Capítulo 17 - Juego.

Personajes utilizados en esta historia no me pertenecen, créditos a sus respectivos creadores.


Un bullicio se armó en todo el escenario, pues la noticia de que aquel quien derrotó a dos integrantes del consejo estudiantil se enfrentaría a uno más; fue la que rebosó de incertidumbre a todo la multitud, era el estudiantado contra el concejo, las mascotas contra los que desde arriba miran con asco.

—Son kun va a apostar ¡no me lo puedo creer! —exclamó Itsuki apretando sus puños ante la angustia que todo esto le provocaba.

—Yumeko venció a yumemi yumemite, es claro que ahora el tesorero del consejo estudiantil deberá hacer verdaderas sus palabras. —Saotome Continuó explicando y luego llevó su mirada hacía los más alto de la tribuna en donde aquella mujer pelinegra apretaba sus dientes con preocupación y rabia. —Con esta podrían ser cuatro derrotas que el consejo estudiantil lleva acumuladas, es claro que Gokú es su mayor preocupación —continuó declarando.

De pronto todo el bullicio se redujo, pues todos querían escuchar el desenlace de esta situación, querían presenciar si el llamado Son Gokú Podría proporcionar una derrota más al consejo.

—¿Y bien?, supongo que mantendrás tu palabra —exclamó gokú, quien miraba fijamente a Manyuda. 

—Es tal y como lo has dicho —él respondió. —Es hora de terminar con esto, de borrar ese absurdo pensamiento que te obliga a creer que tienes posibilidad de vencerme —continuó diciendo y levantó arrogantemente sus brazos. —Pero no creas que denigro tu esfuerzo, es increíble que alguien como tú haya llegado hasta aquí, no te confundas, sigo pensando que más que destreza, es la suerte lo que te ha impulsado —continuó y con su mano derecha señaló a Gokú. —nos odias ¿No es así?, pues únete a mí, yo tengo la intención absoluta de convertirme en presidente del consejo estudiantil —confesó causando asombro en todos los presentes que empezaron a murmurar por esa declaración.

—¡Claro que no! —Respondió Gokú. —Por cómo te dirigiste a Yumeko-chan y a mí, ¡supondré que serás alguien mucho peor que la Presidente! —con disgusto respondió, sentimiento que se transmitía a Yumeko y que en sus adentros gozaba por ver esta reacción en el chico, al menos, sin importar el resultado sabría que iría en serio.

—Bien, pues si piensas de esa manera estás condenado a arrastrarte con el resto de mascotas —respondió Manyuda. —Aquí estoy, esperaré la hora y las reglas —aclaró y se dispuso a marcharse, sin embargo gokú habló.

—¡Será aquí y ahora! —informó y detuvo el caminar de Manyuda, todos se emocionaron aún más y los conocidos del chico no hicieron más que angustiarse.

—Pe-pero no es posible —exclamó la Idol que continuaba presenciando todo. —¡Necesitarás de un juez para esto! —continuó y ante sus palabras, la bella figura de la vicepresidente caminó al frente.

—No hay problema con eso —exclamó la enmascarada. —Si la decisión de Son Gokú es esta, yo supervisaré todo —aclaró y de su bolsillo sacó una caja de naipes que estaban sellados y solo de ver el objeto a gokú le entró un temor inexplicable.


Momentos después ambos rivales permanecían frente a frente sobre una mesa siendo vistos por todo el club de fans de Yumemi y por los conocidos del Son.

—Bien, el juego que utilizaremos será el poker de elección —explicó la enmascarada mientras barajó las cartas frente al par de varones. —Las reglas serán igual que en poker común, la única diferencia entra en las apuestas —explicó y de forma maestra esparció los objetos perfectamente alineados.

—¿Las apuestas? —preguntó el son bastante confuso. 

—Así es, aquel con la mayor apuesta puede elegir si la mano ganadora será la mano débil o la mano fuerte —declaró y todos se plasmaron por tal declaración.

—¡E-eso es imposible! —exclamó Saotome bastante alterada. —¡Si hacen eso la persona con más fondos será la que tenga toda la ventaja! —exclamó apretando sus dientes, esto sencillamente era inaceptable y gokú pareció coincidir con ese pensamiento, pues se puso en pie con un rostro de poco ánimo.

—¿Sucede algo Gokú-sama? —indagó la vicepresidente y el chico asintió, posteriormente señaló a todos los naipes que se mostraban sobre la mesa.

—Di-disculpe, yo no sé jugar poker —explicó Gokú desconcertando a la chica de cabellera blanca por esa revelación y no solo a ella, si no a toda la multitud que junto a Saotome e Itsuki cayeron de espaldas hacia el suelo.

—¿No sabes jugar Poker? ¡¿tan pequeño es tu cerebro para comprenderlo?! —cuestionó Manyuda con toda la intención de humillar al chico.

—¿Se refiere a que nunca lo ha jugado? —indagó la enmascarada y gokú asintió. 

—Bueno, si se refiere al Poker indio de la otra vez lo entiendo, pero si es otro no comprendo los combos ni jugadas, esta sería la primera vez que juego —continuó explicando y todo el sitio quedó en silencio, si era de esa forma tendría seguramente que cambiar de juego.

—¿Y con esa capacidad pretendes desafiarme? ¡qué absurdo! —reclamó Manyuda.

—Está bien —dijo repentinamente la vicepresidente. —Jugaremos con las mismas reglas —continuó diciendo y luego dejó el mazo en la mesa. 

—¿A qué te refieres? —cuestionó Manyuda ante esa inconclusa declaración y miró directamente a la enmascarada. —Este inepto no sabe jugar, cómo pretendes que esto tenga solución? —continuó indagando.

—Porque no jugaremos con cinco cartas —declaró y levantó el objeto frente a ambos jugadores —las apuestas serán con dos cartas, exactamente con las reglas del poker indio — explicó.

—¡¿Poker Indio?! —sin contenerse Saotome exclamó con fuerte voz desde la tribuna. 

—Así es, el poker indio tiene muchas manos fuertes y débiles, además de eso cualquiera de esas puede ser la ganadora —explicó y sus manos descartaron todas las cartas de la realeza además de los cuatro As y luego se dirigió a Gokú. —Supongo que usted sabe perfectamente cuales son los pares, las marcas y lo cerdos —exclamó y gokú asintió, lo recordaba perfectamente, los pares eran las jugadas con números iguales, las marcas eran las jugadas con cartas de las mismas figuras y los cerdos eran las manos que no coinciden en nada.

—¡que giro tan convincente! —declaró Itsuki ante ese inesperado evento. —Técnicamente todas las posibles jugadas que pueden darte la ventaja se mantienen! —continuó analizando la actual situación.

—Esas serán las reglas ahora —preguntó Manyuda y la chica asintió. —De ese modo, la apuesta continuará decidiéndose por la mano débil o por la más fuerte —explicó.

—También habrá una cuota de entrada de la que no podrán pasar, así que será obligatorio apostar —continuó diciendo la vicepresidente. —Pueden descartar su mano y tomar una nueva, o solo descartar una carta, eso es todo por aclarar —dijo, cualquiera que cuestionase su capacidad de arreglar una apuesta quedaría en ridículo.

—¿Hay algún problema con esto Manyuda-san? —preguntó ahora la presidente dirigiéndose al pelinegro que miró despreocupadamente a la enmascarada. 

—No —respondió sin titubear, sí incluso gokú quedó de tercer lugar en el intercambio de deudas no tendría por qué preocuparse por las reglas que ahora eran incluso más fáciles para él, esto sería pan comido.

—¡Yo también estoy listo! —aclaró y apretó sus puños como si fuese a entrar a una batalla.

—Está bien, es hora de aclarar el valor de las apuestas —exclamó y mostró una ficha frente a los ojos de Gokú. —Cada ficha tendrá el valor de 10 millones de yenes, así que ustedes deciden en cuántas fichas deciden convertir su dinero —habló y esa declaración sí que pareció intrigar lo suficiente al Son quien tragó hondo inmediatamente.

—¿Diez millones? —exclamó anonadado por tal noticia. —solo tengo 50 millones, así que supongo que todo —declaró e inclinó su cabeza, sin embargo esa declaración causó algo de burla en el pelinegro.

—¡¿Diez millones?! —exclamó Saotome bastante alterada.

—Es bastante dinero en tan solo una ficha... —dijo Itsuki también.

—E-esto no está bien, ese tonto no podrá competir contra Manyuda —exclamó Saotome y sacó su teléfono y junto a él una tarjeta, aquella fue la que la amiga de gokú le entregó hace tiempo, si había alguien que podría enterarse y hacer algo al respecto solo sería esa mujer.

—Y Manyuda-san, ¿cuántas fichas desea intercambiar? —preguntó la vicepresidente y el chico continuó riéndose mientras ajustó sus lentes.

—¿así que solo cinco fichas eh? —indagó y luego ajustó sus lentes ocultando sus oscuros ojos. —está bien, empezaré con 100 fichas! —declaró y frente a él fueron apiladas las diez decenas de objetos, dejando a todos impresionados con la ridícula cantidad de fondos con la que contaba, eran mil millones contra 50.

—¡¿Qué diablos?! ¡Son-kun está perdido! —declaró Itsuki, teniendo en cuenta que la mayor parte de la ventaja la decide la apuesta era claro que no había posibilidad.

—¡Alto! —gritó saotome y levantándose de su asiento se dirigió hacia el escenario. —Por favor, sume treinta millones más, serán ochenta millones! —declaró y se posicionó a un lado del chico, empujando en el proceso a Yumeko.

—¡¿Mery-chan, qué es lo que haces?! —preguntó gokú ante la repentina declaración que se dio.

—No es mucho comparado con todo esto, pero no puedo dejarte solo! —declaró, claro que esto era una completa locura, pero ya estas alturas sólo le quedaba apoyar a su amigo.

—De acuerdo, esos fondos se sustraerán de la cuenta de la señorita Saotome —declaró la vicepresidente y sumó tres fichas más.

—¿Ocho fichas? ¡por favor! —dijo Manyuda ajustando sus lentes. —en este que es un juego donde el dinero determina al vencedor. ¿No les parece ridículo continuar de esta manera? —continuó diciendo causando la molestia de Saotome, sin embargo nadie pudo decir algo al respecto, pues una risita emergió de entre todo el caos.

—Vaya, es eso o tienes miedo Manyuda? —Yumeko habló y se dirigió al secretario del consejo estudiantil. —Te vez muy confiado, ¿qué te hace pensar que esta vez no será de esa manera? —continuó preguntando y se acercó seductoramente al Son que se sintió extraño por tenerle tan cerca.

—Crees que perderé ante este inepto? —cuestionó con burla y no evitó sonreír. —Aquí y ahora demostraré que ustedes están mejor con las mascotas! —continuó hablando.

—Veamos si piensas eso cuando pierdas... —dijo Saotome y le apuntó con su dedo, definitivamente quería verlo sumido en la desgracia y rogaba con todo de ella para que fuese así al final de este juego, entonces tomó a yumeko y le obligó a separarse de Gokú y retrocedieron.

—¿Ocho fichas contra 100? —preguntó itsuki sin entender muy bien cómo esto podría terminar de esta forma, si gokú perdía significaba que su sueño de recuperar el puesto en el consejo estudiantil se vería afectado, necesitaba hacer algo.

—la cuota por ahora será de 3 fichas, ¡empezaremos el juego! —habló la vicepresidente y le permitió a Saotome y yumeko ver desde atrás.

las cartas se barajaron y el primer par de naipes se lanzó hacia los dos jugadores que miraron sus manos, los ojos de gokú se entrecerraron y llevó sus ojos hacia el rostro inexpresivo de Manyuda.

Ambas chicas atrás del son se mantuvieron con una mirada ajena ante lo que observaban, pero en el fondo sus corazones parecían mantener muchas ansias y angustia.

Manyuda descartó un dos de tréboles y tomó otra carta y gokú miró curioso esta acción.

—¿Yo también puedo cambiar cartas una vez no? —preguntó y la vicepresidente asintió, entonces gokú contra todo pronóstico descartó toda su mano dejando a todos anonadados por semejante acción, pues sobre la mesa un seis y un cuatro de corazones se mostraron, claro que esto fue tan repentino que asombró incluso a Manyuda, pues tirar una mano tan buena era de un completo inepto.

Ambos hicieron la cuota inicial de tres fichas, que de por sí era demasiado dinero, pues solo esa cantidad equivalía casi a doscientos cincuenta mil dólares.

—Apostaré 5 fichas —exclamó Manyuda de forma repentina iniciando la primera apuesta.

—Apostaré 6 fichas —exclamó Gokú, algo completamente absurdo, pues si de por sí era ridículo intentarlo, eran 8 fichas contra 100, no había posibilidad de decidir las mano débil o fuerte.

—Aumento, 10 fichas —exclamó Manyuda, decidido a aplastarle en tan solo un juego y dejar clara su posición respecto a esto y fue su mirada de prepotencia la que señaló a Gokú, pues en sus manos tenía un 7  y un 5 de diamantes, gokú por su parte no pudo hacer nada, sin fichas para igualar o subir la apuesta estaba atado a la voluntad de Manyuda.

—está bien, revelen sus manos! —exclamó y Manyuda arrojó su par de naipes, claro que debían significar una buena jugada, sin embargo, su rostro de arrogancia se marchó cuando un 10 y un 8 de tréboles relucieron frente a Manyuda.

—como se eligió la mano más fuerte, la mano ganadora es la marca de Son Gokú, su total de fichas a pasado de 8 a 18. —declaró la enmascarada y saotome sonrió ante esa buena jugada, la primera victoria había sido para su amigo.

—maldición, fue suerte... —pensó Manyuda mientras las cartas fueron barajadas otra vez.

—¡Siguiente Ronda! —habló la vicepresidente y repartió nuevamente el par de naipes a cada jugador.

Nuevamente empujaron la cuota inicial de tres fichas y miraron las cartas que sostenían, inmediatamente gokú arrojó un cerdo de 3 y 10 y buscó una nueva mano y Manyuda arrojó un 4 de diamantes para hacer lo mismo.

—Apuesten —exclamó la enmascarada.

—Yo paso —dijo gokú y arrojó un 6 y 2 de tréboles . —una buena mano posiblemente que muchos no habrían desperdiciado, pero comprendían que las jugadas solo pueden ganar si hay capital que les respalde.

—Parece que comprendes tu posición, pensé que serías un poco más inépto —declaró Manyuda y arrojó un par de cuatro. —Igualmente no habrías ganado, me pregunto cuánto más podrás mantenerte de esta forma —continuó diciendo, arrogantemente.

—son 93 fichas para Kaede-san y 15 para Gokú-san, siguiente turno! —dijo y nuevamente barajó los naipes y repartió las manos, la cuota inicial de tres fichas se dio y Gokú descartó una carta de 5 y tomó un naipe más y al tomarlo no evitó abrir sus ojos , Manyuda lo notó y su la situación no parecía ser muy buena pues entre sus dedos sostenía un cerdo de 4 y 8, después de haber descartado un 3 de de diamantes.

—apostaré cinco fichas —dijo gokú y empujó los objetos al frente. 

—Es claro que tiene una buena mano, seguramente es una marca de buen valor o un par —Manyuda pensó y empujó 6 fichas —¡Pero no importa que tan buena sea tu mano si no tienes apuesta que la respalde! —continuó analizando, lo más prudente sería dejar pasar la apuesta con la cuota mínima y pasar al siguiente turno, sin embargo gokú empujó un par de fichas más.

—son 7 en total —dijo él aumentando la apuesta, algo que desconcertó a Saotome y a todos.

—Son 8 en total —dijo Manyuda empujando más objetos.  era casi como si le incitase a aumentar la apuesta y a elegir lo que él quería así mismo como la primera ronda, no tenía sentido que aumentase la apuesta si al final su mano fuese muy buena, claro que no y de ninguna forma; a no ser que haya tenido una mala mano desde el inicio y quiera utilizar la misma táctica del primer turno, tal vez sea un cerdo, pero aunque sea así, la carta alta o más baja será la ganadora, las únicas posibilidades que Gokú tenía era con una marca, si se arriesgaría solo sería con una de un valor no muy alto ni muy bajo que le permita beneficiarse de la suerte.

—Creo que son 10 en total —dijo gokú rascando su cabeza y aumentando la apuesta, Manyuda le miró fijamente, era obvio que Gokú no era como Yumeko que es una ludópata que solo goza del placer que apostar le causa, este chico y todas sus victorias, parecen solo basarse en la suerte de alguna manera y es lo único con lo que cuenta ahora.

—Que sean 14 —exclamó Manyuda y empujó toda esa cantidad, fue la presión lo que quería infundir en Gokú y cuando el Son empujó todas sus fichas supo que era como él lo especulaba.

—Manyuda-san ¿desea elevar la apuesta? —preguntó la enmascarada. 

—No. —Respondió él. —Veamos con lo que Son Gokú nos puede sorprender —continuó declarando el pelinegro y todos mostraron confusión ante eso.

—¿De verdad me dejarás decidir la mano? —cuestionó Gokú, pero el pelinegro no respondió, solo se limitó a ajustar sus gafas, pues en su mente estaba seguro que Goku iría por la mano más fuerte esta vez y aunque perdiese, reconocería que Son Gokú está completamente a su disposición.

—las apuestas se cierran, ¿cuál será la mano que escogerá Gokú-san? —preguntó la enmascarada y el chico sonrió.

—Escogeré la mano débil —respondió no evitando sorprender a Manyuda, pero tampoco fue mucha la sorpresa, después de todo, a la perspectiva de Gokú solo tiene 50 por ciento de acertar con una marca, eso corroboraba toda suposición.

—Está bien, revelen sus cartas! —exclamó la vicepresidente y ambos mostraron sus manos, fue entonces que los ojos de Manyuda se abrieron con total sorpresa.

—Vaya, por un momento pensé que perdería —exclamó Gokú bastante feliz, pues su mano era un cerdo de 5 y 2, no era ninguna marca, ¡¿le había apostado todo a un cerdo?!.

—Son Gokú ahora tiene un total de 29 fichas, Manyuda-san cuenta con 79 —informó la enmascarada.

—vamos con la cuarta ronda —habló una vez más la repartidora y barajó las cartas otra vez y repartió los naipes, esta vez a manyuda descartó toda su mano, pues fue un cerdo de 7 y 9, una mano débil.

—Apuesto 5 fichas en total —dijo Gokú y empujó los objetos, Gokú no habría descartado ninguna de sus cartas y se mantuvo con la primera mano que se le repartió.

—serán 10 —dijo Manyuda, pero sorpresivamente Gokú esta vez no igualó.

—¿será débil o fuerte? —preguntó la vicepresidente.

—Será débil —exclamó y mostró su cerdo, sin embargo la historia se repitió, pues la mano de gokú era un cerdo también, sin embargo los números eran 4 y 6, había ganado otra vez, ahora con 39 fichas en su bolsillo.

—¿Qué es esto? —pensó Manyuda, pues todas las rondas que implicaban una apuesta significativamente grande las había perdido, no era esto una simple coincidencia teniendo él la ventaja de todo, era casi como si Gokú supiese exactamente qué mano tenía.

—Vaya, ahí está el Son-kun contra el que quiero apostar... —dijo yumeko y empezó a frotar sus piernas otra vez y Saotome le miró con poco ánimo, pero eso no le hizo borrar la esperanza que tenía, si esto continuaba así posiblemente haya una oportunidad.

Continuará...


Fin del capítulo 17.

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