Capítulo 40| Una puta mentira.
Lucas Morris.
A lo largo de mi historia con Emma he sentido muchas cosas, sentimientos que ni siquiera sabía que tenía, cosas que tanto me han ayudado a mejorar y cosas que en algún momento me destruyeron. Al principio, cuando empezamos a fingir, yo ya tenía mi meta, como siempre era todo un juego, según yo tenía todo bajo control, hacía todo para ganar una maldita apuesta y también para ganar cosas para mí, cosas que creía eran bien para mí.
Pero hasta la mejor mente maestra en algún punto tiene su quiebre.
Esa chica de ojos verdes, cabello negro en definidos rizos y con un humor de perros, cambió todo mi mundo, inconscientemente cambió todo de mí y empecé a sentir. El primer sentimiento que tuve fue en esa endemoniada cabaña, es cierto que antes ya Emma me atraía, pero no quería nada más que solo querer tener una noche con ella. Poco a poco me fue enseñando, primero me enseñó a ser tolerante y a soportar, Emma era muy testaruda y no se quedaba callada nunca, eso era algo que me irritaba, pero luego hasta empecé a amar eso de ella.
Emma me enseñó a ser amable, cosa que ni siquiera sabía el significado. Emma siempre se enojaba conmigo cuando ofendía a alguien, aunque en el fondo a ella también le gustaba ofender a los demás, pero ambos aprendimos a mejorar y ya no somos tan basura como lo éramos. Y principalmente Emma me enseñó a amar, nunca había sabido siquiera el significado de eso y siempre me burlaba de todos esos que lo sentían, les decía que eran débiles y unos tontos que se engañaban a sí mismos, sabiendo que en cualquier momento ese "amor" se acabaría. Ese era mi punto de vista con el amor, lo veía como algo temporal, algo que no dura, algo como lo que estaba acostumbrado a ver, algo simplemente destructivo, por eso nunca lo busqué, por eso siempre traté de alejarme lo más posible de cualquier sentimiento.
Era difícil creer como una chica tan ruda y cruel como Emma Jhonson, ablandara al imbécil de primera de Lucas Morris, era algo inaudito que muchas veces escuché que lo veían como algo imposible. Pero aquí estoy, totalmente enamorado y feliz.
Emma ha estado mejor estos días, hemos pasado mucho tiempo juntos, prácticamente hemos aprendido mucho más el uno del otro. Me siento feliz, en mi loco mundito de amor, por esa chica todo me está yendo bien, yo soy feliz, sé que hago a Emma feliz y eso es lo que más importa.
Hoy me encuentro en la cabaña, en la cabaña donde empecé a sentir cosas fuertes con Emma, ya han pasado dos días desde que Elizabeth apareció, Emma y yo no nos hemos despegado el uno del otro, pero esta noche le dije que quería hacer algo y ese algo era venir aquí, quiero organizarle una sorpresa a ella y a los chicos, me gustaría que pasáramos una noche un fin de semana aquí, como cuando todo empezó.
Miré nuevamente el lugar y cuando estaba a punto de cerrar la puerta para irme mi teléfono vibró en mi pantalón, lo tomé y abrí el mensaje.
*Mw:
―Hola hermanito, ¿Qué te parece que vaya a visitar a tu chica?
Me tensé totalmente y apreté mis puños, logrando que mis nudillos se blanquearan.
*Rm:
―No te acerques a Emma, te lo advierto.
Empecé a caminar fuera de la cabaña, para irme a mi auto lo más rápido posible y en eso otro mensaje llegó.
*Mw:
―Deja de amenazarme Morris, es estúpido que lo hagas, sabes de lo que soy capaz.
*Rm:
― ¡Maldición! Aléjate de ella Mason, ya no hay nada que puedas hacer con ella, ella me ama, entiéndelo.
*Mw:
―Esto no lo hago por mí, ya ella no me interesa. Esto lo hago solo para que abra los ojos y se dé cuenta del novio que tiene ;)
Apreté el acelerador, sentía mi corazón desbocado, la respiración agitada y un nudo empezó a transformarse en mi garganta.
― ¡Mierda! ―grité mientras aceleraba más y sentía todo mi mundo rompiéndose a pedazos.
Esto no puede ser, todo iba bien, se supone que Emma no debe saber toda la mierda que llevo escondiendo desde el primer día que cruzamos miradas y sentimos, esto no puede ser. Ella es mía, tanto como yo soy de ella, como ella dijo, somos uno, y no dejaré que nada nos separe, no ahora, ni nunca.
Emma Jhonson.
A lo largo de mi vida, siempre había algo que me hacía falta, esa pieza para completar mi rompecabezas. Mi madre me abandonó cuando apenas tenía ocho años, luego mi padre nos llevó a vivir con nuestra tía, aquella casa donde viví ocho años quedó abandonada, sola, pero aun en mis sueños seguía siendo una casa hermosa, aunque sea esa casa y la mujer que me abandonó los protagonistas de mis pesadillas, siempre fueron parte de una hermosa infancia. Luego mi padre murió y se me fue el mundo entero, me dijeron que mi padre estaba enfermo y que por eso fue que nos llevó con mi tía, él sabía que iba a morir, tenía once cuando eso pasó. Yo siempre sospeché que el dolor que le causó Elizabeth le afectó más en lo que sea que hubiera tenido.
Tres años después empecé a ver un poco de luz en mi vida, mi tía Laura me daba todo ese amor que mi madre no me dio, aunque mi tía también sufriera a causa de su maltratador esposo, ella nunca me mostró una careta fría y cruel, ella siempre me trató como la hija que nunca tuvo a causa de una perdida ocasionada por una golpiza que le dio Tobbyas, pero tanto para ella como para mi éramos un destello de felicidad en la vida de la otra. Cuando cumplí quince años, mi tía me organizaría una gran fiesta, donde invitaría a los pocos amigos que yo tenía, pero Emilia al parecer no quería que fuera así y se interpuso, yéndose con su novio cuando ella tenía dieciocho, Emilia arruinó mi fiesta y la pasé llorando y preguntándome que era lo que pasaba conmigo que nadie quería estar junto a mí. Mi madre me dejó, mi padre también y luego Emilia también se fue, nadie quería estar conmigo y eso me dolía.
El tiempo pasó y me volví una chica fría, alguien cruel y sin una pizca de sentimientos. Empecé a pelear, nadie podía si quiera mirarme, porque ya quería golpearlo. Una vez peleé con una chica cinco años mayor que yo, para ese entonces tenía dieciséis, la pelea estaba reñida, yo la empecé, pero la chica aprovecho cada momento para golpearme y terminé muy mal, tenía golpes y heridas abiertas en todo el rostro, además de que golpeó tan fuerte una de mis costillas que tuvieron que internarme al hospital y descubrieron que tenía una fisura en la costilla, estaba horrible.
Pero tiempo después empecé a conocer a chicas iguales que yo, yo ya tenía una mejor amiga, llamada Blair la cual sus padres estaban en proceso de divorcio por que su madre le fue infiel a su padre, en la vida de Blair era un caos, igual que a mí. Las chicas con las que me pasaba todo el tiempo eran todas como yo, no les importaba nada y siempre nos encontrábamos en una pelea distinta.
Pero luego pasó... Un rubio de ojos grises me propuso ser novios fingidos, al principio pensé que era todo una locura y no lo soportaba, pero poco a poco empecé a sentir. Lucas me enseñó a tolerar y amar las partes buenas y malas de las personas, a ser amable y principalmente me enseñó el verdadero significado del amor. Lo veía como una locura, pero él era mi loco frenesí de amor, es chispa anhelada de amor que necesitaba en mi vida, ese rubio era mi felicidad, y aún lo es.
Me levanté de la cama sonriendo como idiota enamorada al escuchar el timbre, mi tía no se encuentra en casa, está ayudando a Emilia a organizar las ultimas cosas de su viaje, Emilia se larga mañana ¡Gracias al cielo!
Abrí la puerta y quedé pasmada al verlo allí, nuestras miradas se cruzaron y me sentí intimidada por un momento al ver su aspecto desaliñado, sus ojos estaban rojos y sostenía en su rostro un sonrisa torcida, tenía un labio partido aun por lo de la pelea y tenía un ojo morado, también un corte en la mejilla y se podía apreciar leves moretones en sus brazos.
―Hola Jhonson. ―su voz ronca y varonil me erizó la piel.
«Esto no me trae buena espina» Pensé.
― ¿Qué coño haces aquí? ―le espeté con amargura.
―Quería visitarte linda, ¿Puedo pasar? ―seguía sonriendo de esa manera.
―No puedes pa...
No había terminado de decirlo cuando ya había entrado y sentado en el sofá de la sala de estar.
― ¿Qué mierda te pasa? ―levanté un poco mi tono de voz.
―Cálmate Jhonson, ven, toma asiento, tengo algo que mostrarte. ―lo miré con el ceño fruncido pero me acerqué y me senté frente a él, lo más lejos que pudiera.
―Habla de una maldita vez imbécil. ―dije con fastidio.
El sonrió― Todo lo que te diré es cierto linda, te diré todo lo que tu novio no quiere decirte.
Enarqué una ceja y me crucé de brazos― Si es como lo que pasó con Mateo y las mentiras que le dijeron a Blair. Ya quiero escuchar las mentiras que me dirás.
―Sabes que tu novio tiene un hermano, ¿Cierto? ―asentí―. ¿Pero sabes quién es? ―negué―. Entonces esto será divertido.
Lo miré con cara de pocos amigos y él me entregó un papel un poco arrugado.
―Léelo y si tienes alguna duda puedes preguntarme lo que quieras. ―sonrió con malicia y se recostó en el sofá.
Empecé a leer y cada vez me confundía más.
Certificado de nacimiento.
Esas palabras encabezaban el papel.
Lucas Riley Williams Morris, nace el 16 de julio de 1999 a las 12:25am, hijo de Angus Damian Williams y Anne Rose Morris.
Ahí dejé de leer y miré a Cody directamente a los ojos, el solo sonrió de lado y me entregó otro papel.
Certificado de nacimiento.
Cody Mason Williams Allen, nace el 16 de Agosto de 1999 a las 8:15am, hijo de Angus Damian Williams y Hannah Alisa Allen.
Miré atónita a Cody, el cual aún sonreía con malicia y me miraba con picardía. Esto no puede ser, esta mierda no puede ser real. Mis manos empezaron a temblar, ocasionando que las hojas cayeran al suelo. De repente la puerta principal se abrió y un Lucas con los ojos como platos entró por la misma.
Me puse de pie y fui directamente hacia Lucas, el me miraba con miedo, luego me giré y Cody se encontraba de pie detrás de mí, yo me encontraba en medio de ellos dos. Empecé a examinarlos con la mirada, Lucas tenía en cabello rubio como el de Anne y Cody tenía el cabello negro, me imagino que como su mamá o hasta su mismo padre, pero lo que más me impacto y empecé a preguntar "¿Por qué no lo noté antes?", fueron sus ojos. Ambos tienen sus ojos grisáceos, tienen esa misma mirada gris que atormenta mis días desde que los conocí a ambos.
―Hola Morris, o debería decir, Williams ―Lucas bajó la mirada―. ¿Por qué me mentiste de ese modo?
Lucas me miró con preocupación y dijo en un tono bajo― Esto no era algo importante Emma, él no es para nada importante, él es parte de mi pasado, parte de lo que quiero olvidar.
Me giré a ver a Cody― ¿Por qué no le contamos a Emma la verdadera razón por la cual te acercaste a ella?
Miré a Lucas y su mirada solo desprendía odio hacia el pelinegro― Cierra la boca pedazo de mierda.
― ¡No Lucas!, dime ahora que mierda está pasando. ―le espeté y él me miro con miedo.
―Emma ―me llamó Cody, el único que hasta ahora veo dice la verdad―. Tu Lucas, hizo una apuesta conmigo hace un tiempo, donde el que lograra romper tu corazón tendría lo que deseara. Lucas me pidió un auto nuevo, un departamento nuevo y dinero para su madre, nada que yo no pudiera cumplirle. Si yo ganaba, Lucas tendría que irse de Washington, cosa que siempre he querido desde que descubrimos que éramos hermanos. Todo empezó bien, Lucas se estaba ganando tu corazón, ya te tenía entre sus manos, pero el idiota de enamoró y echó a perder nuestra apuesta. ―finalizó con una mirada maliciosa.
Me giré para encarar a Lucas, el cual se encontraba apretando sus puños y respirando entre cortadamente.
«Esto duele, y duele tanto»
―Así que soy una apuesta, ¿Eh? ―Lucas me miró, tenía los ojos cristalizados.
―No le creas Emma, está intentando meterse en tu mente. ―Cody rió con burla.
― ¿En serio vas a seguir negando la cosas? —Cody miró a Lucas como si no pudiera creer lo que Lucas hacía—. Oh vamos Williams, dile la verdad, dile que aun estando con ella te acostaste con Sofía. ―sentí una fuerte punzada en el pecho y el cuerpo entero cuando escuché a Cody decir eso.
Lucas se acercó a mí pero yo retrocedí.― Aléjate de mí Lucas, ni se te ocurra tratar de tocarme.
Lucas perdió el color en el rostro y sus ojos volvieron a cristalizarse― Si Emma, es cierto, toda la mierda que dice es cierta, empezaste siendo una apuesta, un maldito juego, pero tú misma lo sabías, solo fingiríamos y ya, hasta que después yo me alejara y no te rompería el corazón, pero así hubiera sido a los ojos de todos. Pero créeme después en verdad te amé, le dije que ya no quería estar en esto y me alejé de ellos, solo porque te quiero. Lo de Sofía fue hace mucho, fue cuando empezamos a fingir, ya eso venía desde muy atrás, por eso es que Sofía estaba tan obsesionada, la primera vez que estuve con ella fue en una fiesta, estaba ebrio y ella aprovecho el momento, luego la llamaba cada vez que necesitaba distraerme, ella nunca fue nada para mí.
Lagrimas empezaron a correr por mis ojos― Maldito hipócrita, no pudiste soportar que yo besara a Cody, pero tu si podías hacerme parte de una maldita apuesta e ir y acostarte con mi mejor amiga. No solo me destruiste a mi imbécil, destruiste a Sofía, solo por ser un maldito egoísta. Tú no eres feliz y tampoco quieres que los demás sean felices.
Lucas había empezado a llorar también, hasta buen actor es.― Emma por favor déjame explicarte cómo surgió todo y...
― ¡Cállate Lucas! ―Lucas enmudeció y me miró con súplica―. Ya puedes irte Cody, gracias por hacerme abrir los ojos.
Cody me guiñó un ojo y salió de la casa, dejándome a solas con el idiota que en solo un momento ha roto mi corazón.
―Desde que empecé a salir contigo sabía que algo te traías entre manos, pero quise evitar pensar en esas mierdas para enfocarme en lo que de verdad sentía por ti. Pensaba que era parte de mi inseguridad y lo ignoré totalmente, para entregarme a ti. ―Lucas tenía la cabeza en alto y lloraba desenfrenadamente.
―Sientes. Sé que aún lo sientes Emma... ―se acercó hasta que se plantó frente a mí―. Sé que aún me quieres como yo te quiero a ti Emma.
Acercó su rostro al mío, yo tenía una expresión neutra y de mis ojos brotaban grandes lágrimas.
―Sé que aún me quieres. ―estampó sus labios con los míos.
Mi mente me decía que lo alejara, pero mi corazón me decía que aprovechara este último beso que le daría. Lucas tiene razón, yo aún lo quiero, con locura a decir verdad, esto que siento no lo puedo parar de un momento a otro, pero sé que con el tiempo lo olvidaré. Me hizo daño, mucho, Emma Jhonson nunca ha dejado que nadie le haga daño y Lucas no será el primero.
Llevé mis brazos a su cuello para profundizar el beso y él me abrazó por la cintura para pegarme a él. Quería aprovechar ese beso, quería grabarme bien la sensación de sentir sus labios contra los míos, ya que no los volvería a besar, ya no más.
Nos separamos, nos miramos fijamente y soltamos lágrimas gruesas de nuestros ojos― Es momento de que te vayas Lucas, esto se acabó, tiraste todo por la borda, solo por pensar de manera egoísta y mentir. He pasado tanto en mi vida que ya no quiero que nadie más intente hacerme daño, tu no serás alguien más, aunque ya me hiciste daño, pero ya no lo harás mas, quiero que te alejes de mí y dejes de joderme la existencia, lo lograste, ganaste tu puta apuesta, lograste romper mi corazón.
Lucas empezó a sollozar y se apartó de mí, empezó a caminar de un lado a otro llorando y maldiciendo― Emma por favor no me hagas esto, sé que al principio todo fue un juego, pero yo de verdad te quiero. Tú eres esa luz que me ilumina, tú misma dijiste que éramos uno, que nadie podría separarnos, por favor no me dejes metido en la oscuridad de nuevo.
Lo miré, estaba llorando, pero ya no lo veía como mi Lucas, el lindo y hermoso Lucas, ese cariñoso y amoroso que me acompañaba cada día, el sincero. Este no es mi Lucas, él nunca fue mi Lucas, siempre me mintió y siempre estuvo jugando conmigo, pensando de manera egoísta, él no es mi Lucas, él es Lucas Williams, el que siempre me ha mentido, el que finge quererme solo para ganarme.
―Ya deja de fingir que me quieres, ya no tienes porque hacerlo, ya ganaste, vete a la mierda ya Williams. ―espeté de manera fría y le señalé la puerta.
—Yo si te amé... —casi sin voz, lo soltó.
Lucas me miró con lágrimas saliendo de sus ojos y salió. Allí caí al suelo, llorando, sintiendo como mi corazón se rompía cada vez más, yo no solo lo quería, yo empecé a amarlo. Ese rubio de ojos grises se ganó mi corazón, se llevó con él mi primera experiencia, tomando mi virginidad, se llevó todos mis sentimientos, arrinconándolos solo para él, mi corazón le pertenece a él y el solo jugo futbol con mi corazón, pateándolo y destrozándolo con cada juego.
Ese imbécil me rompió, ahora puedo decir que tengo algo malo, nadie quiere estar conmigo, el solo se acercó a mí por un maldito juego, de no ser por eso, jamás se hubiera acercado a mí, solo fui una apuesta, una puta apuesta en donde estaba en juego mi corazón y cada parte de mí.
Lo cierto es que gano, salió ganando, rompió mi puto corazón, lo hizo añicos y sé que en este momento debe estar disfrutando mucho con la situación, yo aquí llorando como idiota mientras él ni siquiera sentía algo por mí, todo era una estúpida farsa, una donde yo caí bajo sus encantos, quedando totalmente cejada por sus ojos grises, sintiendo mi corazón desbocado cada vez que sus labios rosados se encontraban con los míos, sintiendo que llegaba al cielo cada vez que simplemente me rozaba o me acariciaba solo como él puede hacerlo, todo era una mentira.
Una puta mentira.
FIN...
***
*La escritora se seca las lagrimas al saber que este es el final*
¿Que les pareció?
¿Lloraron como yo llore? :'(
Espero les haya gustado rikuras.
Gracias por llegar hasta el final, Besotes.
Betzabeth A.
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