Capitulo 13
Emma estuvo toda la noche encerrada en la habitación sentada junto a la puerta pensando en lo que estaba pasando.
Ella había dejado a Isaac y tenía que volver a empezar, pero no estaba lista todavía, no estaba lista para olvidarlo y por Max sentía una fuerte atracción, pero no estaba lista, no para empezar de vuelta, además ellos eran Nefilim y no se sabía que podía ocurrir si ellos se juntaban y si estar junto a él era malo, estaba muy confundida y frustrada.
Cuando salió de la habitación vio que Max ya no estaba del otro lado de la puerta, fue hasta la cocina y tampoco estaba, entonces ve una nota en la heladera.
"Lamento lo que paso anoche"
Max
Emma agarra su celular y le manda en mensaje diciéndole que tenían que hablar, agarro una manzana que había sobre la mesa y la limpio contra su remera y la da un gran mordiscón, estuvo toda la mañana sin noticias de Max, ya se estaba preocupando.
Le mandaba mensajes y no le contestaba, lo mismo pasaba cada vez que lo llamaba.
Cuando llego el medio día siente que un auto para fuera de la casa y sale rápidamente pero cuando abre la puerta ve que no era Max, era el auto de la policía. Emma salió de la casa y fue hasta donde estaba la patrulla.
-¿Señorita Samdars?- el policía llevaba muy mala cara
-Si, que pasa- Emma se estaba preocupando
-El señor Max Ripo ha tenido un accidente con su auto y está en el hospital- Emma no podía creer lo que estaba pasando, de pronto todo se vuelve borroso y ve al policía acercándose y agarrándola antes de que caiga en el suelo- ¿Se encuentra bien señorita?- el oficial la seguía teniendo agarrada
Emma logro enfocar la vista y acomodar toda la información en su mente.
-Si, ¿Dónde está?- estaba al punto de las lagrimas
-En el hospital del pueblo, no es nada grave- tranquiliza un poco a Emma.
Los oficiales llevaron a Emma hasta el hospital, esta se baja rápidamente de la patrulla y entra corriendo y una enfermera a detiene y le dice que Max estaba en cirugía porque en el accidente una costilla se había roto y había perforado el vaso, las lagrimas no paraban de brotar, estaba desesperada.
Otra enfermera le trajo un té y la llevaron a la sala de espera que estaba fuera del quirófano. Cuando Emma se calmo un oficial se acerco.
-¿Qué fue lo que paso?- Emma lo mira
-No lo sabemos, fue un choque entre dos autos, pero el otro auto desapareció, cuando llegamos solamente estaba el auto de el señor Ripo, estaba dado vuelta y se salvo porque llevaba el cinturón puesto, sino es muy capaz que no saliera con vida.
-¿Pero no identificaron al otro chofer?- Emma no entendía
-No, están viendo si hay algún video para ver lo que paso, pero nada y por la ruta no iba más nadie, así que no tenemos testigos- el oficial se levanta- apenas el señor Ripo esté en condiciones vamos a hablar con él.
El oficial se va y Emma queda totalmente sola, los pensamientos negativos la estaban invadiendo, entonces cerros los ojos como le había enseñado Max y empezó a pensar en algún recuerdo lindo que tuviera.
-Señorita Samdars- cuando Emma abrió los ojos se encontró con una enfermera que la miraba curiosamente- el señor Ripo ya salió de cirugía y está en el cuarto 401.
Emma se levanta y sale disparando hacia la habitación. Al entrar ve que Max está despierto y hay varios doctores a su alrededor con cara de sorpresa por su rápida recuperación, en cuanto Emma posas sus ojos en los ojos de él, este le guiña un ojo y todas las personas a su alrededor desaparecen, Emma va hasta su lado y lo abraza.
-¿Estas bien?- Emma lo mira inspeccionándolo- ¿Qué fue lo que paso?
-Emma, debemos irnos- Max sale de la cama y Emma se queda mirándolo- escúchame Emma nosotras sanamos rápido, y lo que me paso no fue un conductor cualquiera, me estaban persiguiendo.
-¿Quiénes eran?- Emma lo mira asustada.
Max no le contesto, en cambio, la agarro de la mano y ambos salieron rápidamente del hospital y se roban una patrulla policiaca, llegan al campo y se bajan rápidamente a cargar todas las cosas, Emma cargo todo mientras Max quemaba todas las pruebas de que ellos estaban ahí, cuando terminaron se subieron al auto y salen rápidamente.
Max iba conduciendo mientras Emma dormía en el haciendo del acompañante, cuando se despertó ya era de día y vio que estaban llegando a una ciudad que le resulto conocida.
-¿Dónde estamos?- Emma se levanta del asiento y ve que Max estaba tomando un café- ¿Para mí no hay?
Max la mira y se ríe- Estamos volviendo a tu casa Emma, tienes que destruir tus demonios para poder llegar al poder máximo.
-¿Qué?- Emma mira de vuelta para afuera y ve que estaban en la entrada de tu casa, o lo que quedaba de ella, las llamas habían consumido casi todo, lo único que seguía firme y tal cual como estaba era la casa del árbol.
Emma se baja y va hasta la puerta de la casa, la cual ya no existía, entra adentro y ve que las llamas no dejaron casi nada, los muebles estaban totalmente quemado o la mayoría.
-No quiero estar aquí- Emma se da la vuelta para salir pero Max la detiene
-Emma, tienes que hacerlo- él le agarra la mano y la lleva hasta afuera- escúchame, no lo tienes que hacer no es nada fácil, ¿Te acuerdas cuando me contaste lo que te había pasado en el brazo?- Emma afirma con la cabeza- eso, es tu demonio interno, es difícil de explicar, pero tienes que vencerlo y vas a notar el cambio.
-¿Pero cómo lo voy a hacer?- Emma no entendía nada de lo que él le estaba diciendo
-Escúchame- Max saca de su pantalón una pluma negra- No debes de temerle, el nunca te va a matar, solamente va a intentar defenderse.
-La última vez me quiso matar- Emma estaba entrando en pánico
-No fue así, si tu mueres, el también lo va a hacer- Max vuelve a guardar la pluma y se va hasta el auto, cuando vuelve trae en la mano una pequeña espada color plata- estas es la espada de un Ángel Emma, es lo único que puede matar a eso.
-No estoy lista- Emma se va dejándolo solo.
Las horas pasaban y Max no tenía noticias de Emma, se estaba haciendo de noche cuando ella volvió a la casa.
-Mi padre me dijo que nunca tocara de vuelta una pluma- Emma había recordado lo que Castiel le había dicho ese día en que encontró la pluma en su habitación.
-Escúchame Emma, si no quieres no lo hagas, pero muchas personas morirán si no podemos controlar nuestros poderes- Max estaba realmente serio- el día que cumplamos 23 años el cambio va a ocurrir.
-¿Cumplamos?- Emma nunca le había dicho el día de su cumpleaños
-Emma, no es coincidencia que los dos tengamos la marca, nacimos el mismo día a la misma hora- todo se estaba volviendo cada vez más confuso- ese día el poder va a venir, y si no lo puedes controlar al cien por ciento te va a consumir.
Emma tenía miedo, entonces tomo coraje y con un pañuelo agarro la pluma que Max le daba, le envolvió y se la metió en el bolsillo, después subió a la casa del árbol y cuando ve que Max subía tras de ella lo freno.
-Lo voy a hacer sola- estaba decidida, pero seguía con miedo, subió a la casita y ve una foto de ella junto a Isaac y recordó los momentos que habían pasado ahí arriba, las lagrimas caían por su mejilla, Emma se las seca con la manga y ve su celular, marca el numero de Isaac, rogando que no contestara, pero él respondió.
-Mi amor, por fin- Se escucha como un automóvil se detiene- Dime donde estas y voy inmediatamente hacia allí.
-Te amo y no puedo dejar que mueras por mi culpa, ya demasiadas personas lo han hecho, tengo que hacerlo y si no vuelvo solo quiero que sepas que siempre te ame- La voz de Emma se estaba cortando por las lagrima
-Escúchame Emma- La voz de Isaac se escuchaba preocupada- si no puedo estar a tu lado nada me importa. No puedo vivir sin ti, siento como que se me sale el corazón del pecho, no puedo seguir así- Emma no contestaba porque estaba llorando- Dime donde estas.
-Estoy en casa- Emma corta el celular antes de que Isaac le vuelva a hablar.
Saca la pluma de su bolsilla y la agarra con la mano
Todo a su alrededor se vuelve oscuro y la gran luz blanca se acerca a la casa del árbol, Emma se baja rápidamente y va en busca de Max, pero él no estaba, todo estaba realmente oscuro, entonces Emma mira para el cielo y este era rojo, Emma se detiene y toma coraje, se da la vuelta y enfrente a aquella extraña figura, toma fuertemente la espada y se le para al frente.
-¿Quién eres?- Emma da el primer golpe que esta lo esquiva con gran agilidad y da un paso para atrás, Emma volvió a empuñar la espada y vuelve a atacar, pero sin suerte, entonces recuerda lo que Max le había dicho, debía utilizar los elementos, lo primero que hizo fue invocar al viento y este salió disparado contra el oponente, después lo ataco con fuego, le tiro una gran bola que estalla contra el pecho, siguió por el agua y por ultimo hizo que la tierra temblara, haciéndolo caer al suelo, cosa que Emma aprovecho para lanzársele arriba y cuando estaba por clavar su espada, la luz se apaga y deja ver la figura, era ella misma, Emma no podía creer lo que veían sus ojos, era igual a ella, pero a la vez lo opuesto, no era colorada como ella, sino que su pelo era negro y sus ojos también, su vestimenta había cambiado, ya no llevaba una armadura, sino que tenía un largo vestido blanco, Emma se levanto y empezó a retroceder, no podía pelear contra ella misma, no podía matar a su reflejo. Nadie la había preparado para esto- ¿Qué es esto?- Emma cae de rodilla en el piso y se agarra la cabeza con las dos manos.
-Soy tu- La Emma opuesta hablo por primera vez- soy todos tus demonios internos, soy todo el mal que existe en tu interior, soy tus miedos, tus sentimientos, soy tu alma...
-No entiendo, me dijeron que debía vencerte- Emma estaba muy confundida- No puedo matarte.
-No debes matarme, debes vencer tus demonios, debes vencer tus miedos- esta se acerca y la ayuda a levantarse.
-No sé cómo- Emma estaba realmente perdida con respecto a lo que tenía que hacer, en ese momento unas imágenes se empezaron a visualizar a su alrededor, entonces Emma pudo ver a Castiel- Papá, perdóname- Emma sale corriendo hasta su lado, pero cuando va a abrazarlo él se desvanece en sus brazos, entonces ella se queda mirando y a su lado aparece Roberto, las lagrimas empezaron a bajar por sus mejillas, entonces siguen apareciendo figuras, una fue Maria, esto estaba matando a Emma, pero la última fue la que la derrumbo, era su madre, estaba al lado de Castiel mirándola, Emma cae de rodilla frente a ellos y rompe en llanto- Lo lamento mucho
-¿Emma, que es lo que lamentas?- la Emma opuesta la interrumpe
-¿Qué?- Emma no entendía a lo que refería
-¿Qué es lo que lamentas?- ella la obligo a levantarse
-Que todos ellos murieron por mi culpa y fue en vano, porque no estoy lista- Todo a su alrededor estaba empezando a temblar- Mi madre murió por protegerme, a Padre lo mataron al igual que a Robert y a Maria yo fui quien la mato, al borrarle los recuerdos y no sirvió para nada, ni siquiera sé lo que estoy haciendo en este estúpido lugar- la voz de Emma cada vez estaba más fuerte, hasta que al último fue un grito y todas las plantas a su alrededor se prendieron fuego.
-Emma mi amor- Anabella estira la mano y le toca la mejilla, pero Emma no sintió nada- Nadie murió en vano.
-Todos decidimos protegerte con nuestras vidas- Castiel se puso a su lado- y cuando morimos fue para que tu vivieras, para que tu tuvieras un futuro.
-No puedes bajar los brazos ahora- Robert la miraba y le guiño un ojo como el siempre hacia
-Y a mí no me mataste Emma, si me borraste la memoria fue para protegerme, no es fácil lo que hiciste- Maria la mira a los ojos y estaba al punto del llanto
-Emma, dejarte de niña fue la decisión más difícil que he tenido que tomar, pero cuando lo hice fue para poder verte crecer, porque nunca me fui de tu lado- Cada vez que Anabella hablaba Emma lloraba, había perdido a su madre de muy pequeña.
-Emma desde el día que llegaste a mi vida, todo lo que hice fue para protegerte y realmente estoy feliz de haber muerto protegiéndote, te Amo Emma- Robert se desvaneció.
-Gracias Emma por ser mi hija por todos estos años, tu completaste mi vida, Te amo hija- Maria fue la siguiente en irse
-Debes de dejar de culparte por todo- Castiel la regala una sonrisa- quiero verte Feliz Emma, quiero verte destruirlos a todos, quiero que vivas, te amo princesa- y la figura de Castiel también desapareció.
Las lagrimas de Emma cesaron y en cambio una sonrisa estaba apareciendo, Anabella la mira con cara de orgullo.
-Es increíble en la mujer que te has convertido, lamento no haber estado ahí para ti, pero sé que en mejores manos no podrías haber estado, Maria te amo como yo te habría amado hija- una lagrima cae por el rostro de su madre- ahora debes de ser valiente Emma, el camino que queda es largo y difícil, y debes apoyarte en las personas a tu alrededor para poder seguir adelante, no las alejes, sola no vas a poder seguir- entonces le volvió a tocar la mejilla y esta vez Emma si la sintió y cuando le agarro la mano la podía tocar, entonces va hasta su lado y la abraza fuertemente- Te amo desde el primer día en el que te tuve en mis brazos hasta el día que mueras, nosotros vamos a estar a tu lado en todo momento aunque no nos puedas ver- entonces Anabella empieza a desvanecerse
-No te vayas mamá, me haces mucha falta- Emma la abraza más fuerte.
-Debes dejarme ir Emma, ya es hora de que vuelvas a la realidad a cumplir con tu destino. Te amo- la figura de Anabella desaparece completamente dejando a Emma abrazando el aire y llorando.
Al abrir los ojos ve que todo a su alrededor estaba tomando colores, las plantas eran verdes, el cielo azul y había mucha luz, entonces Emma se da la vuelta buscando a su alma y la ve, ahora su pelo había cambiado, estaba colorado y sus ojos eran color miel, ella la mira y le sonríe.
-Ya esta lista- una fuerteluz ciega los ojos de Emma.
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