Yaoyorozu Momo era una chica apasionada a la literatura, era su adicción, no importa de lo que se tratara, ficción, romance, terror etc... Ella dejaba su mente volar cuando se trataba de un buen libro. Su muy modesta biblioteca era un bosque de ellos, aunque se encontraban en la casa de sus padres, y la gran mayoría pertenecían a su papa, ella por lo general tomaba unos cuantos para llevarse consigo. Y justo en este momento se encontraba inmersa en su pensamiento leyendo uno de esos fantásticos libros, era un tema relacionado a la magia y a la fantasía, estaba feliz y entusiasmada, -Este chico es increíble, mira que dominar tantos elementos a la vez...-, se decía para sí misma.

Muy a su pesar, dicha lectura fue interrumpida cuando escuchó la vibración de su teléfono celular... sus ojos se abrieron como platos al ver el remitente...

-Utsu...mishi? – leyó un poco temblorosa

Dudó un poco en contestar la llamada, a decir verdad, estaba nerviosa de hacerlo, ¿qué se supone diría?, había pasado mucho tiempo y no estaba... segura... Sacudió su cabeza por esto, ya no era una niña, y sería peor no hacerlo e ignorarlo, lo pensó mejor y sacó el valor para responder...

-Utsumishi...san, ¿cómo está usted? - preguntó, el rubor era notorio en sus mejillas

-Ay Momo, ¿Cuántas veces debo de decirte que dejes de hablarme tan formal?, siento que le están hablando a mi padre-

-Jeje lo siento Adam-san, es la costumbre-

Escuchó un fuerte suspiro proveniente del otro lado de la línea, -Acostumbrada deberías estar a llamarme solo por mi nombre, sin el "san", ¿no crees? –

-Tienes razón supongo- sonrió la azabache

- ¿Cómo te encuentras pequeña? -

Su voz era cálida, dulce, atenta y muy masculina...

-Bien gracias-, respondió un poco tímida, -la universidad es increíble, ¡hay que estudiar mucho y los profesores son muy estrictos!!!- finalizó más animada

-Jajajaja no podría esperar menos de una chica tan aplicada como tú-

-Ah, esto, yo...yo... lo siento mucho-

-No tienes porque, siempre he admirado eso de ti mi pequeña-

Yaoyorozu sentía que su rostro ardía de la vergüenza, y su corazón palpitaba a mil por hora. Si claro, que ya no era una niña, decía, no dejaba de actuar como una tonta cría con él...

-Pero Momo-, prosiguió, - yo ya sé de lo que eres capaz, y lo mucho que siempre te esfuerzas y que siempre das lo mejor de ti. Yo me refería a tu salud, ¿cómo has estado?, espero te estés alimentando bien pequeña-

-Ah sí, eso, jeje... claro, o al menos mejor que Cams-

-Déjame adivinar... ¿sigue comienzo pura comida chatarra? –

-Y postres y dulces ...-

-Ya quiero ver sus caderas en 10 años- dijo divertido

.

..

...

Tras una pequeña pausa...

- ¿Adam? - lo llamo la pelinegra al notar que ya no le hablaba más

- ¿Cómo ha estado ella? - ahora su tono había cambiado, se escuchaba preocupado

-Está bien, sobreviviendo, ya sabes cómo es ella-

-Por eso me preocupo-

- ¿A qué te refieres? -

-A qué se le puede estar cayendo el mundo encima, pero ella siempre tendrá su despreocupada y entusiasmada actitud-

Momo sabía a lo que se refería, después de todo era su hermano, se sentía mal por no poder decirle la verdad, pero era un tema que a ella no le correspondía-

-Por eso, bueno, ya sabes... quería preguntarte a ti, porque... bueno porque al menos contigo ...contigo sé que es un poco más sincera- se escuchaba inquieto

Se sintió como una bofetada, -Tranquilo-

¿De verdad solo eso? ¿Solo se le ocurrió decirle "tranquilo" ?, la chica se sentía tan impotente y tan de poca ayuda, se maldecía en sus adentros

-Bueno, supongo que si mi pequeña Momo dice que todo está bien... así debe de ser-

-Sé lo mucho que amas a tu hermana, yo también la quiero, pero me he tenido que resignar a que hay que soltarla tarde o temprano-

- ¿Aún después de todo lo que pasó? –

-Aun así-

Otro silencio se inició entre ellos, el joven Utsumishi no estaba muy seguro de aceptar lo que Yaoyorozu acababa de decir, estaba un poco frustrado, para él no era fácil soltar a su hermana, sentía que en cualquier momento ella...

-Adam- volvió a llamarlo la pelinegra

- ¿Ah?... si claro, dime...-

-Confiemos en Cams, ella está haciendo su vida, y se está esforzando por seguir adelante, y tú de seguro también en América, seguro tendrán mucho de qué hablar luego, pero por el momento es mejor mantenerse calmados-

Ella mantenía una actitud dulce y segura, al fin pudo decirle algo más para calmarlo, o esperaba que así fuera, así que no podía mostrar ningún titubeo, quería llegar a él y tranquilizarlo.

-Gracias Momo, siempre sabes que decirme, pero hasta no hablar con esa cabezona no podré dejar de estar inquieto-

-Lo sé... pero creí que hablabas seguido con ella-

-Solo por Messenger... pero... mmmm siento que últimamente me está evadiendo un poco, creo que me oculta algo-

-Si tan solo supieras...- murmuro para sí misma.

Adam no era un hermano celoso, pero tampoco le haría mucha gracia la idea de que su hermana menor estuviera viviendo con un hombre desconocido...

-Ya sabes cómo es de distraída, más con toda esa transición- trató de desviar su atención un poco

-En eso tienes razón Jajaja-

Esa carcajada que él le regalo la hizo sonrojarse, pero estaba contentan, no solamente pudo calmarlo, sino que también pudo escucharlo animado de nuevo. Eso la ponía muy contenta. Pero...

-Adam!!!- escuchó una voz femenina que llamaba al joven al fondo de la otra línea

-Oh disculpa mi pequeña, mi cita me espera-

- ¿Cita? - sintió como su corazón se detenía en ese momento

-Jejejeje si... ¿Lo puedes creer?... ¿Yo saliendo con alguien?... Pero que quede entre nosotros ¿Si? - se escuchaba genuinamente feliz

-Ah... ¿Qué?... si claro-

-Ya voy Melissa!!!... te llamo después pequeña-

-Sí...sí...está...bien-

El chico ni cuenta se dio del bajón de ánimos de la azabache, ni lo entrecortada que se volvió su voz, solo termino rápidamente la llamada y listo. Ante esto la joven llevó el celular a su pecho con mucho pesar y resignación por la pareja que recién se estaba formando

-Melissa ¿eh? -

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Tres días pasaron desde la discusión que tuvo con su rommate, ¡tres días!!!, y durante ese tiempo el chico no había ido al apartamento. No iba a mentir, había estado preocupada por él, mucho, pero era un chico grande, no un niño para hacer esos berrinches, lo esperaría hasta que se dignara a aparecer, y se enfocaría en sus cosas. Bueno, eso era lo que se había dicho a ella misma, sino fuera por las ojeras y la cara de fastidio que tenía...

-Te ves horrible-

-Sí, bueno...fue un fin de semana agotador fam- respondió.

Su frente se mantenía apoyada sobre la barra de la cafetería en la que se encontraba, mientras sus brazos solo colgaban de ella. Se podía notar a kilómetros de distancia la nube negra con la que cargaba encima.

- ¿Todo bien? – preguntó la joven del otro lado que secaba las tazas de café recién lavadas...

-No sé, tal vez, podría estar mejor...creo-

- ¿Es de nuevo tu rommate, Cams? -

-Para qué te digo que no... pero ahora si es serio- la castaña cruzó sus brazos sobre el mostrador y sumergió su rostro en ellos, sin embrago, - ¡Aaaaaah ese chico es un intenso!!!!, ni siquiera sé porque le doy tanta importancia-

La otra chica sonrió por esto, ya Camie le había contado las cosas que pasaba con su explosivo compañero, y más recientemente el conflicto del fin de semana. Y el hecho de no haberse comunicado con ella en todo este tiempo, parecía que la tenía ansiosa. Cosa que era extraño viniendo de alguien tan despreocupado como ella, por eso era que le daba algo de gracia la situación, y sobretodo verla así...

-Eres demasiado buena y servicial, y no te gusta que otros estén enojados contigo, es así de sencillo-

La castaña levantó la mirada algo escéptica...

-Recuerda que tienes ante ti una futura y mal remunerada psicóloga- dijo con orgullo mientras humildemente seguía secando la vajilla

Camie rio por esto, –Bueno, podría comprarte y ser como mi voz interna 24/7, seria totes genial-

-Sólo si incluyes la comida!!!-

-Eres algo genial ¿no?, Ochako-chan-

-Gracias...pero ¿sabes que creo? -, Camie la escuchaba con atención, -Eres una chica fuerte y muy positiva, te gusta ver el lado bueno de las cosas, y de las personas. Pero me da la impresión de que a veces te esfuerzas demasiado por eso, algo que Bakugo notó, y por eso chocas tanto con él. Sin embargo, por lo que me has dicho, es el tipo de chico que no tiene problema en mostrar lo que piensa, siempre ha sido sincero contigo, para bien o para mal, por eso reaccionó como lo hizo. Creo que en algún punto el empezó a aceptar la convivencia contigo, pero al descubrir que no fuiste honesta con él...-

Desde el principio había tenido su mirada baja y una expresión serena y pensativa, por un lado, su amiga tenía razón, Bakugo siempre fue un chico transparente, sin doble cara, pero por otro lado ella... ella sabía que abrirse a otros era muy difícil, incluso lo era para sí misma. Pero sonreía al ver lo bien que Ochako la había podido leer, esa chica estudiaba lo que estudiaba por algo.

-No sé cómo te acuerdas de todo lo que te he dicho hasta ahora fam, has sido como mi Freud todo este tiempo-

-Bueno, sé escuchar ¿no?, a eso me voy a dedicar, además... ¡no es como si me pusiera a dibujar garabatos niña! – esto último se lo dijo un poco más ofendida

-Ajajaja ok, ok, mía culpa-

Su semblante había cambiado un poco, hablar con la castaña menor siempre le hacía bien. Ella y esa niña con cara de ángel tenían semanas que conversaban, era su confidente, casi no la conocía ni a ella ni a Bakugo, así que no temía ser juzgada...

-Y dime... ¿Cómo te ha ido con el niño brócoli? -

- ¿Deku?... Bueno, aun no se anima a invitarme a salir, aunque admito que se está esforzando- respondió con una risita

- ¿Ah sí? -

-Sí... El otro día se quedó en la barra de café buscando el valor para hacerlo, y para hacer tiempo terminó por pedirme como 10 tazas de expreso... quedó tan acelerado que dio como 5 vueltas a todo el campus balbuceando no sé qué... -

-Oh pobre chico-

La castaña mayor golpeó su frente con la palma de su mano al imaginar semejante escena, -Y tú no seas mala, eso no es genial, parece que te diviertes con eso- regañó a su amiga viendo como estaba a punto de reír a carcajadas

- ¿Y por qué no lo invitas tú? – prosiguió

-Lo haría, pero... el pobre tiene tanto tiempo intentándolo que no quiero matar sus esfuerzos-

-No sé si eres como tipo linda o malvada fam-

-Tú sabes... un poco de ambas, es el equilibrio perfecto- respondió con malicia

-Malvada-

-Si bueno...oye-, se interrumpió Uraraka a sí misma, - ¿no vas a pedir nada?, mis consultorías no son gratis...y recuerda la propina-

Camie sonrió por esto, -no se te pasa ni una... pero tú sabes que sí, un café negro bien cargado a ver si se me quita este dolor de cabeza-

-Un café en camino entonces-

-Que sean dos...- Una tercera voz se escuchó justo a las espaldas de Camie, quedando su rostro justo al frente de la castaña, y dejando a ambas amigas algo sorprendidas por tan inesperada aparición...

-Y pago por ambos-

- ¿Tu eres...? -

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- ¡Achú!!!-

- ¿Estás bien Midoriya? -

-Ah sí... no sé por qué es como la tercera vez que estornudo en unos cuantos segundos- respondió el peliverde frotando la punta de su nariz, -No te preocupes Todoroki-san, debe ser una alergia- dijo al recibir una mirada frívola por parte del bicolor

Ambos amigos iban tranquilamente caminando hacia las afueras de la universidad, tenían planeado un perfecto y divertido día lleno de estudio y trabajos por realizar.

-Me estabas contando algo acerca de la chica de Kacchan-

-Ah sí, te decía que se veía bastante mal, decaída creo, parece que no la está pasando nada bien-

Izuku podía notar en el rostro de su amigo algo de preocupación y... culpa?, - Bueno, tú sabes que convivir con Kacchan no es fácil, no te sientas mal Todoroki-san, tu no sabías-

-Sí gracias, lo sé-

-Y dime-, intentó preguntar el pecoso, ¿-Cómo es que te diste cuenta del estado de ánimo de Utsumishi-san? –

El bicolor lo miró confundido

-No te ofendas, pero... no eres precisamente la persona más empática que conozco- mencionó algo avergonzado

-Mmmm bueno... digamos que a una chica como esa es muy fácil notar cuando anda desinflada-

-Ya veo-

-Pero...- prosiguió -, le mencioné que Bakugou estaba quedándose con Kirishima, y creo que eso le dio más tranquilidad-

- ¡Estoy seguro que sí Todoroki-san... hiciste bien en hacerlo!!!- lo animó el peliverde poniendo la mano sobre su hombro

Llegaron al estacionamiento, pero antes de separar sus caminos hubo otra cosa que Midoriya quería saber de su amigo...

-No me has dicho como te fue en las conferencias a las que asististe-

-No estuvieron mal, pero mi padre estuvo muy extraño, más de lo normal- respondió el bicolor un poco fastidiado al recordar lo vivido esos días en Francia

- ¿A qué te refieres? - preguntó algo curioso

Todoroki se apoyó sobre su auto y dio un enorme suspiro –Cada noche íbamos a cenar con diferentes familias, y por alguna razón había chicas de mi edad, siempre el mismo tema, fortalecer los lazos, la unión de los genes y esas cosas, fue bastante tedioso-

-Bueno Todoroki-san, creo que la razón era bastante obvia-

-No soy lento Midoriya, sé lo que mi papá buscaba- respondió indiferente a su amigo, -Aunque...-

-Aunque ¿qué? -

-Si hubo una noche diferente y lo pase mejor-

- ¿Qué fue lo que sucedió? -

-Igual cenamos, pero en esta ocasión asistió una familia con un hijo varón-

-A... ¿ah sí?... ¿Y...y de qué hablaron? –

-Eso fue lo extraño, fue el mismo tema-, respondió el chico tocando su mentón, -Bueno, eso no importa, al menos con él sí me llevo bien-

- ¿Sigues en contacto con él? - le preguntó Deku con una mirada de sorpresa

-Sí, ¿Por qué no lo haría? -, respondió inocentemente, -Es de mi edad y parecía estar interesado en el tema, aunque yo no tanto la verdad... Pero siempre es bueno tener nuevos amigos- finalizó muy sonriente

-Ay Todoroki-san, y dices no ser lento- pensó el peliverde apretando el puente de su nariz, - ¿Y cómo se llama? -

-Aoyama no sé qué...-, mencionó sin darle mucha importancia, -Mmmm, pero sabes?... al terminar la noche mi padre dijo algo que no termine de entender-

- ¿Qué? -

-Que se sentía aliviado- contestó dándole a su amigo una mirada confusa

Deku dio un enormesuspiro –Creo que yo también jeje-

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-Me sorprendiste ahí amigo-

-Si bueno, ya te acostumbrarás a mis entradas sorpresas- río el joven

-Tenía como tipo muchas semanas sin verte, creí que habías sido tú el que terminó pedido-

-Después de un tiempo estudiando acá eso hubiera sido muy patético, ¿no crees?... Además, eres muy escurridiza-

La castaña rio por esto último, -Entonces eres todo un sempai, ¿no? –

-Jajaja... Oye, no estoy tan viejo, tengo 21- respondió ofendido cruzando sus brazos

-Bueno, sigo siendo más joven fam, tengo 19-

-Pero eres de primer año ¿no? -

-Eso es porque estudié en un técnico, y ya sabes, se toma un año de más en graduarse-

-Eso es...interesante- mencionó el joven con una pícara sonrisa que hacía estremecer a la castaña

A decir verdad,  lo único que  él  hacía desde hacía un rato era remover su café , no hacía por dónde empezar a beberlo, no podía quitarle la mirada a la castaña.

-Un técnico ¿eh?... debes de ser todo un cerebrito- Camie sacó su lengua divertida en respuesta a esto...

-Cambiando de tema-, prosiguió el azabache, -te veo algo... ¿Cómo decirlo?... no muy feliz, pareces muy diferente a la chica animada y despistada que no lograba encontrar el enorme edificio de administración el otro día-

Camie sonrió algo avergonzada al recordar esa agitada mañana, -Bueno, tengo algunos problemas con mi rommie, y es algo tedioso, eso es todo-

Trataba de escuchar atentamente lo que le decía, pero a su vez no podía evitar prestarle más atención al movimiento de esos sensuales labios que a la misma historia, simplemente no podía dejar de mirarlos...

-La convivencia entre chicas a veces es complicada, siempre son tan competitivas-

-Es un chico...un chico muy, pero muy difícil- respondió fastidiada

- ¿Vives con un hombre? - preguntó con desilusión y levantó su ceja

Camie solo asintió

-Vaya...la competencia es dura-

-Jajaja no, no, no es nada de eso... eres muy directo ¿no? - mencionó reposando el puño sobre su rostro

-No tienes idea- le respondió tomando su mano libre

-Ooh chico travieso-

Ambos se quedaron viendo fijamente, la tensión sexual era palpable, pero no se sentían incómodos, al contrario, más bien parecía que lo disfrutaban.

-Oye...- hablo la castaña aun ida en él

-Dime-

-Esto... se te va a hacer un dengue ahí- refiriéndose al café que no había probado

Río divertido por esto, -Digamos que se me antojó otra cosa-, soltó su mano y procedió a beber de su café ya casi frio

- ¿Sabes bro...?, no soy chica fácil-

- ¿Ah sí? -, respondió enarcando su ceja, -Bueno, eso espero...sino no valdría la pena-

- ¿Crees poder conmigo? –

-A ver chica difícil...-, se burló, - ¿Por qué no empezamos con tu nombre?... Yo soy Shindo Yo-

-Utsumishi Camie-

Extendió su mano como saludo, gesto que él también le devolvió, a su vez sintió como la castaña acariciaba la palma de su mano con el pulgar, sonrió victorioso por eso.

En esos momentos Camie ya no pensaba tanto en Bakugo, no tenía por qué estar perdiendo el tiempo con los berrinches y ataques de histeria de su compañero, cuando al frente de ella tenía a este lindo y carismático azabache, era lo que necesitaba para quitarse un poco el estrés que mantenía acumulado... Y ella iba por más, ella quería más.

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Hola chicos, tengo tanta pena con uds, no sé en que momento pasó tanto tiempo desde mi ultima actuaslización, gomen ;/

Trataré de ir escribiendo el próximo capítulo, para compensar un poco el tiempo perdido, mientras tanto  disfruten de este xD

Espero les guste ;)

Saludos y bendiciones