Noches de Lluvia
Era una noche lluviosa en la ciudad de Yokohama, nuestro albino caminaba por las calles oscuras mientras se tapaba con su gabardina y el gorro de está, el aire fuerte le empujaba, estaba más que empapado. Llego a la escena donde había sido enviado, su misión: reconocer el campo, para misiones así la agencia agradecía tener al tigre regenerativo, veloz y fuerte; aunque Atsushi odiaba ser usado de esa manera, la escena se encontraba vacía pero se mantuvo a guardia baja pues quien había informado había sido una llamada anónima.
Bajo el gorro de su gabardina y suspiro por el frio de la ciudad, quizá si se esforzaba podría ver el aire salir de su boca, pero prefirió concentrarse en su misión, reviso cada lugar y cada pista, pero nada, no había nada. Suspiro en alivio al saber que era solo una treta del anónimo y de su gabardina saco su celular, escribía un mensaje a Kunikida cuando todo se puso negro
...
Despertó con un horrendo dolor de cabeza, estaba todo oscuro nuevamente y solo una luz en el techo le iluminaba, allí se dio cuenta que no podía moverse y su boca estaba sellada, más sus ojos podían ver aquella persona que tanto le odiaba bajar las escaleras de la habitación, era Akutagawa.
- Vaya, al fin despertaste – hablo el mafioso
- Sbfulmmmamm – hablo el albino con la cinta en su boca
- Sabes me costó mucho trabajo conseguir ese medicamento
- Cmml memimmamenmm – volvió a preguntar
- ¿Qué dijiste? ¿me preguntaste por el medicamento? – preguntó el azabache y el albino solo asintió con la cabeza – oh, es uno del gobierno, lo usan en prisiones para gente como nosotros, anula tu habilidad
- ¡¿mm?! – se quejó el albino una vez más
- Está bien, no te venderé en el mercado negro – suspiro Akutagawa – solo quiero tenerte aquí
- ¡¿pmrmue?! – pregunto molesto el albino
- "¿Por qué?" ¿preguntas? – suspiro – bueno, es una teoría que tengo – sonrió el mafioso sentándose frente al albino en una silla de madera que el mismo jalo – Dazai-san siempre prevé las cosas, está vez, creo que esta vez lo superaré y así obtendré su reconocimiento
- ¡¿Mormue m amm?! – pregunto el albino alterado
- Porque eres su subordinado de confianza, además, no me agradas – sonrió el mafioso – no figuras peligro así que te soltaré.
Akutagawa uso una fila aguja de Rashoumon en el cuello del albino, Atsushi sabía que debía quedarse más que quieto, Akutagawa desataba sus amarre y termino por arrancar la cinta de su boca haciéndole gritar, el mafioso sonrió y solo lo miro – estaremos aquí un tiempo hasta que Dazai-san aparezca
- ¿Qué te dice que no huiré?
- Por qué solo yo tengo el antídoto de lo que te inyecte, aun si fueras a la agencia ¿de que serviría? Podría raptarte nuevamente y darles más trabajo a la agencia – Akutagawa hablo y Atsushi suspiro, el mafioso tenía toda la razón, no tenía más que quedarse y esperar
Akutagawa volvió a subir las escaleras y el albino se limitó a seguirle, era cierto, no podía hacer nada contra él en ese estado y su vida corría gran riesgo – ya que estarás aquí puedes limpiar – hablo el mafioso dándole la espalda – digo, esté lugar era abandonado – volteo a ver al albino – aunque puse trampas si quieres escapar
- Entiendo – suspiro el albino – pero no voy a limpiar
- No fue una pregunta – afirmo el azabache
Atsushi solo suspiro, sería larga su estadía.
Aquel día el mafioso se ausento y el albino se dispuso a recorrer el lugar con la excusa de limpiar, todo sellado, todo bien guardado, ni siquiera un cuchillo a la vista o algo que le dejará continuar. Llego hasta el sótano donde una ventana sin seguro encontró. – Si salto por la ventana podría escapar.... – suspiro – pero es un tercer piso – mencionó.
Abrió la ventana y se asomó al ver alrededor, era un bosque profundo y muy extenso pero a lo lejos lograba ver la punta de las torres de Yokohama, - necesitaré algo de comida, sin el tigre tardaré mucho – menciono así mismo una vez más.
Todo una tela convirtiéndola en un bolso, guardo algo de pan que había hallado y volvió a la ventana, trago saliva al verse encima de ella, debía saltar hasta un pequeño techo en el segundo piso y de allí podía usar el pilar de ese techo. Cerró fuerte los ojos y saltó. Un fuerte grito se escuchó.
...
Atsushi caminaba por el bosque a cómo podía, cada paso era un martirio para él y es porque se había roto una pierna y el brazo se lo había torcido, tenía muchos rasguños y algunos golpes por la caída más su espíritu no decaía, sabía que si lograba escapar Dazai encontraría una forma de ayudarle. – Está oscureciendo – dijo débilmente el albino
El dolor era agonizante, desconocía que animales había en aquel bosque y lo peor de todo, Akutagawa seguramente estaba buscándolo para matarlo, entre dolor y quejido se refugió en un tronco hueco que encontró, sintió como el frió comenzó a llegar a él – vo-voy a morir de frió – pensó el albino al escuchar como la tormentosa lluvia que los había invadido desde la noche pasada volvía
Atsushi aguanto, era fuerte incluso sin el tigre, tenía una convicción de hierro forjada a maltratos de su director en el orfanato que tanto odio, podía vivir, si sobrevivió dos semanas sin comida podía sobrevivir al dolor y al frió – siento que quiero vomitar – menciono por aquel dolor aunque con las horas ya incluso había dejado de sentir, su cuerpo se congelaba por el frió de la noche y la lluvia que le martirizaba
- ¡Jinko! – escucho y su miedo se hizo mayor. No podía ocultarse más, si se adentraba más al tronco su pierna terminaría por romperse ¿podría perder la pierna por salvarse de la muerte? Pero si sobrevivía podría detenerlo ¿Qué tanto valía su pierna? Conocía el dolor de perderla, el mismo mafioso se la había arrebatado ya una vez y no dudaba que lo volviera hacer con cada parte de su cuerpo pero sin el tigre ¿Qué tanto podría aguantar? - ¡Jinko! – volvió a escuchar y trago saliva. Iba a encontrarlo
Los nervios en su cuerpo ganaban, el cansancio también, el dolor estaba por matarlo y solo recuerda ver la tela negra y los ojos rojos de Rashoumon llegar hasta su cuerpo – Es el fin... - se dijo así mismo el albino antes de caer
...
Atsushi despertó sintiéndose mareado, relajado y al mismo tiempo ¿alegre? ¿Por qué? Sin pensarlo dos veces, miro a su alrededor, era la casa donde había estado ¿había muerto y ahora sería un espíritu que asustaría a quien la habitara? No era como si prefiriera ser un fantasma del bosque para asustar a parejas o cosas así. ¿Pero que estaba pensando el albino? – Despertaste – hablo el mafioso y el albino lo volteo a ver confundido
- ¿qu...e paso? – pregunto el albino
- Te rompiste la pierna en tu intento de escapar – suspiro el mafioso – debo admitir que eres fuerte, caminaste mucho en tu estado, menos mal que te encontré
- ¿me mataste?
- ¿y yo hablo con muertos? Claro que no
- ¿Por qué me trajiste de vuelta?
- Te lo dije, espero llenar los ojos de Dazai-san con orgullo
- ¿Por qué me necesitas?
- Eres la clave de ello – dijo cruzándose de brazos – estarás algo torpe, use medicamentos fuertes para que no sientas el dolor
- ¿dolor? ¿Qué dolor?
- Rompiste tu pierna idiota, dudo que puedas si quiera volver a escapar – sonrió el mafioso – parece que está vez si estaremos juntos quieras o no
- Regrésame...
- ¿quieres volver al bosque?
- Regrésame a la agencia – pidió el albino con lágrimas en los ojos
- No hasta tener la aprobación de Dazai-san
- ¡Quiero volver! – grito el albino entre lágrimas – ¡no quiero estar aquí!
- Llora lo que quieras, pero aquí estarás – hablo el mafioso – y además te sugiero que tomes tu medicamento cada que te lo dé o el dolor será insoportable, solo improvise
- ¡No lo tomaré! ¿Por qué tomaría algo de ti?
- Como quieras
Akutagawa salió de la habitación cerrando la puerta a su paso, Atsushi no perdió el tiempo, intento levantarse pero el simple movimiento le costó un gran dolor, decidió destapar su cuerpo de aquella tela, se dio cuenta de su apariencia: Llevaba una de las camisas del mafioso con holanes, apenas cubría sus muslos, llevaba aun sus boxers que eran tapados por la camisa antes mencionada, y su pierna derecha había sido vendada desde sus dedos hasta su muslo. Atsushi volvió a sentir las lágrimas salir, continuo indagándose, su rostro tenía poros quirúrgicos y sus rasguños llevaban bandas ¿Qué tan decadente podría verse? Pero viendo la venda en su pierna comprendió. No podía moverse
Atsushi tapo sus ojos una vez más para evitar sus lágrimas salir, ¿Cómo había terminado así? Una vez más era aprisionado, una vez más seria torturado, todos los recuerdos del orfanato habían llegado a él y su destino se aproximaba, Atsushi sabía que debía ser fuerte pues no sabía que era lo que el perro mafioso sería capaz de hacerle mientras esperaban a Dazai...
¡Hola a todos! Este es un nuevo fanfic basado en un pedido, espero les agrada, les advierto que es basado en el Síndrome de Estocolmo, además este fanfic será el primero con una portada editada por mi, gracias por las sugerencias de programas y su apoyo. En verdad espero de todo corazón que cada vez seamos más los amantes de este dúo pues... para mi significando todo.
¡Gracias por leer!
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top