NARRA LUCIA.

Me adentré en el internado echa una furia, buscaba a Daniel por todos los rincones para decirle todo lo que pensaba de él, lo que había escuchado de él me dolió, es como si me hubiesen clavado una espada en torno a mi cuerpo, me sentía traicionada, vilipendiada, como si no supiese hacer nada por mí misma, había pasado todos los limites que podía, era mi relación, es mi vida, y en ella él no ha querido formar parte. Cuando descubres, toda la verdad, un vacío hondo se queda en el cuerpo, algunas veces la rechazas, haces oídos sordos a lo que te cuentan, otra te envalentonas y quieres darte de cara con ella, pero en ambas, se queda un dolor interno muy difícil de curar. 

Recorrí mi habitación, el patio, el comedor, pero no daba con su paradero, afortunadamente no me había encontrado con nadie que me minimizaran la rabia que contenía mi cuerpo, ahora me dirigía hasta el despacho de mi tía, para ver si ella sabía su paradero, pero allí me encontraría con sus voces, era él estaba dentro, me paré un segundo a ver lo que decía, se escuchaba a mi tía desde toda la planta...

- Mamá se lo tienes que decir ya – pegué la oreja a la puerta para escuchar mejor- es su vida, la tenéis engañada desde que era una niña, sino lo haces tú lo haré yo – comentó indignado, ¿me tienen engañada? ¿Qué me tienen que contar? Empecé a negar varias veces con la cabeza, todo esto me daba demasiado pánico, no sabía dónde iba a llegar, toda espiral de mentiras, trampas, astucias... mi tía, mi segunda madre me ocultaba algo- he tenido que luchar estos días para no contárselo y no puedo más – amenazó en tono desafiante-

- Daniel por favor, dame unos días – suplicó mi tía, en un tono lo suficientemente alto, como para que me enterase- cariño, no te pongas así, todo esto es muy difícil para todos, para su madre, para mí – en ese momento, miles de conjeturas y posibilidades se vinieron en un segundo a mi cabeza-

- ¿Cuánto más? – chilló- habéis tenido 17 años para contarle la verdad, eso es muchísimo tiempo, y no creo que mi prima merezca estar ni siquiera un segundo más sin saber quién es su verdadero padre, ese hombre no las abandonó porque no la quería, sino porque mi tía lo engañó y Lucía no era su hija – una lágrima recorrió mi mejilla, con la poca fuerza que me quedaba abrí la puerta llamando toda la atención de mi tía y de mi primo, ambos se quedaron embobados, sin saber que decir o hacer-

- Sois unos mentirosos – me limité a pronunciar mientras que mi Eva venía hasta mí con los brazos abiertos- me habéis estado engañando ¿en serio? – cuestioné y mi tía intentó abrazarme, pero la aparté- de ti lo podía esperar, al fin y al cabo solo soy tu sobrina – me dirigí a ella, negaba con su cabeza, intentaba hablar pero no le salía ni su voz del cuerpo- pero tú – señalé a Daniel- eres un maldito farsante, un embustero que no merece vivir, eres un monstruo ¿Qué hiciste con Yoel? Le pegaste y lo amenazaste – pregunté dejándole descolocado- ya lo sé todo, sé porque estas con esos chicos, pegas, robas, rompes escaparates – enumeré dejando a mi tía con la boca abierta- y encima me hiciste trizas las ilusiones que tenía contigo – él negó varias veces- me diste falsas ilusiones...

- Pero lo hago porque te quiero – interrumpió, a cada palabra que decíamos dejábamos más desconcertada a una Eva que no entendía nada- te sigo amando como el primer día, como la primera noche, pero tú no lo puedes entender – en sus ojos desprendía un brillo especial, iba a comenzar a llorar en unos instantes- yo te quiero, y sigo enamorado de ti, pero no puedo dejar a Meghan tan fácil – en estos momentos estábamos hablando como si mi tía no estuviese-

En ese instante mi madre entró en la sala, seguramente asustada por los gritos, se puso al lado de mi tía, mientras nos miraba fijamente, por nuestros gritos, pareció entender de lo que iba todo, era yo la tonta, la que no se enteraba de nada, a la que engañaban fácilmente, yo me había metido en un bucle, en algo que desencadenaría dolor y odio, el de la traición, el del engaño, el de sentirse utilizada por Daniel, mi familia, y sobre todo mi madre y tía... quizás el único que no estaba enterado de todo esto era Jesús, el siempre se solía mantener al margen de todo.

- No te creo – pronuncié con odio, sin importarme la llegada de mi madre, el dolor que me producía todo esto me llevaba a rechazarlo, aunque seguramente mi corazón me dijera lo contrario, de todo lo que me había enterado en el día de hoy era la gota que colmaba el vaso- antes me has ocultado cosas, ¿Por qué ahora me ibas a decir la verdad? – este tragó saliva e intentó responderme pero no le di paso- cuando me decías que me amabas, tonteabas con tu novia – primer golpe en su corazón- yo lo dejé todo por ti, di varios pasos por nuestra relación – segundo y más doloroso- ¿y tú? – carcajeé irónicamente- me estabas engañando tonteando con tu novia, lo comprendo, ella es la oficial, y yo solo fui la otra – en su cara pude ver como eso le llegaba a su alma-

- ¿Qué ustedes estabais juntos? – preguntó mi madre sin entender nada yo asentí con la cabeza, y ambas se miraron- no lo puedo creer, ¿Cómo me lo habéis ocultado? – interrogó firme- sois familia, primos, sois unos degenerados, no me puedo creer que mi hijo y mi sobrina hayan hecho esto – se puso las manos en su cara y resopló- y tú Daniel – se fijó en mi primo- tienes novia, ¿Cómo la has podido traicionar de esa forma?

- ¿de qué te extrañas? – contesté fría obviando las palabras hacia mi primo- no soy la única que en esta familia mantiene secretos ¿no? – reí- lo habré aprendido de vosotras, sois unas expertas– las miré con odio, y mi madre se dirigió hasta a mí con intenciones de pegarme, Daniel se puso entre ambas y rechistó-

- Mamá no vengas dando clases de moral ahora – rebatió casi al mismo tiempo de mí- y ni si te ocurra hacerle nada – me protegió con sus brazos- no le vas a pegar, no tienes derecho a ello – habló con mi madre- yo la quiero, la amo, y es el sentimiento más sincero que hay en esta familia junto al cariño que le tengo a Jesús – se encaró con mi tía, seguramente todo el internado se había enterado de todo lo que comentábamos- y si no he seguido contigo ha sido por miedo – se dio media vuelta para quedarse a centímetros de mí- porque te quiero, y no soportaría que Meghan te hiciese algo, me amenazó – certificó con rabia- me dijo que si no te dejaba hablaría – pasó su mano sobre mi moflete, y con un gesto de desprecio lo quité- créeme por favor – pidió como si fuese un niño pequeño- no me dejes – suplicó tragando saliva-

- No – negué- no te creo Daniel – sé que esto le disgustó- me voy – anuncié- no puedo estar aquí entre mentiras, engaños y otras patrañas- no puedo – lloriqueé, cerrando los ojos, ojala todo fuese un sueño del que voy a despertar, no puedo creer que mi madre me haya mentido ocultándome mi verdadero padre, Daniel mintiéndome de tal forma, siendo un cretino que amenazó a Yoel para que se alejara de mi lado, un monstruo, que jamás pude apreciar-

- Hija – sollozó mi madre- perdóname, Lucía, estaba mal – comenzó a llorar, mientras Eva la abrazaba- engañé a mi marido, tu padre se cruzó en mi camino y cometí esa desfachatez lo sé – se mojó sus labios para continuar- después me dejó, estaba casado, y no sabía que estaba embarazada... cuando lo supe quise huir con él, pero no me atreví, le conté lo sucedido a mi marido, y pareció comprenderlo – se quitó las lágrimas de su cara- al poco tiempo de que nacieras nos dejó – terminó su relato apoyándose en el hombro de Eva-

- Déjame explicarte, escúchame – habló Daniel- sé que no me creerás, pero lo de Yoel lo hice por ti, Alicia me dijo que se le había insinuado y...

- No continúes – lo paré- no quiero seguir escuchando nada más – bramé formando un escándalo- voy a ir a buscar a mi padre, al verdadero, y no quiero veros más en mi vida – informé fría, con odio y rencor- dadme su dirección – pedí mirando a los presentes, Daniel lloraba, y mi madre y mi tía estaban como sin creer todo lo que estaba pasando, mi madre tomó un papel y comenzó a escribir algo-

Cuando terminó me entregó el folio, lo revisé y tenía la dirección de ese hombre, de mi padre, del verdadero, del que me dio la vida, cerré mis ojos con furia, nunca imaginé que algo así me podía ocurrir, los miré a todos con rabia, rencor, mi primo intentó abrazarme pero me retiré lo suficiente para que no lo hiciese, todo lo que tenía en el cuerpo se había convertido de repente en pena, por ellos, por lo engañada que he estado, y por la soledad que me espera, pero no me puedo quedar aquí, no lo haré, así me vea debajo de un puente y sin comida...

- Hasta nunca – expuse fría, abandonando el despacho, para dirigirme a mi habitación para hacer mi maleta-

Abrí la puerta, dejando ver a una veintena de alumnos escuchando el espectáculo, Nathan se acercó a mí y me abrazó con ganas, por el rabillo del ojo pude apreciar como Daniel estaba atento a ello y seguramente mortificándose por dentro...

- Oh Lu- xia me voy contigo – me anunció el inglés con ganas, mientras nos mimetizábamos en la muchedumbre- no voy a dejar que te vayas sola – me dio la mano, y me abrazó- se lo diré a mis padres, ellos no pondrán objeción, siempre te estaré apoyando... 

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PUES CON TODOS VOSOTROS, SEÑORAS Y SEÑORES, AÚN QUEDA UN CAPITULO MÁS, Y EL EPILOGO PARA EL FINAL DE TEMPORADA... ¿QUE OS HA PARECIDO ESTE CAPITULO? ¿ESPERABAIS QUE FUESE ASÍ? LUCIA YA LO SABE TODO... ¿CAMBIARA ALGO? ¿LOGRARA DANIEL IMPEDIR QUE SE VAYA?

COMO YA DIJE EN EL ANTERIOR, A PARTIR DE AHORA SUBIRÉ MÁS ESPACIADO, POR CUESTIONES DE AGENDA, INTENTARÉ SUBIR LO MAS ANTES POSIBLE... PERO SINO PUDIESE, CADA DOS DÍAS, ES DECIR, SI SUBO UN MARTES, EL SIGUIENTE SERÍA EL VIERNES... EL VIERNES PUES DESPUÉS SERÍA EL LUNES... DESPUÉS EL JUEVES... Y ASÍ... 

MUCHAS GRACIAS POR TODO EL APOYO QUE ME ESTAIS DANDO, JAMÁS IMAGINE QUE LLEGARÍA A TANTO...  GRACIAS GRACIAS GRACIAS, Y NOS VEMOS EL DOMINGO SI TODO VA BIEN... GRACIAS