CAPITULO 30-


NARRA LUCIA.

Estaba aturdida, desorientada, después del desagradable incidente con Daniel y Nathan salí corriendo, me despedí con la mayor entereza posible y después de recibir las felicitaciones de los que estaban allí puse una excusa tonta y me dirigi enfadada hasta el coche, quizás en otra situación le hubiese dado la razón, si Daniel se hubiese dirigido de una forma más cariñosa o se propasase conmigo, pero no, nada de eso pasó, todo lo contrario, parecía frío, como si el día de la boda nunca hubiésemos tenido ese encuentro el cual me ha dejado más tocada de lo que pensaba,

Todavía no había comprendido como Nathan hizo eso, ha mentido, ha dicho que estaba embarazada cuando no lo estoy, no entiendo nada ¿Cómo se atreve a hacer eso? No entiendo como es capaz de meterse en mi vida, porque así lo es, ¿Por qué lo hizo? ¿Estaba celoso? Creo que tendrá que darme explicaciones, no voy a permitir ni un engaño, y más cuando terminé lo que tenía con Dani por eso mismo.

El inglés entró en el coche, se tocó la nuca, me miró para después poner las manos en el volante, estaba nervioso, en el fondo sabía que había metido la pata, me miró entristecido, cerró sus ojitos, para posteriormente arrancar el coche, lo conozco, ahora está arrepentido, y comienza a darme un poquito de lástima porque se sentirá culpable... pero otra parte de mí me hace estar enfadada, lo que hizo está mal...

- ¿vas a estar callada todo el tiempo? – cuestionó mordiéndose el labio, sabía que algo va mal, es listo, normalmente no suele tomar la iniciativa, y una de las raras ocasiones que lo hace es cuando sabe que estoy mal- has salido del internado corriendo – se paró y suspiró- muñequita te quiero – no, ahora no, no puede hacer como si no hubiese pasado nada, como si todo estuviese bien-

- ¿Por qué? – me atreví a preguntar cuando frenaba delante de un semáforo- ¿Por qué has dicho que estaba embarazada? ¿Cómo se te ha ocurrido? Y lo que es más grave, ¿Por qué querías molestar a Daniel? – al pronunciar esas averiguaciones el inglés resopló- estoy segura que lo hiciste por él, desde que lo vimos no le quitaste ojo, me he dado cuenta Nathan...

- Estaba celoso ¿vale? – confesó sin ningún rodeo- estaba muy celoso, y lo hice mal, no estás embarazada, pero te estaba comiendo con los ojos – dio un manotazo en volante- ¿no te dabas cuenta como te miraba?- interrogó jadeando y yo negué con la cabeza- No te apartaba la mirada en ningún segundo, observaba cada paso, cada gesto, es Daniel Oviedo el chico del que estás enamorada, tu primo, ese con el que todavía sueñas- en eso llevaba razón, pero no era para hacer lo que hizo- me sentía mal, quizás esa no era la solución a nada pero...

- Genial, y para evitar tus celos dices que estoy embarazada – le rebatí nerviosa- todo muy normal Nathan – ironicé- ¿Qué será la próximo? ¿en la próxima comida relataras como hacemos el amor? ¿Cómo me besas? – inquirí enfadada, y cada vez lo estaba más- y lo peor de todos que vinimos aquí por ti, ¿recuerdas? Yo no quería volver, tú quisiste que nos casáramos aquí...

- Yo lo siento – habló cabizbajo- solo te puedo decir que estoy muy avergonzado por lo que hice, yo no pensé, mi interior poseyó mi cuerpo, no era consciente de lo que hacía – se excusó arrepentido, y si lo quería perdonar, pero joder, esto es muy fuerte ¿no?-

- Con un lo siento no se arregla nada – contradije y el tragó saliva- mi madre, Jesús... todos están felices con la noticia, ¿Quién le devolverá la ilusión a esos pobres desgraciados cuando se enteren? Ellos no tienen la culpa de tus celos, y encima infundados – lo estaba haciendo sentir muy mal, estaba a punto de llorar lo notaba en sus ojos, pero, lo que ha hecho está muy mal-

- I'm sorry – se volvió a disculpar, con poca voz esta vez en inglés cuando empieza a mezclar los idiomas es que en su interior algo no va bien - si quieres hablo con ellos – tomó la iniciativa seguro- no sé diré que fue un error , un malentendido... no sé, pero no quiero que esto afecte en nuestra relación – creo que se piensa que lo voy dejar, y me da pena, pero...- muñequita...

- Y sabes lo peor de todo – lo interrumpí- lo más doloroso es que no confías en mí – al reprocharle eso negó varias veces con la cabeza- nos acabamos de casar y no estás seguro de mí – le revelé triste- Nathan, aunque me mire, aunque según tú me quiera comer con los ojos, estoy contigo, te elegí a ti para casarme, quiero pasar mi vida a tu lado porque me haces feliz – al decir esto parece que se tranquilizó un poco, es como un gatito pequeño, le escuchaba un leve roneo, ese sonido que sueltan los gatos cuando están contentos- pero no me gusta lo que has hecho hoy, de verdad...

- Estoy arrepentido - ¿pero este chico solo sabía decir eso?- quizás he visto cosas donde no las hay, quizás es el miedo a perderte – se quedó parado pensando, se mojó sus labios mientras seguía conduciendo- o quizás es que vi la carta el día de nuestra boda - ¿Cómo? No puede ser, la carta que me escribió Daniel, en a que me decía que me fuera con él, no, esto no puede pasar, le he reprochado algo, cuando soy la primera que no lo cumplió, ahora quisiera que me tragase la tierra- tu padre me dijo que él estuvo en casa borracho antes de tú llegar a la iglesia – me descubrió, mientras estacionaba el coche delante de la puerta de casa- tengo miedo que me dejes... él es guapo, tu amor, tu primo, el chico de la que llevas enamorada desde que eras una cría, y mírame, solo soy un inglés tonto – señaló su cuerpo, su cara- tonto y celoso, por no confiar en la chica de la que está enamorado desde que la vio en el internado – se refería a mí, me regaló una pequeña sonrisa al recordar- lo siento, prometo que no me volveré a poner así – me miró con carita triste- y aunque quiero tener muchos bebés contigo, no diré más algo para joder a Daniel – cada vez estábamos más cerca, solo unos centímetro separaban nuestros rostros-

- Nathan yo... – pero me puso su dedo índice en mis labios, haciendo que no pudiese continuar, le quería explicar que me fui con él, y decirle que me quedaría con él el resto de nuestras vidas-

- No digas nada, muñequita, no rompas este precioso momento mágico – me pidió para quitar su dedo, para justo después posar sus labios con los míos-

A continuación metimos nuestras maletas en la casa, Silvia nos recibió con una sonrisa, y ayudó a mi marido a meterlas dentro. No sé el tiempo que nos queda aquí, pero estoy deseosa de volver de nuevo con papá, aunque estoy segura que volverá muy pronto, creo que tiene una cuenta pendiente aquí. Sin esperarlo el móvil sonó, miré la pantalla y era Emily, seguramente ya sabría qué habríamos llegado, y rápidamente pulsé el botón de aceptar.

- Amiga – grité nada más descolgar- tenía ganas de hablar contigo – dije metiéndome al baño, para hablar más tranquila, a ella no la podía mentir, y si me preguntaba por la verdad del embarazo le contaría la verdad-

- Pues yo más – chilló al otro lado del teléfono- ¿Cómo no me contaste que estabas embarazada? ¿Cómo te ha ido en el viaje? Necesito que vengas a casa, y me cuentes todo, todo – repitió graciosa, sin dejarme preguntar por el niño-

- Voy – le contesté triste, necesitaba contarle toda la verdad- pero quedemos mejor en la cafetería de al lado de tu casa – le pedí para no encontrarme con Daniel- 

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ME VAIS A MATAR, LUCIA PERDONA A NATHAN DESPUES DE TODO, PERO ES QUE ES MUY MONO, ME PARECE MUY PEQUEÑOO Y ES CIERTO HA HECHO ESO PERO... NO SÉ, ME PARECE QUE ASÍ ERA LA UNICA MANERA DE SEGUIR CON LUCÍA Y ALEJAR A DANI... Y LUCIA HIZO EL MISMO DÍA DE SU BODA SE BESÓ CON DANI... NO SÉ

¿QUE OS PARECE TODO ESTO? ¿OS ESTÁ GUSTANDO? SE AVECINA MUCHO SALSEO, SOLO DIGO ESO JIJIJIJ... 

PERDONADME POR SUBIR TAN DE VEZ EN CUANDO DE VERDAD, LO SIENTO, ESPERO SUBIR PRONTITO, MUCHAS GRACIAS POR TODO VUESTRO APOYO QUE PESE A TODO ME SEGUIS MOSTRANDO, GRACIAS. 

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