Capitulo 9


Pasaron varios días viajando y parando de motel en motel, Emma se había vuelto más reservada que nunca e Isaac no sabía qué hacer, no hablaba y no quería comer, lo único que hacía era mirar la foto de Castiel y llorar.

Cuando llegaron a un pueblo alejado de todo ahí decidieron quedarse, alquilaron una casa y dijeron que eran una pareja recién casada y que sus nombres eran Emma e Isaac Samdars.

Isaac pensó que con el pasar del tiempo Emma iba a mejorar, pero no era así. Ese día decidió que ya era suficiente sufrimiento, ella tenía que prepararse o muchos más iban a morir.

Emma estaba dormida abrazada a su almohada cuando Isaac entra a la habitación vestido con ropa deportiva.

-Arriba- le tiro su ropa- Basta Emma, tenemos que seguir con tu entrenamiento, no quiero perderte y si sigues así no vas a terminar bien, ellos nos llevan ventaja por ahora. Eres mucho más fuerte de lo que crees, lo que hiciste ese día lo demostró- Isaac empieza a abrir las ventanas- tienes que levantarte y ponerte firme en que vas a mejorar.

-Lo único que quiero hacer es morirme- Emma se tapa la cabeza con la almohada

-Jamás digas eso- Isaac le saca la cobija, la levanta en brazos y la lleva hasta la regadera, la metió y le abrió la lluvia. Emma pega un grito porque el agua estaba fría- vas a ver cómo te vas a levantar de la cama vos la próxima vez.

Isaac la dejo bañarse mientras el preparaba el desayuno, cuando Emma llego a la cocina el ya estaba sentado desayunando, ella se sienta a su lado y toma el cereal y se lo sirve en un plato junto con leche. Ambos desayunan en silencio. Isaac junta los platos y los deja sobre la mesada de la cocina.

-¿Ya estas lista?- Le pregunta

-Si- Emma lo mira y sonríe- No tiene sentido seguir llorando.

-Ok, Vamos- Isaac abre la puerta de la casa y le hace una señal para que salga ella primero. Cuando llegan al patio había varias cosas para entrenar, lo primero que vio Emma fue una bolsa de boxeo, fue allí y empezó a darle pequeños golpes.

Primero empezaron despacio pero fueron aumentando en fuerza, todas las mañanas cuando nadie los veían salían a correr, después de desayunar entrenaban y durante la tarde Isaac le enseñaba hechizos y a controlar los elementos. El viento era lo más fácil igual que la tierra, pero tenía problemas con el agua y el fuego, un día prendió fuego una planta que había en el patio y tuvieron que venir los bomberos.

Una vez a la semana se juntaban con los vecinos y fingían ser una familia. La relación entre ellos dos se había enfriado un poco ya que Emma no dejaba que el durmiera con ella.

(3 Meses después.)

-No quiero juntarme con los Maxson- Emma se queja mientras se intenta prender el vestido rojo que Isaac le había regalado- Elena es insoportable

-No te quejes tanto- Isaac se acerca y estaba muy guapo, el se pone tras de Emma y le sube el cierra- Estas Guapísima- Se acerca y le da un beso, era la primera vez en varios meses en que Emma no le giraba la cara.

Ambos salen de la casa y suben a la camioneta, manejan hasta la casa de los Maxson, Isaac da la vuelta, le abre la puerta, y le tiende la mano para ayudarla a bajar ya que sus zapatos eran muy altos.

-Nos vemos ridículos- Emma estaba muy enojada- tengo mejores cosas que hacer, que estar aquí fingiendo que somos una pareja casada que vamos a vivir felices para siempre.

Isaac la mira seriamente y le suelta la mano, su comentario le había lastimado. Golpean la puerta y Elena los atiende, Emma puso su mejor sonrisa.

-Emma- Elena la saluda

-Hola Elena, ¡Perdón por llegar tarde! Es que no sabía que ponerme- Emma le sonríe falsamente.

-Esta bellísima, ese color te queda como un diamante- Elena le agarra del brazo y la lleva al comedor donde había varias personas.

Todas las mujeres hablaban mientras que los hombres se fueron a una sala a parte a tomar unos tragos, Isaac era una persona muy sociable, el pegaba onda con cualquiera. Emma decía que él se llevaba bien hasta con las piedras.

Cuando se estaban por sentar a comer tocaron el timbre

-Debe de ser el nuevo vecino- Dice Elena mientras sale para la puerta.

Emma se sentó junto a Isaac, esta le toma la mano y le da un tierno beso en los labios susurrando un perdón.

En cuanto Elena llega con el invitado sorpresa Emma empieza a sentirse rara, lo mira y era un hombre de unos 32 años, rubio y con unos ojos que la hipnotizaron en cuanto se posaron en ella.

-El es Lucas Klain- Elena lo presenta y todos se levantan a saludarlo y presentarse.

Isaac se levanta y le tiende la mano a Emma para ayudarla a levantarse, pero esta no dejaba de mirar al nuevo invitado.

-¿Te sientes bien?- Isaac se acerca a Emma y le habla al oído

Emma lo mira y se desmaya, Isaac la agarra antes de que se caiga y todos se acercan.

-¿Qué paso?- Pregunto Elena asustada.

-No se- Isaac la miraba preocupado- Emma despierta- Le golpea despacio la mejilla- Emma mi amor- no entendía lo que estaba pasando.

-Yo soy doctor- Entonces el nuevo invitado llega a su lado y le agarra la mano a Emma y le empieza a tomar el pulso- Llevémosla al sillón para que pueda revisarla

Isaac la levanta en sus brazos y la lleva al sillón, allí la deposita suavemente y el doctor la empieza a atender, le vuelve a tomar el pulso, en ese momento Emma respira profundo y se sienta, mira para todos lados asustada.

-¿Qué paso?- Primero miro a Isaac y después a la persona que tenia agarrada su mano.

-¿Mi amor estas bien? – Isaac se pone donde antes estaba Lucas y le agarra la mano- Te desmayaste.

Emma lo mira a los ojos con terror en ellos.

-¡Quiero irme a casa!- Emma estaba al borde del llanto.

Isaac se levanta y la ayuda a ponerse de pie, le pone su saco y se disculpa con el resto de los invitados, suben a la camioneta y salen para la casa, en todo el camino ninguno dijo nada, estuvieron en total silencio, el único sonido que se sentía era el del motor, la noche estaba muy tranquila, de pronto Isaac agarra por otro camino y Emma lo mira.

-¿Qué pasa?- Emma no entendía porque había cambiado de ruta.

Isaac no le respondió y siguió conduciendo a una gran velocidad hasta que llegaron a la casa, Emma lo mira y le agarra la mano, este se baja del vehículo y la ayuda a bajar a Emma, después sube a la camioneta y la guarda en el garaje.

Cuando ambos entraron a la casa Emma mira a Isaac a los ojos y ve que estaba serio.

-¿Qué pasa allí?- Dice Emma señalando para afuera.

-Me pareció que nos estaban siguiendo, pero no estoy seguro- se saca los zapatos y los deja al lado de la puerta- ¿Qué te paso en la cena Emma?

Entonces Emma empieza a recordar lo que había pasado.

Estaba Castiel con Emma en brazos y Anabella corriendo desesperadamente por un bosque.

-Debemos de destruirlos de una vez por todas- Dijo Anabella mientras agarraba a Castiel para que se detuvieran

-¿Pero cómo?- Castiel la miraba con terror en su mirada.

Entonces los rodean, Castiel aprieta a Emma contra su pecho intentando protegerla, los demonios desplegaron sus alas y se acercaban lentamente, entonces uno habla.

-Dennos a la niña y nadie morirá- este salió de las sombras y era el rostro de el nuevo invitado de la casa Maxson, Lucas Klain.

-No te atrevas a dar ni un paso más Kelav- Las alas de Castiel se abrieron y se puso delante de Anabella protegiéndola.

Esta saco una navaja y empezó a realizarse pequeños cortes en la palma de la mano.

-Castiel, Castiel- Kelav sonrió- no vas a poder contra todos nosotros sin resultar muerto e igualmente voy a tener a tu pequeña niña, porque no simplificas las cosas y me la das. Así yo puedo dejar contento a mi amo.

-Nunca la tendrás- La vos de Anabella salió detrás de Castiel, dio un paso adelante y mira a Castiel a los ojos de la un beso a Emma y otro a Castiel- Lo siento mucho- termina de dibujarse con la navaja en la mano y la apoya en el pecho de Castiel haciendo que este desaparezca junto con Emma, quedando ella sola junto con los demonios.

-Maldita- Kelav la agarra del cuello- ¿Dónde están?

- Lejos de ti- Emma lo mira a los ojos y agarra la navaja nuevamente, pero esta vez termino el dibujo que tenía en el vientre haciendo que una fuerte luz saliera de su interior haciendo evaporar a todos los demonios.

-¿Dónde están?- El único que había quedado era Kelav, sacudió furioso el cuerpo sin vida de Anabella.

Los ojos de Emma estaban llenos de lágrimas, Isaac la mira sin entender que era lo que estaba pasando.

-Es el- Emma lo abraza y llora en su hombro- es el culpable de la muerte de mi madre- cierra los puños y toda la casa empieza a temblar- es el que me está buscando, es el culpable de la muerte de Castiel- los adornos de los muebles se estaba cayendo, Isaac le agarra el mentón y la besa haciendo que todo volviera a la normalidad.

-Tranquila- la mira a los ojos y le seca una lágrima que caía por su mejilla- ¿Quién es?

-Lucas Klain- Lo mira con terror en los ojos- Lucas Klain es Kelav.

Isaac la mira con los ojos abiertos como dos platos, la suelta y se va a la habitación corriendo, Emma lo sigue y ve que saca las dos maletas y empieza a guardar la ropa de Emma.

-Tenemos que irnos ya- Isaac le da la otra maleta a Emma para que cargue la ropa.

-No, no vamos a volver a huir, el mato a mi madre Isaac- tira la valija al suelo- no voy a vivir huyendo- se acerca a Isaac y le agarra la mano quitándole una remera- Juntos lo vamos a derrotar y lo vamos a mandar al infierno, que es donde pertenece.

- No lo entiende el es solo un sirviente- Isaac se aleja

-¿Un sirviente de quien?- Emma lo mira

-De Lucifer- Isaac la mira a los ojos

- Los vamos a destruir a Todos, no importa quién sea- Emma le agarra la mano fuertemente- Recién ahí vamos a poder ser felices.

Isaac la abraza y la besa, ella le comienza a sacar la remera y los pantalones, él le baja el cierre del vestido y este cae al suelo dejando a Emma en ropa interior, la carga sobre sus brazos y la deposita suavemente en la cama, se saca las medias y se sube sobre Emma mientras la sigue besando.

-Te Amo- Emma dice en un susurro.

Isaac la mira a los ojos y le saca su mechón rebelde y se lo coloca detrás de la oreja. Lagrimas en los ojos de Emma empezaron a brotar, él le dio un beso en cada lagrima que caía, pero Emma se levanta de la cama y se encierra en el baño, Isaac no entendí que había pasado, así que va hasta la puerta y la golpea.

-Emma ¿Estas bien?- apoya su mano en la perilla y la gira, pero estaba cerrada, entonces apoya el oído en la puerta y siente que Emma estaba llorando del otro lado- Abre mi amor, no te alejes de vuelta, quiero ayudarte- pero Emma no respondía, el se sentó junto a la puerta y se quedo a esperar a que ella saliera, pero no salió, no se dio ni cuenta de cuando se durmió. 

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