CAPITULO 29


1 SEMANA MÁS TARDE.

NARRA LUCIA.

Y aunque parezca mentira ya ha pasado una semana, 7 días de amor, de pasión, de risas, de diversión, 168 horas junto a mi marido, y sí aún me cuesta pensarlo así, pero es cierto soy suya, y él es mío, nos pertenecemos, y espero que eso siga por muchos años. 10080 minutos de desenfreno, de caricias, y de confesiones debajo de la luna. Pero también han sido 604800 segundos de paseos en la orilla de la playa, 5 amaneceres y atardeceres idílicos, y sobre todo con la persona que quiero.

Pero como nada es eterno, estamos de vuelta, nuestra luna de miel ha llegado a su fin, pero no con eso se evaporará nuestro amor, porque sí con cada roce, con cada te quiero, con sus actos, me hacen ver que lo amo más que el minuto anterior, que poco a poco me hace olvidar a Daniel, aunque muy en el fondo siga adentro de mi corazón, porque haya intentando hacer borrón y cuenta nueva, está en mis pensamientos, y eso me hace reflexionar y no saber discernir si es un sueño sublime, o una pesadilla.

Pero pese a eso, la felicidad sobresalía por todos nuestros poros, cada segundo que paso junto a Nathan muestra lo especial que es, que sigue siendo un bebé muy grande, a caso ¿un adulto se hace fotos con todos Micky Mousee, Minnie, Pluto, y demás personajes de películas de dibujos cuando está en su luna de miel? Cuando los vio se le iluminó su cara, me hizo un gesto con su mano que se podía ir, y me puso cara de cachorrito, y a eso no me pude negar, no... fue corriendo hasta sus ídolos, espero su turno junto a miles de niños, y cuando estuvo junto a ellos los abrazó como si no hubiese un mañana. Al verlo me reí, pero rápidamente me di cuenta que querría una foto de recuerdo, y se la hice, eso me hace indicar que es un niño muy pequeño, ¿Cuántos años tiene?

Bueno también lo pude confirmar cuando pasamos por una heladería y se puso pegando al escaparate mirando con ojitos golosones el interior, se relamió al ver el heleado de chocolate y ahí no me pude negar...

Ahora estamos en el aeropuerto, terminando de coger nuestras maletas para volver a casa, ha sido un viaje largo, más de doce horas, pero me ha dado para reflexionar y quién sabe si entender muchas cosas, él ha estado dormido la mayoría del tiempo, pero yo en un avión no puedo pegar ojo, incluso podría asegurar que me da un poquito de miedo, pero como él tenía tantas ganas de ir al Caribe no pude negarme... y sí cumplió su promesa, ha sido la mejor semana de mi vida...

- Muñequita – me llamó cuando tenía todas las maletas en su poder- podemos volver a casa – me anunció calmado, muy a diferencia del día que emprendimos nuestro viaje- estás bellísima – me quitó un mechón de la cara y lo metió tras mi oreja- te quiero muchísimo, pequeña...

- Yo también Nat – lo llamé así y rió, para de repente empezar a ponerse rojo- ¿Qué te pasa bebé? – pregunté mientras estaba avergonzado-

- Muñequita, lo que pasó con Micky y Pluto no lo cuentes - ¿Qué le pasa ahora? Mi niño- fue un poco inmaduro, pero estaban allí, estaban allí – comenzó a dar saltitos rememorando su pequeña hazaña- yo siempre quise ir a Dysneyland París, pero nunca me llevaron – habló con pena- papá y mamá siempre estaban muy ocupados...

- Bebe, pues yo te llevaré – al decirle eso se le iluminó la cara, y en sus labios gesticulo un pequeño ¿en serio?- sacaré las entradas e iremos al que está en París, cuando tengas unos días libres en la empresa vamos, te lo prometo – sus ojos estaban llenos de placidez , se notaba que la idea le encantaba-

- Bien, bien – siguió dando saltitos, mientras movía sus brazos y gritando, estábamos para vernos, bueno sin contar que había dejado las maletas a un lado, este chico es de lo que no hay- ¿e iremos al castillo de Dysney? ¿y veremos a Aladdin, la Cenicienta, Blancanieves, La bella durmiente? – interrogaba sin dejarme contestar, una detrás de otra, todo provocado por la felicidad que le causaba, claro por todo esto no quería un bebé cuando se lo propuse, él es un bebé tierno, y aunque se quiera hacer el fuerte y protegerme, primero lo deben hacer con él-

- Iremos a todos los que quieras y más – le di un beso en sus labios, podría asegurar ahora mismo que todo el aeropuerto nos mira, normal-pero ahora coge las maletas, y vamos de vuelta a casa, mi pequeño – le toqué la cabecita, y volvimos a pegar nuestros labios-

Nos montamos en el taxi, Nathan había decidido por mí que tenía que ir a visitar a mi familia, sin que yo lo supiera les había comprado varios regalos que se los quería dar, estaba más entusiasmado con mi gente que yo, en su cara irradiaba una felicidad que la contagiaba haya por donde fuera. Me lleva agarrada por la mano, casi sin hablar lo podía entender lo que me quiere decir, así despeinadito y con una sonrisa maliciosa que le encendía la cara de vez en cuando parecía aún más adorable.

En un abrir y cerrar de ojos llegamos, el inglés llamó al timbre convencido. Se relamió su labio, y se arrascó la nuca en el tiempo que abría, cada vez que se pone nervioso hace eso. Pero afortunadamente parecía que eso iba a ocurrir ya.

- Hija, Nathan – mi madre nos abrazó al vernos- ¿ya habéis llegado? Mi niña, mi pequeña – me toquiteó el pelo- ¿Cómo os lo habéis pasado? ¿Qué tal? – nos bombardeó a preguntas-

- Muy bien mamá – le contesté segura, mientras ahora mi madre le daba dos besos a mi marido- ha sido una experiencia preciosa, que espero repetir pronto – el inglés confirmó con su cabeza, y mi madre abrió la puerta para que pudiéramos adentrarnos en el internado-

- ¿Tarta? ¿has hecho tarta? – olisqueando, y esperando una respuesta afirmativa preguntó- si has hecho quiero – corriendo mi madre nos llevó a la cocina, había más gente, lo podía intuir por el barullo de afuera-

- ¿mama hay alguien más? – cuestioné empezando a echar aire por la calor-

- Sí nena, están ahí tus primos – al decir eso mi corazón se encogió, no quiero volver a encontrarme con Daniel, no puedo, no ahora que vuelvo a estar feliz no, desde aquella carta no tuve contacto con él, hace una semana que lo he intentado olvidar, pero no he podido, mi marido se dio cuenta de mi cara, se acercó a mi oído y me susurro un leve "Tranquila, no pasa nada, te protegeré"-

Sin decir nada más, nos fuimos hasta el salón, y allí estaban ellos, a diferencia de otros días María, la novia de Daniel no estaba, rápidamente Celia y Jesús vinieron a besarme, a mi amiga ya se le empezaba a notar su tripita de embarazada, se la toqué y esta pareció sonreír.

- Oh, necesito que me cuentes todo – dijo Celia mientras me besaba- ya que este simio mugriento no me lleva de vacaciones – señaló a mi primo y el mencionado empezó a suspirar y doblar sus ojos en forma de fastidio-

- No ha pasado nada reseñable, tranquila – mientras tanto el inglés sacó los regalos de cada uno de la maleta, y ahora fue Jesús el que se acercó a saludarme con cariño-

- Hola primita – me besó, y me dio un pequeño masaje en la espalda, Daniel seguía inmóvil, su mirada estaba fija en mí, no podía quitarme ojo, el inglés pareció darse cuenta, me cogió por mi cintura y puso su cara en mi hombro-

- Estamos muy felices – comenzó a decir, Daniel se mordió su labio, ¿realmente estaba haciendo Nathan lo que creo?- nos lo hemos pasado muy bien – estoy segura que ahora estará poniendo una sonrisa lujuriosa – ha sido una semana muy buena, y repetiremos – Daniel se levantó, parecía que quería abandonar la sala le echó una mirada de odio a mi esposo, y este se dio cuenta, en un principio creía que no me saludaría, pero finalmente se acercó-

- Me alegro que seáis muy felices Lucía – comentó poco convencido, al acercarse el inglés apretó mi agarre y me besó con pasión, joder no quiero que vayan a pelear, no pueden empezar ahora, estoy segura que Daniel le dirá ahora de todo y no quiero ver esta imagen-

- Y está embarazada – cuando escuché eso creía que no podía ser verdad, ¿en serio habría dicho eso? ¿no sería una alucinación mía? Pero al observar el rostro de Daniel vi que no estaba equivocada, no sabía cómo reaccionar ¿era lo correcto esto?-

Me empecé a poner nerviosa, miré a Nathan y tampoco parecía muy convencido, me senté en el sofá más cercano mientras mi madre, Celia y Jesús se aproximaban a mí para felicitarme, ¿Por qué le había mentido? Y lo que es peor ¿Por qué no gritaba que todo esto era falso? ¿Sería esto lo mejor para que no se acercara más a mí? ¿Mi historia con Daniel acababa aquí?

--------------------------------------------------------------------------------------

BUENO PUES OTRO CAPITULITO MAS A LA HISTORIA NO?? QUE OS HA PARECIDO??? QUE CREEIS QUE PASARA? OS ESTÁ GUSTANDO??? 

AL FINAL LA HISTORIA SE ME ESTÁ ALARGANDO UN POCO MAS DE LO QUE TENIA PENSADO, Y ESTARÁ EN TORNO A LOS 40-45 CAPITULO, UNA ALEGRIA PARA VOSOTRAS NO????

TAMBIEN PODEIS PASARSE POR NO LIMITS, QUE LA HAGO JUNTO A JDOMSOGNI Y ESTÁ GENIAL, SEGURO QUE OS ENCANTARÁ, HAY MUCHO SALSEO, SOLO DIGO ESO JAIAJAJAJA

MUCHISIMAS GRACIAS POR VUESTRO APOYO EN SERIO... LO SOIS TODO, SIN USTEDES ESTA HISTORIA NO SERIA POSIBLE, GRACIAS POR CADA COMENTARIO, VUESTROS VOTOS, TODO EL APOYO QUE ME DAIS GRACIAS... 

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top