Extra | Emma Jhonson.
Diez años antes...
Estaba sentada en mi cama, viendo la pulserita que me regaló mi mami hace rato. Por alguna extraña razón, mi mami me pidió que me pusiera un lindo vestido que me trajo, ella quiere que me ponga linda, pero no sé para qué.
―Cariño ponte el vestido rápido, tenemos que irnos. ―me sonrió y se sentó junto a mí.
― ¿A dónde vamos mami? ―le pregunté, ella tomó una de mis pequeñas manos dentro de las suyas.
―Nos iremos de casa Emmy, dejaremos a tu padre, pero nosotras estaremos juntas. ―sonrió pero yo no le veía la diversión a la cosa.
―Yo no quiero irme mami, ¿Emilia irá con nosotras? ―cuestioné aun sintiendo miedo de que mi mamá me llevara, que me alejara de mi papi.
―Emilia no irá con nosotras, pero tú y yo si nos iremos juntas. ―negué.
―Quiero que mi hermana venga con nosotros y papá también. ―ella negó y salió de la habitación rápidamente.
Me bajé de la cama y bajé las escaleras, por donde ella se había ido, ella tomó una maleta y salió de la casa, yendo hacia un auto negro que estaba aparcado en el frente, luego regresó nuevamente, Emilia acababa de bajar de su habitación.
―Emilia prométeme que cuidarás de tu hermana, yo tengo que irme por un tiempo, solo cuida de ella. ―Emilia empezó a llorar pero asintió.
De repente la puerta principal se abrió y mostró a un señor alto, de cabello negro y ojos verdes como los míos. Mi papi. El entró con los ojos cristalizados y miró directamente a mi mami, ella solo le sonrió con burla.
― ¿Por qué Elizabeth? ¡¿Por qué?! ―gritó mi padre empezando a llorar.
―Ya estoy cansada Adam, espero cuides bien a mis hijas, ellas van a necesitar de ti. ―dijo como si nada y se dirigió hacia nosotras.
―Emma, aun puedes venir conmigo, Emilia y tu padre estarán bien, pero vente conmigo. ―miré que mi papi lloraba arrodillado en el suelo y Emilia lo abrazaba.
No quiero dejarlos, mi mami está siendo mala.
―No me iré contigo. ―dije dejando caer una lagrima.
―Vamos Emmy, ellos estarán bien. ―me sonrió con insistencia pero yo volví a negar.
―No mami, me quiero quedar con mi papi, estás siendo mala con él. ―su rostro se volvió uno herido, algo triste, como si le estuvieran quitando su muñeca favorita.
―Bien ―mi madre se giró y miró a mi papá con una mueca asqueada―. Espero les vaya bien en la vida.
Nos dedicó una última mirada y se fue.
Esa noche mi padre lloro mucho, Emilia y yo lo abrazábamos, pero él no dejaba de llorar, cuando estaba más pequeña mi padre me decía que si nos abrazábamos las lágrimas se iban, pero esta vez no funcionó y cuando entendí lo que pasó, que mi madre no regresaría más, entendí por qué sus lágrimas no se iban.
Tres años después...
Emilia me había mandado a buscar con mi tía Laura y mi tío Tobbyas al colegio, mi tía se veía muy triste, pero mi tío Tobbyas solo la miraba con una mueca asqueada.
He notado que mi tío Tobbyas mira muy mal a mi tía Laura y a veces encuentro a mi tía llorando y colocándose maquillaje en partes del cuerpo donde no se debe poner maquillaje, como en los brazos, piernas y hasta en el cuello, eso me parece extraño.
Aparcaron el auto frente a un hospital y yo miré con el ceño fruncido a mi tía, la cual mantenía la mirada fija al frente.
―Niña tienes que bajar, tu hermana te espera dentro. ―espetó mi tío con tono duro y mi tía empezó a llorar.
No entiendo que pasa, pero estoy empezando a tener miedo, Emilia estaba bien y mi papá también ¿Qué hacemos en un hospital? Salí del auto y me encaminé hacia el hospital, todo estaba muy turbio, había muchas personas de allá para acá, pero yo solo me fijé en Emilia, que se encontraba llorando como loca frente a una puerta.
― ¿Qué sucede? ―pregunté mirándola con miedo a lo que me fuera a contestar.
―Papá...
Fue lo único que dijo, abrí los ojos de par en par y entré a esa habitación. En una camilla se encontraba mi papá, con los ojos cerrados y la piel pálida, no entendía lo que pasaba hasta que me acerque a él y vi que su pecho no se movía, estaba estático, él no se movía y tampoco respondía a mis preguntas.
― ¡NO! ―grité y empecé a sollozar.
Me ardía el pecho, me dolía hasta la más pequeña célula de mi cuerpo. Me subí en la camilla y le tomé su mano, estaba frío, mi papá estaba muerto.
Esto no puede estar pasando. Mi papá me prometió que iríamos en las vacaciones a Miami, dijo que me llevaría a la playa, me dijo que me llevaría al altar cuando me casara, me prometió que estaría en mi graduación, ¡¿Qué hace aquí?!
Esto no puede estar pasándome, mi papi no puede estar muerto, esto es injusto, esto no puede ser, yo lo necesito, solo lo tengo a él, no puedo hacer nada sin que él no esté...
Se me fue la vida ese día. El único amor que recibía en mi vida, se fue con él.
Ese fue el segundo golpe en mi vida, mi papá me dejó...
Cuatro años después...
Faltaba poco para que llegaran mis amigas, por fin tenía un momento de felicidad después de tanto. Hoy mi tía me celebraría mi cumpleaños número quince, yo no quería, pero mi tía insistió y quiso hacer una fiesta.
Subí a mi habitación y en la habitación de al lado –la de Emilia–, se escuchaban susurros. Fruncí el ceño y me acerqué a su puerta, asomándome para tratar de ver.
― ¿Qué miras ricitos? ―me giré y era el odioso del novio de Emilia.
La verdad no lo conozco, ni sé su nombre, pero el chico es todo un rarito y siempre me mira muy extraño.
―Estoy intentando ver que hace mi hermana, ¿Te importa? ―sonrió de lado y se acercó un paso a mí, yo retrocedí y el sonrió con malicia.
― ¿Te asusto? ―cuestionó sonriendo con suficiencia.
Es mayor que yo, e imagino que también mayor que Emilia, unos dos o tres años mayor que ella, o quizás menos, pero se ve mayor.
―Para nada pedazo de mierda. ―gruñí con los dientes apretados.
―Como sea, deja a Emilia en paz, ella necesita vivir sin tropiezos y tu... ―coloco su dedo índice en mi frente―. Eres uno mi niña.
Rodé los ojos y cuando estaba a punto de entrar en la habitación de Emilia, ella salió, llevaba puesta una sudadera negra y unos jeans del mismo color, acompañado de zapatos blancos. En sus manos llevaba una maleta, que por lo visto era pesada, le entregó la maleta a su novio y el chico me dio una mirada y se fue.
―Emma, tengo que irme, pero por favor no te enojes conmigo, sé feliz y no te estanques porque yo no esté, tu mereces ser feliz al igual que yo, y eso haré, seré feliz con él, te quiero Emmy. ―me abrazó pero yo la aparté bruscamente.
― ¿Estás demente? ―le espeté con furia.
Últimamente todo me enoja, vivo de mal humor y he tenido muchas peleas en el instituto. Siempre estoy a la defensiva y es algo que aun no comprendo muy bien porque me pasa.
―Emma, merezco ser feliz y tú no me vas a hacer tropiezo. ―se giró, bajó las escaleras y se fue.
Me quede ahí, estática, sintiendo como mi corazón se rompía en mil pedazos. El dolor que sentía se convirtió en ira y de un momento a otro me encontraba bajando las escaleras.
― ¿Cariño a dónde vas? ―cuestionó mi tía viéndome con preocupación―. Pronto empezará tu fiesta.
Seguro no sabe que Emilia se fue.
―No quiero una puta fiesta. ―espeté y salí de casa.
Rato después me encontraba en un club, gracias al cielo los de seguridad solo se enfocaron en vernos los culos y no pedirnos la identificación. Par de imbéciles. Sofía, Blair, Ashley, Ángela y yo nos encontrábamos ebrias, bailábamos a lo loco y con todos los chicos que nos miraban, estábamos enloquecidas.
Yo me encontraba herida y enojada, no podía creer que una vez más, alguien se alejara de mí, no sé que tengo en mi, pero nadie quiere tenerme cerca y yo no quiero que nadie se me acerque, no necesito a nadie para ser feliz, y tampoco quiero ser feliz, ya para mi es tarde eso de ser feliz.
Un año después...
―Oh vamos Emma, sabes que en parte esto es culpa tuya. ―me reprochó Sofía mirándome con preocupación.
―No Sofía, Mabel es una idiota y Martin está bien bueno, a Martin ya no le importaba esa vieja, si no, no se hubiera metido conmigo. ―dije despreocupada.
Martin es un chico dos años mayor que yo, el más popular y guapo del Instituto Norte, luego le sigue un tal Lucas Morris que está en mi clase. Tiene dieciocho, repitió un año, tiene una novia que tiene veintiuno, a Martin ya no le interesa ella y empezó a andar conmigo, no como novios, solo como amigos con derecho a rose, pero al parecer la chica no ha superado que Martin ya no la quiere. De repente Blair apareció frente a mí con la cara pálida.
―Mabel te está esperando en el callejón.
Sonreí con suficiencia y caminé hacia el callejón. Mabel se encontraba con una mirada sombría y detrás de ella se encontraban dos chicas más, Blair y Sofía entraron en modo alerta, no se sabe que harán estas locas.
―Te estaba esperando Emma Jhonson. ―su tono sombrío y rudo me causo gracia.
― ¿Y dónde están las mesas para tomar el té entonces?, con tu facha de Barbie eso era lo que más me esperaba. ―la rubia me miró con odio y se acercó a mí.
―No juegues conmigo ricitos, yo no juego y te advertí que te alejaras de mi Martin. ―la miré con diversión, todo esto me divertía.
― ¿Has oído de la pedofilia? ―ella sin esperar que dijera algo más me empujó, logrando que me desestabilizara un poco.
―No me vengas con esa mierda niñita, e investigado mucho de ti, conozco tu maldita historia, eres una puta, una zorra egoísta.
Me dejé llevar por la ira y me fui sobre ella, le di un par de puñetazos directos en su nariz, luego en su mandíbula y la tomé del cuello, apretándolo y deleitándome con la mirada desesperada que me daba. Pero de la nada rió con malicia y me golpeó, su fuerte puñetazo me tumbó al suelo, ocasionando que mi nariz soltara fuertes chorros de sangre. Estaba mareada y confundida, pero luego las otras dos tomaron a Sofía y a Blair, reteniéndolas para que no me ayudaran.
La chica empezó a golpearme, me daba patadas en el estómago, costillas, me golpeaba el rostro con frenesí y no faltaban los insultos. Empecé a sentirme muy mareada, todo me daba vueltas y empecé a ver borroso.
―Que linda te ves Emma Jhonson, así es que deberías estar, no mereces ser feliz, aunque lo intentes seguirás siendo la puta infeliz que eres. ―me dio un último golpe en el estómago y de ahí no vi más.
...
En la actualidad...
Narrador omnisciente.
Emma piensa que ya estaba destinada a esto, todo lo que vivió la hizo ser como es y ahora que está en un avión, recordando y llorando, sabe que de algún modo esto iba a pasar, aunque lo evitara, ella cree que no puede ser feliz.
Se volvió fría cuando su madre se fue de la casa, su calidez se esfumó como Elizabeth Agrest.
Se convirtió en alguien insensible cuando su padre murió, sus sentimientos y el poco amor que le quedaba fueron arrastrados con su padre a la tumba.
Aprendió a ser ruda y desinteresada cuando Emilia se fue, ella empezó a imitar la actitud que tuvo su hermana en ese momento.
Y finalmente se aferró a ser una persona cruel y manipuladora cuando aquella chica mayor la golpeó sin contemplación, hasta que la dejó inconsciente, casi muerta.
Emma Jhonson es una recopilación de todo lo que ha pasado durante su vida. Muchos la ven como una chica cruel, pero no todos saben lo que ella vivió, o las decisiones que le ha tocado tomar. No saben lo que es estar en sus zapatos y sufrir todo lo que a Emma le ha tocado sufrir.
Emma Jhonson ha intentado ocultar su verdadera esencia bajo esa careta fría, insensible, ruda, desinteresada, cruel y manipuladora. Emma cree que su vida ya estaba predestinada a esto, le duele siquiera pensarlo, pero esta tan consumida en el dolor y el odio que no piensa en nada que no sea seguir siendo la Emma que desde un principio fue, esa que muchos odian y que no pensarían ni cinco segundo en descartarla por completo.
Todo esto que ella vivió, la hace ser esta Emma Jhonson que conocemos.
***
HOLAS!!
Este cap nos demuestra por lo que ha pasado Emma y lo que la hace ser así, quería subir este cap para que entiendan mejor por lo que ha pasado Emma y para que lo leyeran en primera persona.
Espero les haya gustado ¿Que les pareció?
Pronto subiré el de Lucas.
Nos leemos luego riluras! Besotes.
Betzabeth A
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top