CAPITULO 12+1- ¿QUIERES SER MI ACOMPAÑANTE?
NARRA LUCIA.
Llegamos hasta la heladería, Nathan no había soltado mi mano en ningún momento, se veía feliz a mi lado, en su rostro denotaba felicidad, por todos los poros de su piel, ¿se estaría enamorando de mi? Espero que no, ojala solo me vea como una amiga, mi corazón está ocupado, demasiado lleno como para intentar hacerle hueco a uno más. Mirándolo bien, y pensando en mí, quizás sea eso lo acertado, intentar enamorarme de él, que con su cariño me haga olvidar a Daniel, mi amor prohibido, el imposible que me hace sufrir, pero que a su vez me da la felicidad, el único que tiene la extraña y contradictoria sensación de matarme y a la vez hacerme revivir.
Nathan, parecía un niño pequeño, entró brincando al local, tiraba de mí, como un niño de su padre cuando ve un parque, se acercó a la vitrina y se quedó fijamente mirándola, como si estuviese metido en una oscuridad, y por primera vez viese la luz... y eso en parte me hacía reír, en tan pocos días, se había convertido en una persona imprescindible en mi vida.
- Hola – saludé al heladero, mientras me decidía que es lo que querría - una tarrina mediana de chocolate, por favor – indiqué punteando el cártel, sin embargo Nathan no tenía muy claro el sabor, lo veía dudoso, una carcajada interna apareció por mi cuerpo, -
- Y su novio, ¿que desea? – preguntó el dependiente, era canoso, debía tener unos 50 años, me lanzó una sonrisa al mirar a Nathan, creo que no entendía su idioma, no paraba de mirarlo con una sonrisa-
- No somos novios – contesté firme, en el mismo tono-
- Lo siento, pensé que lo eran – volvió a mirar nuestras manos entrelazadas y miró mis ojos- pues déjeme decirle que hacen una gran pareja, no es de aquí ¿verdad? – cuestionó y negué con la cabeza-
- Quiero ese – señaló el inglés metiendo la cabeza dentro del cristal, uno de los sabores, evitando así más indagaciones- no, no ese – rápidamente cambió al de vainilla, pero parecía que todavía no estaba seguro- no, no, ese no, lo quiero de chocolate – pero su indecisión no paraba- Oh, my good, me gustan todos... Luxia, creo que tendremos que venir en más ocasiones.
- Nathan, decídete ya – rogué posando mi mirada en él, con sus ojos brillosos me devolvió el repaso, y reímos juntos, parecía como si nunca hubiese pisado una heladería, los quería todos, señaló a la tarrina gigante, mientras terminaba de decidir el sabor-
Eché un vistazo a la sala, había muchos asientos libres, elegí la mesa que estaba justo al lado de la puerta, mientras que el inglés resolvía sus dudas con el helado y el tamaño, algo en mi vista se nubló, mi mente parecía que no le gustaba verme feliz, y no paraba de pensar en eso que tanto quería olvidar, otra vez el mismo nombre resonaba una y otra vez dentro de mi alma...
Me aleje unos pasos de Nathan sin darme cuenta, retrocedí a recuerdos que me hacían daño, en todos era feliz junto a él, ¿Por qué no podía quitármelo de la cabeza? Ojala pudiese tener un botón dentro de mí para borrar información, y lo peor era el sentimiento de verlo día a día, eso era lo que más me dolía.
- Lucía – alguien detrás de mí, me llamó sacándome de mis pensamientos, su voz era conocida- ¿te acuerdas de mí? – al girarme sonreí reconociéndolo- soy Marco – iba con el mismo uniforme que el que nos estaba atendiendo, llevaba un paño en la mano, seguramente trabajaría aquí-
- Marco, ¿qué haces aquí? – pregunté de forma cortada, él rápidamente se lanzó a darme dos besos, miré a mi lado y Nathan seguía mareando al heladero sin decidirse por un helado- ¿has dejado el trabajo de la cafetería?
- Sí, aquí me pagan más, y tengo más tiempo libre, trabajo con mi padre – señaló al dependiente que antes no atendía– he vuelto a vivir con él -¿y os preguntareis quién es? Pues efectivamente, lo conocí por Yoel, era su compañero de trabajo y de piso, era su mayor apoyo aquí-
- Me alegro mucho que te vaya bien – contesté nerviosa, sabía lo que vendría después, y es algo que no quiero ni recordar, ahora mismo ya estoy bastante mal como para tener más preocupaciones-
- Lucia, ¿sabes algo de Yoel? – preguntó dejándome aturdida, se supone que sabe que lo dejamos hace tiempo ¿no?- dejó la cafetería, llegó un día nervioso, diciendo que se tenía que ir, que volvía a su pueblo, que no podía seguir aquí, ni recogió sus cosas del piso– al relatarme todo esto me dejó desconcertada, desorientada- supongo que sería por algo de su familia... pero no volvió a contestar el teléfono, me dejó muy preocupado, se suponía que éramos amigos ¿no? – lo hizo de la misma forma que conmigo, ¿fue el mismo día? ¿entonces me seguía queriendo? ¿Qué sería entonces eso tan grave que lo hizo marchar de nuevo al pueblo?-
- A mí me dejó – confesé nerviosa- un día decidió no contestar más a mis llamadas... a mi no me dio explicaciones, tuviste más suerte que yo... pero es algo que prefiero no recordar –asintió con la cabeza, y empezó a limpiar el mostrador con la bayeta- me hizo mucho daño, lo quería, supongo – esto último lo dije en un tono más bajo que no llegó a apreciarlo-
- Lo entiendo, pero le debió pasar algo muy grave... él era un buen chico, y no hubiese hecho esto jamás, te quería estoy seguro, y no quería dejarte, yo era su amigo, aunque a ti no te hubiese querido, a mi no me tendría que haber dejado, fue algo muy raro – pese al paso del tiempo le seguía afectando, lo notaba en su mirada- Lucía, él no se metía en líos, alguien debió hacerle algo...
Marco siguió su cometido, y yo me quedé fijamente pensando, ¿entonces no me dejó? Pero... me podría haber llamado, por lo menos una conversación, un te quiero, me dejó rota, o eso creía, supongo que lo quería... pero ahora me quedaba dudas, creo que a la única persona que he amado es a Daniel, y con Yoel, es un sentimiento muy distinto... esto que me está pasando con mi primo no puede ser normal.
- Luxia, ya tengo mi helado – comentó cortando nuestra conversación, sonrió y se relamió, mientras recogía una copa gigante de tres sabores, sí definitivamente era como un niño pequeño- y el tuyo – me entregó mi helado-
- Supongo que sigues en el internado ¿no? – curioseó riendo, Nathan me volvió a coger la mano, y Marco arqueó sus cejas- ¿es tu novio?
- No, no, solo somos amigos... - el inglés se quedó con cara de no entender nada, y tuve que traducírselo- este es Marco, un amigo...
Nathan saludó a Marco, y nos fuimos a la mesa, para seros sincera, todo esto me ha cogido desprevenida y me ha dejado tocada... sino tenía suficiente información con mi primo, ahora tienen que venir viejos fantasmas del pasado.
- Luxia ¿no te gusta? – con sus ojos señaló mi helado y yo asentí con la cabeza- estas muy callada, y no te veo comer, no quiero verte triste... quiero tener más citas de estas contigo, el próximo día que venga Meghan, porque habrá próximos días – estaba muy seguro, esto lo hacía por mi bien, quería sacarme y que disfrutara, ¿tan mal se me veía desde fuera?- me he enterado que hay una fiesta de principios de curso, el viernes, en una discoteca, y quiero que vengas conmigo... ¿aceptas? – esto me dejo desconcertada, desde que lo hacíamos hace dos años, Daniel fue mi asistente, y este año estaba segura que no, no quería ir, tenía como un mal presentimiento- ¿quieres ser mi acompañante? – volvió a insistir-
- De acuerdo – acepté con no muchas ganas, mi cuerpo no quería fiesta-
-----------------------------------------------------------------
BUENOOO PUES OTRO CAPITULO MAS NO¿¿???? EN ESTE SE HA DESCUBIERTO MUCHISIMA TRAMA QUE OS PARECE???? OS GUSTA NATHAN PARA LUCIA??? QUE PENSAIS DEL AMIGO DE YOEL??? PORQUE CREEIS QUE SE TUVO QUE IR JOEL¿¿¿???? MADRE MIAA LA QUE SE HA LIADO JAJAJAJAJAJAJ
QUE QUEDE CLARO QUE ME ENCANTA TANTO NATHAN COMO DANI... QUE HAGO¿¿¿??? NO PUEDO CON MI VIDA... NO PUEDO ELEGIR... AYUDAAAAAAA JAJAJAJAJAJAJAJAJAJA
Y BUENO PUES MUCHISIMAS GRACIAS POR TODO GRACIAS POR VUESTRO APOYO, LECTURAS Y COMENTARIOS.... Y QUIERO DECIR ALGO CADA DIA TENGO MAS ORGULLO DE LOS GEMELOS... SON INCREIBLES Y CON GESTO COMO EL DE ESTA MAÑANA LO DEMUESTRAN OS QUIEROO....
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top