¿Porque? Por que te amo
Meses atrás, Akutagawa y Atsushi habían estado discutiendo "¿por qué peleas?", "¿Cuál es tu motivo?", "no vez lo suertudo que eres", "Eres reconocido", "¿Piensas que tendrás el derecho a vivir?" "Deja de matar", "matar, matar, matar, en enseñare algunas cosas que no sean matar". Tantas frases dichas y tanto odio, desprecio y también entendimiento por el otro llevo al azabache a encontrarse con él albino después de su promesa de seis meses, no, no era un encuentro planeado, a decir verdad, el azabache había tenido problemas con unos maleantes, aunque prometió no matar, no significaba que no pudiera infringir el daño necesario, pero eso lo hacía tardarse más y por lo tanto ignorar señales, uno de los hombres le había golpeado la cabeza y aunque Akutagawa ganó el mareo no le dejaba caminar bien.
Akutagawa había llegado hasta un pasillo cercano a los hechos, la policía había llegado, no le quedaba de otra más que mantenerse en las sombras, fue cuando Atsushi apareció, tapo su boca y lo llevo lejos, más bien encima de algunos edificios - ¿Qué haces maldito animal? – pregunto el azabache cuando se vio en el suelo de aquel alto edificio, volvió a tocar su cabeza en señal de dolor
- Escuche a uno de los policías decir que era obra tuya – dijo el albino y suspiro – gracias por cumplir tu promesa incluso así
- Cállate
- Está bien, solo quería ayudarte – dijo el albino tocando la cabeza del azabache, Akutagawa rápidamente se alejó y vio aquel pañuelo caer – quédate quieto, te sangra
- No necesito tu ayuda
- Bien – suspiro el albino, se levanto y comenzó a alejarse
Sus pasos fueron seguros hacia el borde del edificio, activo su habilidad - ¿Por qué me salvaste? – Pregunto el azabache – si la policía me atrapaba sería mejor para tu trabajo ¿no? – preguntó y el albino volteo a verlo, el viento soplaba fuerte en aquel lugar, Akutagawa se fijó bien en el albino, sus ojos bicolores brillantes y llenos de luz, y la sonrisa que vio solamente para Kyouka ahora le sonreía a él
- Tú me has salvado más veces – dijo sonriente el albino – si no mataras personas, ¿no serías algo así como mi héroe?
Aquella frase del agente dejo al mafioso más que sorprendido, ¿con eso se refería a que no matara? ¿Quería que fuese su héroe? No lo comprendió, ni tampoco supo más, el albino siguió su camino y el solo espero a sentirse mejor para regresar a la base.
Pasó días y días pensando en aquella frase, chocaba con todo mundo, incluso con Chuuya, estaba completamente distraído, lo peor fue cuando Higuchi entrego unos papeles y el azabache respondió "Gracias", eso había alertado a todo el equipo de lagarto negro. Chuuya mando a Akutagawa por un descanso, había salido temprano aquel día e inconscientemente capto al albino en una misión, le siguió, al parecer no era muy difícil, pero aquella sonrisa le estaba matando.
- Jinko... - murmuro viendo a lo lejos al albino quien se encontraba con Kenji
Formulo varias formas de acercarse, provocar un incendio, robo a banco, cualquier cosa pero nada de lo que planeaba era suficiente, eso le daría una o dos palabras con él y necesitaba el tiempo suficiente para demostrar cómo se sentía – Akutagawa-senpai, Nakahara-san nos ha mandado a una misión
- Perfecto, vayan – dijo el azabache y segundos después miro a la rubia – Higuchi
- ¿sí? Akutagawa-senpai
- Si estuvieras enamorada, ¿Cómo le demostrarías a la persona tus sentimientos?
- ¿e-eh? ¿y-yo? Se-serviría a esa persona, claro, al-alguien importante y se-sería su mano derecha y-y-y
- Eso es inútil Higuchi, quiero una mejor información
- Bueno... si demuestra atención, amor y amabilidad segura caería en sus manos – dijo la rubia mirando al azabache – no necesita mucho, Akutagawa-senpai es realmente increíble
- ¿atención y amor?
- Si, usualmente no damos afecto a la persona que queremos, pero no pensamos si esta persona recibe afecto, entonces... ¿Por qué no buscar una forma de solo ser visto?
- Entiendo – suspiro el azabache y miro a Higuchi que seguía allí parada como si esperara algo - ¿Qué haces? ¿no tienes una misión? Lárgate
- S-si Akutagawa-senpai
Akutagawa se quedó sentado suspirando, miro a sus alrededores, había visto unas cadenas y sonrió – creo que sé que hacer, pero necesito retenerlo con algo – pensó el azabache
Así fue como todo fue ideando, Akutagawa preparo la casa de campo con tiempo, tenía todo listo, pasadizos, escondite, solo faltaba algo... ¿Cómo mantendría al tigre enjaulado? Rashoumon no sería suficiente, hasta que escucho a lagarto negro hablar de aquella formula que usaban en sus pasadizos, eso era todo lo que necesitaba, al conseguirla, dos días después tuvo al albino consigo.
...
Atsushi estaba oculto entre los edificios de la ciudad, permaneció entre los callejones esperando encontrar al azabache en alguno, su huida había sido sin pensar y su tiempo se agotaba, quería llegar a Akutagawa, ¿Qué era aquella sensación de no querer dejarlo? Continuo corriendo hasta que llego al bosque, uso su habilidad y su olfato, la sangre, solo debía seguir la sangre, y así fue como dio con la casa – Akutagawa... - dijo aliviado mientras entraba en aquella casa - ¡Akutagawa! – comenzó a llamarlo, paso por la sala, paso por la cocina, la habitación, nada. Suspiro cansado en la habitación, donde se recostó en la cama y apretó las sabanas – vuelve... Akutagawa – pidió mientras se acomodaba en la cama.
Por su lado la agencia buscaba al albino aunque Dazai había ido directamente a la casa de seguridad, a medio camino, logró divisar al azabache y se dio cuenta que esté no sabía nada de Atsushi, Dazai se acercó lo suficiente para ser detectado por el azabache quien lo miro fijo con aquellos ojos grises característicos de él y su hermana. – Dazai-san, ¿Qué hace aquí?
- ¿vas a desmantelar la casa? – preguntó el castaño
- Debo limpiarla y mantenerla limpia – menciono el azabache – alguien más podría necesitarla
- ¿no la usarás más?
- Se llevaron a Jinko, él no querrá volver... - menciono nostálgico
- Akutagawa-kun ¿tú de verdad te enamoraste de él?
- Si – respondió al instante
- Ya veo... ¿Por qué lo encerraste?
- No quería escucharme, si fuese al revés yo tampoco lo hubiera escuchado – apretó sus puños – solo quería una oportunidad...
- Atsushi-kun será revisado por un experto médico – menciono y el azabache lo miro sorprendido
- Jinko no está enfermo
- El Estocolmo es una fuente poderosa ¿sabes? – lo miro fijo - ¿le hiciste daño?
- Ninguno, al contrario, solo le demostré mis sentimientos
- Tus intenciones fueron buenas, pero ahora Atsushi-kun sufre un delirio de necesidad
- ¿delirio?
- Escapo
- ¿escapo? ¿dónde? ¿Cuándo?
- Presiento que... - señalo la casa frente de ellos – allí
Akutagawa salió corriendo al instante, llego a la casa mientras azotaba la puerta - ¡Jinko! – Grito y decidió correr por las escaleras, llego a la habitación y se topó con el albino completamente dormido – Jinko... - le llamo enternecido, se acercó al albino quien descansaba y acaricio sus cabellos – volviste...
- Escapo de la Agencia – dijo Dazai desde el arco de la puerta – sabes bien que es no es bueno ¿verdad?
- Lo sé pero... - trago saliva – Jinko, él...
- Akutagawa-kun, ¿Qué es mejor para él?
- ¿Puedo llevarlo?
- Me ayudaría mucho
Dazai regreso sus pasos hasta la sala, Akutagawa aun en la habitación movió ligeramente al albino, Atsushi despertó y sus ojos se iluminaron al ver al azabache frente a él - Akutagawa... estás aquí – sonrió el albino abrazando al azabache – sabes... te busque en los callejones, y en el muelle, hasta que pensé que podrías estar aquí esperándome, pero no estabas y yo... - sus ojos comenzaron a llenarse de lágrimas – en serio quería encontrarte pero no estabas y – Akutagawa miro serio a Atsushi, suspiro y Atsushi notó aquello - ¿qu-que pasa? - pregunto Atsushi y miro fijo a Akutagawa - ¿Qué pasa? – pregunto mortificado
- Jinko, debes volver con la agencia
- No, quiero estar aquí
- Y yo quiero que estés aquí pero... exageré – dijo sin poder mirar al albino – por favor, es por tu bien
- Mi bien está a tu lado – dijo tomando las manos del azabache – quiero quedarme – confeso y el azabache lo miro, ¿Cómo podría decir algo?
- No dudo que lo hagas pero los motivos no son los mejores
- ¿de qué hablas?
- Huiste, me buscaste, fuiste grosero con la agencia, tienes un ligero problema
- Es que ellos me apartaron de ti...
- Exacto – dijo el azabache y miro a los ojos a Atsushi – necesito pedirte algo ¿podrás hacerlo? ¿podrás hacerlo, por nosotros?
- Si, puedo hacer cualquier cosa por nosotros – sonrió Atsushi
- Necesito que vayas a ver a un médico, necesito que seas honesto, que hagas todo bien, que hagas lo que te pidan y que seas fuerte – sonrió el azabache – y yo estaré esperándote aquí
- Pero... ¿significa que no te veré?
- Será rápido, solo debes hacerlo bien, si te curas pronto, me veras más pronto
- ¿es por la pierna?
- Si, algo así - acaricio la cabeza del albino - ¿lo puedes hacer?
- Lo haré – dijo dejando su frente pegada a la del azabache – volveré
- Te estaré esperando
- Es una promesa...
Atsushi regreso aquel día con Dazai a la agencia, no puso peros, no dijo nada, en realidad no tocaba el tema con la agencia, e incluso la agencia no hablo sobre la Port Mafia, el albino iba a terapia tres días a la semana y era bien atendido, los adelantes continuaban, los estudios eran buenos para el albino y la agencia se sentía aliviada.
Un año después, Atsushi fue dado de alta total, la agencia felicito al albino ya que no habían quedado ni un solo vestigio de lo que pasó el año pasado. Aquel día, Atsushi quería celebrar, comenzó a caminar, hasta que llego al bosque, sonrió ligeramente.
Camino, no uso su habilidad, tardo mucho e incluso descanso mientras convivía con los animales del bosque, así continuo hasta llegar a aquella casa que un día lo atrapo y lo mantuvo en un psiquiátrico durante un año. Entró a la casa analizando cada parte de ella, desde el sofá donde descanso y leía hasta la cocina, subió a la habitación, lo recordaba perfectamente, una enfermedad hizo que se entregará a un asesino, regreso sus pasos, y una vez más en la sala, pudo distinguir aquella capa negra tan distintiva que entraba por la puerta principal, no había cambiado en nada – Akutagawa – le llamo y el azabache se quedó quieto por un instante, suspiro y volteo a ver al agente.
- Jinko
El silencio fue enorme, Akutagawa vio los ojos del albino, sabía que eso pasaría, sabía que no volvería a verlo con los ojos cálidos, lo sabía pero aun así... volteo a verlo esperanzado, Atsushi estaba serio pero sus ojos...
Sus ojos eran tan cálidos y puros como siempre
- Estoy en casa – sonrió el albino. El azabache lo miro sorprendido y sonrió ligeramente
- Bienvenido... - menciono con voz quebrada
¡Hola!
Debo confesarme... Esté final me hizo llorar como magdalena, en serio, no saben como, realmente me gusto esta pequeña pero tierna historia, fue como no sé, un escape de mi corazón y me duele que termine pero también amo su final ¿ustedes?
Gracias por cada momento, cada lectura, cada comentario y voto, la historia seguirá para ustedes así como un comienzo en el amor de este par.
pd. ¿notaron que nunca dijeron un "te quiero" o un "te amo". dios ¿como he escrito esto? Quiero llorar más, si sigo llorando.
¡Gracias por leer!
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