Chapter 6


Habían acabado de limpiarle las heridas, las vendas le cubrían todo el ante brazo hasta en codo, tenía muchos moretones, rasguños y cortadas.

Estaban muy callados, Pucca no tenía expresión en la cara, su cabeza estaba levantada pero miraba hacia abajo evitando las de sus tíos. Escucho como el hermano del medio carraspeó, por reflejo movió la cabeza y dio a entender que los escuchaba.

Dom: Pucca, cariño. No es fácil hablar de esto y entendemos si no quieres decirnos todo. Pero, ¿Estas segura de que no quieres decir algo? - en ese momento entendió. Querían que hablara. Sabían que había vuelto a hablar.

Negó con la cabeza otra vez. Solo hizo eso. Así estuvieron por un rato. Le hacían preguntas y ella solo respondía callada moviendo la cabeza o simplemente no contestaba.

Los tres hermanos se miraron entre sí sin tener idea de llegar a otra cosa que hacer. Se levantaron sin decir palabra, abrieron la puerta de la cocina y entró alguien, todo con la apagada pero atenta mirada de Pucca. Quien entró no fue otro que...

.
.
.

Flash Back

Los tres talentosos chefs se encontraban haciendo el desayuno alegremente como cada mañana. Hablaban de trivialidades amenamente hasta que escucharon que tocaban la puerta principal, bastante raro a esta hora del día y además sábado, aun faltaba para que abrieran. Ho fue a ver quien era.

Ho: Ahh Tobe. ¿Otra vez aquí tan temprano? - dijo con su voz ronca.

Tob: Buen día. Lamento mucho las molestias. - devolvió la sonrisa algo nervioso.

Ho: No es ninguna. ¿Vienes a ver a Pucca? Aun no se levanta pero si quieres volver más...

Tob: En realidad... - le interrumpió. - Vine a hablar con ustedes. Si es posible, claro.

Ho: Claro. Estamos haciendo el desayuno, pondremos un lugar más. Pasa. - abrió más la puerta y entró. Se dirigieron ambos a la gran cocina. - Hermanos, pongan un asiento más. Tenemos visita. - dijo cuando vio a los otros.

Dom: ¡Tobe! Que bueno verte.

Tob: Buenos días. - saludó en general. - La verdad no me voy a quedar, necesito hablar con ustedes de algo importante.

Lin: ¿De qué se trata? - pregunto mientras se limpiaba las manos con su delantal.

Tob: Es sobre Pucca. - los chefs ahora pusieron especial atención al ninja. Nada importaba más que su sobrina.

Lin: Vamos a sentarnos. - sugirió y así hicieron. - Bien, Tobe. Dinos. - el más joven suspiro buscando las palabras correctas. Tenía un brazo sobre la mesa y el otro bajo de esta apretado en un puño.

Tob: No existe una forma suave de cortarles esto. - lo miraron sin entender. - Pucca... Ella no... no está bien, como aparenta estarlo. - estaba muy serio.

Dom: ¿A que te refieres? - se preocupó.

Tob: No puedo decirles a que se debe, no me corresponde a mi, pero ella está sufriendo mucho. Tiene miedo, y se destruye a si misma fingiendo estar sonriente y feliz, tiene heridas por todas partes y además se... - paro de golpe al ver las miradas de horror de los mayores, pero debían saber. - ... se corta las muñecas ella misma. Volvió a hablar hace tiempo pero no le dijo a nadie. Yo lo se porque en un momento se descuido y la descubrí.

Estaban estupefactos, ¿Su pequeña estaba tan mal y no lo sabían? Siempre la veían tan alegre y llena de vida, ¿Que clase de tíos eran si no sabían lo que pasaba con su amada sobrina y debían enterarse por parte de alguien ajeno? Se quedaron mudos. Era increíble.

Lin: ¿T-Tu sabes por qué está así? - logró decir aún en su asombro.

Tob: Si, pero como dije, no me corresponde decirles a que se debe. Y les digo esto porque me parece injusto que esté pasando por todo eso ella sola.

Dom: No-No se qué decir. - le temblaba la voz. - Nuestra pequeña... - tenía lágrimas en los ojos.

Ho: ¿Como dejamos que esto pasara? - tenía la cabeza gacha de la vergüenza que sentía por si mismo y sus hermanos.

Tob: Aun no es tarde. Hablen con ella. Ella los necesita. - los miraba con compasión y amabilidad sin dejar la seriedad.

Lin: Tiene razón. Hablaremos con ella cuando venga. - dijo decidido recibiendo una mirada de apoyo de los otros dos.

Tob: Creo que mejor me voy. Ojalá hubiera podido hacer más. - dijo mientras se levantaba pero los chefs lo detuvieron.

Lin: Te equivocas. No sabes lo agradecidos que estamos por habernos dicho. Has hecho mucho y aunque sea un atrevimiento pedirte algo más, ¿Podrías quedarte? - el ninja aún de pie lo miro sin entender. - Cuando hablemos con Pucca quisiera que estuvieras presente.

Tob: ¿Que? No-No creo que sea correcto. No sabe que vine. Si supiera que les dije todo me odiará. - ese era su mayor miedo.

Ho: No lo hará, le explicaremos la situación. No has hecho nada malo.

Dom: Además puede que te necesitemos. - se vio confuso. - Dijiste que Pucca habló contigo en un descuido, ¿No? - asintió. - ¿Y no a hablado con nadie más? ¿Ni siquiera con Garu? - junto toda su fuerza de voluntad para no parecer furioso por la sola mención de ese nombre.

Tob: Creo que no. Solo conmigo. - respondió dudoso tragándose las ganas de decir todo lo sabe.

Ho: Con más razón debes estar presente.

Lin: Si estás aquí tal vez le de más confianza para hablar. - entendía pero no estaba seguro.

Tob: Les propongo algo. - los tres prestaron atención. - Cuando ella llegue no estaré aquí, esperen a que ella hable por si sola. Si después de un tiempo no lo hace entonces como último recurso entraré yo. Y siendo sincero, espero no tener que hacerlo. - recibió un asentimiento de los hermanos al estar de acuerdo.

Así hicieron. Tobe permaneció escondido de la vista de la azabache hasta que los chefs llegasen a llamarlo.

.
.
.

Al abrir la puerta entró a la brevedad el ex villano de la aldea tomando por sorpresa a la chica que aún así no cambiaba su expresión sombría. Sus tíos decidieron dejarlos solos para esto. Tobe se sentó frente a ella, no lo miraba, como si intentara creer que en realidad no estaba ahí.

Dom: No te molestes con Tobe. Esta haciendo lo correcto. - le dijo a la chica.

Lin: Los dejamos. Avisanos si algo pasa. - esto último lo dijo para que solo Tobe escuchara y este asintió.

Tob: Pucca. - la llamó, pero no sirvió, no lo veía. - Pucca, por favor mírame. - pidió más como súplica. - Debes estar enojada conmigo y lo entiendo, creeme que si, pero no puedes seguir haciendo esto y dejar que te siga haciendo daño. - nada. Estaba inerte en la silla. - Habla con tus tíos, ellos te ayudarán.

Puc: ¿Ayudar? - murmuro. - ¿Ayudar en qué exactamente? - hablaba suave sin emoción. - ¿No pudiste seguir con tu vida y dejar las cosas como estaban? Pronto voy a acabar con todo de todas formas. No tuviste que interponerte.

Tob: ¿"Acabar con todo"? ¿De que hablas? ¿Ibas a decirles tú la verdad?

Puc: No. No les diré nada.

Tob: ¿Entonces qué....? - paro en seco al llegarle una idea de lo que se refería. - ¿Ibas a... - su boca se secó de solo pensar en la palabra. - ... suicidarte? - la chica no respondió y solo eso bastó para entender que si. Se levantó de su asiento para ir hacia ella, la tomó por los hombros y la hizo mirarlo a los ojos llenos de furia y desesperación. - No harás tal cosa. ¡No voy a permitir que hagas una locura!

Puc: ¿Por qué? Sería lo mejor para todos. - seguía con la vista nublada.

Tob: ¿Lo mejor para todos... O para Garu? - le sorprendió la pregunta. - No le dez el gusto. Tienes que luchar, te caiste pero te tienes que levantar, no dejes que ese maldito te vea derrotada.

Puc: Pero ya lo hizo. No me queda nada. - dijo refiriéndose a su interior. Sentía su alma rota y hecha pedazos, pisoteada como una alfombra por el hombre que alguna vez amo.

Tob: No cambiare lo que él te hizo pero si te haré cambiar tu idea de que no tienes arreglo. Los pedazos se pueden juntar y reconstruir. - pensó que le había leído la mente. - El juego no a terminado. Solo debes hacer el movimiento de gracia para acabar con todo; y ese movimiento es hablar con tus tíos y contarles lo que sucede. - hubo algo en su mirada esta vez que le hizo pensar que diría que si pero el miedo de nuevo reinó en esos ojos negros. - Si no lo quieres hacer por ti entonces hazlo por mí... Y sino, entonces por tus tíos. No les hagas perder a su sobrina que tanto aman. - la vio abrir un poco los labios como queriendo decir algo pero las palabras no llegaban. Ella bajo la cabeza y dió un débil asentimiento, lo haría. Tobe suspiro aliviado. - Bien. Los llamaré. - no pudo apartarse mucho ya que la azabache lo tomó del brazo. - ¿Pucca?

Puc: ¿Te quedarías conmigo cuando lo haga? - sentía que sería como un incentivo y hasta un apoyo que estuviera presente.

Tob: Claro. - la mano le soltó y dejó que fuera por los chefs.

Podía con esto, si Tobe estaba con ella, estaría segura.

¿Por qué pensar eso le hizo sonreír?

~•~~•~~•~~•~~•~~•~~•~~•~~•~

Hola peques!!! Como les va???

Qué les pareció? Espero que les esté gustando. (❁´◡'❁)

Digan que les pareció.

Nos leemos luego 👋😘

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top