CAPITULO 22
NARRADOR EN TERCERA PERSONA.
Lucía, su padre y Nathan se encontraban justo delante de la puerta trasera del internado, aunque Rodrigo ni imaginaba todo lo que iba a pasar en unos instantes, no esperaba que estaba a punto de encontrarse con la mujer que tanto amó, con la que le dio la existencia a su hija, y sobre todo por la que cambió tantas cosas en su vida. El hombre miraba de reojo, suponía que iba a ir a ver a una amiga de Lucía, pero todo lo parecía muy extraño, se preguntaba a él mismo que ¿Cómo podía tener una casa tan grande? Y sobre todo, con una apariencia de instituto. Su hija le había comentado que quería que la acompañara, pero no entendía tanta insistencia.
Nathan volvió a insistir en el timbre, estaba más nervioso de la cuenta, eran conscientes que si tardaba un poco más en abrir el padre se daría cuenta de todo, se enfadaría y se iría, y era lo que tenían que evitar, por otro lado sabía que Lucía tampoco estaba del todo segura en dar ese paso, quería pero su cabezonería la confundía, le hacía ver cosas diferentes, cambiar esos sentimientos tan puros. Pero no, el inglés había convencido prácticamente a su chica de dar este paso, y ahora no dejaría que se volviese atrás, él en este tiempo lo ha pasado mal, quiere verla completamente feliz, y aunque sepa que si se vuelve acercar a su familia corre el riesgo que vuelvan a resurgir esos fantasmas del pasado llamado Daniel, esos sentimientos de amor y pasión incondicional, que parecían prácticamente espantados, pero no quería que estuviera infeliz, aunque corriese el peligro de perderla.
Se escucharon unos pasos desde atrás, el pomo comenzó a girarse, a los pocos segundos Celia estaba con la cabeza asomada entre la pared y la puerta.
- ¿Qué hacéis aquí? – miró confusa a nuestros tres protagonistas- ¿Lucía has venido para arreglarte con tu madre? – preguntó con los ojos llorosos- ¿De verdad? – el entusiasmo había provocado que se emocionara, bueno eso y quizás su estado de buena esperanza-
- ¿madre? – cuestionó Rodrigo mirando para los lados, había roto el instante de emotividad producido por la amiga- ¿Qué ha dicho de madre? – señaló a Celia- no, no yo me voy, a esto yo no venía- comentó volviéndose en sus pasos para salir corriendo de allí-
- Papá espera – Lucía al darse cuenta que se iba salió tras él- creo que tú y yo deberíamos hablar con ella, solo eso por favor – le suplicó jadeando por la carrera que se acababa de pegar, pero eso no fue suficiente para calar en el corazoncito de su padre- nos ha hecho mucho daño, sí, es cierto, nos separó negándonos la posibilidad de conocernos, eso pasó, pero toda persona tiene derecho a equivocarse ¿no? – Lucía se estaba comenzando a emocionar, puso la mano en el hombro de su padre, y cerró los ojos para intentar una última intentona – por favor, hazlo por mí, no te pido que te lleves bien con ella, solo que los dos podías estar en los eventos familiares, mi boda, el bautizo de tus nietos, sus comuniones – empezó a enumerar-
- Venga Rodrigo – el inglés tomó la palabra esta vez- hágalo por su hija, y por sus próximos nietos, no sea rencoroso – le pidió una vez más, el padre de su novia lo miró, y este se asustó al mirarlo así-
- la has dejado embarazada ¿verdad? – Nathan negó varias veces con la cabeza, lo único que le salió por su miedo- espero que eso siga siendo así – le anunció serio- está bien entraré, solo por ti, y no esperes que tengamos una relación fluida – reveló provocando un suspiro en los presentes- solo, Hola y Adiós, y creo que es mucho...
Sin más dilaciones, los protagonistas entraron al internado, Celia los guió hasta el comedor donde los esperaban, Jesús, la madre y la tía de Lucía, y alguien más, porque aunque todavía no lo supieran Daniel y su novia estaban dentro, sin saber que estaban a unos metros de reencontrarse, de verse otra vez de nuevo, y quién sabe si de volver a sentir eso que sintieron. Lucía más diligente, decidió pasar primera para el reencuentro, nadie sabían que esto iba a ocurrir.
Al ver a su madre Lucía se tiró a sus brazos, ambas comenzaron a llorar, las lágrimas salían de sus ojos mientras que se susurraban al oído algunos "te quiero" salido desde lo más profundo de su corazón.
- mamá lo siento – pronunció mientras se separaba, esta le cogió del pelo y le secó la cara- perdóname, de verdad, dos años sin venir a veros...
- hija no te preocupes – la disculpó volviéndola a abrazar, esta todo olvidado – estaba feliz, emocionada, radiaba alegría por los cuatro costados, necesitaba volver a verla, ambas habían soñado tanto con este momento, y justo hoy se estaba haciendo realidad-
Lucía miró al fondo observando como Daniel salía con un plato entre sus manos, justo detrás con otro venía María, que parecía una lapa pegada a él, se miraron, sus miradas se cruzaron y se quedaron callados sin saber que decir, los labios de Lucía pronunciaron un insonoro -hola- mientras que su primo se mordía el labio sin ni siquiera articular un gesto, al notar como sus ojos estaban pendiente de los otros, adelantó el paso para dejar el plato en la mesa.
- Jesús ha ido al baño, en un momento viene – anunció Eva saliendo desde la cocina, pero al ver a su sobrina se abalanzó feliz sobre ella-
- te quedas a comer ¿verdad? – cuestionó con una sonrisa de oreja a oreja su madre- mi nena hay tantas cosas que me tienes que contar, lo sé todo, que está con Nathan, que te vas a casar...
- Mamá, eso no es todo – informó nerviosa- mi chico está aquí – al decir esa frase Daniel sintió una puñalada en su corazoncito- pero hay alguien más – miraba a los lados, se apartó el pelo de su cara y suspiró- mi padre – y al sentirse nombrado, Celia, Nathan y Rodrigo hicieron aparición en el comedor. El reencuentro fue frío, se miraron, cerraron los ojos, e intentaron hacer de tripas corazón, Rodrigo estaba dolido, y la madre de Lucía incomoda por la situación, sabe que lo que hizo estuvo mal, que debió haberle contado que tenía una hija, e incluso eso hubiese provocado que ahora estuvieran juntos, pero nada fue así, y el pasado no se puede echar atrás-
- Sería mejor que hablaran a solas – Eva sugirió, y al principio ninguno de los dos quisieron aceptar, pero al ver la mirada de su hija, ambos fueron hasta la cocina, dispuestos a por lo menos cruzar dos palabras-
Los demás se quedaron en el salón, incómodos, Nathan se sentó al lado de su chica, Jesús salió del baño y se quedó en shock al ver lo que había pasado durante su falta, Celia fue a besar a su chico mientras le tocaba la barriguita, y una nerviosa Lucía era incapaz de quitar su mirada de Daniel y María.
- Eh, yo, lo siento – la madre de Lucía no lograba pronunciar palabra, bajó su cabeza en señal de avergozamiento, rechinó los dientes, y poco después suspiró-
- Sabes – comenzó a hablar Rodrigo- te debería odiar, tendría que pedirte muchas explicaciones por aparte más de 17 años de mi hija, pero por ella no lo haré, por eso y por el amor que te tuve – al decir esto su respiración era cada vez más fuerte, al verla su corazón latía más y más rápido ,como la primera vez que la vio- no te voy a reprochar nada, solo darte las gracias por como cuidaste a mi hija, y porque al final te arrepentiste y me ayudaste a encontrarla – al decir esto se dio cuenta que en parte estaba haciendo eso que hace unos minutos dijo que no haría, pero ahora mismo Rodrigo, no puede explicar, ni quiere reconocer lo que su cuerpo siente-
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BUENOOBUENOO BUENO, PUES OTRO CAPITULO MÁS NO??? QUE OS HA PARECIDO??? COMO VA LA NOVELA OS GUSTA???? DECIDME VUESTRAS IMPRESIONES---
SE QUE TENGO LA NOVELA QUE PUBLICO CADA VEZ QUE PUEDO... PERO INTENTARÉ ESTAS NAVIDADES HACER MAS CAPITULOS, DE VERDAD QUE INTENTO SUBIR CADA VEZ QUE TENGO UN HUECO...
MUCHISIMAS GRACIAS POR SEGUIR AHÍ... Y NOS VEMOS PRONTO, GRACIAS POR SEGUIR COMENTANDO Y DISFRUTANDO DE LA NOVELA JUNTO A MI.
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