EPILOGO.


NARRA LUCIA.

Me encontraba en el umbral de la puerta donde decían que vivía mi padre, el verdadero, ese que me dio la vida, pero mi madre le quitó la oportunidad de cuidarme, de darme su cariño. Miraba alrededor, Nathan tenía puesta su mano en mi hombro en señal de apoyo, de cariño, todo esto se había convertido en una bola muy grande, la cadena de engaños y mentiras por fin se desarmó, ya era libre, por fin me había enterado cuantas mentiras había en mi vida, y aunque mi corazón estaba hecho pedacitos lo recompondría, no es fácil enterarte de toda la verdad, de saber que el chico al que quieres, es un mentiroso, un extraño, que te ha estado engañando todo este tiempo, que tu madre también lo hace, que prefirió hacerse la victima antes de revelarme quien era mi padre, yo no la hubiese culpado, no, toda persona puede tener un momento de debilidad, puedes sentir atracción por otra persona, pero de ahí a preferir lo que hizo lleva un paso...

Toqué el timbre, pestañeé varias veces para quitarme el nerviosismo, intenté poner la mente en blanco, no pensar en él, en Daniel, en esa persona que no he podido sacarme de la cabeza en todo el viaje, que no se va de mi mente, que aparece como si fuese un fantasma dentro de mi cerebro, de ese chico que me robo el corazón y decidió hacerlo añicos, de ese cruel rastrero de la que sigo enamorada, y lo estaré toda mi vida, de ese embaucador que me hizo perderme en sus locuras, un hijo decía querer, algo que nos uniese para siempre, que saliese de nuestro amor, de esa pasión que encumbraban nuestros ojos con solo mirarnos, de ese roce de su piel con la mía que me hacía ver las estrellas, de sus tonterías... de su nombre, Daniel Oviedo, hasta eso lo tiene bonito. Pero ahora lo tendré que olvidar, intentar aborrecerlo, hacer de tripas corazón y cuando piense en él quitarlo de mi cabeza, de que cuando vuele mi imaginación a las nubes, él ya no esté allí esperándome, de arrancarme todo el amor que siento por él dentro de mi alma, ahora me tendría que armar de valor, de mirar mi destino hacia delante, que quizás esté al lado del chico que tengo a mi lado...

- Hola – un hombre sonriente abrió-¿que queríais? – preguntó con agrado, era algo mayor que mi madre, le asomaban las primeras canas en su pelo, tenía unas gafas de pasta negras, sus ojos eran idénticos a los míos, y se le apreciaba un enorme lunar en su mejilla izquierda-

- Hablar con usted – contesté impresionada, no me lo imaginé así, diríamos que no nos parecemos en nada excepto en nuestros ojos- ¿se llama Rodrigo? – cuestioné y este asintió- tengo algo importante que contarle – revelé mientras el inglés me cogía la mano-

- Pasad – se echó a un lado, y nos adentramos en la casa- ¿es tu novio? – interrogó fijándose en Nathan, y este cerró los ojos suspirando-

- Algo así – contestó con su inexplicable, inentendible y irrazonable español, en todo los pocos meses que llevaba aquí, todavía no he conseguido hacerlo aprender español- no sé ni lo que somos – susurró en mi oído, y yo tampoco, mi pareja estaba claro que no era, él quizás sea mi acompañante, el que camina a mi lado, y con el que intentaré olvidar a Daniel, quizás lo mejor sea aceptar esa propuesta que me hizo hace tiempo, quizás siendo su novia, relegaré a Daniel-

Me senté en un amplió sofá, era un comedor pequeño pero acogedor, en él había colgada miles de fotos, Nathan se colocó a mi lado, y Rodrigo en un sillón al otro lado de la mesa.

- Rodrigo, soy Lucía, usted es mi padre – confesé para no alargar más la agonía, no sabía cómo lo hacerlo, este se quedó sin saber que decir, su boca se dibujó como un "o" y respiró- estuvo con mi madre, Ángeles Morilla – mi padre, se quedó mirando una foto que estaba junto a él, tenía sus ojos llorosos- mi madre estuvo con usted cuando estaba con su marido, lo vi en una carta, en ella confesaba a su hermana Eva, que la dejó cuando le confesó que no era su hija – se llevó las manos hasta su cara y la escondió-

- Yo no sabía nada – confesó suspirando- nadie nunca me contó nada, yo me fui del pueblo porque tenía una familia aquí – miró el cuadro, y me la enseñó, en ella se veía a él, una mujer, y dos pequeños de corta edad, tengo dos hermanos- yo no era feliz al lado de esta mujer, no la quería, pero tuvimos a Sergio mi hijo mayor y me tuve que casar, después vino Christian, y me destinaron a tu pueblo – se aclaró la voz para seguir hablando- si tu madre hubiese querido estaríamos juntos – tenía un nudo en su garganta, lo notaba- le pedí, que dejara a ese hombre y nos escapáramos juntos, pero ella se negó – terminó de relatar entre lágrimas-

- A mí me habían engañado - conté, entre lagrimas, miré de reojo a Nathan que también estaba visiblemente emocionado- me han mentido, nunca me confesó quien era mi padre, me dijeron que nos había abandonado el marido de mi madre – dije de golpe, casi sin respirar- me enamoré de Daniel Oviedo, mi primo – Rodrigo asintió en señal que los conocía- y este también me traicionó de la manera más ruin y cobarde – pero no quise profundizar más- no los quiero ver, ya no estoy en el internado junto a mis primos, Jesús ha sido bueno, él no conocía nada de esto, pero Daniel... - comencé a llorar y Nathan puso de nuevo su mano en mi espalda y comenzó a acariciarla-

- Quédate aquí hija - me pidió abrazándome y asentí- tengo habitaciones libres, mi mujer hace poco me abandonó con mis hijos, nos divorciamos, actualmente soy dueño de un restaurante, quedarse aquí los dos – nos solicitó a ambos ahora-

Finalmente aceptamos su petición, y nos instalamos en el cuarto que previamente nos había indicado, ahora estábamos los dos Nathan y yo, él hablaba por teléfono con sus padres, terminó y vino hasta mi cama con una sonrisa.

- Lu- xia – habló costoso- papá y mamá quieren que nos vayamos a una casa, donde tengamos un profesor que nos den clase –cerró sus ojos, y remojó sus labios- quieren que me prepare para gestionar una de las sucursales de su empresa – expresó con pena, sin duda a él no le gustaba eso- es una condición para permitirme esto...

- Que complicado ¿no? – enarqué las cejas- no quiero crearte falsas esperanzas – le expliqué mis sentimientos- amo a Daniel y no sé si esto pasará algún día, si esto que siento se minimizará y podré llegar a quererte – revelé-

- ¿Qué somos ahora? – preguntó cabizbajo sin dejarme continuar- no te quiero presionar, oh no, muñequita – apuntó gracioso- quiero que sepas que te apoyaré, estaré siempre a tu lado – me apartó un mechón de la cara- pero quiero saber si tú estás dispuesta a que intente conquistarte – me miró, y me perdí en el blanco de sus ojos- le pediría la mano a tu padre si es preciso, quiero vivir a tu lado, pero te dejaré todo el tiempo que me pidas, dormiré en otra habitación – sonrió y me la contagió- lo que sea necesario, pero quiero que te vengas a vivir conmigo, tendremos una asistenta, no tendrás que hacer nada – suspiró, al verme dudar- vendrá un profesor, serás mi reina, trabajaré por la mañana, estudiaremos por la tarde – expresó inquieto- quiero tu bien, solo tu bien, no te engañaré, sabrás en todo momento donde estoy... y si esto no fuese bien, podrás irte, sino estás a gusto tendrás la puerta abierta – murmuró- aunque me dejes el corazón en pedazos – terminó de hablar-

- Nathan – discutí confundida – no lo sé, quiero quedarme cerca de mi padre, no puedo perderlo ahora que lo he encontrado, llevo años queriendo tener un padre, tengo hermanos, siempre soñé con eso – así era mis primos eran como mis hermanos pero...- y además no sé si lo mejor sería vivir contigo en estos momentos – intenté hacerlo entrar en razón-

- La compraremos cerca – comentó encendido- no perderás a tu padre, pero no podemos vivir aquí toda la vida – puso su mano en mi mejilla- por favor, yo si que no quiero, no puedo perderte a ti – murmuró y asentí-

- Está bien, pero quedémonos unos días aquí – le pedí y sonrió en forma de aceptación- gracias por todo lo que está haciendo por mí, intentaré quererte te lo prometo, lucharé por mis emociones hacia ti...

Creo que si a mi vida pudiese ponerle un titulo, con el que resumir lo que llevo vivido sin ninguna duda seria MI AMOR PROHIBIDO, en el no me refería a Daniel por ser familia, porque toda nuestra familia se pondría en contra de nosotros, porque para la sociedad seríamos como dos extraños, no, lo sería porque es imposible por las mentiras que se creó en torno a ella, por cada uno de los engaños, que han marcado a fuego nuestra relación, por su forma de ser, y por el monstruo en el que se convirtió, PROHIBIDO, fue nuestro amor, por la forma en la que él decidió amarme, por las murallas que quiso romper, por cada lágrima que derramé, y no es hasta este momento, en el que me di cuenta, en el que decidí titular mi vida, ponerle nombres a las cosas, y sobre todo, en el que logré reconocer y casi afirmar, que no cerré una historia, que esto será siempre un capitulo dentro de otro, que no es pasado sino presente y futuro, que será para siempre mi único amor... 

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PUES BUENO ESTAMOS YA EN EL EPILOGO, Y ESTO QUIERE DECIR QUE LA PRIMERA TEMPORADA HA TERMINADO.... ¿que os ha parecido? ¿hubieseis cambiado algo? ¿quereís más? pues si esta ultima respuesta ha sido afirmativa, no borréis esta historia de vuestra biblioteca.... 

DENTRO DE UNOS DÍAS 3 EXACTAMENTE PONDRÉ UNA NOTA AQUÍ CON UN ENLACE PARA QUE VAYAIS A LA SEGUNDA TEMPORADA.... AQUÍ OS DEJO UN ADELANTO...  PARA QUE VAYAIS ABRIENDO BOCA... 

  - ¿estás bien? Te pasa algo, ¿te llevo al médico? – preguntó de corrillo asustado, y yo negué varias veces con la cabeza- si quieres retrasamos el viaje, es esta tarde, pero podríamos hacerlo mañana, escúchame... - de nuevo se volvía a acelerar, y le tuve que poner mi dedo meñique en sus labios, cuando cogí el vaso de agua, y me metí la pastilla-

- Estoy bien, solo es un dolor leve de cabeza, viajamos hoy mismo – hablé resignándome con un suspiro- sé que quieres, ver a tus padres, y visualizar que todo está correcto para cuando hagamos la pedida de mano oficial – comenté dejándole un beso, porque cuando lo veía, todos los pensamientos se evaporaban-

- Solo serán unos días, pronto volveremos, recuérdalo...

¿ a donde irán  Nathan y Lucía? ¿porqué? se reencontraran con Daniel algún día? SI QUERÉIS SABER TODO ESTO, SOLO TENÉIS QUE SEGUIR LEYENDO.... 

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