CAPITULO 15
MARATÓN.
3/3 (FIN)
Cap. 15
Aiden sube seguido de mi hasta la planta de arriba, todas las paredes son de color crema y en cada esquina hay una mesa con un jarrón de flores, llegamos a la puerta que aparentemente es su habitación y le quita el seguro con una llave de su llavero.
El cuarto se ilumino al encender las luces. Todo estaba ordenado en su lugar, hay una tv tamaño plasma, una colección de discos a lado de su estero, un closet marrón y una cama tamaño King con sabanas de seda negra.
Su pequeña biblioteca me llamo la atención, me cuesta imaginar a Aiden con un libro.
—Bienvenida.
—Esto es lindo y acogedor. —Me abrazo a mí misma—
—Ven aquí. —Palmeó el colchón a su lado, obedezco y me siento—Desde que nos conocemos no hemos hablado de nosotros, de ti y de mí, nuestra niñez, lo que nos gusta o disgusta.
—Esas cosas deberías de decírmelas tú a mí. —Me río—Soy un libro abierto, sabes cosas de mí que ni siquiera mi mejor amiga sabe... así que te preguntó yo a ti, ¿Quién eres, Aiden Smith?
No responde.
—Lo único que sé de ti, es que perteneces a una mafia y que eres mi secuestrador, ¿Quién eres?
—Sólo soy un criminal de veinte años. —Baja la mirada—
—Eso no es así.
—Blake, no. —Se levanta y pasa las manos por su cabello—No es fácil para mí abrirme, hablar de mi niñez, es duro. Tú te abriste a mí porque tuviste una niñez digna, llena de lujos y caprichos, yo no. Antes de este gran imperio no era nadie, no era nada.
Se me hace difícil leer entre líneas, así que decido no presionarlo más, él hablará cuando se sienta seguro y listo. No quiero pleitos con él, no en esta fiesta.
Suspiro y me levanto, camino hasta él y acaricio su mejilla.
—Olvidémoslo, ¿sí? —Sonrío dándole ánimos—No tenía idea.
—Sé que quieres saber de mí. —Acaricia mi mano aún en su rostro—
—Basta. —Lo abrazo con fuerza—Sólo olvidémoslo, lo harás cuando te sientas bien.
Me separó de él y camino a su biblioteca.
—Libros, ¿eh? —Sonrío viendo su colección—
—Sí, es curioso que papá no se haya deshecho de esto. —Sonríe tímidamente—
—¿Orgullo y Prejuicio? —Sacó el libro del estante—
—Era mi libro favorito, ahora sólo es una tontería.
—No, no lo es. —Hojeo el libro—Es hermoso, relata una excelente historia de amor. "Cuanto más conozco el mundo, más me desagrada, y el tiempo me confirma mi creencia en la inconsistencia del carácter humano y en lo poco que se puede uno fiar de las apariencias de bondad o inteligencia."
Leo detenidamente la cita marcada con resaltador amarillo.
—Di lo que quieras. —Cierro el libro y miro Aiden a los ojos—Menos que es una tontería.
Aiden acuna mi rostro entre sus manos y me besa, su lengua se mete en mi boca explorando cada parte de mí. El libro cae al suelo y siento como la temperatura sube por todo mi cuerpo, muerdo su labio y él gruñe.
Él se separa de mí y sus ojos destallan deseo.
—Mi madre era amante de las historias románticas. —Junta nuestras frentes—Es por ella que aún tengo todo esto, luego ella murió... quise quemar todo, olvidar todo lo que ella representará, pero no pude.
Mi corazón se conmueve al verlo así, triste. Acaricio sus mejillas y vuelvo a besarlo, él se aferra con fuerza a mí, con miedo a dejarme ir.
Un golpe en la puerta nos interrumpe.
—Carajo. —Maldice antes de separarse de mí y abrir—¿Qué quieres?
—Su padre lo solicita en el gran salón. —Anuncia Vladimir—
—Gracias.
Aiden me mira y me regala media sonrisa.
—¿Estás lista?
Frunzo el ceño.
—Sí.
Salimos de la habitación y nos posamos al pie de la escalera, es ahí cuando los nervios se apoderan de mi cuerpo, el tapete rojo que adornaba la escalera parece un gran rio de sangre. Mis manos torpemente se engancharon al brazo de Aiden y él acarició, dándome confianza.
Al llegar abajo, Magnus nos recibe con una sonrisa. Va vestido con un traje Versace negro, zapatos caros del mismo color, lleva en su mano una copa de vino.
—Aiden, hijo mío. —Padre e hijo se saludan con un fuerte abrazo, la atención de Magnus se posa en mí—Oh, Blake... estás bellísima, ese vestido te sienta de maravilla, me alegra haber acertado con él.
—Gracias. —Sonrío a medias—
Odio que a pesar de todo mi inocencia siempre sobresalga ante cualquier circunstancia, por más mala que fuera.
—Espero que mi gente y yo seamos lo suficiente para tu clase social. —Empieza a reír haciendo círculos con la copa—He oído que tu padre es muy exigente, no quisiera hacerte sentir incómoda o algo así.
—En lo absoluto. —Mi rostro se torna serio—
Una mujer alrededor de los treinta y ocho años se nos acerca, va vestida con un hermoso vestido negro con adornos brillantes.
—Aiden, cariño. Creí que no vendrías, estaba angustiada. —La mujer abraza a Aiden, pero él le responde de mala gana—Santo Dios, ¿tú eres Blake Johnson?
La aún desconocida mujer me conocía, bueno, es evidente soy la rehén. No me sorprendería si más de los invitados reconocen mi cara o saben mi nombre.
—Ah, sí. Mi cielo, la princesa Blake ha decidido juntarse con la chusma, cómo solía llamarme su padre. —Sonríe y abraza a la mujer—
—Bueno, no me queda más que presentarme. —Sonríe dulcemente—Me llamo Katherine, pero puedes llamarme Kate, soy la ma...
Bruscamente Aiden la interrumpe.
—Es la esposa de mi padre. —Dice fríamente—
La mirada de Kate se entristeció, ese comentario tan grosero de Aiden lo afecto.
—Si no les molesta, llevaré a Blake a la mesa.
Aiden me toma por la cintura y me dirige a la mesa principal, a una esquina del gran salón. Frente a nosotros hay una pequeña orquesta de diez músicos tocando suaves canciones.
—Explícame, ¿Qué mierda sucedió hace cinco segundos? —Reclamo—Fuiste muy grosero con ella.
—Ya, no me regañes ¿sí? Después te explico. —Responde con fastidio—
Una copa de vino comenzó a sonar y los invitados se sentaron a nuestro alrededor, el orden de las sillas era así: Magnus en la cabeza, Kate a su derecha, a su lado Aiden y a su lado yo.
—Antes de comenzar nuestra cena, quiero felicitar al nuevo miembro del consejo de nuestra organización Flower Black. Adam es un orgullo para mí, cómo jefe, darte está gran oportunidad. —Magnus le sonríe al chico—Siento gran felicidad, al ver a mis jóvenes aprendices convertirse en grandes hombres de negocio, me llena de gozo saber que son grandes guerreros llenos de ambición y deseo, me recuerdan a mí cuando empecé. Somos la mejor mafia en todo Seattle y la más buscada en Europa y América, espero nunca traiciones nuestra confianza, chico. Más que trabajadores, somos familia y todos sabemos, el castigo para los traidores.
Magnus mira a Aiden, él mantiene la cabeza baja jugando con sus dedos.
—La muerte segura. —Finalizó—
Esa última parte no me gusto, más que palabras de apoyo parecían indirectas hacía Aiden, una a una le caían cada vez más pesadas.
—¡¡Por nosotros!! —Exclamó Magnus en un brindis—
Todos sus seguidores repitieron lo mismo en coro, Aiden apenas y levanto la copa y yo, simplemente me mantuve estática.
—Oh, una última cosa, compañeros. —La mirada del mafioso se posó sobre mí, esto no acabará bien. —Está noche, nos acompaña una princesa. Nada más y nada menos que Blake Johnson, la futura heredera de Johnson Company, el imperio bancario más grande de todo Estados Unidos. —Me sonríe—¿Te sientes a gusto con los plebeyos, muñeca? Ah, claro, eres mi rehén.
—Magnus. —Lo reprendió su esposa—Cariño, mejor empecemos la cena.
Kate me mira con desdén y yo sólo articulo un "gracias" antes de empezar a comer.
***
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El próximo capítulo lo publicare mañana miércoles, no se lo pierdan.
Grecia.
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