NARRADOR EN TERCERA PERSONA.

Jesús seguía impactado con la noticia, después de que Celia apartase el micrófono fue directa hacia su chico, y este después de darle un beso, la citó para seguir hablando más tarde, con la excusa de que ese no era el momento adecuado para tratar ese tema tan delicado, para que después en el tiempo transcurrido no hacerlo más, la chica se quedó muerta de pánico, la idea de que su novio, el hombre al que más ama en esta vida la pueda dejar por eso ronda una y otra vez su cabeza, pero no ha podido quitarle ojo de encima. Él estaba nervioso, no entendía nada, no se podía explicar cómo eso había podido pasar, eran todavía dos críos con una situación poco resuelta, por más que le daba vueltas y vueltas al tema, no le llegaba una idea para poder mantenerlos, a su bebé y su esposa, porque sí, lo único que tenía claro era que deseaba tenerlo con todas sus fuerzas, que pese a que no era el momento más indicado para que viniese, todo eso era secundario cuando ya estaba dentro, cuando ya podía tocar el vientre donde estaba, su princesita o su campeón.

Se montaron en el coche acompañados de Emily, Calum y su pequeño, estos estaban algo incómodos con la situación, no sabían si romper el hielo o seguir callados, si reír o llorar, si felicitarlos o compadecerse de ellos, en el fondo les recordaba a cuando ellos pasaron también por el mismo trago, siendo aún más jóvenes, pero ahora eran felices, tenían a un bebé precioso, se querían, y sobre todas las cosas darían su vida el uno por el otro. Jesús arrancó el coche, miró a los lados y contempló como por las mejillas de Celia no paraban de recorrerle lágrimas, y justo ahí se le cayó el alma al suelo, se dio cuenta de cómo su chica estaba sufriendo, la misma por la que había luchado muchísimo tiempo, contra vientos y mareas, por conquistarla, por conseguir un amor, que se empezará a evaporar sino lo remedia.

- Lo siento – se disculpó Jesús mientras ponía el intermitente para salir- me he comportado como un capullo – esto lo dijo desde su más profundo de su corazón- como un completo imbécil e inmaduro, si no quieres volver a hablarme en la vida lo comprenderé – suspiró, para seguir hablando- ha sido un shock para mí, pero eso no quita para reconocer que mi actitud no ha sido la adecuada, mi amor – la llamó así por primera vez en algunos días, los mismos en los que el cambio hormonal empezó a hacer efecto, ahora podía entender muchas cosas, las riñas tenidas, sus cambios de humor, todo- tenía que haberte apoyado, y justo he hecho lo contrario, darte largas para no reconocer mi responsabilidad – confesó, mientras unía su mano libre con la de su chica-

- No – Celia sorbió su nariz, y cerró los ojos echándose hacia atrás del sillón delantero- no tengo nada que perdonarte, no estoy enfadada – comentó con algo de rabia- en el fondo sabía que esto podía pasar – sus manos temblaban-

- Tranquilízate cariño, por favor – le pidió con miedo- no quiero que ni a ti ni al bebé os pase nada, sois lo más importante de mi vida – reconoció- y pese a que he sido un bobo, prometo que voy a cambiar, pero perdóname, tesoro, mi tesoro – recalcó la última palabra- no entiendo como he podido pelear contigo, como he podido hacerte el vacío antes de que me confesaras eso, no lo entiendo, he sido un malnacido – en los ojos del gemelo, las lágrimas comenzaban a brotar-

- Jesús la que se ha equivocado he sido yo – habló la chica- esto hubiese sido mejor decírtelo a solas, lo sé, pero no entrabas en razón, te supliqué varias veces que me escuchases, y decidiste pasar de mí – estaba sacando toda la rabia contenida- también estoy de acuerdo que no te he dado unos buenos días, pero eran los cambios hormonales, o no sé – su voz vibraba, intentaba estar lo más tranquila posible pero era imposible- ¿me sigues queriendo? – cuestionó, dándole igual, que tanto Emily, como el rubio estuvieran también presente-

- Claro mi amor – habló rápido, lo que hizo que la chica se apaciguase un poco, la sombra de si iban a continuar juntos o no se iba despejando, aunque dentro de ella quedaba otra pregunta muy dura- y no te has equivocado, joder, todo esto que ha pasado en estos días tenías razón, claro que la tenías – vio un sitio libre, y decidió aparcar, para poder estar tranquilos-

- Si queréis podemos salir – tanto Calum, como Emily se sentían incómodos, miraban de reojo a su hijo como bostezaba, e intentaban no meterse en la conversación tan trascendental que tenían sus amigos- e irnos caminando para que habléis, no estamos lejos – ideó el rubio en alto, cuando el coche estaba completamente parado, pero Celia decidió obviar el comentario y hacer esa consulta que tanto deseaba-

- ¿y lo quieres tener? – examinó directa- sino lo deseas no te obligaré...

- ¿de verdad me preguntas esto? – contradijo Jesús un poco indignado, pero al darse cuenta de la situación en la que se encontraba su novia, calmó el ambiente y su tono de voz- claro que lo quiero tener, joder, siempre he deseado tener un bebé junto a ti – reveló poniéndose sensiblón, con sus manos le cogió la barbilla a su chica, y llevó sus dedos hasta sus labios y comenzó a acariciarlos con cariño- y me da igual la situación, trabajaré en lo que haga falta por manteneros, no os faltará de nada te lo prometo, esta no es la situación ideal, pero me da igual, te quiero, y eso es lo que importa, porque cuando te veo sigo teniendo esas mariposillas aquí – se llevó su brazo hasta el estomago- y mi corazón me sigue latiendo a mil por horas cuando me rozas – cogió la de su chica, y la puso en su pecho- y mis labios me siguen pidiendo a gritos que los una a los tuyo, te quiero, te amo, y nunca te dejaré – al terminar de hablar, acercaron sus cabezas, ambos cerraron sus ojos y iniciaron un beso, el cual solo terminaría cuando uno de los dos se quedase sin aire-

- Jesús esto será para siempre – comentó entre beso y beso, con la respiracion cortada, este asintió con la cabeza, Calum y Emily eran espectadores de este momento tan emotivo, y de hecho el rubio comenzó a llorar, ante la declaración de los dos enamorados-

- ¿Ya estas llorando cariño? – hablaron desde la parte trasera del coche, Emily a Calum, y esta le cogió la cabeza, y repartió varios besos por ella- sois tres empalagosos de cuidado, mi amor – señaló a su hijo dormido- espero que de mayor no seas como ellos.

Por otra parte, Lucía y Nathan prosiguieron la celebración, después de sus palabras, se cogieron las manos para no quitarlas más, se miraron a los ojos con fuerza y con ganas, como si nada ni nadie hubiesen a su alrededor, el tiempo pasó rápido para los chicos y ahora están en el cuarto, comenzándose a desvestir, para alivio de la chica, el nombre de Daniel no había aparecido por su mente, quizás lo estaba comenzando a olvidar, muy probablemente, estaba ya enamorada del chico con el que se iba a casar, pero como se suele decir, en los caminos del amor no hay nada escrito. 

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BUENO PUES AQUI OS DEJO OTRO CAPITULITO...  OS DIGO LO DE SIEMPRE, POR FAVOR PERDONADME PERO NO ESTOY PUBLICANDO MUY SEGUIDO, EN SERIO GRACIAS POR ESTAR Y SEGUIR AQUÍ PESE A QUE NO ESTOY PUBLICANDO MUY SEGUIDO, PERDON, PERDON... PERDON, PERO BUENO ESTÁ AQUÍ OTRO, QUE ES LO QUE IMPORTA.

QUE OS PARECE??????  QUE MONO ME PARECE JESUS VERDAD¿¿¿????ME ENCANTAAA JESUSO DE VERDAD ME ENCANTA...

PUES BUENO CON ESTOY UN BIZCOCHO, INTENTO SUBIR LO ANTES POSIBLE... GRACIAS GRACIAS A TODAS LAS PERSONAS QUE SIGUEN AHÍ, GRACIAS.