Capítulo 5

Tres días, tres días que equivalen a 72 horas, o sea, 4320minutos, todo ese tiempo había estado esperando a que su disque mejor amiga se dignara por lo menos a devolverle alguna de sus llamadas, o los mensajes de texto, ¡o el e-mail que le envió anteriormente!!!, pero nada, fue completamente ignorada por esa desconsiderada.


Estaba a punto de acudir a su última opción, rastrear su dirección GPS, cuando por arte de magia la chica en cuestión apareció frente a su puerta, como si no hubiera pasado nada.


-Yaomom!!!- la saludó con un fuerte abrazo y una enorme sonrisa –Tanto tiempo, ¿no? -


A decir verdad, no había pasado ni una semana desde la última vez que se vieron, pero para ellas era una eternidad. Contó hasta diez antes de soltar "eso" que guardaba en su más profundo ser, le dio a Camie una furiosa mirada, la cual agradecía que no fueran puñales.


-Sabes... tú... niña ingrata... te... voy... a- intentaba expresar la azabache apuntándola con el dedo, - ¿Acaso eres consciente de lo preocupada que estaba por ti?!!!, ¿Por qué no contestas mis ¡"#$%&/ llamadas!!?-


Ok, definitivamente esas no eran palabras apropiadas que deberían salir de la pura y angelical Momo. Además, justo cuando creyó que se liberaría de las palabrotas por un rato, a su amiga le da un ataque de histeria al mejor formato de Bakugou 2.0.


-Shhhhhh- la cayó por un momento, - ¡Dios!, Yaomom cuida esa boca, no es propio de ti. Además, ¿Qué tal si primero me dejas entrar? –


Aún molesta, la dejo pasar, o más bien ella entró a la fuerza, más cínica no podría ser


- ¿Y dónde está zombi-chan? -


-En la piscina- contesto secamente


El apartamento era un hermoso pent-house, con una increíble vista, en el exterior había una terraza con finos pisos de madera, un pequeño patio con bellos arbustos que decoraba los alrededores. En medio se encontraba la alberca con yacuzzi, que era rodeada por sillas acolchonadas, además que contaba con unas mesas de vidrio y sillones con cómodos cojines ideales para el descanso. Y qué podría hacer más interesante esta vista sino es un hermoso bar y parilla que se adjuntaban cerca de la entrada.


-Ustedes dos viven con demasiados lujos- cuestionó al observar todo esto


-Tú podrías tener algo así, o incluso mejor-


-Zombie-chan!!!-


La castaña se lanzó sobre él, lo abrazó por el cuello y rodeo su cintura con sus piernas, haciendo que el chico la cargara y perdiera ligeramente el equilibrio.


-Ya quería verte fam, estoy como tipo asustada, esa chica mala de ahí me dijo cosas para nada lindas-


Momo volteó su mirada y resopló en señal de cansancio ante tal acusación


Negó con su cabeza en desaprobación ante el comportamiento de ambas amigas, sentía que a él siempre le tocaba el papel de conciliador.


-Bueno, a decir verdad, es peor para mí, ha estado un poco histérica estos días- le susurró al oído. Camie tuvo que esforzarse para contener una carcajada.


-Bueno ya!!!- dijo Momo molesta por tanto cuchicheo


El pelimorado bajo a su amiga, la miró de frente y con tu tono más firme la regaño –Es tu culpa que esté así Cams, de verdad nada te cuesta responder algunos de sus mensajes, hasta yo comenzaba a preocuparme. Eres una adicta a las redes sociales, y ya ni te veo conectada-


-Jeje, lo sé chicos, la verdad no quería hacer que se preocuparan así, eso no es lindo, pero tipo les juro que tengo mis razones-


-Entonces señorita, será mejor que tomemos asiento- la tomó de la mano y se la llevó a uno de los cómodos asientos que se encontraban en la terraza.


Momo suspiró, -Iré a hacer un poco de té-, esperaba poder calmarse para escuchar lo que tendría que decir.


-De verdad está molesta, ¿no? –


-No tienes idea amiga, a decir verdad... hace tres días apareció- mencionó angustiado


Al escuchar esto su cuerpo se tensó, estaba perpleja y preocupada a la vez, -Dios, no, ¿de verdad apareció? ¿estás totes bien? –


El asintió, -no tienes idea del momento que viví-


Flash Back

- ¿Pasó algo? - cuestionó tranquilo el pelimorado al ver a Yaoyorozu congelada viendo el celular


-Me...colgó- susurró para sí misma


- ¿Qué dices Momo? - caminó hacia ella para intentar entender mejor lo que trataba de decir


-Digo que... ¡Esa chiquilla desconsiderada y maleducada me cortó la llamada!!!!- estaba histérica por el desaire de su amiga


-Vamos, tal vez se le cortó por accidente o...-


- ¡Claro que no, lo hizo al propio!!!-


Se quedó callada y a espaldas de su compañero que se mantenía tranquilo y resignado, sabía lo exagerada que era ella para estas cosas. Intentó calmarla abrazándola por los hombros y dándole un beso en su cabello. Pero algo lo hizo reaccionar, en vez de tranquilizarla, la sintió temblar entre sus brazos.


- ¿Estás bien? –


La volteó frente a él tomándola por los brazos, e inmediatamente la vio, creciendo cada vez más en su frente, era grande, visible a simple vista, y entre más roja se ponía la chica, más hinchada se volvía.


-Oye... Momo, cálmate ¿quieres? –


Trago profundo, era hora de despedirse de su tranquilidad, esa vena en su frente era su perdición.


Fin del Flash Back


-Oh bae, a veces siento que esa cosa cobrará vida propia- un escalofrío recorrió su espalda, - ¿Y qué hiciste para calmarla? -


-Tu sabes, un par de tazas de su té favorito y un poco de masaje-


-Nada mejor que el Imperial Golden Tips para calmar a nuestra Yaomom-, dijo muy alegre, -Pero...-


- Pero ¿qué? –


-Temo que tipo lo que tengo que decirle la ponga peor jeje, creo que necesitaré una caja entera de esos-


-Eso ya es problema tuyo, es más, nada de esto es asunto mío, y soy yo el que ha tenido que lidiar con ella-


-Deberías darle un poco de esa indiferencia a Yaomom, es peor que mi padre, siento que le falta tener como tipo... un poco más de vida – bufó


- ¿A quién le falta tener más vida?, ¿eh? –


Momo había llegado más tranquila junto a sus amigos, sin embargo, luego de ese último comentario eso se fue por la borda. Tratando de ignorar ese sentimiento se dispuso a sacar las tazas de té y servirle a cada uno como ella mejor sabe hacerlo.


-Es tan atenta y maternal- pensó la castaña con una sonrisa


-Bien Cams-, prosiguió la pelinegra con una mirada firme y seria, -ahora quiero que nos digas que está pasando-


-Bueno fam, totes es genial y así, tú sabes, nada que no hiciera, bueno sí, la verdad es que...-


-Sin rodeos por favor-


Llevó la taza de té a sus labios, cerró sus ojos y aspiró parte de ese increíble olor que siempre era tan armonioso y relajante, claro, sin estar preparada para lo que estaba a punto de escuchar.


-Estoy, ya sabes, viviendo con un chico-


- ¡COFCOF!!!-


Ambos daban gracias a que ninguno estaba frente a la azabache en ese momento, sino todo su rostro estaría empapado del proyectil de té que termino escupiendo. No podía parar de toser, y el pelimorado, igualmente sorprendido, o más bien confundido, le daba palmaditas en la espalda para ayudarla. Y Camie... bueno, ella solo se limitaba a ver a su amiga a sabiendas de lo que vendría a continuación.


-¿Q... qué... ¡Que dijiste!!!?- Trataba de articular apenas recuperada


-Lo que escuchaste-


- ¡Pero... ¿Por qué?, ¿Cómo?, ¿Dónde?!!!, ¿Acaso estás loca?!!!, ¿Quién es este tipo?!!!, ¿Lo conoces?!!!- no podía dejar de cuestionar a su amiga, se esperaba cualquier cosa, pero algo así jamás lo veía venir, ahora sí se sentía alterada.


- ¿Es por esto que querías toda esta aventura?, ¿Para vivir con un hombre?!!!-


Camie suspiró con tanta preguntadera que no la dejaba ni responder, además de que había estado pendiente de la vena en la frente de su amiga. Negó con la cabeza y habló


-Se llama Bakugou Katsuki. Todo fue un malentendido amiguis, hubo una confusión con unos papeles.


- ¿Qué tipo de confusión? - se limitó a preguntar el chico, su atención estaba más en los hombros tensos de Momo


Ella les explicó con lujo y detalle por lo que había pasado el día que se mudó, y además del acuerdo al que ambas partes habían llegado. Shinso y Yaoyorozu la escuchaban atentamente, el primero muy calmado, como siempre, trataba de hallar algo de lógica al tema, en cuanto a la segunda, se comía las uñas horrorizada y muy angustiada de pensar que su amiga vivía con un extraño.


-Y eso fue exactamente lo que ocurrió-


-Vaya, eso parece sacado de un libro de comedia-


Momo tomó una bocanada de aire, luego dio un sorbo a su milagroso té e intentó hablar tratando de no entrar en pánico.


-A mí me va a dar algo- mencionó tocando el puente de su nariz, -Cams...si el apartamento era legalmente tuyo, ¿Por qué no le pediste al chico que se marchara? -


-Y se supone que tú eres la buena y angelical aquí... Eso no estaría tipo nada bien fam, tanto yo como él somos víctimas aquí, y también pagó por vivir ahí- señaló la chica con su dedo índice en forma de desaprobación


Momo desvió su mirada afligida, no le gustaba la idea que su amiga viviera sola, pero por otro lado la idea de que estuviera con un desconocido, y además un hombre, le daba escalofríos. Miró de nuevo a su amiga


-No me veas así girl, tú misma dices que soy una chica adulta y que siempre he sabido cuidarme sola... aunque tus ataques de pánico cuando no aparezco digan lo contrario- esto último lo dijo más para sí misma


-Estas son ligas mayores Cams... convivir con un chico, además de que no sabes si es una buena persona o no, está el hecho de la privacidad y esas cosas, un accidente puede pasar en cualquier momento-


-Bueno... -la castaña reaccionó con una risita recordando algo que ya había pasado, -respecto a eso yo...-


-Ay no Cams, ¿Qué? –


-Ya lo vi en todo su esplendor el día que me mudé-


- ¿Ah sí? -


- ¿Ah sí? -


- ¡Oh sí! -


- ¿Y qué tal? - preguntó el pelimorado


- ¡Dios!, ¡Está para comérselo! -


- ¡CAMIE!!! –desaprobó la azabache, - Eso es tan inapropiado... Y tú no le sigas el juego – regaño a su compañero.


Este solo sonrió...


-Pero Yaomom, tú también vives con un chico-


-Eso es completamente diferente, y lo sabes, además nos conocemos desde que éramos niños, no hay punto de comparación-


Ahora era su amigo quien tomaría la palabra, -Oye Cams, ¿no era mejor cederle el apartamento y buscar otro lugar?, es más, podrías haber venido a vivir con nosotros, creo que le pones demasiadas excusas a todo. Bien podrías haber llegado a un acuerdo con él para que te pagara los meses de alquiler que adelantaste.


Negó con la cabeza, -de verdad se los agradezco chicos, pero quiero hacer esto tipo... ¿sola?, me lo debo a mi misma, se los digo porque son mis mejores amigos, ni a mi daddy se lo he contado, y no sé si lo haga, no quiero preocuparlo de más, pero de ustedes espero compresión y apoyo. Bakumie no es un mal chico, se los aseguro, solo gritón y orgulloso, pero después de ahí su único pecado es tipo cocinar delicioso y no querer darme ni un mordisquito-


- ¿Bakumie?, ¿Le pusiste un apodo aun sabiendo cómo es? - le cuestionó Momo sujetándose nuevamente el puente de la nariz


-Lindo ¿no? –


Observó a su amiga preocupada, de verdad su Yaomom se tomaba todo respecto a ella muy seriamente, aunque no la podría culpar. Se levantó de su asiento y la abrazó fuertemente por su espalda, era la forma en que lograba calmarla, con afecto.


-Estaré bien, pinky promise-


Shinso, por otro lado, se mantenía al margen, entendía el punto de ambas, así que optó por una posición neutral, dándoles su espacio.


Momo tomó una de las manos de su amiga, eran cálidas y reconfortantes, como las de una mamá, y sin mirarla preguntó, - ¿Estás tomando tu tratamiento? – Camie asintió, - ¿Qué te dice la doctora? -


-Solo voy una vez al mes, pronto me dará de alta- sonrió


Se soltó del abrazo, pero mantenían sus manos unidas.


-Prométeme que nos llamarás por cualquier cosa, y no más ignorar mis llamadas-


-Lo prometo Moms-


-Bien-, volvió a tomar un poco más de té y prosiguió, -por lo pronto, si quiero estar completamente tranquila será mejor que vaya y conozca a ese tal Bakugou Katsuki en persona, el fin de semana iremos a visitarte-


- ¿Ah sí? -


- ¿Ah sí? -


- ¡Oh sí! -

------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Caía ya la noche cuando nuestra castaña iba llegando finalmente al apartamento, directo a tirarse a su humilde pero cómodo sillón, cansada de su ajetreado e intenso día, estar con sus amigos siempre la animaba, pero justo hoy tuvo que dar muchas explicaciones, y ser juzgada por ello. Cerró los ojos pensando en todo los que le aconsejaron, en especial un tema que había estado evitando tocar, pues no sabía cómo explicárselo a su rommie.


Flas Back

-Entonces... ¿él no sabe? – le preguntó su amigo


-Nop... para él solo soy tipo una vulgar, perezosa e inculta chica-


-Bueno, no es como si estuviera en él saberlo, pero dices que has tenido un par de oportunidades para decirle y le inventas cualquier excusa. No creo que te avergüences quien eres, entonces ¿Por qué lo haces? -


-No sé Hitoshi, al principio fue xq creí que me vería en un dilema moral, tu sabes, la niña tiene dinero, puede pagarse cualquier otro lugar. Pero luego...es totes orgulloso y no quiero intimidarlo y que la convivencia sea peor-


-Pero Cams-, interrumpió Momo, -creo que se pondrá peor cuando sepa la verdad, es cierto que no tiene por qué interesarle tus ingresos o que haces con ellos, pero la mentira tampoco es buena, a la próxima que tengas oportunidad explícale-


-Si claro Yaomom, le diré "Oye dude, ¿sabes qué?, pertenezco a una de las familias más millonarias del mundo, genial ¿no?"- exclamó en forma de burla


Yaoyorozu resoplo ante tal actitud –Solo digo que apenas se dé el momento seas sincera con él y dejes de darle vueltas al asunto-


Fin de Flas Back


-Tipo... creo que tienes razón amiga-


Luego de estar pensando un poco en el rubio explosivo y en cómo le diría la verdad, cayó en cuenta que no se encontraba, el silencio reinaba en todo el lugar, era solamente ella, soltó una risita por ello. Al mirar a su alrededor notó algo que no le gusto, frunció el ceño por esto, paredes blancas, pisos blancos y el sillón negro.


-Este lugar totes deprimente... Supongo va a necesitar el toque de Cams para animarlo más- concluyó con una sonrisa


--------------------------------------------------------------------------------------------------------------

La lluvia empezaba a caer muy fuerte, eran ya pasadas las 10 pm cuando Bakugou apenas y pudo llegar a su hogar a tiempo, había estado trabajando desde la tarde y en lo único que pensaba era en descansar.


-Maldito frío-


Caminó silenciosamente hacia el pasillo, cuando a lo lejos escuchó lo que parecía ser un ligero ronquido. Dirigió su mirada hacia la sala y ahí la vio, dormida plácida y descaradamente sobre el sillón. Estaba boca arriba, con los brazos extendidos sobre su cabeza, una pierna estaba sobre el asiento, pero la otra guindaba fuera de este, y su cabello estaba esparcido por todo el cojín. Ella llevaba unos shorts de mezclilla y una blusa blanca tres cuartos con botones, la cual, debido a la posición de la chica, estaba un poco desordenada y abierta, dejando ver una pequeña parte de su escote. Al notar esto, reaccionó rápido y desvió su mirada, -jodida vulgar-, pensó, e inmediatamente se concentró en sus pies descalzos.


-Oí- la llamó de lejos, ella ni siquiera se movió


El chico resopló, ya no era problema de él. Eso hasta que escucho como la lluvia y el viento aumentaban su intensidad, y con ello el frío. Miró al techo y resopló en forma de rendición, y fastidiado por ver lo despreocupada que era esa mujer.


-Tsh-, se dirigió a la habitación de ella a ver si por encima lograba encontrar algo con que cubrirla. Trajo consigo una cálida sabana, primero subió la pierna que caía al lado del sillón y eventualmente la cobijo.


-De verdad eres una maldita perezosa- dijo mirándola


Ella aún mantenía cierta expresión tranquila y sonriente. Una pequeña baba salía por una de las comisuras de sus labios, algo que él notó, también pudo ver que sobre la mesa estaba la laptop aún encendida, unos libros y agendas de apuntes, y una taza de té a medio terminar. Seguro estaba en medio de algo importante.


-Al menos termina tus putos deberes antes de dormir-


Y con esto se marchó a su habitación, dejando a la castaña dormida y bien protegida del frio.


Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top