Capítulo 5 - Enojo.
personajes utilizados en esta historia no me pertenecen, créditos a sus respectivos creadores.
su vista se tornó borrosa, pero no le llegó a importar, porque sus orbes se cerraron y dejó que su olfato le dirigiera, lo consideró como un olor dulce, no parecido al que desprende cualquier platillo, le causaba una extraña sensación que no era para nada desagradable.
--e-esto...-- una voz le habló muy confusa. --son-kun?.-- le interrogó, un par de palabras que le trajeron completamente en si, porque resonaron muy cerca, y para cuando abrió sus ojos se enteró de la posición en la que se encontraba, pues su nariz por poco olfateaba el cuello de yumeko directamente, mujer la cual le observaba algo confusa por la extraño y repentino actuar del chico.
--ara, ¿acaso huelo mal?.-- interrogó de forma inocente llevando su dedo a sus labios, pero gokú no pudo articular palabra alguna, no podía separar sus ojos de la chica pelinegra, su respiración se agitó completamente, porque ahora confirmaba que ese delicioso aroma provenía de ella, mismo que poco a poco desaparecía.
--gokú-san, ocurre algo con yumeko-san?.-- suzui ayudó a cuestionar, la presidenta de aquel club también se intrigó por aquel acontecimiento, aunque solo se limitó a ver.
pero tampoco hubo respuesta, poco a poco la cordura regresaba a él y solo sostuvo su cabeza por un dolor algo insoportable que se originó en esa parte de su cuerpo.
pero los problemas e intrigas no disminuyeron, porque en ese preciso instante la puerta de aquel club se deslizó, donde la figura de algunos estudiantes se mostró y pudo reconocer solo a una persona.
--extraña-chan.-- dijo al observar aquella máscara y la figura de la chica, que ante aquel sobrenombre solo la vista celeste de la mujer le señaló, aparentemente disgustada por ello.
--pre-presidenta!.- yuriko anunció ante la llegada de la chica peliplata junto a su vicepresidenta y runa yomozuki quien a pesar de parecer una niña inocente podía ser desinteresada e incluso cruel, no se quiso imaginar el rumbo que esta situación tomaría con la llegada de aquellas personas.
aunque los ojos celestes de la presidenta le señalaron por un momento, no pudo reconocerla, apenas si trataba de mantenerse cuerdo, pero la sonrisa que esbozó al verle se le hizo muy conocida.
--la presidenta del concejo estudiantil, que es lo que hace aquí...-- susurró suzui al oído de yumeko que con su rostro confuso se hacía la misma pregunta, aunque en sus adentros estaba emocionada.
--pre-presidenta, que hace aquí!.-- interrogó nerviosa, aquella pregunta fue la principal causa de que los ojos de la mujer se separaran de los negros luceros del saiyajin.
--esta situación se ha tornado un tanto complicada...-- comentó la mujer de mirada celeste. --hay mucho dinero de por medio y me quedaré a observar todo si no les molesta.-- siguió explicando tanto a las que apostaban como al Son que se encontraba expectante.
--no-no es necesario, yo misma puedo encargarme de esto.-- declaró yuriko, no obstante sus palabras se callaron cuando la mujer le tomó de su mentón y le obligó a verla directamente. --solo levanta el maldito recipiente.-- ordenó en un tono algo amenazante y relajado, la chica del club de la cultura tradicional tragó hondo, y luego ordenó a la jueza proceder con el juego.
--no entiendo nada...-- dijo el chico a la vez que se puso en pie sosteniendo su cabeza, estaba mareado y se alejó un poco para dejar que el juego continuase, pero sin querer golpeó levemente el hombro de la enmascarada.
--lo-lo siento extraña-chan.-- repitió nuevamente aquel sobrenombre que nació el primer día en que se conocieron. --sucede algo, parece mareado.-- ella dijo a través de su máscara, declaración que referenciaba el estado del chico.
--si, algo así...-- contestó. --es solo que este juego es algo complicado para mi.-- terminó de explicar y excusarse de su estado que ni el mismo entendía por qué se había dado.
un dedo tembloroso señaló el recipiente que con las dudas de la jueza aún no era levantado del tablero.
--es sencillo.-- ella comentó ante las dudas del pelinegro. --el juego consta de 10 espadas que son agitadas en aquel recipiente.-- le explicó, por fín, alguien había aparecido para ayudarle con aquello que no entendía del juego.
--el aquel tablero hay 30 ranuras en donde las 10 espadas pueden entrar, los jugadores deben apostar en los números que crean tener una espada incrustada, pero la apuesta debe de darse en los 10 segundos posteriores en los que el recipiente haya tocado la superficie del tablero.-- le explicó de la manera más fácil de entender, ahora el juego se hacía muy fácil a sus ojos, tanto que una sonrisa se marcó en el rostro del saiyajin.
--pero, si ha podido notar, las espadas tienen 2 extremos totalmente distintos.-- interrumpió la felicidad del pelinegro, porque el juego era un tanto más complicado de lo que aparentaba.
ella se acercó y tomó una espada de repuesto que permanecía en un mueble cercano para acompañar su explicación, le había quedado claro que el chico era bastante despistado.
--si el extremo de la hoja está incrustado en la ranura del número que se ha apostado, será considerado "muerte".-- los ojos del Son señalaban el objeto que la chica tenía en sus manos. --¿y eso es bueno?.-- interrogó rascando su mejilla. --no, se considera un resultado malo, porque si apostó a un número que tenga este resultado, usted deberá pagar 30 veces más la cantidad que apostó.-- declaró, palabras que sorprendieron al saiyajin, porque el solo apostar una ficha podría traerle resultados devastadores.
--pero por el contrario, si la espada cae del lado contrario, se considerará "vida" y usted ganará 30 veces lo que apostó a ese número.-- esta vez comprendió el lado bueno de la apuesta, porque de obtener ese resultado podría recuperar la deuda de saotome y en una sola jugada.
--la deuda final será la diferencia de fichas entre los jugadores, y el juego termina cuando alguno de los apostadores se haya quedado sin fichas.-- concluyó lanzando el pequeño objeto de regreso al mueble de donde lo había tomado.
--vaya, al fin pude comprender todo, muchas grácias extraña chan!.-- se inclinó ante la enmascarada y sus palabras fueron algo fuertes, lo suficiente para llamar la atención de la chica que portaba un abrigo peculiar.
--vaya, miren quien se encuentra!.-- exclamó, no le prestó mucha atención al principio, después de todo no le interesaba mucho de lo que ocurriera en el recinto. --la vicepresidenta se ha tomado la molestia de explicarte este juego, eso si que es generoso de su parte no crees?.-- interrogó algo burlona, pero el chico solo le miró confuso, después de todo no la conocía y hablaba un tanto extraño, sin mencionar que parecía una niña.
--pero muchas veces no sabrás qué resultado aguarda, aunque algo me dice que al igual que muchos, no te importa en lo más mínimo.-- dijo ella, sabía un poco de sus descuidadas apuestas que realizó en su llegada, también pensaba que aquella actitud era un fachada, pero eso lo tornaba un tanto interesante.
si bien no supo a lo que se refería, lo comprendió cuando extendió su vista, exactamente en el sitio donde el recipiente se levantaba lentamente descubriendo el resultado de la apuesta de yumeko y yuriko.
--yumeko-san ha acertado en ese número!.-- pensó con creces, podía notar que la pila de fichas coincidía con él número en la que aquella espada había encajado, no obstante, recordó la explicación de la enmascarada, no comprendía cómo algo podía dar un giro total al juego, pero por algo la suerte estaba representada en espadas, después de todo entendía que aquel cuya hoja le hiere, perecería antes que aquel que empuña el arma.
--muerte en 10 y vida en 7, yuriko san ha apostado en el número 7, así que recibirá 30 veces más su apuesta!.-- la jueza anunció con fuerte voz el resultado, uno que ni siquiera yuriko pensaba en obtener, después de todo creyó que el número 24 al que yumeko había apostado sería el ganador, pero no era así, después de todo la suerte puede beneficiar a cualquiera al final del día.
--el resultado final es 195 fichas más para yuriko sama y -115 para jabami-sama, así que yuriko-san gana por un total de 310 fichas!.-- gritó con felicidad, después de todo cada ficha tenía un valor de un millón de yenes, aquella deuda sorprendía incluso al saiyajin, pues lo que él poseía no se comparaba a tal cantidad de dinero.
--e-en realidad gané?.-- se interrogó yuriko en sus adentros. --esto está pasando en realidad?.-- se siguió cuestionando, porque la presión que yumeko generó en ella fue suficiente para dejar las expectativas de su trampa por el suelo, aunque algo le dijo que no fue suerte enteramente lo que le dio la victoria, los celestes ojos de la presidenta le indicaba otra cosa.
--bien, después de todo ganaste yuriko.-- dijo la chica de cabellera clara. --en realidad no pensé que lo lograrías, pero por otro lado, es una lástima, ¿no crees?.-- esta vez aquella pregunta fue lanzada a yumeko, quien ante todo lo que le había ocurrido parecía no estar lo suficientemente afectada, porque sonreía desafiante.
--fue un "tejón" no es así?.-- cuestionó a la presidenta, refiriéndose a un antiguo método de trampa que usualmente se hace en un espacio bajo el suelo, donde se puede manipular los resultados a favor de la casa. --quien sabe...-- respondió en voz baja, luego de ello dejó de prestar atención a la jabami.
--bien, supongo que esto es todo, o ¿qué piensas tu?.-- esta vez se dirigió al saiyajin que observaba todo. --yo?.-- interrogó señalandose a si mismo con su dedo, ante el gesto la presidenta asintió, este era el primer cruce de palabras que tendrían.
--bueno, no tengo nada que decir, solo quiero apostar en este juego y contra ella.-- con una sonrisa inocente declaró a la vez que su dedo señaló a yuriko, quien apenas comprendía lo que empezaba a suceder. --vaya, así que quieres apostar también?.-- interrogó nuevamente y el son asintió una sola vez.
todos le giraron a ver, runa, la vicepresidenta y algunas de las integrantes de aquel club dejaron de celebrar y prestaron atención a la conversación del chico "despistado" y la princesa momobami, incluso yumeko y suzui se detuvieron bajo el marco de la puerta que les llevaría hacia el pasillo fuera de aquel club.
--acaso no puedo?...-- interrogó ante el silencio que se formó, no podían culpar a nadie, después de todo era más que claro que él venía por saotome, la única chica con la que solía convivir a parte de suzui, no habían escuchado mucho de él en estos últimos meses, pero sabían que en aquel juego del que se mantenía no había perdido ni una sola vez, si bien antes yuriko se emocionó por su llegada, esta vez no tenía los mismos ánimos para seguir jugando.
--está bien son-kun, yuriko jugará contigo.-- kirari exclamó sin haber consultado a la mujer de vestimenta tradicional. --pero deberás esperar a mañana, se ha hecho muy tarde, no sería nada interesante después de lo que ha pasado.-- declaró y sin decir más caminó por un lado del saiyajin, siempre sonriente.
--vaya, ya escuchaste a la presidenta?, te esperáremos mañana después de clases, porque esto no me lo pienso perder!.-- con una risa algo irritante la chica del abrigo naranja también salió del recinto seguido por la vicepresidenta, aquel grupito que conformaban parte del consejo estudiantil parecía burlarse de él, o tal vez de su intento por ayudar a saotome, quien sabe.
--son-kun parece estar enojado.-- con una sonrisa yumeko dijo en voz baja. --me pregunto ¿cómo terminará esto?.--
el sonido celestial que anunciaba el fin de las clases resonó con fuerza en toda la academia, o al menos así lo veía gokú.
--vaya, por fín se acabó!.-- dijo en voz alta sin importarle que la profesora aún seguía en el aula, saotome solo soltó una gota de sudor ante lo descuidado de su amigo.
--bien, es hora de ir...-- pensó y se puso en pie, saotome creyó que como ya era costumbre él caminaría hacia ella para ir a la cafetería, no obstante se puso confusa cuando el chico caminó con sus manos en sus bolsillos hacía la salida, una sonrisa se dibujaba en su rostro antes de que desapareciera de su vista.
--go... kú?.-- musitó en confusión por ese pequeño cambio en la rutina de siempre, acaso después de la derrota de ayer en realidad no la tendría en cuenta, ¿ya no la vería como una humana?.
toda la vista de la clase le señaló, después de todo también se percataron de ello, su derrota a manos de aquella integrante del concejo ya se había esparcido por toda la academia, temor nació en ella al saber que estaba completamente sola, gokú ya no era su amigo de seguro, pero nuevamente todo no era más que conjeturas erróneas.
una mano se posó sobre su hombro, se giró sólo para encontrar el rostro de yumeko muy cerca a ella, la mujer a la que más odiaba se encontraba sonriente de forma inocente.
--hola saotome-san!.-- saludó la chica azabache, un tic nació en su parpado por tener que soportarla, pues no entendía cómo permanecía de esa forma si ayer también terminó como una mascota.
--que es lo que quieres!.-- interrogó molesta.
--solo venía a preguntarte si no acompañarás a son-kun...-- ella cuestionó, declaración que dejó muy confusa a la rubia. --de qué demonios hablas?!.-- interrogó apartando con molestia la mano de yumeko. --por qué crees que tengo que ir tras él?.-- siguió preguntando, pero ante esa expresión yumeko sonrió.
--ara, pues porque va a desafiar a yuriko-san.-- aclaró la pelinegra con una risita, pero aquella declaración dejó estupefacta a la rubia, quien se quedó congelada apenas escuchar eso, yumeko lo notó y en un tono burlón volvió a hablar.
-- acaso no lo sabías?.-- interrogó, pero ella solo agachó su cabeza, dudaba si eso era verdad, tal vez la chica solo se burlaba de ella. --bueno, en todo caso nosotros nos adelantáremos, vamos suzui.-- anunció con voz seductora y como si los papeles se hubieran invertido, el chico la siguió como un cachorro.
--no-no puede ser... en verdad no puedes ser tan tonto!.-- pensó con rabia la rubia, si eso era cierto no merecía estar con él, no merecía aquella sonrisa que gokú esbozaba al salir, él no merecía estar en esta academia. --ba-baka!.-- gritó fuertemente antes de correr hacía aquel club de la cultura tradicional.
--con timidez deslizó la puerta y lo primero que introdujo fue su cabeza, donde notó a yuriko dentro de aquel club junto al resto de miembros que giraron a verle.
--ho-hola.-- saludó a la vez que entró completamente sonriendo un tanto nervioso.
--bienvenido goku-san, pensé que no vendría.-- con aquella sonrisa yuriko habló, amablemente se paró frente a él y le invitó a seguir, posteriormente se sentó frente al tablero
--podemos iniciar cuando quieras.-- ella dijo al Son, sería una mejor opción hacerlo antes de que viniese la presidenta del consejo estudiantil, el recipiente y las espadas permanecían sobre el tablero. --¿puedo verlas?.-- él interrogó refiriéndose a los objetos que se utilizarían en el juego, ella asintió, de seguro querría estar seguro de que las palabras de yumeko no sean ciertas, y aunque con la apuesta de ayer podría decirse que las palabras de aquella pelinegra no eran más que especulaciones erróneas, pero si debía asegurarse de que gokú no sospechara debía cumplir esa petición.
más sin embargo ese fue su error, gokú no podría entender la trampa de yuriko al 100%, pero ahora conocía el juego y recurriría al truco que aplicó con saotome, porque si bien ante la vista de los presentes no ocurría nada, en verdad él bañó cada objeto con su energía, ella se burlaba de saotome y de él, si yumeko tenía razón no le perdonaría por como trató a su amiga.
una segunda vez la puerta se deslizó sin haber llamado antes, extraña-chan, la presidenta y aquella chica con apariencia de niña ingresaron a la habitación.
--hola yuriko, ya hemos llegado!.-- con una voz chillona y una risa un tanto insoportable runa yomuzuki exclamó. --por lo visto ya están preparados, esto es bueno, no cuento con mucho tiempo.-- añadió kirari, sobre todo posando sus celestes ojos en el Son.
pero la puerta se deslizó una tercera vez más, donde la cabellera morena de yumeko se mostró acompañada de suzui, la chica que sonreía inocentemente, gokú abrió sus ojos tan pronto al percatarse de su presencia, sin saberlo ya había guardado en su memoria su huella de ki, la chica cuyo aroma le había sacado de la realidad, en cuanto pudo dejó de un lado la presencia de yuriko, no le dio importancia a los miembros del consejo estudiantil, ni le molestó la sonrisa burlona que se le era arrojada, conectó su mirada con los ojos de la jabami, olfateó varias veces buscando aquel aroma que una vez vino de ella, pero no pudo encontrarlo y su corazón se apretó por ello.
--vaya suzui, parece que hemos llegado a tiempo...-- emocionada habló atrayendo la atención de todos, eso solo después de separar su vista de gokú, pues si bien le llamaba la atención era claro que solo estaba ahí por la presidenta del concejo estudiantil con la que deseaba apostar.
--no creen que las mascotas deberían esperar afuera?.-- con un tono desinteresado runa habló mientras apagaba su consola de juegos, aunque claro, aquella declaración iba dirigida a la jabami quien soltó una risita.
--no se preocupen por mí, después de todo solo acompaño a suzui.-- se excusó utilizando al chico castaño que en sus adentros reclamó aquella forma de ser utilizado.
--bien gokú-san, cuanto deseas apostar?.-- un poco nerviosa yuriko cuestionó, pues ahora sus compañeros del concejo la observaban, su pregunta ayudó a sacar de las nubes al son que seguía observando a yumeko.
--eh?, pues... solo tengo 40 millones, así que planeo apostar todo.-- declaró, suzui se asombró por tal cantidad, su despreocupación se asemejaba al segundo día en que jugó con saotome, pero que habría de esperarse si él siempre era así.
está bien, serán 40 fichas de un millón cada una entonces.-- yuriko explicó y los objetos fueron entregados a cada jugador.
--ya conoces las reglas de este juego gokú-san?.-- interrogó yuriko y el saiyajin asintió en respuesta, ayer la vicepresidenta le explicó con todo detalle la mecánica del juego y al recordarlo giró a ver a la enmascarada y le ofreció una sonrisa.
--bueno, si es así comencemos.-- dijo una yuriko sonriente.
pero antes de que la apuesta siguiera la puerta se deslizó una segunda vez, donde saotome hizo presencia.
al fin comprendió que no era mentira, gokú en realidad había ido a aquel lugar solo para apostar y cuando él le miró con esa sonrisa ya entendió el motivo.
--hola mery-chan.-- saludó como si la situación no fuese de gran importancia, ella le miró con ojos atónitos cómo podría estar tan despreocupado.
--que-qué demonios haces aquí!.-- le reclamó, pero ya la respuesta era más que evidente.--no seas tonto, debemos irnos de aquí!.-- dijo ella, caminando hacía él hasta que le tomó de su manga y le quiso obligar a levantarse, no obstante el no se movió.
--no puedo meri-chan.-- dijo sorprendiendo a la rubia. --ya he convertido todo mi dinero en fichas, así que no puedo retirarme.-- le explicó, aquella declaración era acompañada por las risitas de muchos de los espectadores que sólo predecían que todo era inevitable.
--además ella se reía de ti.-- anunció repentinamente señalando a yuriko con su dedo. --también te trató como basura, pero alguien que tal vez gana haciendo trampa es mucho peor que eso.-- explicó sin importarle que yuriko estuviese frente a él escuchando todo, pero pese a ello su sonrisa no se desvanecía.
--y aunque eso sea cierto, crees que podrás ganar?.-- ella le reclamó, podía tener razón, pero era evidente que todo favorecía a la casa, no obstante, no se esperó aquella respuesta que se le fue dada.
--si mery-chan, si en realidad hace trampa, ganaré.-- confesó, fue entonces que un rostro de asombro nació incluso en la presidenta del concejo estudiantil, saotome recordó aquella expresión de hace tres meses, donde pese a las circunstancias con esa misma sonrisa afirmaba que ganaría pase lo que pase y así fue.
--que aburrido.-- la voz de runa resonó en la habitación. --alguien como tú no tiene derecho a irrumpir de esta forma.-- siguió hablando, todas las miradas del recinto le señalaban, ella era una mascota y aunque quisiera no podría hacer nada por gokú, él quería quedarse y las fichas estaban ya listas para apostar, no había vuelta atrás.
--está bien.-- le costó articular esa palabra, pero la sonrisa de gokú creció un poco más.
--todo estará bien mery-chan, solo espera.-- dijo despreocupadamente, expresión que junto a sus declaraciones comenzaban a fastidiar a yuriko que batallaba por mantener su rostro sereno.
--bien, es hora de jugar!.-- exclamó la jueza introduciendo las espadas al recipiente.
pero de todo lo que pudo haber pasado, esta vez los ojos de yumeko le señalaban, quien sabe por qué.
fin del capítulo 5.
Bien gente, aquí el nuevo capítulo.
Espero que les haya gustado y no olviden votar si es así.
Cómo ven, poco a poco Gokú se adentra en este mundo de las apuestas, dónde tanto los juegos como sus oponentes serán difíciles, también yumeko parece interesarse un poco por como Goku actúa y el kokun parece necesitar de ese aroma que yumeko desprende.
Cómo notaron la vicepresidenta también ha entablado una conversación más estable con el saiyajin, que cabe aclarar tendrá bastante participación en este fic.
Espero que estén bien, nos vemos en el próximo capítulo.
Gracias por leer.
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