CAPITULO 26- LA BODA

NARRA LUCIA.

Cada vez nos acercábamos más a la Iglesia, estaba alicaída, había dejado plantado a Daniel, pero eso era lo que debía hacer ¿no? no me lo creía, sinceramente nunca me imaginé que en este día se presentaría borracho a pedirme que nos escapásemos juntos. En mi mano seguía manteniendo la carta que antes me dio, todavía no me había atrevido a leerla, ni siquiera a desdoblarla, mi padre estaba muy enfadado con el tema, nos había visto besarnos, y en el fondo llevaba completamente razón, no podía hacer esto, me iba a casar y era engañar a mi marido, y más si cabe con mi primo, ¿Quién podría entender que me quedase con él? Después de tanto dolor, tantos sollozos caídas por mi rostro, tanto sufrimiento acumulado en mis entrañas, no, no podría quedarme con él.

Por el espejo vi como mi padre no me prestaba atención, en mi cabeza había algo que no estaba en completo orden, comencé decidida a desdoblar la hoja poco a poco, era su letra, solo reconocerla me causó que derramara una lágrima.

" Princesa, mi princesa – comencé a leer, aparté la vista del escrito para de reojo mirar hasta mi padre y seguía distraído – tengo un cruce de sensaciones ahora mismo, por un lado me alegra que la estés leyendo, eso significa que pese a todo me sigues teniendo cariño, pero por otro no estás a mi lado, no quiero lanzarte ningún reproche, no quiero que pienses que quiero atormentarte con esto, ni hacerte culpable con nada. Solo quiero pedirte perdón de nuevo, perdón por no haber sabido estar a la altura de ti, dejame decirte que te mereces mucho más de lo que podía darte, ¿sabes? Eres tan grande que cuando no estás a mi lado te sigo añorando, hasta que no te he perdido no supe valorarte, y eso fue una canallada por mi parte, lo siento, lo siento por eso y por todo el dolor que te causé, fui un completo imbécil, un tonto que efectivamente no se merecía tu perdón – al leer eso sentí como un puñal se clavaba en mi corazón- Espero que seas feliz, por mí, por ti, por los dos, ¿sabes? Porque pese a que me hayas dejado tirado, sufriendo por ti, con mi alma rota a pedazos por tu ausencia, no dejaré de amarte, esto que siento por ti es como el agua en el océano, como aquellos arboles con hojas perennes, y por mucho que intente olvidarte sé que será imposible, me has dejado huella mi princesa.

Pero no estoy aquí para eso princesa, no estoy en la barra de este bar dispuesto a emborrachar mis penas para intentar evadir mi cabeza, escribiendo estás líneas que supongo que serán muy difíciles de leer y no las creerás, pero no podía decírtelo a la cara, porque no lo cumpliré, porque si veo tu cara al contártelo nunca podré hacer lo que tengo pensado si finalmente no decides estar junto a mí. Prometo que no te haré perder mucho más tiempo, solo estoy aquí para contarte que me voy, en aproximadamente mes y medio me iré, no puedo estar a tu lado sabiendo que no te quedarás, no quiero verte feliz sino es a mi lado. He decidido marchar, sé que es algo cobarde, pero... lo soy, princesa, ya sabes que lo soy. Será lejos, me voy a Estados Unidos con la intención de no volver, seguramente Jesús se vendrá conmigo, y si no lo hace lo comprenderé.

Y haré una última cosa aunque suena muy egoísta, pero lo debo hacer piénsalo – al leer eso me quedé patidifusa- dentro de muy poco recibirás unos billetes de avión, ahí vendrá el día que saldremos si decides venirte, esto no lo tenía planeado hasta hace unos minutos, pero tengo la esperanza de que recapacites, si lo haces te esperaré en nuestro parque, a ese que íbamos a jugar de pequeños, en el que fuimos tan felices, soy un tonto, un lerdo, pero también soy paciente, y espero que me dé la última oportunidad para escapar juntos hasta nuestra felicidad, te quiero princesa y pase lo que pase, no lo dejaré de hacerlo nunca y comprenderé cualquier decisión que tomes – leí dándome cuenta que me quedaba muy poco tiempo para llegar, estaba muy cerca de mi destino- Sino tardas mucho, te espero toda la vida"

Al terminar de leer esto noté como el coche se paraba, cerré los ojos y apoyé la cabeza contra el respaldo, ¿Cómo me iba a casar después de esto? ¿Cómo podía olvidar a Daniel cuando era imposible? ¿Cómo podía rehacer mi vida sabiendo que en mi alma iba a seguir tatuado su nombre? ¿Por qué habíamos llegado tan lejos? ¿Por qué tenía que estar en esta maldita encrucijada? En un lado de la balanza estaba Nathan, ese inglés que me revolucionó la vida desde el primer segundo que estuvo en ella, ese chico cariñoso, que me ayuda, me quiere, me comprende, y del que incluso podría decir que lo quiero, que en este tiempo me ha ganado su cariño de una forma increíble. Pero por el otro estaba Daniel Oviedo, mi primo, ese chico que me hizo llorar, pero que es el único que sabe calmar mi dolor, podrá sonar inverosímil, pero así es, desde pequeño me demostró su amor, pero también me hizo sufrir, me mintió pero también lo hizo por protegerme, me clavó puñaladas en mi corazón, pero también estuvo ahí para ponerle vendas... y ambos me hacen sonreír, me aman, y me quede con el que me quede procuraran que sea feliz.

Me sequé la cara, tomé aire, y comencé a mover inconscientemente la pierna en forma de nerviosismo. Tengo ganas de escaparme, de correr por la calle hasta encontrarlo, para besarlo y susurrar a su oído que nunca más me iré, que lo perdono, y que por él voy hasta el fin del mundo si es necesario, en otro momento lo hubiese hecho, pero pensándolo bien ¿ que ganaré con eso? Dejaré otro corazón roto por el camino, me condenaré al sufrimiento, y también lo haré con Nathan, lo humillaré de una forma que no merece. Por no hablar que nos tendríamos que ir muy lejos y abandonar a los que queremos, lo que tenemos Daniel y yo no está bien visto, incluso ni por nuestras familias, es un amor prohibido que a medida que pasa el tiempo se recrudece, condenaríamos nuestras vidas a correr, a no ser descubiertos, y también la de nuestros hijos, quien sabe si saldrían bien, hay un riesgo muy grande que no, todo es muy confuso, muy doloroso... en esta ruleta de la vida alguien iba a salir muy tocado.

Mi padre abrió la puerta del coche, un centenar de personas se aglutinaban a la entrada de la iglesia para ver llegar a la novia, estaban felices, habían sonrisas en su cara, pero en la mía solo podía haber dolor y sufrimiento. Ya no había marcha atrás, en unos minutos seré la esposa de Nathan, le juraré amor eterno y quizás eso sea lo mejor, aunque me duela, aunque me pese...

- Hija vamos – me tendió su mano, y sonrió- tienes que estar feliz, esto que harás es lo correcto – comentó dándome un beso en mi mejilla-

Me terminé de bajar, lentamente fui accediendo hasta la iglesia, me costaba andar con el traje, miles de flashes disparaban fotos a mi persona, hice de tripas corazón y esbocé en mi cara una débil risita.

Al fondo ya estaba allí esperándome el inglés y al verme se le iluminaron sus ojos, estaba realmente guapo, estaba vestido con un esmoquin negro y una pajarita azul, miré a los lados y contemplé como mis familiares estaban en primera fila, mamá, Jesús, Celia, Emily Calum, su niño, la tía Eva... mi primo al pasar por su lado me sonrió, y pude ver como en su boca salía un leve "guapa" le lancé una sonrisilla y proseguí mi camino llegando hasta donde estaba posado el inglés, al llegar me dio un beso en la mejilla y agarró mi mano para no soltarla en lo que quedaba.

La ceremonia fue transcurriendo tranquila, Nathan estuvo en todo momento pendiente de mí, los fotógrafos y periodistas de los diferentes medios de comunacion pararon varias veces para hacer fotos. El cura bastante simpático, hizo el cortejo muy amena nos dedicó unas palabras antes de decirnos el sí quiero, y justo ahora era el momento...

- Yo Nathan – comenzó a decir el inglés nervioso- me entrego a ti Lucía – sus manos temblaban en cada frase- y prometo serte fiel, en la alegría y en las penas, en la salud y en la enfermedad, el resto de mi vida - me lanzó una débil sonrisilla de nerviosismo y cerró sus ojos-

- Yo Lucía –repetí insegura- me entrego a ti – justo en ese instante la imagen de Daniel se pasó por mi cabeza- Nathan – dije intentando volver en mí- y prometo serte fiel – esto me costó decirlo, porque en el noviazgo no lo había sido, cuando Daniel apareció- en las alegrías y en las penas en la salud y en la enfermedad, hasta el final de mis días – al terminar su mano fue directa hasta mi cara-

- Ya pueden besarse los novios – y al decir esto los fotógrafos empezaron a amontarse, los nervios iban en aumento cada vez, Nathan cogió mi cabeza, y me dio un beso que jamás olvidaré-

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PUES BUENO HEMOS TENIDO LA BODA... Y SÉ QUE SE VA A LIAR, ME QUERREIS MATAR, LO SÉ Y ESTE ES EL MOMENTO DE DECIRLE TODO A MI... OSEA ESTE ES VUESTRO ESPACIO PARA MATARME... APROVECHAR...

TAMBIEN OS DIGO QUE TODAVÍA QUEDA UN POQUITO DE NOVELA, QUE NO ESTA DECICIDO NADA... O SÍ... NO ADELANTO NADA... ¿OS ESTA GUSTANDO?

Y BUENO PUES LO DE SIEMPRE, PERDON POR NO SUBIR TAN SEGUIDO, ESTOY HACIENDO UNA NOVELA JUNTO A   JDOMSOGNI LLAMADA NO LIMITS, COMO SABREIS Y ENTRE ESO Y QUE TENGO POCO TIEMPO PUES ESO... MUCHAS GRACIAS POR SEGUIR AQUI, Y PERDON DE NUEVO.. NOS VEMOS PRONTO, SOIS EL MOTOR DE MI INSPIRACION DE VERDAD Y OS TENGO QUE AGRADECER TANTO... ESPERO QUE LOS REYES SE HAYAN PORTADO GENIAL, Y NOS VEMOS PRONTITO, NO SIN VOLVER A DAR LAS GRACIAS DE NUEVO

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