Un chico llamado Mew caminaba por un bosque, tomaba fotos de todo lo que le gustaba, era un viajante y le encantaban las aventuras, ¿y su destinó? Ni el mismo lo tenía definido.

Al seguir caminando, vio un camino, parecía ser mágico y eso lo hizo sonreír, pero su sonrisa se eliminó al oír una voz que le gritó; ¡No! Giró su rostro y un hombre de mayor edad estaba parado a su lado.

—¡No vayas por ese camino! —grita aquel desconocido.

—¿Por qué no señor? —interroga Mew.

—Dicen que los que entran jamás salen.

—¿De verdad?

—Así es, mejor cambia tu rumbo, dicen que al final del camino se encuentran con un chico muy bello

—¿De verdad? —interroga nuevamente Mew animado—. Pero eso es bueno.

—¡No lo es! —grita aquel hombre nuevamente.

—Mew rascó su cabeza. —Estoy confundido. Primero dice; que jamás salen, pero, ¿quién dijo que al final existe un chico muy bello? Si claramente usted dice que nadie ha salido. ¿Por qué no es bueno? Estoy confundido.

—¡Porque yo lo he visto!

—¿Ah? —interroga Mew—. ¿Usted?

—Yo lo he visto, y puedo afirmar que humano no es.

Aquel hombre empezó hablar y dramatizar, Mew al ver que este hombre se distrajo, empezó a caminar por el camino prohibido.

—Y eso... ¡Oh!, se fue. Era un chico guapo. En fin, sigamos avanzando. Yo se lo advertí.

Mew siguió avanzando, realmente el bosque le era muy mágico, siguió avanzando y pronto se cansó, se sentó en un tronco y tomo de su bolso su botella para beber agua.

—Ya no me queda, qué pena. Debo buscar donde abastecerme.

Una voz de pronto se empezó a escuchar haciendo eco en el lugar. Solo le decía;

🗣️Sigue avanzando.

—Ya me dio miedo, mejor me iré del lugar.

Mew guardo su botella y dio la media vuelta, empezó a caminar, pero se dio cuenta de que llego al mismo lugar.

—¿Ah? No puede ser el mismo tronco. ¿O si? Lo marcaré.

Al marcarlo siguió avanzando y llegaba al mismo lugar, hizo lo mismo tres veces y llegaba al mismo lugar.

—¡Me rindo! Estoy cansando y sediento.

La voz se volvía a escuchar.

🗣️Sigue avanzando.

—¡Tú ganas! Seguiré avanzando, espero que si muero sea viendo al "chico bello" o tengas algo para beber.

🗣️Sigue avanzando.

Ya resignado y sin fuerzas, empezó a caminar siguiendo la voz que lo guiaba. Al final del camino, una Luz algo segadora lo hace cubrir un poco su rostro para acostumbrarse a la luz.

El paisaje delante de él, era diferente, era realmente más mágico y a la vez algo aterrador, pues pudo observar, que en medio había una casita, no muy grande pero a orillas de un río. Que tenía de adornos cráneos con velas encima.

—Realmente da escalofríos —manifesto Mew—. Si hay cráneos de adorno seguro no existe un chico bello, sino un demonio o algo peor.

—¿¡Qué haces aquí?! —se escucha una voz reclamar.

—Al girar. —Y muy bello. Hola, Soy Mew.

—¡No he preguntado tu nombre!

—Para ser tan bellos eres bien gruñón, ¿cómo te llamas chico bello?

—Soy Gulf —responde la otra persona.

—¿Vives aquí? —interroga Mew.

—Así es, la pregunta aquí es, ¿qué haces en mis tierras?

—Una voz extraña me trajo aquí, quería irme, pero no podía y avance donde la voz me dijo.

—Entonces a ti te trajo mi hechizo —susurro Gulf—. Chico muy guapo.

—¿Hechizó? ¿Eres un brujo o algo así?

—Así es, soy Gulf, el brujo del bosque norte.

—No lo pareces.

—Eres un simple humano para que veas mi poder, me estás cayendo bien, te sugiero irte o haré tu cráneo, un adorno más.

—¿Tú has hecho todo eso? —interroga Mew al apuntar los craneos.

—Tipos como tú, curiosos, que no se conformaron con mi hospitalidad, observa las consecuencias de sus actos.

—Es aterrador, es mejor que me vaya si me estás dejando ir.

—¡Espera! —grita Gulf—. Te ves agotado, te daré a beber una poción estabilizante, luego te vas y jamás hablarás de este lugar, porque si lo haces cuando lo estés haciendo sentirás tu cráneo crujir y antes de quejarte de dolor, tu cráneo será un adorno más en mi hogar.

—¡Prometo no decir nada! —grita Mew—.¡Prometo jamás hablar de ti o del lugar! ¡Pero déjame ir! ¡Siii!!! ¡Por fis! ¡No quites mi cráneo! Aunque me da curiosidad de saber como es, pero muerto no lo veo.¡No lo hagas!

—Sonrió. —Eres muy divertido.

El Brujo llamado Gulf, camina a su caldero y sirve una pequeña copa y se la da a beber a Mew, quien algo indeciso la miraba, no sabía si beberla o no.

—¡Bébelo!

—¿Y si me matas? —interroga Mew—. Aún tengo lugares que conocer, personas que visitar y hasta me quiero casar en unos años más y tener hijos... Y si no criar un perrito.

—Si te hubiera querido matar, ya lo hubiera hecho, ¿no lo crees?

—Mucha razón, bueno, salud.

Gulf observo como Mew tomaba la poción y sonrió.

—Estaba buena, y wow, realmente me siento mejor.

—Ahora vete.

—¿Siempre estás solo? —pregunta Mew.

—Es mejor solo que con personas que te griten «Monstruo»  o te tengan miedo —respondio Gulf.

—Pero eres muy bello para que te traten así.

—Mi apariencia es esta de brujo. Pero a la vez soy mitad demonio. Genes de padre, mi madre era una hermosa bruja, y mi padre era un demonio, y así nací yo, prefiero esta apariencia.

—¡Oh! Entiendo.

—Ya vete, debo seguir en mis hechizos y colocar uno en el bosque, no quiero más visitas, al salir de aquí como efecto secundario de mi poción olvidarás todo esto.

—Ya sabia yo que algo tenía esa poción y yo que te quería visitar más seguido —dijo Mew con un gran puchero.

—Solo vete, no me hagas perder la paciencia.

—Ok, ya me voy.

—Solo vete.

Gulf abrió un gran libro y lo leía, Mew lo observaba.

—¿Por qué no te has ido aún? —interroga Gulf al ver a Mew muy concentrado mirándolo.

—No tengo prisa.

—Tienes 5 minutos para salir de mi bosque u olvidarás hasta tu nombre —advirtió Gulf.

—¿Ah? No entiendo —rasca su nuca Mew.

—La poción también te puede hacer olvidar tu nombre si no sales de aquí en 5 minutos y corre el tiempo.

—Que feo que me engañes así.

—No puedo permitir que otros entren aquí y tú hables de mi bosque.

—ok, ok, me voy ahora sí.

Mew emprende su viaje sin mirar atrás, cuando iba a salir del bosque, ve una línea dorada en él pisó, dividía el bosque con la tierra.

—¿Será olvidar aquel chico? O ¿Será olvidar mi vida y mi nombre? —dudaba Mew.

El brujo aparece por detrás.

—¿Por qué dudas? —interroga Gulf.

—¡Mierda! Me asustaste.

—Ya no te queda mucho tiempo, cruza la línea y olvidarás todo aquí, todo lo que viste y tú caminó seguirás sin problemas. Pero si te quedas olvidarás hasta tu nombre y tu vida.

—¡Argh! —grita Mew—. Qué difícil decisión. ¿Mi camino a seguir? O quedarme.

—¿Quién te invito? ¿Quién te dijo que te quedaras? —interroga ahora Gulf.

—No te hagas, yo sé que te guste, por eso estás aquí —sonrió Mew—. ¿Miento?

—Sonrojado Gulf. —Eres un desvergonzado, ¡Largo!

—Mejor me quedo y me enseñas a volar con la escoba y me enseñas hechizos, ¿Y en vez de un perro tenemos un gato negro?

—Ya largo, hablas demasiado.

Gulf tomo a Mew y lo hizo cruzar la línea, Mew lo observo y miraba para todos lados.

—No he olvidado nada —dice Mew.

—¿Ah? —dice Gulf.

—Sigo recordando todo. Ya sabia yo que te guste.

—¡Maldito hechizo! ¡Falló! —grita Gulf.

Gulf empezó a caminar y Mew comenzó a seguirlo.

—¿Me enseñas a volar?

—Cállate.

—¿Un hechizo?

—Cállate —repite Gulf.

—Ya te dije, un gato negro, un perro es más dependiente que el gato. Si un gato, ¿Podemos?

—Está bien, pero cállate.

—¿Y un beso?

—No te pases humano.

—Solo uno.

—Haré un hechizo que realmente te ayude a olvidar, eres irritante.

—Ni creas que beberé otra vez algo que prepares.

—Realmente cállate.

—¿Podemos quitar los cráneos? —pregunta Mew—. Dan miedo.

—¿Si los quito te callas?

—Sí.

—Ok, los quito.

—Sí... ¿Pero me enseñas a volar?

—¡Mew! —grita enojado Gulf.

—Ok, me calló.

—Gracias.

Ambos siguieron avanzando hasta adentrarse en el bosque y perderse en él.

🌳🌳FIN 🌳🌳