta lastima por ti. —Suspira—Es increíble que mi papá haya tenido razón en todo lo que dijo, me tomo de sorpresa que al menos vinieras a visitarme.

—Aiden. —Coloco mi mano en el vidrio—Yo no quería hacer esto, te amo.

—¿Cómo puedes hablar de amor cuando estás...podrida por dentro? —Se ríe—Créeme que cuando salga de aquí, óyeme muy bien. A la primera de la familia Johnson que buscaré será a ti, lo que no pude hacer ahora lo haré dentro de quince años.

Su amenaza empeora la situación.

—Debí dejarte morir aquella noche. —Cierro los ojos con fuerza—Vete, vete y no vuelvas. Decepcioné a mi padre por vivir una fantasía, te metiste en mi cabeza y me apuñalaste por la espalda, olvídate de mí, Blake.

Él se levanta y cuelga el teléfono.

—Aiden. —Susurro—¡Aiden, vuelve! ¡Aiden!

Salgo de la sala y todo pasa en cámara lenta. Las voces se oyen lejanas, choco con más de una persona mientras salgo de ahí, odio a Magnus, él es el causante de tanto dolor y angustia. No creí que regresar a mi casa significaría tanto, mis esperanzas de recuperar a Aiden están por el suelo, me odio a mí misma por dejarme manipular por Magnus.

Al salir del reclusorio el aire y las gotas de agua fría caen sobre mí, el cielo está oscuro y la lluvia es densa.

—¡¿Por qué?! —Grito llena de frustración—

—¡Blake!

Rápidamente Chris y April llegan conmigo, sin importar que la lluvia los moje.

—¿Qué paso?

—¡Lo arruine todo! —Sollozo—

—Vamos al auto. —Chris nos dirige al auto y ahí trato de calmarme—¿Qué paso?

—Él me odia, Chris. —Mi labio inferior tiembla—Dijo cosas horribles de mí, amenazó con matarme en cuanto saliera, no pude siquiera decirle la verdad.

—Ese imbécil. —Murmura—Blake, él está muy lastimado. No esperaba eso de ti, debes entender que es la primera vez que se enamora de verdad y tiene un corazón roto.

—Oye, tiene razón. —Apoya April—Además, no creo que Chris deje que te haga daño cuando salga, ¿no es así, guapo?

—Claro que no. —Él pincha mi nariz—Eres una buena chica y él un tonto, no dejaré que por ser un cabeza dura cometa una locura, reinita.

—Tú pagarás la fianza, ¿verdad? —Le doy una media sonrisa—Si lo hago yo, los medios no tardarán en hacer un escándalo por eso.

—Está en buenas manos, es mi mejor amigo. —Abrazo a Chris—

—Gracias, Chris.

***

Y bueno queridas  💜 Esto fue todo por hoy, espero hayan disfrutado el maratón, la trama cada vez se pone más intensa, mi pobre Blake en estos momentos está tan vulnerable :( Está chiquita hay que cuidarla.

Cómo les dije no pierdan de vista a April y Chris, esos dos son importantes.

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Grecia.