Capítulo 4 - Aroma.
personajes utilizados en esta historia no me pertenecen, créditos a sus respectivos creadores.
mi apuesta - Capítulo 4.
los ojos de yumeko se pintaron nuevamente del tono rojizo, absolutamente la vista de todo el salon se posó en ambos estudiantes, de inmediato y tirando su asiento, suzui se puso en pie, pues aunque gokú pareciese un despistado, la verdad era digno de tomar en cuenta, pues a diferencia de yumeko, él parecía saber cuando ganaría en piedra papel o tijera, lo vio en la derrota a saotome y durante estos meses.
--e-espera yumeko-san, no es buena idea!.-- le anunció suzui, pero la mujer poco o nada parecía hacerle caso. --me parece un buen plan, son-kun.-- con una risilla respondió, el son sonrió, podría tener la oportunidad de recuperar el dinero de saotome. --que bien, te parece jugamos el mismo juego que tuviste ayer?.-- interrogó el saiyajin, ella mostró confusión, pero luego dibujó una sonrisa.
--pero son-kun, espero que no hagas la misma trampa que saotome-san, de lo contrario sería aburrido.-- explicó, pronto el que mostró confusión fue el son, quien miró fijamente a la azabache, su sonrisa desapareció y esta vez posó sus ojos en suzui.
--oye-suzui, eso es cierto?.-- interrogó, el chico solo tragó saliva ya que una vez más formó parte de la estafa de saotome. --así es gokú-san, saotome-san hizo la misma trampa que aplicó contigo.-- confesó, había escuchado de muchas bocas que el saiyajin si se había enterado de como la rubia arreglaba los juegos, pero no lo expuso, las mejores amigas de saotome murmuraron que le hizo prometer que no lo haría otra vez, si era así había roto la promesa.
el silencio perduró unos momentos, notaron como el azabache pensaba en algo, para él la apuesta pasó a segundo plano, no obstante algo le sacó nuevamente de sus pensamientos.
--dije que me dejes en paz!.-- habló saotome con fuerza a las afueras del patio, la voz le trajo a la realidad y sin decir más se acercó hacía el pasillo dejando a yumeko y el enfrentamiento que podrían tener.
cuando pudo ver el exterior se percató de como uno de los grupos que abusaban excesivamente de las mascotas trataban mal a saotome, pues era de esperarse después de saber que ella ya no era una "humana".
--vaya, así que la invencible mary saotome es ahora una gata.-- exclamó el considerado delincuente de la academia.
--dije que me dejes en paz kiwatari!.-- exclamó la chica, pero tan pronto dijo esa frase, el chico le tomó de una de sus coletas y la acercó a él.
--a quien crees que le hablas mascota de mierda?, esa no es forma de tratar a tus amos, ya no eres un humano, espero que te haya quedado claro.-- con su otra mano tomó el collar que colgaba del cuello de la rubia y lo empezó a frotar en su cara, dejando en claro el lugar que ahora tenía, pero antes de que pudiera hacer algo más, sus compañeros que apoyaban sus actos rodaron por el suelo del lugar, ya que fallaron en su intento de detener al son que ahora tomó con fuerza la muñeca de kiwatari.
--acaso no escuchaste?, te ha dicho que la dejes en paz.-- la rubia abrió sus ojos y se asombró por ver a su amigo actuar de esa forma, poco a poco sintió como el agarre de kiwatari sobre su cabello cedió hasta que le liberó por completo.
--vaya, me pregunté cuanto tardarías en llegar Son!.-- con una sonrisa el chico habló, aunque casi podría decirse era completamente forzada, ya que la mano del azabache sostenía con fuerza su muñeca, sobra decir que el dolor no era para nada débil. --no creas que te tengo miedo porque golpeaste al grupito de tercer año, solo utilicé a tu novia mascota para obligarte a poner ese rostro serio que no intimida a nadie!.-- con toda su fuerza arremetió con un golpe, sin embargo el puño de kiwatari fue sostenido con extrema facilidad con la mano libre del saiyajin.
su impresión no duró mucho, pues recibió un fuerte golpe en su mejilla que le envió a arrastrarse por el suelo varios metros, el grupo de kiwatari había sido derrotado fácilmente ante la vista de toda la academia. --no quiero que vuelvas a tratar de esa forma a mary-chan.-- aclaró, las mejillas de la chica se enrojecieron ahora que acababa de procesar la situación, no importaba que ella tratase de verse fuerte, la escena era vista por mucha gente e incluso se mencionó que ella era su novia.
--que-que estás diciendo ba-baka!.-- apenas pudo articular, inmediatamente tomó la mano del son y le obligó a salir de ahí junto con ella dejando una cortina de polvo tras ellos.
--vaya, que bien que esto resultó de esta forma, no pensé que goku-san podría contra kiwatari.-- con un suspiro de alivio suzui comentó, después de todo él había sido víctima del delincuente, por otra parte yumeko había observado todo atentamente, no es como si le llamase la atención, pero hay que recordar que el chico quería apostar con ella, había dudado si actuaba "tontamente" para confundir a sus oponentes, toda la academia parecía verlo de esa forma, pero solo con analizarle un poco podía intuir que no fingía, aunque no descartaba esa opción aún.
--parece alguien interesante.-- la pelinegra comentó, suzui pareció poner atención a ese comentario. --acaso Son-kun ha perdido contra la trampa de saotome-san?.-- interrogó, por la conversación de hace rato podía saber que la rubia y él ya habían tenido un encuentro.
--algo así, aquel día no asistí por un resfriado, pero por lo que he escuchado, gokú-san perdió 10 millones apostando contra saotome-san, de eso se hablaba en el salón de clases al día siguiente.-- comentó, el relato parecía haber cautivado a yumeko de alguna forma, porque algo muy intrigante se avecinaba. --aquel día gokú-san apostó 27 millones, saotome-san perdió aquella cantidad a pesar de manipular los votos, es un chico muy extraño y muy despistado, pero es bastante amable, no le interesa apostar, y si trató de hacerlo esta vez creo que solo fue al tratar de ayudar a saotome-san.-- explicó el castaño, aquella descripción no encajaba para nada con un apostador, pero ello mismo sólo causaba más y más intriga.
--idiota, qué crees que hacías!.-- cuando estuvieron en un pasillo menos transitado la rubia reclamó el comportamiento del azabache, pero el chico solo le miraba confundido. --mary-chan, tus mejillas están coloradas, acaso estas enferma!?.-- interrogó preocupado, declaración que solo hizo avergonzar aún más a saotome. --tonto, no te pedí que hicieras nada de eso!.-- alejó como pudo a gokú de ella.
--pero no podía permitir que te traten de esa forma, ese chico te estaba lastimando.-- explicó el son, un suspiro salió de la boca de saotome, ya su temperatura bajaba y sus mejillas perdieron su tono rojizo.
--pero no puedes hacer eso, no deberías tratarme de esa forma ya que soy una mascota.-- apartó su mirada al decir eso, su collar brillaba corroborando el bajo status que ahora tenía. --estoy a merced de cualquiera y no tengo derecho de reprochar algo.-- le explicó, sus palabras eran bajas, pero no es como si gokú no estuviera enterado, ya sabía perfectamente que los estudiantes que tenían esa placa sobre su pecho sufrían abusos por parte de aquellos que no las poseían, saotome ahora era una de esas personas que tenían deudas pendientes o no donaban mucho a la academia.
--ya debes saber que eso no me interesa, eres mi amiga saotome san, me ayudaste mucho en todo este tiempo y quiero hacer lo mismo.-- declaró, la chica solo apretó sus labios a la par que observaba al suelo, su corazón latía con fuerza, se sentía tonta por seguir pensando que goku era igual al resto de estudiantes, él era completamente distinto a sus amigas que esta mañana se reían de ella. --he pensado en apostar contra yumeko-san y recuperar tu dinero, de ese modo podrás quitarte ese collar. --el saiyajin confesó, de inmediato más asombro se mostró en el rostro de la rubia, se dejó perder en la actitud un tanto despistada del chico, porque si bien era así, transmitía sinceridad absoluta, regresó a la realidad cuando entendió que abusaba de la amabilidad del pelinegro y rápidamente negó como pudo, no debería arrastrar al Son en los problemas que eran de ella, no se arriesgaría a que su amigo apueste con la loca esa.
--no, no debes hacer eso, ya has hecho mucho por mi, no me gusta que alguien resuelva mis asuntos.-- explicó retomando su tono natural, el son solo rascaba su mejilla escuchando atentamente a saotome. --pero me preocupo por ti, hoy ni siquiera entraste a clases.-- exclamó el son, ante ello saotome arqueó una ceja.
--solo fui a apartar un lugar para tener un encuentro oficial con el concejo estudiantil, si tengo suerte solucionaré mis problemas, además tu eres muy descuidado.-- señaló con su dedo índice al chico. --yo?.-- se señaló a él mismo ante la declaración de la rubia.
--así es, apostar contra yumeko jabami no es muy prudente, no te has enterado de nada?.-- interrogó, ante ello gokú solo negó con su cabeza.
--la chica acaba de ganarle fácilmente a un miembro del consejo estudiantil el día de hoy, la noticia ha recorrido toda la academia, por ahora enfrentarse a ella no es algo razonable!.-- saotome explicó al son que poco o nada le daba importancia, pues no sabía que derrotar a un miembro del concejo era un gran logro, incluso ni sabía quien eran los miembros del consejo estudiantil a pesar de que bulma le dijo que acudiera a ellos cuando tuviera alguna duda.
--bueno, si dices que con esa apuesta estará todo bien entonces dejaré que te encargues de todo mery-chan.-- sonrió al decir eso, gesto que fue transmitido a la rubia que hizo lo mismo. --pero si veo que te tratan de esa forma no dudaré en actuar.-- aclaró, por un momento los ojos castaños de mery se abrieron de la impresión, pero no podía esperar más de su amigo, así que su sonrisa y ese tono rojizo volvieron a aparecer.
--a propósito, ¿que es una novia?.-- interrogó el azabache, muy confusa ladeó su cabeza. --por qué preguntas eso?.-- cuestionó, no entendía como gokú no sabía el significado de aquel término. --bueno, el chico de hace rato dijo que tu eras mi novia, ¿que es eso?.-- cuestionó, fue cuando saotome comprendió más las cosas, un rubor se adueñó de sus mejillas, pero no se avergonzó del todo, ya que la ignorancia del son pudo más que cualquier otro sentimiento, al final solo soltó una risita. --kiwatari no sabe de lo que habla, hay que irnos.-- contestó dejando con la misma intriga al saiyajin, se cuestionó qué tan lejos podría llegar a ser verdad esa declaración, pero si llegase a ser verdad, lo haría siendo una "humana", por ello mismo se propuso que ganaría esa apuesta cueste lo que cueste.
una semana después...
--gokú-kun!.-- una chica gritó con fuerza bajo el marco de la puerta del salón de clases, de inmediato gokú giró a ver a quien le había llamado, era la chica mascota que había defendido hace tiempo de los abusos del grupo de tercer año. --hola tsubomi-chan, sucede algo?.-- interrogó al ver la cara seria de la estudiante.
--no es que me importe en lo más mínimo saotome-san, pero te debo una a ti gokú-kun.-- la joven de primer año explicó al son, le había sacado del salon para evitar armar un escandalo. --ví a saotome en el club de la investigación de la cultura tradicional hace unos instantes, si creyó que tendría una oportunidad contra la presidenta de ese club, creo que debería resignarse, le están dando una paliza, deberías ir a...-- no terminó de hablar, pues inmediatamente el son comenzó a correr por los pasillos en busca de saotome, en realidad se preocupaba por la chica rubia, no obstante a los pocos segundos regresó a la posición de la chica.
--disculpa nanami-chan, donde queda ese club?.-- ante tal pregunta la estudiante no evitó caer de espaldas, con eso se podía confirmar que gokú nunca fingía su torpeza. --solo sígueme gokú-kun.-- y comenzó a guiarle hasta llegar al club de investigación de la cultura tradicional.
una semana, siete largos días habían pasado, horas en las cuales observó a gokú diferente.
el entorno de la academia era repugnante, todos despreciaban a los que habían tenido mala suerte, para ser más exactos a aquellos que llevaban el apodo de "gata" o "cachorro" los mismos que ya no eran humanos, pero son gokú no es de esa manera, cada vez que sus negros ojos se posaban en ella sabía que no había diferencia de cuando era una "humana", el no finge, esa siempre ha sido su actitud y desde aquel día tres personas lo confirmaron, jabami yumeko fue una de ellas, ya que desde ese momento conocería por primera vez a alguien que no apuesta por placer, no juega por poder y que es un chico que no se debe subestimar.
--mary-chan!.-- gritó a la vez que deslizó la puerta del club, esta era la tercera vez que le miraba sumisa en la frustración de haber perdido, sus ojos atónitos observaban el resultado ya dado en ese juego nuevo para gokú, espadas y números, no lo entendía aún ni le daba la más mínima importancia, pero pronto lo haría.
los ojos rasgados de la mujer de vestimenta tradicional observaron al chico, el par misterioso que capturaba la atención del consejo estudiantil estaba en su club, porque no solo gokú era quien se encontraba en el recinto, yumeko jabami también estaba presente. una sonrisa un tanto extraña se marcó en su rostro, pero gokú no giró a verla porque lo único que le importaba era la rubia que parecía no aceptar del todo su derrota.
--fin del juego!.-- la chica que agitaba el recipiente exclamó ante el reciente evento que no favorecía para nada a saotome. --saotome-san apostó 6 fichas al número 22, sin embargo su resultado fue "muerte" así que deberá pagar 30 veces más. eso y la apuesta de yuriko-san da como resultado un total de 49 millones de yenes.-- anunció, cantidad que asombró incluso a yumeko y suzui quienes ya se encontraban en el club.
--no puede ser!.-- de la nada saotome gritó con fuerza, desahogando por fin la miseria en la que había caído, las fichas fueron apartadas con fuerza del tablero que momentos después golpeó con fuerza. --señorita saotome, está incomodando al resto de clientes, debe marcharse.-- ante tal muestra de inconformidad la jueza pidió compostura, pero la chica solo pareció calmarse cuando el son se acercó a ella.
--vaya, es bueno que un conocido tuyo haya venido.-- en completa calma la presidenta de ese club comentó ante el chico de pelos alborotados. --ya puedes sacarla de aquí, he terminado con ella.-- aclaró, de inmediato los ojos de gokú le señalaron con enojo, no podía saber completamente como actuaba en realidad, pero sabía que detrás de ese rostro ocultaba burla absoluta hacía su amiga, 50 millones, ni siquiera él podía ayudar a saotome con eso.
--vámonos de aquí mery-chan, ya has perdido demasiado.-- le dijo a la rubia quien apretando sus dientes no tuvo otra opción, al su corazón sintió algo de apoyo al sentir la calidez de gokú cuando tocó su mano y le ayudó a ponerse en pie.
--esa perra, nunca debí haber apostado con esa perra!.-- exclamó con rabia a su vez que golpeó una pared con fuerza, el Son sólo le miró, entendió que no debía tratar de animar a saotome en estos instantes, porque de alguna forma la comprendió, el dinero que había perdido mary era bastante, incluso aunque aceptase el castigo de bulma no alcanzaría para ayudar a su amiga, ni siquiera sabía cómo se podía conseguir tanto en una apuesta.
--no entiendo como pudo acertar en todos los números, no entiendo como pude tener tan mala suerte!.-- agachó la cabeza, observando solo la acera del suelo, ya que ahora se encontraban en el patio de la academia.
--mery-chan...-- susurró, pero de inmediato la rubia opacó sus palabras. --me voy a casa gokú, no quiero hablar con nadie el día de hoy.-- habló, el paso de la chica tomó rumbo a la salida de la academia, el atardecer la hizo ver aún más miserable, saotome no tendría el dinero suficiente para pagar y posiblemente terminaría marchándose de la academia.
giró un poco su vista y observó aquellos ojos celestes mirándole fijamente, apenas podía distinguir su figura en el lejano pasillo, pero era claro que sonreía, era un gesto burlesco parecido al de la presidenta de aquel club que arruinó a saotome, se hizo una idea ¿y si saotome no tuvo mala suerte?, esa fue la única explicación que tuvo para la derrota de la rubia, sabía que estaba entrado a terrenos que ni él mismo comprendía, aquella sensación que tenía antes de una batalla que no sería librada por satisfacción propia emergió de él, era claro que aquella sonrisa le hizo enojar, misma que fue el detonante para que regresara al club de yuriko a intervenir directamente.
la puerta se deslizó una segunda vez, los ojos de todos los presentes le miraron, incluida yumeko quien era la siguiente participante, notaba esos negros orbes repletos de alguna clase de determinación.
podía sentir como el chico "despistado" se había enojado, sabría que por primera vez podría observar al gran apostador que se escondía tras lo que algunos consideraban una fachada, ambos pares de ojos se encontraron por unos segundos, ese tono rojizo nació en esa retina, pero gokú no se intimidó ni un poco, solo caminó y reposó en el sitio en que algunos estudiantes de aquel club seguían presenciando el nuevo encuentro que ahora se daba, ya que la jabami era quien apostaba contra la presidenta de aquel club, por alguna razón sintió como esos orbes que ocultaban ese sentimiento extraño le seguían señalando, intuyendo el por qué estaba en ese sitio, él apostaría, debería jugar más de lo que disponía en ese instante, pero esta vez estaba solo, saotome quien le explicaba todo se había marchado y perdido en ese juego que del que no sabía nada, solo observaba a las jueza agitar ese vaso y tanto yumeko como yuriko hacían su apuesta y el vaso se levantaba, en realidad no entendía nada, solo con ver no era suficiente, debería buscar a alguien que le explique.
pero las cosas no terminaron en algo mejor, pues en la segunda apuesta que se hizo, yumeko pareció descubrir que la chica de ojos rasgados hacía trampa, una declaración que de ser cierta le dejó atónito, pues solo necesitó de dos jugadas para saberlo, muy diferente a él que tuvo que ir de aquí para allá solo para descubrir la trampa de saotome, ni la mísma saotome se había dado cuenta.
si, gokú no podía saber cómo funcionaba el juego aún, pero si la mujer hacía trampa debía reclamar por la pérdida de mary, pero no intervino, pues tampoco es que entendiera mucho de las explicaciones que yumeko daba en la sala, también no quitaba la posibilidad de que yumeko esté equivocada, si había ganado a saotome al descubrir su trampa, podría ocurrir lo mismo esta vez, por ello mismo se quedó sentado, quieto y en silencio, ya no observaba el tablero y las espadas pues no entendía nada de eso, solo quedaba esperar a que yumeko descubriese la verdad, "gracias yumeko-chan" susurró y solo se dedicó a escuchar.
pero no todo podría ser así de fácil, desde ese instante todo cambiaría completamente.
de pronto, algo le consumió en silencio, un hormigueo entró por sus fosas nasales recorriendo un camino hacia sus pulmones que llevaron la información a su cerebro, donde de forma instantánea su columna se estremeció, una corriente eléctrica que le hizo abrir sus ojos al instante, su cuerpo se entumeció y fue incapaz moverse, su respiración se tornaba lenta y profunda reteniendo ese aroma que le erizaba su piel y pronto su desarrollado olfato le mostró el camino hacía el origen de ese dulce olor.
la jabami apretaba sus piernas con fuerza cuando añoraba ver el resultado que aguardaba el interior del tablero, porque contrario a enfadarse por la trampa de yuriko, en realidad clamaba por que el recipiente que ocultaba el resultado se levantara del tablero, la sensación que le consumía la volvía loca, adicta y sobre todo le excitaba, gokú no podría entenderla en estos momentos porque apenas acababa de comprender que ese aroma provenía de ella, olvidó completamente su propósito en el club, se olvidó enteramente de saotome y solo quiso embriagarse cada vez más y más del olor que ella desprendía tras ese rostro de locura.
sus genes primitivos se habían activado por primera vez.
fin del capítulo 4.
Bueno, ni yo sé en lo que me he metido xd.
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Este capítulo gira en torno a la segunda pérdida de saotome contra Yuriko.
Gracias por leer
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