CAPITULO 2

Cap. 2

Me despido de Luke y bajo de su auto, empiezo a caminar por los pasillos y detallo nuevos rostros, algunos de mis viejos compañeros me saludan y otros simplemente me sonríen.

Llego a mi casillero y lo abro, me dedico a limpiarlo y sacar todos los útiles del año pasado, tengo que remodelarlo para el nuevo año.

—¡Hey, Blake! —Escucho a mis espaldas—

Me doy vuelta y veo a mi rubia amiga caminar hacía mí.

—¡April! —La atrapo cuando se lanza a mis brazos—

Habíamos pasado dos meses sin vernos, sólo videochat. La eché mucho de menos.

—¡Estas hermosa! ¿Cómo pasaste el verano? Cuéntame, debemos ponernos al día, no es lo mismo verte en cámara que en persona.

—Pues, te cuento. Mi familia y yo viajamos Alaska, esquié en la nieve.

—¿Y cómo es todo por allá?

—Frío. —Me encojo en hombros—

April ríe y decidimos comenzar a caminar por los pasillos.

La rubia y yo seguimos cotorreando cómo señoras poniéndonos al día cuando un golpe en mi hombro me impacta.

—¡Auch! —Me quejo mirando al ciego que me golpeó—¡Oye, por lo menos fíjate!

El chico que me golpeó sólo me lanzo una fría mirada, sus ojos azules penetrante me congelaron por completo, más no dijo nada sólo se alejó.

—Que falta de educación. —Murmuro viéndolo alejarse—

—Aunque debes admitir que está buenísimo. —Dice April, mirándolo con deseo—

—Sí, claro. Para ti todos están buenos, April.

—¡Oh, vamos Blake! —Me empuja levemente—Debes dejar de ser tan prístina, a ese paso terminarás en una escuela para señoritas, yo disfruto mi vida y exploro mi sexualidad.

—April Evans. —La empujo de igual forma—

—Hablando de eso, monjita. —Caminamos nuevamente— ¿Escuchaste que Stefan Morgan hará la primera fiesta del año? Dicen que todos en el instituto irán.

—¿De verdad? Sus fiestas son las mejores—Acomodo el bolso en mi hombro—

—Exacto, sus padres se fueron de viaje a Groenlandia y tiene la mansión sólo para él. —April pestañea coqueta—Adivina quién estará ahí.

—No lo sé.

—Jordán Taylor. —Susurra—

Muerdo mi labio, ese chico me ha traído loca desde el año pasado. Es parte del equipo de básquet, moreno y alto, exquisitamente perfecto.

—¿De verdad? —Sonrío tímidamente—

—Así es. —Veo como saca su teléfono—Y según sus fotos en Instagram termino con su novia Miranda, hace más o menos un mes. ¡Tienes el camino libre para enseñarle ese sensual cuerpo!

—¿Qué? —Río—Estás loca, sabes que no soy así.

—¡Oh, cierto! Tú eres de las que espera a su príncipe azul en caballo blanco. —Suspira soñadora—

—Si ya me conoces, ¿para qué insistes?

El timbre suena y juntas entramos a nuestra primera clase.

AIDEN.

Maldigo entre dientes lanzando el cigarrillo al suelo. El gran edificio frente a mí sólo me provoca ganas de vomitar, alumnos idiotas entran al instituto y algunos esperan en los pasillos, todos son dejados en la entrada en los autos de sus papis ricos.

Imbéciles.

Todo esto tiene un sacrificio y es subir de nivel, obtener la aceptación de mi padre y su organización, soy el mejor de mi liga en la mafia Flower Black, yo debería estar asesinando presidentes, degollando a endeudados o incluso robando un banco. Pero no, estoy aquí en la entrada de una escuela secundaria con la misión de hacerme pasar por un estudiante y cazar a una niña rica caprichosa.

Mi teléfono interrumpe mis pensamientos.

—¿Sí? —Colocó uno de mis pies en la pared—

—Debo repasar el plan por milésima vez contigo. —Su voz agría retumba en el audífono—Hacerte pasar por un estudiante y cazar a la chica.

—Sí, papá. No soy estúpido. —Respondo irónico—

—Esto no es un juego, idiota. ¿Recuerdas el nombre de la chica?

¿Cómo olvidarlo? Lo repitió unas cincuenta veces antes de venir aquí.

—Blake Johnson.

—Quiero que traigas a la niñita al bar, antes de atacar... has que te tenga confianza, sé su amigo.

Hago una mueca a pesar de que no puede verme.

—Trataré, aunque no sé cómo demonios quieres que sepa quién es cuando nunca la he visto en mi vida.

—Aiden, por favor. —Refunfuña—Los chismes vuelvan en las escuelas, tarde o temprano la tendrás en frente. ¿Tienes tu identificación?

Saco la tarjeta de mi bolsillo.

—Sí, ¿Qué clase de nombre es Dylan Scott?

—No lo sé, lo saque de uno de mis endeudados. —No me sorprende—Recuerda, Aiden. No por ser mi hijo te libras de un castigo, eres un miembro más en esta organización un error y el pago será muy caro.

—Lo entiendo. —Respondo—Escuché que habrá una fiesta está noche, o eso parlotearon unas chicas. Tal vez la chica vaya.

—Perfecto, averigua eso. Será el momento para atacar, ¿entendido?

—Entendido, papá. —La campana suena, pongo los ojos en blanco sin simular mi fastidio—Acaba de sonar la campana, te hablo después ¿sí?

—Está bien. —Hace una pausa—No falles, Aiden.

Maldita sea, es increíble que mi carrera criminal dependa de este secuestro.

Tomo el bolso en mi hombro y me adentro a la escuela, esto de las escuelas no es lo mío, estoy totalmente perdido.

Eres un chico listo, Aiden. Puedes con esto.

Veo a una chica de baja estatura y lentes caminando solitaria.

—Eh... ¿disculpa?

La chica no oculta su sorpresa, puedo verla temblar levemente. En eso me destaco, sé leer a las personas con facilidad, puedo detallar sus emociones y está chica está muy nerviosa.

—Soy nuevo y estoy perdido. —La miro fijamente— ¿Podrías decirme donde queda el laboratorio de biología?

—Claro. —Responde en un susurro—Dos puertas a la derecha.

—Gracias, muñeca. —Le sonrío—

Camino en la dirección que me dio la chica y toco dos veces antes de que me reciba el profesor.

—Buenas, joven, ¿cursa esta clase? —Me dice el hombre—

—Soy nuevo, vengo de intercambio.

El profesor me abre el paso y entro al salón, estudio mi alrededor y detallo a la chica del pasillo. Sus ojos verdes se conectan con los míos cómo dos imanes, tan hipnotizantes, como dos esmeraldas.

—Su nombre, por favor.

—Dylan... Dylan Scott. —Respondo con seguridad sin dejar de ver a la chica—

—Bueno, Dylan. Cómo verás, estamos en medio de un experimento en pareja y pues la única sin pareja es la señorita Johnson.

¿Johnson? ¿Será posible que sea ella?

—Trabajen juntos.

Sin decir nada camino hasta la mesa y me siento junto a mi posible víctima.

—Hola. —Rompo el hielo—

—Tú eres el chico con el que choque en el pasillo. —Arremete—

Wow, directo al grano.

—Sí...—Remojo mis labios—Disculpa, es que no te vi.

Ella parece poco convencida. Mierda, debo pensar en algo mejor que eso, lo primordial es hacerla decir su nombre.

—Creo que empezamos con el pie izquierdo, ya te ofrecí una disculpa, tú sabes mi nombre y yo lo único que sé de ti es tu apellido. —La miro a los ojos— ¿Cómo te llamas?

—Soy Blake... Blake Johnson.

Mi pulso se acelera levemente. Maldición, está chica no es lo que mi mente se imaginó, creí que sería una zorra repulsiva de película de esas que huelen billeteras a cientos de kilómetros. Lo que realmente refleja es inocencia, tiene sólo una pequeña capa de maquillaje en su rostro y una mirada verdosa que hipnotiza.

—¿Eres Blake Jonhson? —Murmuro—

No puedo creerlo aún, me tomo por sorpresa. Lo admito, está chica es bellísima, aunque no puedo desconcentrarme este trabajo me hará crecer en la organización.

—Entiendo que actúes así, mi padre es el dueño de todas las empresas bancarias en Seattle, apuesto a que oíste de mí. —Pone los ojos en blanco—

—Sí, seguramente. —Achino los ojos—Blake, escuché que hay una fiesta noche y cómo soy nuevo en la escuela quisiera saber si iras, ya sabes, para entrar más en confianza.

—Ah... no lo sé. —Muerde su labio y arregla unos cuantos mechones que caen sobre su rostro—Debo pedirles permiso a mis papás primero.

Dios mío, ¿puede ser más adorable y hermosa?

Basta, Aiden.

—Espero verte ahí. —Sonrío—

En vez de contestar me regala una tierna sonrisa sin enseñar sus dientes, puedo detectar un tierno hoyuelo en su mejilla derecha.

El resto de la clase no volvemos hablar, sólo nos concentramos en el experimento de biología. Es muy inteligente, a decir verdad. También talentosa, todas las portadas de sus cuadernos tienen hermosos diseños, cada uno con un tema acorde a la materia.

Espero no estar sintiendo cariño por ella o más bien lastima, porque si su padre no cumple con la otra parte del plan está chica estará muerta.

—Muy bien, chicos. —Interrumpe el profesor—Terminaremos para la próxima tarde, de tarea tienen que hacer un ensayo de treinta páginas sobre la evolución humana.

Todos salen del salón y yo me dedico a seguir a Blake, tengo que asegurarme que asista a la jodida fiesta.

—Hey...—Camino a su lado—

—¿Sí? —Me mira desde abajo, es dos cabezas más baja que yo—

—Si vas a la fiesta... avísame. —Le entrego un pequeño papel arrugado—Aquí tienes mi teléfono.

—Gracias. —Sonríe—Espero... verte ahí, Dylan.

—Yo igual.

Me alejo lentamente en sentido contrario.

Espero asistas, nena.

BLAKE.

Santo Dios, ¿Qué demonios acaba de pasar? Ese chico hizo que mi mundo interno temblara, tan amable y atractivo. Sus ojos son de un azul intenso, tan hipnótico que cada vez que los miraba sentía que me perdía en un mundo paralelo. Pero no puedo centrarme en eso ahora, Jordán Taylor ha sido mi amor platónico desde primaria, mi misión está noche es conquistarlo.

Siento la garganta seca, el papel con el numero de Dylan hace cosquillas entre mis dedos.

Con una sonrisa tonta en el rostro camino hasta el casillero donde me espera mi mejor amiga de brazos cruzados y una ceja levantada.

Aquí viene el interrogatorio.

—Blake Maddison, espero me lo cuentes todo con lujo y detalle. —Tiene una chupeta de fresa en la boca, lo cual la hace ver más sexy—

—Ya sabía que ibas a interrogarme. —Abro mi casilla y meto los libros—Bien, se sentó a mi lado por órdenes del profesor, su nombre es Dylan y... no sé más nada de él, ¿contenta?

Cierro la puerta del casillero.

—Oh...—Juega con la paleta entre sus labios—Es que cuando se vieron, sus ojos hicieron conexión. —Hace gestos con las manos—Oye, los chismes vuelan y ya todas en la escuela están hablando de él... es un chico malo jodidamente caliente.

—Claro, lo que tú digas, April. —Me río—Es todo tuyo.

—No, yo voy por un pez más gordo. —Sonríe mirando al otro lado del pasillo—Tyler de cuarto año no ha parado de verme desde que empezaron las clases.

Observo al chico, pelirrojo, con pecas y un poco musculoso.

—Es un año menor que nosotras.

—¿Y qué? Según las porristas folla cómo un dios.

Hago una mueca de asco.

—Deberías dejar de juntarte con las porristas. —Empezamos a caminar por los pasillos—

—De ahí han salido mis mejores polvos. —Ambas reímos—

Las clases continúan con normalidad, sólo comparto biología con Dylan así que no he vuelto a verlo.

Su mirada azulada me mantiene distraída en todas las clases, tiene cierta picardía que llama mi atención, sus labios rosados se ven tan jugosos.

Basta, estoy fantaseando mucho y apenas lo conozco.

Para cuando terminan las clases son las 4:50pm, me despido de April y espero en un banco de madera afuera de la escuela.

Mi teléfono suena en señal de que acaba de llegar un WhatsApp.

*Luke Hermanito*

¡Hey! No podré irte a buscar, perdón :( Vanessa tiene una sesión de fotos y prometí llevarla a almorzar después. Espero no te molestes, te amo hermanita.

Pongo los ojos en blanco saliendo del chat. Esa estúpida noviecita de mi hermano me cae de lo peor, ¿ahora cómo me iré a casa? Mis padres están trabajando y el próximo autobús pasa hasta las 8pm. Tendré que caminar 1km.

Gracias, Luke.

Empiezo a caminar por las frías calles de Seattle, tengo suerte de que haya buen clima. Pocas veces lo ahí en está ciudad, los pies comienzan a dolerme y no llevo ni siquiera 1km.

El rugido de una moto me toma por sorpresa.

—¿Tú? 

***

Esto es todo por hoy, estaré actualizando todos los lunes cómo a esta hora 6pm (Hora Venezuela) Los días que no pueda se los haré saber por mi cuenta en Instagram.

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¿Te está gustando la novela? Házmelo saber dejando tus comentarios, los estaré leyendo con mucho gusto, también no olvides dejarme tu voto ❤ 

❀ Me disculpó por los errores ortográficos ❀

¡Besos!

Grecia Rodríguez.

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