Capítulo 1
¿Qué era la vida? Ella literalmente lo tenía todo, y no necesariamente se quejaba por ello. Al fin y al cabo, los seres humanos no decidimos donde nacer, ni a qué familia pertenecer. Se dice que existen 2 tipos de caminos; esta el camino de los que nacen con estrellas, y esta el camino de los que nacen estrellados. Para entenderlo mejor, están las personas que ya vienen con su cuna de oro incluida, ya sea por su estatus social o un estilo de vida que muchos envidiarían y desearían tener. Pero están esas otras personas que no topan con la misma suerte, los que tienen que levantarse día a día para trabajar arduamente, luchan para tener una vida de calidad y hacerse de las cosas que desea, que anhelan y, sobretodo, que necesitan, y tampoco quiere decir que este mal.
Esto era un tema muy importante en su mente, experimentar una vida normal, ser como el resto, incluirse ella misma en el extenso mundo de los "mortales" y ganarse con el sudor de su frente su propio sustento. Fue algo que se planteó por mucho tiempo, desde pequeña tuvo la mejor educación, entre otros tantos privilegios. ¡Vaya! Ni los herederos al trono se daban esa vida, bueno tal vez solo estaba exagerando un poco, pero a quien quiere engañar, si su vida no era como la de una princesa, definitivamente las monarquías tenían un problema.
Siguiendo con el tema de fondo, antes de graduarse de su exclusivo colegio, La Preparatoria Shiketsu, famosa por recibir a estudiantes, no solo de familias adineradas y poderosas, sino también con un rendimiento académico superior, se replanteo firmemente cuales eran sus prioridades. ¡En cuanto a dinero, Dios!!!, tenia de sobra, bueno, técnicamente era de su padre, pero ella en el futuro se convertiría en una de las afortunadas herederas, sin dejar de mencionar que ya gozaba placenteramente de todos sus beneficios. ¿Familia y amigos?, pues no podría quejarse mucho de eso, a excepción de sus dos grandes amigos, casi hermanos de escogencia y una que otra amistad, el resto del rebaño no eran más que lobos hambrientos tratando de beneficiarse y hacerse de un nombre a costas de sus espaldas. En cuanto a trabajo, pues era hija de un magnate, trabajo le sobraría. Y bueno, no iba a negar que había nacido con el don de la belleza, su hada madrina no había escatimado en eso, era casi un sex symbol, no tendría problema en encontrar un buen trasero que morder.
Así que después de varias sesiones de auto terapia y crisis existenciales lo comprendió, quería ver el mundo, y no desde el pedestal en el que solía estar, vivir esa experiencia desde abajo, ser parte de él, aunque fuera por un corto tiempo. Demostrarle a los demás, y sobre todo a ella misma que podía dejar de lado todas esas vanidades y sobrevivir en el mundo real.
Recordó la conversación que tuvo con su amiga tiempo atrás.
-Tengo todo lo que esta, y muchas otras vidas puedan ofrecer, y más. Pero tipo no logro sentirme ni plena ni satisfecha con todo eso. Creo que viendo la vida desde otra perspectiva logre encontrar aquello que me hace falta-
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-De verdad amiguis, creo que te preocupas demasiado-
La castaña, de grandes ojos color miel, hablaba por celular desde la comodidad de su auto mientras manejaba, y muy importante, usaba el manos libres. La carretera estaba confortablemente desalojada, solo unos pocos autos interrumpían su libre paso. El viento fresco golpeaba sobre su rostro y hacia que su cabello bailara al son de este. Era un sábado por la tarde, horas antes había ido a almorzar con su amiga del alma, desde hace tiempo le había comentado su decisión de ir a vivir sola, pero parece que ella no quería dar el brazo a torcer,
- ¿Estas completamente segura de esto? – Preguntó la voz al otro lado de la línea
- ¿No es esta como tipo la quinta vez que discutimos el tema? –
-NO ME RESPONDAS CON OTRA PREGUNTA!!!. ¡Y si, te lo seguiré preguntando hasta estar segura yo misma que esta loca idea tuya sea lo correcto, que no creo que lo sea!
-Mira Yaomom, primero, no grites que te ves feita. Y segundo, chillax, estoy bien y muy segura de lo que hago nena. No es como si fuera a vivir entre demonios y seres del más allá-
Un largo suspiro salió de los labios de la pelinegra. No solo se preocupaba por Camie, si sabía que era una chica grande, siempre fue autosuficiente, sabia como sobrevivir, pero su bienestar siempre ha sido un dilema para ella. Pero el otro problema era que no sabía cómo reaccionaría el resto de la gente ante ella. ¿Por qué?, bueno, porque la niña Utsumishi aquí presente se había convertido en una chica demasiado, pero demasiado relajada, hiperactiva, entrometida, despreocupada y sin conocimiento de lo que significa "el espacio personal".
Ya un poco más resignada volvió de sus pensamientos y decidió continuar con la conversación. - ¿Qué dijo el tío Hiroshi de esto? - Aun no le había preguntado acerca de la opinión de su estricto padre.
-Mmmmm bueno, al principio reaccionó igual o peor que tú, estaba muy sorprendido, pero después de una larga, detallada e innecesaria explicación me dio su bendición-
Todo eso lo decía con una sonrisa burlona, una gota de sudor corría por su cien al recordar como su daddy quería darle una tarjeta de crédito BLACK para que se "ayudara", según él, en su nueva travesía. Luego que Camie tuviera que volverle a explicar lo que significaba llevar una vida independiente su padre accedió a dejar que su pequeña princesa saliera de su jaula de oro a conocer el mundo.
-Ya veo, pero no hables así, aquí el más preocupado es tu papa, piensa un poco en el también. Pero bueno, si te dio su bendición, supongo yo también tendré que darte la mía.
-Lo sé. Y si Yaomom, también necesitare totes tu bendición- Respondió la castaña emocionada sabiendo que al fin doblego a su amiga- Bueno amiguis, será mejor que cuelgue de una vez, te prometo hablar cuando me instale y tenga todo en orden, ¿ne?
- ¿Acaso te quieres deshacer de mí? –
-Para nada, solo que estoy manejando y ya sabes lo distraída que soy xD-
-Más te vale. Y procura llamarme, no quiero tener que recurrir a Shinsou y darte persecución-
-Uff, ¿la angelical y maternal Yaomom me amenaza?, lo tendré en cuenta. Dale mis saludos a Zombie-kun. ¡Love you friend! Bye!!!
-Yo también te quiero Cams, por favor no hagas locuras.
-Locura es mi segundo nombre-
Finalizo la llamada muy sonriente, a veces su amiga podría llegar a ser muy sobreprotectora. Ahora si podría mantenerse enfocada en su camino. Logro encontrar este hermoso complejo de departamentos cerca de la Universidad, como a 5 o 10 minutos en auto. Además, había un lindo parque al frente de este para hacer trote y algo de ejercicio, aunque iba a admitir que no era precisamente alguien atlética. Pero lo que más llamo toda su atención era este iluminado minisúper que se encontraba al lado del edificio, y en eso si era toda una profesional, ¡chucherías! En cuanto al departamento, si bien no era muy lujoso, dentro del mundo de ella, si estaba bien distribuido, 2 habitaciones, cocina, sala, comedor, baño, y hasta una linda y acogedora terraza, y para lavar su ropa solo tendría que bajar al primer piso donde se encontraba el cuarto de máquinas. Además, que cada inquilino tenía su propio espacio en el estacionamiento. Todo era perfecto, así que nada podría salir mal, ¿cierto?
Al llegar, se dirigió hacia el estacionamiento para parquear su muy poco modesto auto eléctrico del año, un Tesla model 3 color azul marino. Sí, quería resurgir entre las cenizas, pero diablos, su auto era su pequeño bebe, así que eso está fuera de discusión.
Miro el lugar una vez más antes de entrar –Bien Cams, es ahora o nunca-
Muy determinada camino hacia la recepción, había un señor algo mayor, era quien le había ayudado con los tramites del alquiler, y junto a él, otro que parecía bastante más joven, al parecer estaba ocupado en otros asuntos, a él no lo había visto antes, pero parecían cercanos. Se presentó amablemente ante ellos, le respondieron la acción de la misma manera, y el más anciano procedió a darle el contrato junto con las llaves correspondientes, piso c, departamento 4. Le desearon a la castaña una agradable estadía, en tanto ella se dirigía al ascensor con su bolsa en mano, papeles y, obviamente, las llaves. Ya hacía varios días había enviado sus cosas por transporte así que supondría están ahí.
Una vez frente a la puerta abrió muy emocionada, -No puedo esperar a ver mi nuevo... ¿hogar? - se sorprendió al encontrar todo inusualmente... ordenado? ... ¿Por qué todo estaba recogido?
-Vaya, creí que mis cosas ya estarían aquí- dijo extrañada de no ver la pila de cajas que había enviado.
Se dirigió a la sala a inspeccionar un poco más. Arqueo una ceja al ver una revista de cocina francesa sobre la mesa, de inmediato reconoció a la celebridad en la portada, rio por esto. De hecho, se percató que eran varios los libros de cocina que habían, además un par de pesas y ligas.-¿Qué está pasando aquí? -
Un ruido al fondo hizo que se sobre exaltara del susto, con mucha cautela decidió ir a revisar, iba muy tranquila, tanto que no sabía porque no salía de ahí huyendo a pedir ayuda, bueno, era cinta negra, su padre le pago unas clases de karate para que lograra defenderse sola y no estar expuesta a situaciones como esta, así que no duraría en usar sus habilidades.
Camie camino un poco más hasta estar frente al baño, iba a girar la perilla cuando de un momento la puerta se abrió sola...
................................. Silencio total
Todo paso en cuestión de segundos. Dos pares de ojos que se habían conectado inmediatamente, si saber que decir ninguno de los dos, pero si podían afirmar algo, su corazón latía rápidamente.
Ella no sabía exactamente que sentir, susto, sorpresa, o... tal vez excitación ante lo que estaba contemplando en ese momento. El color de su piel, su buen trabajado cuerpo, las gotas que caían de su aun húmedo cabello rubio, y se despasaban por todos sus hombros y bien formados pectorales, y esos profundos ojos rubíes que la miraban de la misma formar que el a ella. La castaña reaccionó rápido cuando cayó en cuenta que lo único que cubría al chico era una húmeda y pequeña toalla sobre su cabeza.
Otra persona hubiera gritado y pedido ayuda, pero no iba a mentir, su atención estaba en algo más grande, y caliente, ¡-OH MY DIO...!
-SHINEE!!!!!!!!!-
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