Capítulo 36| Mal entendido.

Tres días después...

Emma Jhonson.

Me levanté con rapidez solo de escuchar la canción de Ciao Adios de Anne-Marie.

Hoy será un gran día, hoy por fin terminaremos los preparativos para el cumpleaños de Lucas. Ya tenemos el lugar, las decoraciones, la música y todo, solo nos falta ajustar unas cosas que hablaré hoy con Mateo.

Salí del baño con rapidez y me coloqué unos jeans blancos talle alto y con unos lindos botones dorados, me coloque una camiseta roja holgada, lo que es extraño, ya que además de que yo nunca uso ropa holgada, tampoco la uso de colores que no sean el negro, gris, blanco o azul, por eso la gente piensa que no tengo más ropa, porque siempre me pongo mi favorita, ja; Finalmente me coloqué unos deportivos negros, peiné mis rizos y me apliqué un ligero labial, tome mi mochila, la colgué en mi hombro y tomé mi teléfono para enviarle un mensaje a Mateo de que ya estoy lista y que pase por mí.


*Emma Jhonson:

―Ya estoy lista, querido imbécil.


Reí con malicia y a los minutos llegó su respuesta.


*Mateo Corwell:

―Ya estoy aquí, baja tu trasero de tu habitación y sube a mi auto, querida imbécil.


Reí a carcajadas y bajé. Al bajar a la cocina, mi tía se encontraba seria, teniendo una conversación por teléfono, así que me detuve a ver si podía escuchar un poco de esa conversación que la mantiene tan seria. El chisme siempre mis amores.

―Oh vamos, ¿Crees que sería divertido que alguien apareciera en tu vida después de haberte abandonado?, créeme, ya he pasado por eso y no es nada bueno... —tuvo una pausa, imagino mientras la otra persona hablaba—. Emilia, sabes que es difícil, esto no es como encontrarte con tu mascota perdida... —otra pausa—. Ya veremos que hacemos ¿Si?... Okey mi niña, hablamos luego. ―mi tía colgó y se giró, topándose conmigo de frente.

Abrió sus ojos como platos y me miró. Lucía sorprendida y asustada de algún modo, no entiendo porque reacciona así, ya la escuché, solo tiene que decirme todo y ya, quiero que me lo diga ella y no que después me entere por Emilia.

―Quiero que lo digas tú, no quiero enterarme luego por boca de Emilia. ―mi tía sonrió de lado y me indicó que la siguiera al comedor.

Nos sentamos, ella suspiró y empezó a hablar― Elizabeth contacto a Emilia, le escribió una carta como a ti, al parecer le pidió lo mismo que te pidió a ti.

―Y ella acepto, ¿Cierto? ―mi tía parecía un poco insegura pero asintió.

―Le conté lo que pasó hace tres días, ella ignora el hecho de que te afectó y Emilia cree que deberías darle una oportunidad. ―reí a carcajadas, como una maniaca.

―Demasiado hice con darle una oportunidad a ella, creo que ni siquiera debería opinar en mi vida, no sabe lo mucho que me afectó porque no estuvo aquí ―volví a reír y dije―. Emilia está loca, que ni siquiera intente opinar en mi vida, si ella quiere darle una oportunidad a esa loca ¡Bien por ella!, pero que no intente nada que yo no quiera.

Mi tía se veía disgustada por todo— Aunque es tu madre, opino lo mismo que tú en este momento Emma. Necesitas tiempo, espacio para asimilar las cosas.

La miré con seriedad— No hay nada que asimilar, no quiero, no quiero verla de nuevo, no quiero tener contacto con ella, nada.

Miré fijamente a mi tía de nuevo y salí de la casa para evitar seguir hablando del tema. Mateo se encontraba dentro de su auto negro, con unos lentes oscuros y parecía como si fuera una clase de espía o un secuestrador esperando a su presa para secuestrarlo.

―Hola Corwell, nadie sabe qué estás aquí, ¿Verdad? ―se quitó los lentes con lentitud y me miró con una ceja enarcada.

―Se supone que es una sorpresa, ¿Crees que iría por ahí gritando a los cuatro vientos que Lucas tendrá una fiesta? ―sonreí.

―Idiota. ―rió y puso el auto en marcha.

Encendió el motor y nos pusimos en marcha. Hoy solo estaremos Mateo y yo. Hoy terminaremos lo que falta para el cumpleaños de Lucas, Blair no estará para el día de hoy, además tengo que hablar un par de cosas con Mateo sobre Lucas, para terminar con lo que falta. No quisimos molestar a Blair porque sabemos que está ocupada con estos últimos exámenes, ella tiene exámenes pendientes, en cambio Lucas, Mateo, Evan, Ashley y yo no tenemos ninguno, aunque seamos unos problemáticos también somos dedicados.

Pasaron unos minutos después y llegamos al lindo lugar, este es un gran lugar para la fiesta de Lucas, ya todo está organizado, solo queremos intentar comprarle unos lindos regalos y cerciorarnos de que todo esté bien.

―De pequeño, Lucas y yo siempre veníamos aquí, nos gusta esta vista, el azul del mar siempre será uno de nuestros colores favoritos. ―Mateo miró hacia el mar y sonrió con el recuerdo.

―Él me habla mucho de cosas que hacían ustedes, me contó de cuando Evan perdió la virginidad y después se puso a llorar porque la chica era toda una loca y él se sintió violado ―reímos―. También de cuando Lucas y tú tuvieron su primera pelea, me dijo que ambos lloraron cuando se reconciliaron. ―le sonreí y el rió nuevamente.

―Éramos unas nenas. ―dijo negando con una sonrisa adornando su rostro.

―No, no lo eran. Las chicas no somos tan pendejas como ustedes —Mateo rió y yo añadí—. Tenían sentimientos aunque quisieran ocultarlo.

Nos miramos un momento y luego seguimos viendo hacia el mar.

― ¿Desde qué edad se conocieron ustedes? ―Mateo lo pensó un momento.

―Desde los siete o ocho años, conocí a Lucas y a Evan en la escuela primaria, todos éramos nuevos en la escuela, éramos muy problemáticos, luego conocí a dos chicos parecidos a mí y ahí fue cuando me acerqué a Lucas, luego llegó Evan y formamos nuestro grupo. ―me reí al pensar a estos tres chicos causando caos en la escuela.

―Yo conocí a Blair en jardín de niños, éramos unas niñas inseparables, cuando entré al instituto conocí a las primas Daniels y a Sofía, desde entonces nos volvimos un grupo. ―sonreímos y desviamos nuevamente las vista al mar.

Nos mantuvimos en silencio hasta que Mateo volvió a hablar― Quiero comprarle un reloj, uno que vimos el otro día, sé que le gustó porque de algún modo lo vi sonreír cuando lo vio, es negro y tiene dorado, le gustó. ―sonrió recordándolo.

―Yo quiero regalarle un...

―Así que es verdad. ―surgió una tercera voz entre nosotros.

Miramos y nos quedamos atónitos con lo que veíamos.

― ¿Lucas?

...


(Minutos antes)


Lucas Morris.

Estaba sentado en una banca en el odioso parque de enfrente del edificio donde tengo mi departamento. No tenía nada que hacer hoy, Emma ha estado un poco distante estos días, cada vez que intento invitarla a salir me dice que está ocupada o a veces tiene cosas que hacer en su casa.

No sé qué le pasa, pero me resulta extraño. Aun me retumba en la cabeza las locas palabras de Sofía: «Puede que él no respete los códigos de amistad». No creo que Mateo sea capaz de hacer algo así y menos Emma, pero me resultan muy raras sus actitudes estos días, todos han estado muy distantes, y eso me confunde.

Estaba mirando como una chica me sonrió tratando de coquetearme, a lo cual rodé los ojos y ella siguió su camino. Volví a concentrarme en donde tenía mi vista antes que la chica pasó, pero fui interrumpido cuando mi teléfono vibró en el bolsillo delantero de mis pantalones.


*Número desconocido:

―Es impresionante como te miran la cara de idiota, ¿Te gustaría saber dónde está tu linda Emma Jhonson?


Se me heló la sangre, tenía ganas de saber de qué habla esta persona desconocida, pero también tenía ganas de golpear al dueño de este mensaje.


*Lucas Morris:

― ¿Quién coño eres?


Esperé un momento y me llegó su respuesta.


*Número desconocido:

―Menos preguntas y más respuestas, ese es mi lema ;)


Rodé los ojos y escribí. Eso suena como algo que diría alguien que conozco muy bien.


*Lucas Morris:

―No estoy para juegos, dime lo que tengas que decirme ya y deja de molestar.


*Número desconocido:

―Estoy frente a ti.


Subí la mirada y ahí estaba dos marañas rubias.

―Esto debe ser una broma. ―dije con fastidio.

― ¿Quieres saber dónde está o seguirás haciéndote el ciego con ella? ―miré los pares de ojos mieles que se encontraban frente a mí y sentí nauseas por un momento, pero finalmente rendido dije.

―Acabemos con estas idioteces de una vez.

Me levanté y caminé con ellas hasta un auto gris, me subí, ellas al frente y yo en la parte de atrás.

Que empiece esta locura...


Narrador omnisciente.

Mientras Lucas iba en el auto con las dos arpías rubias, Lisa y Sofía, Blair se encontraba en otro auto siendo guiado por Cody, teniendo un manojo de sentimientos recorriéndole, se sentía traicionada por todo lo que le dijo y le mostró Cody, pero también estaba dudosa de todas las palabras que le dijo, ella no puede creer que su mejor amiga le haga algo así.

Por otro lado, Emma y Mateo hablan de sus amistades de la infancia, de sus mejores amigos Lucas y Blair, esos chicos con los que han pasado todas sus infancias.

Lucas siente el enojo y el fastidio recorriendo su ser, cree que esto es solo otra de las trampas de los idiotas que quieren acabar con ellos. Confía mucho en Emma y sabe que ella no haría algo así que solo las acompaña para ver que mentira dirán ahora.

Cada vez se van acercando más, Lucas al reconocer el lugar a donde se dirigían sintió un fuerte nudo en el estómago. Blair también conocía el lugar, hace unas cuantas semanas atrás había visitado ese lugar con su novio Mateo.

Unos minutos después llegaron a su destino. Lucas y Blair bajaron de los autos en total silencio y cuando se encontraron en la entrada se dieron una mirada dolida. Fueron entrando por los pasillos de la gran casa abandonada, esa donde Lucas pasó la mayoría de su adolescencia con sus amigos Mateo, Evan y Cody, hasta que pasó la tragedia que marcó sus vidas, y Cody y Lucas empezaron a odiarse.

Cuando por fin llegan al gran salón de la casa, donde se encuentra un gran ventanal con vista al mar, lo miran. Blair sintió que se desplomaba por completo, pero creó una fachada fría, totalmente neutro para esconder su tristeza. Lucas por otro lado cerró sus puños hasta que sus nudillos se tornaron blancos, él estaba muy enojado.

―Así que es verdad. ―dijo Lucas con la mandíbula apretada.

Emma estaba asombrada, atónita con lo que miraba― ¿Lucas? —preguntó y por su expresión Lucas mal interpretó todo pensando que Emma se ponía así porque la habían descubierto.

Mateo miró a Blair que se encontraba con los ojos enrojecidos y los brazos cruzados.

― ¿Qué hacen aquí? ―cuestionó Mateo con la mirada puesta en la chica que lo miraba con odio detrás de Lucas.

―La pregunta es... ¡¿Qué coño hacen ustedes aquí?! ―gritó Lucas mirando a Emma con intensidad, para luego desviar su vista a Mateo.

Emma al instante se dio cuenta que Lucas estaba mal interpretando las cosas.

―Cariño no es lo que crees. ―Emma se acercó a Lucas, pero Lucas la ignoró y se fue hacia Mateo.

Mateo ni se inmutó cuando Lucas se plantó frente a él con una mirada severa.

―Eres un maldito traidor. ―Lucas empujó a Mateo y Mateo se tambaleó un momento hasta que se estabilizo nuevamente.

― ¿De qué hablas Lucas?, no mal interpretes nada, espera que te expliquemos. ―Blair se acercó hasta Lucas y le dio una mirada furibunda a Mateo, Emma también se acercó, pero Blair echaba fuego por los ojos cuando simplemente le dedicó una mirada de reojo.

― ¿Qué quieres explicarme? ¿Cómo te tirabas a mi novia a mis espaldas? ―Lucas se acercó más a Mateo así que Emma colocó una mano en su hombro, pero Lucas en un movimiento brusco se liberó de su mano.

Lucas se sentía horrible, quería golpear a Mateo y quería gritarle a Emma y decirle lo mal que estuvo. Por otro lado, Blair solo intentaba contenerse para poder hablar luego con Mateo.

―Eso no es cierto Lucas, yo jamás te haría algo así, por Dios lo sabes, deja que te expliquemos. ―Lucas vio la tranquilidad y la sinceridad en el tono y la mirada de Mateo así que respiró profundo para contenerse y se giró para encarar a Emma.

―Explícame toda esta mierda en cinco minutos Emma, quiero que me digas todo ya, antes de que me arrepienta y golpee a este imbécil. ―el tono serio y duro de Lucas sorprendió un poco a Emma, pero ella inspiró con intensidad antes de asentir y tomarlo de la mano para dirigirlo a un lugar lejos de Blair y Mateo.

Mateo y Blair se miraron y Blair derramó una lágrima― Explícame esto ahora Corwell.

Ellos también se alejaron un poco de Lucas y Emma, alejándose del mal entendido.


Mateo Corwell.

Blair estaba seria, pero de sus ojos caía una que otra lágrima de la rabia y tristeza que la invadieron de repente.

―Esto es parte del cumpleaños de Lucas, solo queríamos ver los últimos detalles y ver que le compraríamos a Lucas, es solo un mal entendido hermosa, ¿Cómo terminaste aquí Blair?, sabes que todo esto es por el cumpleaños de Lucas. Lamento si te hice pensar mal, solo estábamos hablando del cumpleaños de Lucas. ―dije todo rápidamente, viendo como Blair poco a poco empezaba a quitar esa expresión dura de su rostro.

— ¿Por qué no me dijeron nada entonces? —preguntó Blair aun llena de desconfianza.

—Porque obviamente estabas muy ocupada con el instituto y no quisimos molestarte. Perdóname de todos modos por no hacerlo, debí al menos decirte que estaríamos aquí. —dije y me rasqué la nuca inquieto.

― ¿Cómo sé que no me estas mintiendo? ―me acerqué a ella y la besé, con suavidad y cariño, al principio ella no me lo correspondía, pero luego empezó a mover sus labios con los míos.

Al separarnos, la miré a los ojos y acaricié su mejilla― Puedo asegurártelo por todos nuestros momentos juntos, ¿Crees que tocaría Emma como te toco a ti? ¿Crees si quiera que la mirara como te miro a ti?, tú eres lo que nunca había tenido y lo que me hace feliz, jamás te haría daño. ―la miré y ahora ella me besó.

Nos separamos y ella me miró con culpabilidad brillando en sus ojos― Lo siento Matt, pensé horrible. Cody se metió en mi mente y me dijo cosas horribles de ti, hasta me mostro unas fotos donde se encontraban tú y Emma, pensé muy mal en esos momentos, todo fue un plan de esos idiotas.

Apreté mis puños y mi mandíbula, maldiciendo al imbécil de Cody― No te preocupes linda, ya sabes que no es verdad, pronto nos vengaremos de esta, ya lo veras.

La abracé. Y así resolvimos nuestro mal entendido...


Emma Jhonson.

Lucas me miraba con tristeza, se notaba que estaba dolido, apretaba sus puños y respiraba entrecortadamente. Con lentitud, me acerqué y me senté en su regazo, el me miró con frialdad cuando lo hice, pero le sonreí de lado y su fachada poco a poco empezó a derrumbarse.

―Yo jamás te haría daño Lucas ―empecé, él se tensó pero no apartó su mirada de la mía―. Mateo y yo hablábamos de ti, de las cosas que te gustan y de que te regalaríamos en tu cumpleaños.

Su mirada cambió y ahora lucía aturdida.

― ¿Pero qué hacían aquí solos? ¿No podían hablar en una cafetería al menos cerca de la ciudad?, me sentí traicionado Emma, sentía que te estaba perdiendo. ―me miró dolido.

Qué lindo se veía celoso— ¿Estabas celoso Morris?

Lucas desvió la mirada y reprimió una sonrisa— No te voy a admitir nada.

Tomé su mentón y lo dirigí hasta mi rostro, le di un pequeño beso y él me miró aun con desconfianza pero ya se había aplacado toda su ira― Nunca podría besar a nadie que no fueras tú, jamás podría mirar a nadie más que no fueras tú, jamás Lucas, tú y yo somos uno ―entrelace mis dedos con los suyos―. Te quiero Lucas, solo a ti.

Nos besamos, con dulzura, cariño y sentimientos.

―Eres mía ―volvió a besarme―. Sí, eres mía.

Le sonreí― ¿Cómo rayos terminaste aquí?

Él se tensó pero luego negó y dijo con culpabilidad destellando en sus ojos― Perdóname Emma, le creí a las locas de Lisa y Sofía, estos días has estado un poco distante conmigo, cuando ellas me dijeron todas esas cosas y me enseñaron esas fotos pensé que era real, pensé que era cierto.

Apreté mi mandíbula y sentí odio recorriéndome― Sí, he estado distante, pero no es nada que hayas hecho ¿ok? —el sintió—. No te preocupes Luke, pronto haré que cierren la boca y dejen de meterse en tu mente, nos vengaremos, no tienes por qué dudar de mí, te quiero a ti.

Nos abrazamos. Y de esa forma, resolvimos nuestro mal entendido.


***

¡¡SE PRENDIÓ!!

Mateo y Emma se quieren vengar.

¿Que les pareció el cap?

¿Creen que pronto estallara otra bomba?

¿Que creen que pasara ahora?

ANUNCIO:

FALTAN 4 CAP PARA EL FINAL :'(

OTRA COSA:

Tenemos un nuevo encabezado, ¿Que les pareció?

Betzabeth A.

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