CAPITULO 17

Cap. 17

AIDEN.

Su cabello, su mirada, su sonrisa. Toda ella es perfecta, ha logrado tener una conexión conmigo que ninguna otra logrará tener, ni acercársele. Me ha cautivado desde el primer momento en que la vi, quise besarla, pero por alguna razón se desconectó del mundo, sus ojos buscaban algo, pero no descifró que.

—¿Blake, pasa algo? —Miró la dirección donde sus ojos se clavan, pero no hay nada—

—Nada, estoy bien.

Pero sus ojos siguen fijos en un punto vacío. Sé que miente.

—No, no lo estás.

La pesada mano de mi padre se clava en mi hombro, interrumpiendo nuestra conversación.

—Princesa, quiero hablar a solas con mi hijo. ¿No te importa, cierto? —Él nos sonríe maliciosamente—

—Claro. —Susurra—

—Ya vuelvo, ¿sí? Quédate con Chris, es de confianza. —Le indico—

—Está bien.

Sus ojos reflejan miedo, pero le regalo una media sonrisa.

Mi padre y yo nos dirigimos a su despacho, me parece extraño que deje la fiesta sin visualización, no es algo digno de él dejar a sus presuntos socios solos.

Cierro la puerta detrás de mí y él se sirve un vaso de Whisky.

—¿Un trago, hijo? —Sirve otro vaso y me lo tiende—Hace años no tenemos una charla "padre e hijo"

Hace comilla con sus dedos, me siento en uno de los sillones y le doy un pequeño trago al vaso.

—La última vez que conversamos así fue a los quince años, cuando regresé de Rusia. —Le doy otro trago, está vez más largo—

—El reformatorio, sí. —Se sienta en su gran silla de cuero—Fue cuando te dije que me iba a casar con Katherine.

—¿A qué se debe todo esto? —Dejo el vaso sobre el escritorio—No eres muy conversador, a menos que se trate de negocios.

Mi padre coloca sus dedos entrelazados sobre el escritorio, me mira con una sonrisa llena de muchas cosas menos simpatía, es sólo una sonrisa vacía.

—¿Alguna vez... te has enamorado, hijo? —Levanta la ceja—

Me sorprende su pregunta, ¿desde cuándo se preocupa de mi vida amorosa? Perdí mi virginidad a los quince años con una prostituta en uno de sus burdeles, mi regalo de cumpleaños ese mismo año fue una caja de cigarros y otra de condones.

—¿Qué cosas dices, viejo? Sabes que eso no es para mí. —Evado su pregunta—

Me levanto y camino hacía el ventanal desde ahí se puede ver el salón de fiestas. Veo a Blake conversando con Chris, ella sonríe de algo que dice el payaso de mi mejor amigo, con sólo verla en mi rostro adopta una sonrisa inconsciente.

—De esto estoy hablando, Aiden. —Giro a ver a mi padre parado a lado de mí—

Su rostro ahora es serio, más serio de lo normal.

—Estás enamorándote de esa zorra.

—No es así, papá. —Frunzo el ceño—Eso no entra en la educación que tú me has dado. Un claro ejemplo es tu matrimonio con Kate, un matrimonio de ocho años en donde hay de todo menos amor.

—Exacto. —Coincide—Simplemente me casé con ella porque me rogó que la sacará de esa ratonera en donde trabajaba. Tuvo suerte que es buena en la cama, cuando me acosté con ella la primera vez supe que esa mujer sería mía. ¿Amor? Eso no existe, Aiden y sé que te estás enamorando de esa mocosa.

Niego con el ceño fruncido, él con brusquedad toma mi rostro entre sus manos.

—¡No lo niegues, Aiden! —Masculla entre dientes—Es más que obvio, no olvides que ella es una simple rehén. Todo ese romance que te estás haciendo, sólo me demuestra que eres un blando inocente.

Él me suelta.

Cada palabra que escupe mi padre es cómo un golpe a mi orgullo, cómo veneno esparciéndose por mi sistema nervioso. Me hace sentir inferior y débil, yo soy Aiden Maldito Smith soy el puto heredero de Flower Black, la mafia más poderosa de todos los Estados Unidos, no puedo ser inferior, eso no.

—¿De verdad le gustas o sólo es una jugada de parte de ella? —Él me señala—Mira cómo te tiene, cómo una perra. Eres una presa fácil, sabe que si se mete en tu cabeza... bajarás la guardia y la liberarás.

Mi vista se pierde en la nada. ¿De verdad ese es su plan?

—Esto quiere ella. —Saca de su escritorio y bolso—

Me acercó y veo que son dólares, una gran cantidad de dinero.

—Es sólo la mitad de su rescate. —Mi padre me mira de arriba abajo—Una vez que ella vuelva con su familia, va abandonarte se olvidará de ese romance tan lindo que dicen tener.

—¿Solo la mitad? —Mi mandíbula se tensa—

—Sí. —Él toma un puñado de dólares en sus manos y los huele—Matt está presionando a Robert, si tenemos suerte la otra mitad llegará en una semana.

Mierda, ¿tan pronto?

—Aiden. —Lo miró—Si te digo esto es para que abras los ojos y no te enamores de una simple rehén. Tú mismo sabes que es una niña rica, que te supera en clase social. Somos criminales, nos encargamos de hacer nuestras propias reglas, nuestro mundo. Cuando ella ya no este le importarás un comino y ruega a Dios, si es que en verdad existe, que no te delate con la policía. El amor es destrucción, hijo.

Asiento.

Salgo del despacho y me dirijo a uno de los baños, me encierro y me dejo caer pegado a la fría baldosa. Sin darme cuenta estoy llorando, ¿desde cuándo el gran Aiden Smith llora?

Desde que te enamoraste de una niña rica.

Joder, soy un imbécil. Me enamoré de ella y ahora temó perderla, sé que lo que dice mi padre es mentira, yo sé que Blake es dulce y noble, pero en estos momentos estoy lleno de paranoia, envenenado por las palabras de mi padre.

¿Y si ella me engaño? ¿Sería capaz de jugar conmigo?

Me levanto del suelo y veo mi reflejo, ¿quién es ese perdedor? No es el Aiden que yo conozco, es sólo un chico fracasado que temé perder a la chica que ama.

Mis ojos se nublan, mi reflejo se convierte en el Aiden frío y calculador que alguna vez fui.

"—¿De verdad creíste que Blake Johnson se fijaría en ti? No me hagas reír, ten un poco de consciencia, idiota. Blake es astuta, te tiene cómo su perra arrastrada, Magnus tiene razón, ella te utiliza."

Paso las manos por mi rostro desesperado.

Esto no es real, ¡esta mierda no es real!

Abro la llave y lavó mi cara, pero escucho una risa siniestra. En el espejo ya no estoy yo, sino ella.

Blake.

"—Oh, Aiden. Pobrecito, ¿de verdad creíste que te amaba? Claro que no, eres patético. ¡Una completa basura!"

—¡¡No, no!! —Grito lleno de frustración—

La imagen de ella sigue burlándose de mí hasta que con mi puño el espejo se hace pedazos.

Tengo que salir de aquí. Salgo del baño completamente pálido y bañado en sudor.

Todo a mi alrededor solo son manchas y sombras, ¿Qué demonios pasa conmigo?

Bajo las escaleras tratando de no tropezar y caer, cuando llego al salón mi visión mejora y veo a Blake charlando amistosamente con Chris.

—¡Aiden! Qué bueno que volviste, Chris me contaba que una vez intentando impresionar a una chica se le atasco el arma en su cinturón. —Carcajea ella, pero mi rostro se mantiene duro como roca—¿Pasa algo?

—¿Está es tu nueva víctima? —Señaló a Chris—¿Primero yo, ahora Chris? ¿No te basta con sólo tener un perro faldero, Blake?

Ella me mira atentamente.

—¿Crees que por ser linda con todos, seremos ingenuos y te dejaremos ir? Estás equivocada, no soy un estúpido ciego, Blake. —Escupo cada palabra—Me doy cuenta de las cosas, no saldrás de aquí eres nuestra rehén ¡hasta que tu desdichado padre nos dé la cantidad de dinero suficiente para hacernos malditamente millonarios!

—¿Qué cosa has dicho? Primero que nada, yo...—La interrumpo—

—¡Tú nada! —Rujo llamando la atención de varios invitados—Es más nos vamos.

La jalo del brazo, pero ella se suelta.

—No. —Protesta—¡Tú te vas, ni loca me voy contigo así! ¡Eres un grosero!

—No me provoques, Blake. —Le digo con frialdad—

—Aiden, estás mal. —Chris se interpone entre nosotros—Casi podría decir que estás drogado. Mejor vete tú adelante, yo después la llevo a ella.

—Oh... ahora entiendo todo. —Suelto una carcajada—¿Enserio, Blake? ¿Quieres acostarte con Christopher? No puedo creerlo.

Trato de agarrar a Blake, pero Chris me toma del brazo.

—Chris, si no quieres salir lastimado, quítame la mano de encima. —Le digo empuñando las manos—

—¡Amigo, estás drogado!

Mi puño impacta con la cara de Chris y este vuela encima de una mesa, derramando el Martini.

—¡¡Aiden, basta!! —Grita Blake colocándose frente a mí—¡¡De nada sirve la violencia, detente!!

—¡¡Cállate, Blake!! —Agito las manos—¡¡Nos iremos por las buenas o por las malas!!

La tomo por el brazo y la llevo hasta arrastrada hasta el estacionamiento, he olvidado por completo la amabilidad. Estoy descontrolado.

—¡¡Suéltame degenerado no sé trata así a la gente!! —Grita, pero la ignoro—¡¡¿Crees que es fácil caminar en tacones?!! Úsalos un día y me das tú opinión.

Sus gritos comienzan a marearme y mi paciencia se acaba, así que la subo a mi hombro cómo un saco de papas.

—Oh, pero que maduro de tu parte. —Sigue reprochando—¡Enserio, Aiden! Eres muy maduro.

—¿Nunca te vas a callar? Mierda, ¿no te cansas? —Le doy una nalgada y ella me maldice—

—No entiendo porque estás tan enojado.

No respondo, omitiré toda información acerca de mí padre. Ya con aire fresco dándome en la cara comienzo a ser más consciente de lo que paso, algo debía de tener ese whisky.

—Claro, silencio. —Siento como se cruza de brazos aún sobre mi hombro—

Llegamos a la camioneta y la bajo. La droga en mi organismo sigue mezclada con la furia, tanto que no puedo siquiera abrochar el cinturón de Blake.

—¡¡Estoy bien, me lo puedo poner sola!! —Grita—

Cierro la puerta con fuerza y me dirijo al asiento de copiloto.

***

Todo se fue a la verga.

El capítulo de hoy está muy caliente, espero lo disfruten y dejen sus comentarios <33

Las espero el próximo Lunes para la continuación.

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Grecia.

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