ニース: Cuidando lo que es mío
Ya había pasado una semana de la fiebre de Jeongyeon y ahora ya estaba mejor.
-Jeong-ssi, cámbiate -ordenó mientras entraba a la habitación.
-Ya estoy cambiando.
-Para salir, Jeong. Tenemos que ir con la costurera para que nos de los trajes para el baile -explico cepillando su cabello.
-No quiero ir a ese baile -se quejo tapándose con la frazada.
Nayeon sonrió levemente mientras se acercaba a su omega, dió leves caricias en la espalda antes de quitarle la cobija.
-¿Por qué no quieres ir?- cuestionó amablemente.
La castaña se sentó y soltó un suspiro antes de mirar a su alfa.
-Todos esos omegas te coquetean enfrente de mí y no me gusta que tengas sus fuertes olores -confesó haciendo un motín.
-dongsaeng celosa-beso castamente los labios de la menor- No me interesa ninguna otra omega, solo tú.
Nayeon empezó a cepillar el cabello de la castaña con mucha delicadeza, no quería jalar su cabello.
-No me he bañado desde hace dos días, necesito bañarme -habló.
-dongsaeng sucia -se mofó al ver la expresión de la omega.
Jeongyeon agarro una almohada y le pegó a su alfa -Tu también estás sucia, no te bañaste ayer.
-Hey. No estoy sucia -se defendió.
-Ayer no te bañaste después de que lo hiciéramos -dijo con vergüenza.
-Entonces, hay que bañarnos juntas y después salir -propuso mientras cargaba el delicado cuerpo de Jeongyeon al estilo nupcial.
- ¿Ya está el agua? -cuestionó abrazando el cuello de la pelinegra.
-No, pero hay agua tibia -respondió con una sonrisa.
Jeongyeon asintió levemente y después Nayeon camino hasta el cuarto de baño, bajo a la omega y la ayudo a quitarse la ropa, posteriormente el retiro su ropa, una vez ambas desnudas se metieron a la bañera. Nayeon con un cuenco mojaba el cabello de la castaña.
-Déjame lavar tu cabello -dijo Nayeon.
La omega recargo su espalda en el abdomen de la alfa para que esté empezará a lavar su cabello.
Jeongyeon se aferraba al brazo de su alfa mientras miraba a las personas a su alrededor con un puchero, no le gustaba salir por esa razón. Todos la miraban como si fuera un bicho o no fuera una omega digna para a la pelinegra.
- Jeong-ssi, ignora a esas personas - susurró Nayeon.
- Es fácil para tí decirlo porque no te miran a ti con desprecio - hablo desanimada.
Nayeon quiso besar a la omega pero sabía perfectamente que a esta le daba mucha vergüenza que se besaran con gente alrededor mirando.
- Te tienen envidia, por eso te ven así - sonrió levemente.
- Los trajes ya están, los llevarán a la casa mañana. - avisó - ¿Quieres ir a casa o comer algo aquí?
- Quiero un poco de pan, me gusta el pan de esa tienda - habló con una sonrisa
Nayeon asintió levemente y obligó a que su hermosa omega tomara asiento en una banca, después camino hasta la panadería a comprar mucho pan para ella.
Jeongyeon miraba sus zapatos mientras esperaba pacientemente a su alfa, ya quería llevar a su hogar para su alfa la mime mientras comen pan.
- ¿Eres la omega de Im? - cuestionó una alfa tomando asiento a lado de la castaña.
- Uhg... Sí - respondió tímida.
- Al parecer Im te golpea - comento mirando las marcas de las muñecas de la castaña y esas marcas de un tono morado en su cuello.
Jeongyeon se sonrojo mientras cubría su cuello con su pañoleta, esas marcas no eran de golpes. Eran de la noche de ayer en la que la alfa quería hacer cositas.
- Mira, te ayudaré a escapar de ella. Solo tienes que confiar en mí - hablo con una sonrisa.
- No quiero escapar... Mejor vete - rió nerviosa, sabía perfectamente que si Nayeon la veía cerca de otro alfa se iba a enojar.
- Ven, vámonos - jaló a la castaña, Jeongyeon se sujeto de la banca con fuerza.
- ¿Qué haces tocando a mi omega? - cuestionó Nayeon con su ceño fruncido.
El alfa soltó la mano de la menor y miró a su líder con una sonrisa.
- Solo la ayudaba - hablo con nervios.
- Creo que el día que me case con ella y el día que tomé el puesto de líder deje muy en claro que no quería que nadie la tocará sin su permiso - se acercó al alfa.
- Sí, líder... Pero ella me pidió ayuda - trató de justificarse.
- ¡Mentiroso! - se quejo Jeongyeon, Nayeon sin pensarlo un poco más golpeó la mejilla del alfa contrario con fuerza
- Lárgate y no quiero que lo vuelvas a tocar, ¿Entendiste? - habló.
El alfa contrario solo asintió mientras se alejaba de ahí corriendo.
- ¿Te lastimó? ¿Estás bien, Jeong? - interrogó dándole la bolsa de pan.
- Dejaste muchas marcas, alfa - comento con un sonrojo.
Nayeon observo el cuello de la omega y sonrió levemente, después acomodo la pañoleta de la menor tratando de tapar las marcas.
- No debiste golpearlo tan fuerte - opinó.
- Solo estaba cuidando lo que es mío y ese golpe lo tenía más que merecido - se defendió Nayeon.
- vamos a casa, ya no quiero estar aquí.
- Vamos a casa... - habló mientras sujetaba la mano de la castaña y caminaban felices por el lugar.
A lo lejos un grupo de personas que habían presenciado la escena y la miraron de principio a fin, hablaban de la escena.
- Im no la quiere pero... ¿Se enoja si alguien le habla? - hablo un beta.
- Es porque no le gusta compartir lo que es suyo, de por sí tiene que soportar que sea no sea una buena omega. - hablo otro.
- La líder Im es muy territorial, no le gusta que nadie toque lo que es suyo - opinó.
- Oh, vamos. Yoo es muy bonita, si fuera mi omega también la cuidaría.
- De que no se meta con otros - bromeó una beta.
- Todos en la manada sabemos que Yoo se casó con Im por su posición y el líder acepto casarse con ella porque necesita un heredero - comento un alfa.
- Pero ni eso le puede dar, ya llevan más de cuatro años y esa omega no ha estado en cinta.
- Okey pero... La escena que vimos fue muy linda, hasta la sentí - hablo el beta.
- ¡Sabe delicioso! - hablo con emoción Jeongyeon.
Nayeon la miraba con una sonrisa, no había mejor cosa que ver a su omega sonreír. Su cara cambio de felicidad a una de confusión cuando a sus fosas nasales llegó el dulce aroma de vainilla que le pertenecía a su omega un tanto más dulce.
- Jeong-ssi - llamo - ¿Tu celo está cerca?
La omega dejo de comer mientras hacía pequeños cálculos en su cabeza. Después asintió con una dulce sonrisa sin mostrar sus dientes, trago lo que tenía en su boca antes de hablar.
- ¿Está vez si vas anudar dentro mío? - cuestionó con ilusión.
- ¿Quieres eso? - beso la mano de la castaña con delicadeza.
- Quiero eso desde hace muchos años - respondió.
- Recuerda que antes no era posible porque apenas tenías dieciocho, eras muy chica para quedar en cinta, no quería ponerte en riesgo.
- Ya tengo veintitrés - hablo con emoción.
- Ya eres una cachorra adulta.
- Te amo mucho alfa - abrazo a la pelinegra.
- Yo también te amo, omega - correspondió el abrazo de la menor.
- Me gusta más dongsaeng - comento.
- Te amo, Jeong.
Jeongyeon sonrió feliz mientras Nayeon disfrutaba de aquel lindo abrazo.
Les tocó actu en lo q terminó mis borradores.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top