NARRADOR EN TERCERA PERSONA.

Daniel entraba en el despacho de su madre, afortunadamente ella no estaba dentro, y eso lo tranquilizaba ya que no quería dar explicaciones, aunque pareciese infantil, buscaba un libro que estaba seguro que se dejó ahí antes del verano, ese era muy importante para él, quería conservarlo sobre todas las cosas, con él guardaba recuerdos, y antes de irse de vacaciones quiso resguardarlo aquí, por si las limpiadoras arreglaban el cuarto. Investigaba decidido por los cajones, creía que tenia libertad para hacer lo que quisiese en ese despacho, y aunque a su madre no le gustaba que lo hiciese, él no dudaba en rebuscar cuando le interesaba, comenzó por una de las estanterías que había en la parte derecha, quitaba y volvía a poner todos los cuadernos y libros que estaban puestos en la repisa, poco a poco se empezaba a frustrar, con solo pensar que lo hubiese podido perder una angustia entra en su corazón, era uno de esos libros de secretos que los tienes cuando te vas haciendo mayor, este lo compartía con su prima, y como era un chico de palabra, algo tenía que cumplir, ya que se había hecho realidad.

FLASHBACK 10 AÑOS ANTES.

- Toma Daniel – Lucía le acercó un libro al pequeño, este sonrió al ver que su prima le prestaba uno de sus libros favoritos, era parecido a un diario, pero ya estaba escrito, eran historias de sueños y cuentos imaginarios, pero quién sabe si alguno de los que contenía se podían hacer realidad- por si algún día no estamos para que me recuerdes....

- No, princesa – varias veces él niño negó con su cabeza, y ella volvió a ofrecérselo- te lo regaló la tía a ti, en la última página puedes poner un deseo, y solo se revelará si pasas la lupa mágica por la hoja- enseñó la lupa nombrada, y puso su mano en su mejilla, pero la niña terca lo puso sobre la mesa- vamos hazlo, pon eso que quieres que pase, algo que quieras ser de mayor, o quieras cumplir, princesa – se le llenaba la boca al llamarla así, era su princesa, y no lo ocultaba en ningún momento-

- Quiero que pongas uno – dijo la niña con una sonrisa, la que le traspasó a su primo, eso lo hacía sentir importante en su vida, y eso lo llenaba de felicidad- yo ya lo he puesto, y este libro será para ti y para mi, de los dos – unió sus manos con las de su primo – pero con una condición –expresó dejando intranquilo a su primo- el primero que lo cumpla se lo tendrá que enseñar al otro– habló inocente la niña y Daniel asintió con la cabeza- no hagas trampas, eh - tomó el lápiz mágico que venía dentro del libro, junto con la lupa, dudó que poner, pero rápidamente comenzó a escribir su deseo- y ahora guárdalo tú, el mío no creo que se cumpla – habló triste, su primo le dio un beso en su mejilla al verla así-

- Lo guardo en un lugar donde Jesús nunca pueda verlo – abrió el cajón de sus calzoncillos y rió- dice que aquí le da asco tocar, hasta que encuentre uno mejor su sitio será este – abrazó a Lucía, que reía al ver a su primo y feliz, y esté comenzó a correr- él ultimo que llegue le cede su postre al otro – expresó con ventaja, la niña puso una mueca de ofuscación y corrió tras él-

- Tramposo – chilló la niña intentando alcanzar a su primo- has empezado antes, no vale...

FIN DEL FLASHBACK

Daniel puso lo que tanto ansíaba, y por fin se había cumplido, en cuanto lo encontrara, se lo llevaría a una Lucía la que seguro no recuerda nada de esto, y efectivamente el chico puso " que mi prima me quiera, como yo a ella" pero lo que no sabía, que en cuanto abriese la tapa, se encontraría una frase inesperada, y que podría ser muy parecida, y estar en consonancia con esa, quizás las ansias de cada uno no eran muy diferentes, y aunque fuese de otro modo, la niña también quería estar junto a su primo toda su vida.

Un cuaderno, otro, un sobre otro, y ni rastro de un papel, sino estaba allí Daniel no imaginaba donde pudo ponerlo, necesita encontrarlo, estaba dispuesto a tirar al suelo todo y volverlo a poner en su sitio, si así encontraba su objetivo, pero de repente una luz lo iluminó, estaba ahí, vio la tapa que tanto buscaba, una sonrisa inundó su cara, cumpliría su promesa, estaba deseoso saber que escribió su prima, eran tan pequeños y a la vez tan adorables, desde ese tiempo sentía cosas por ella, es más lo sentía desde que eran bebés, cada vez que su madre le recuerda la anécdota de cuando su prima lloraba porque se le había caído el chupete, y el no dudó en ponerle el suyo para que dejara de llorar, algo se le remueve dentro de él, quizás ya en ese momento ya la quería tanto como ahora.

Pero de repente vio como un sobre caer desde uno de los libros que intentaba recolocar, se agachó a recogerlo y vio el nombre de su tía en el adverso del sobre, estaba a medio abrir, le dio la vuelta y se dispuso a verlo, con sus manos desdobló el papel, y matado por la curiosidad comenzó a leer " Querida Eva" – era su tía la que escribía a su madre- "le he confesado a Miguel Ángel que Lucía no es su hija" – al leer eso, algo dentro de Daniel se encogió, por un lado pensaba que estaba invadiendo la privacidad de su tía y su madre, pero era sobre su princesa la que hablaban- " me ha dado una semana para irme de aquí, no acepta mi equivocación, solo fueron tres o cuatro veces las que me vi con ese hombre que me arruinó la vida, pero las justas como para saber que la niña es suya, me arrepiento tanto de eso, no sé a dónde iré, tampoco como mantendré a la niña, necesito tu ayuda..." pero Daniel no pudo seguir leyendo, Eva entró en su despacho, unas lágrimas de rabia, empezaron a caer por sus ojos, su niña estaba equivocada, su padre no las abandonó, no era quien creía su padre...

- Daniel – la voz autoritaria de Eva resonó por todo el despacho- ¿Cuántas veces te he dicho que no rebusques mis cosas? Al menos pídeme permiso, ¿tan importante era como para ni decírmelo? – Eva sin saber lo que ocurría preguntaba mientras se acercaba a su hijo-

- Lucía no es hija del tío – expresó con una mezcla de admiración y rabia, mientras se daba la vuelta- ¿Por qué la tenéis engañada? – cuestionó sin entender nada, su cabeza buscaba una explicación que no encontraba-

- Daniel, cariño – comenzó a hablar su madre tiernamente, ya todo lo sabía, e intentaba explicárselo de una forma que lo entendiesen- tiene una explicación y una excusa, solo queríamos lo mejor para Lucía...

- No me digas cariño – gritó acalorado- sois unos mentirosos, sé que esto no me incumbe, pero Lucía está engañada, y seguramente por vuestro bien – apretó su puño, para seguir hablando- ella odia a ese hombre sin tener la culpa, porque la dejó sí, pero no era su hija, su madre la engañó, y que quieres que te diga mamá pero eso tiene un nombre- al pronunciar esa frase Eva le dio un guantazo a su hijo, rápidamente se dio cuenta que se había pasado y se arrepintió, lo cogió de su brazo para evitar que se fuese-

- Lo siento, pero era lo mejor – Eva tragó saliva y suspiró- no se lo digas, por favor, te prometo que convenceré a tu tía para que se lo cuente pronto, cuanto antes, pero Daniel – comenzó a temblar- se lo tuvimos que decir, pero ahora no nos querrá ni ver...

- No se lo diré, porque si lo hago será peor y le haré sufrir más – habló Daniel convencido- no soy yo quien debe hacerlo, y seguramente le hará más daño enterarse por mí – Eva suspiró más tranquila, ante esas palabras- pero ni la tía, ni tu os merecéis mi silencio... sois unas embusteras – gritó antes de abandonar el despacho dando un portazo-

Mientras tanto, y ajenos a todo esto, Celia y Jesús, estaban en una habitación declarándose de nuevo, y esta vez a solas su amor, por fin habían decidido darse una oportunidad, gritar a los cuatro vientos sus sentimientos, y dejar atrás las peleas, y rencores innecesarios. El discurso de Calum llegó al corazón de todos los presentes, ella se tiró a los brazos del mayor de los gemelos Oviedo, como siempre había deseado y le confesó eso que tanto intentaba guardar, pero era un secreto a voces para los demás.

Emily y Calum, planeaban cuando tuviesen al niño o niña entre sus brazos, y aunque un poco torpes, serán unos grandes padres, o al menos le pondrán empeño, pronto les llegaría una nueva etapa, que no serían fácil, tendrían que superar muchas barreras, pero juntos y unidos, las culminarían, trayendo al mundo a un bebé precioso.

Por su parte Nathan había ido a hacerle una visita a Lucía, sabía que estaba mala, y aunque lo hubiese rechazado seguía en su empeño de ser su segundo plato, si su relación con Daniel no iba como esperaban, estaría al acecho para ser el paño de lágrimas de su amiga, pero en el fondo tenía pocas esperanzas que eso pasase, y como un buenazo que es, se alegra que ella sea feliz, aunque no sea junto a él. 

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MADRE MIA, PUES YA HABEIS DESCUBIERTO ALGO... COMO OS DIJE EN EL ANTERIOR, TODO EMPIEZA A TERMINAR... ES LA RECTA FINAL DE LA TEMPORADA....

¿QUE OS HA PARECIDO EL CAPITULO? ¿OS LO ESPERABAIS? ¿COMO CREEIS QUE LUCIA SE LO TOMARÁ? SE HA LIADO UN POQUITO VERDAD???

PUES BUENO, NOS VEMOS EN EL SIGUIENTE, SUBO DENTRO DE MUY PRONTITO PROMETIDO.... JEJEJEJEJ MUCHISIMAS GRACIAS POR TODO VUESTRO APOYO, SOIS GENIALES...