Capítulo 12

Sin soltar mi mano, caminamos por las iluminadas calles. A menudo yo le sonreía y Joey se perdía en mi radiante sonrisa para él.

De pronto, vi un asiento y me subí a la sendera; sin soltarnos de la mano, él me sonrió con amor. Vibró fascinado y yo me reí con dicha.

Solté un suspiro...

_ Tus padres, en especial tu madre, deben de odiarme...

_ Ella siempre ha tenido un carácter especial, no es como otras madres. Ella jamás entenderá que tú eres un músico famoso, que tu pasión es esa y que debes realizar giras para ganar dinero.

_ Así es... - dijo serio y algo melancólico.

_ Sé que eso significa que tú te irás y que nos separaremos para siempre, pero lo entiendo... De verdad que lo entiendo.

Dije por último a punto de llorar y Joey volvió a abrazarme y yo rompí en lágrimas en sus brazos.

_ Perdóname, mi amor. Por favor perdóname.

_ Oh, Joey.

Ambos nos abrazamos más fuerte e hicimos que ese abrazo perdurara en el tiempo.

_ Solo hay que aprovechar todos estos días juntos y ser felices. Solo eso.

Me miró desecho, contemplándome como si se tratará de la última vez y luego tomó mi mentón con cariño.

_Debes prometerme una cosa, hermosa.

_ ¿Qué cosa?

_ Cuando yo esté lejos, mejorarás tus calificaciones y sacarás tu carrera profesional. Prométemelo. – tomó mi mano, lo que me dio más tristeza y la apreté junto a la mía.

_ Si Joey. Te prometo que saldré adelante con mis estudios y me convertiré en una profesional.- me miró fijo a los ojos.

_ Es una promesa.

_ Si Joey. Es y será una promesa.

Ambos nos sonreímos y él sostuvo mi rostro entre sus manos y me besó como nuestra primera vez, en aquel lugar secreto.

_ ¿No te preocupa que tu madre sepa que estás conmigo?

_ No, esa mujer realmente no le importa lo que yo sienta, o mi felicidad.

_ Se nota. Desde cuando la conocí pude percibir aquello...

Las calles estaban desiertas. Paseamos por cada plaza del vecindario, hasta que entramos a un parque con diversos juegos. Nos sentamos y miramos todo el lugar vacío...

_ ¿Te imaginas a nuestros hijos jugando en esos juegos? – preguntó y miró con una sonrisa unos columpios. Yo sonreí soñando con aquello.

_ Si yo tuviera hijos. Créeme que todos los días los traería a jugar a esta plaza. – me sonrió tierno.

_ ¿Incluso si esos hijos fueran míos? – lo miré perdidamente.

_ Solo contigo tendría un hijo, Joey.

_...

Sus ojos brillaron de amor y sin decirme nada, sonrió perdidamente y yo me dejé seducir por su apasionada y profunda mirada.

Sentí de pronto mucho frío y comencé a temblar. Él lo advirtió.

_ Está haciendo mucho frío. Es mejor que nos vayamos a mi casa.

Le sonreí con anhelos y tomé su mano.

_ Está bien. Vamos, mi Joey.

Me sonrió tierno y sostuvo mi mano con cariño. Me ayudó a levantarme del asiento y nos fuimos a su casa.

Me senté en su sofá, él fue a prepararme un café para el frío, y yo mientras lo esperaba, miraba la decoración de su casa...

_ Aquí está tú café, linda.

_ Gracias.

Le sonreí y él me previno antes que yo diera el primer sorbo.

_ Cuidado, que está caliente.

Ambos nos sonreímos y él sentó junto a mí...

_ Que rico esta. Con esto se me va a pasar el frío.

_ Jejeje, al parecer el café si me queda bueno.

_ ¿Sabes cocinar?

_ Cuando es necesario cocino, pero no soy muy aficionado. – le sonreí con nervios.

_ ¿Te cuento algo? – sonrió.

_ ¿Qué cosa?

_ Yo no sé cocinar.

_ Jejeje ¿En serio?

_ La verdad es que lo he intentado, pero solo sé lo básico.

_ Pero por algo se empieza, amor. No te preocupes, pronto aprenderás.

Volvió a sonreírme, yo me perdí en su dulce sonrisa y luego di otro sorbo de su café.

Él me miró.

_ ¿Se te pasó el frío?

_ Si, ya.

_ Menos mal.

Le sonreí, y sin evitarlo, lo abrasé fuerte y él sonrió con deslumbro. No se esperaba aquel abrazo, y tierno, acarició mi cabeza.

_ Te amo mucho, Stephanie.

_ Y yo a ti, mi Joey.

Sin resistirlo me subí sobre él y lo besé apasionada. Joey embobado, me aferró a su pecho y siguió besándome.

Me acomodé en su pecho, él acarició mi espalda y yo cerré los ojos.

Sin darme cuenta, me había quedado profundamente dormida en sus brazos y Joey solo me observó y cuidó en su pecho.

Lo miré somnolienta y él acarició mi mejilla.

_ Es mejor que te vayas a descansar a mi cama, o si no, te volverá a dar frío.

_Ok... Siento que los ojos se me cierran solos.

_ Jejeje, se nota...Anda, ve a dormir a mi cama...

Sin percatarme, él siguió mis pasos, me abrió la puerta de su dormitorio y me ayudó a recostarme en su cama.

Caí otra vez en un profundo sueño. Joey se sentó junto a mí y me observó dormir con mi largo vestido, con flores, de color azul.

Sin contenerse más se acostó junto a mí y me miró perdidamente enamorado.

_ Pase lo que pase, siempre voy a amarte, cariño. Siempre...

Me susurró. Luego me cubrió con las frazadas y se acurrucó en mi hombro y cerró sus ojos...

Había llegado el amanecer, yo de pronto desperté y lo vi a él, sentado a un costado de la cama, colocándose una camisa negra.

_ Buenos días, dormilona. - me sonrió mientras se abrochaba los botones de su camisa y yo le sonreí con pudor al verlo abrochársela.

_ Buenos días...

_ ¿Dormiste bien?

_ Si. A decir verdad, mucho.

_ Eso está muy bien.

Volvió a sonreírme, se volteó para acomodarse la camisa, y yo sin evitarlo miré su espalda y sentí que mi corazón sobresaltó en mi pecho.

Me le acerqué, lo abrasé por su espalda y Joey me miró tierno. Besé su hombro y él rio.

_ No hagas eso, hermosa.

Me susurró y yo acaricié su pecho.

Embelesado, acarició mi rostro. Cerré los ojos y Joey me miró con destellos.

Volví a recostarme y él se recostó otra vez junto a mí.

Nos miramos sin decir nada, yo respiré hondo y Joey anhelándome, comenzó a besarme.

_ Aún no quiero irme.

_ No lo hagas y ya.

Acaricié yo ahora su rostro, él me observó hacerlo y sonrió.

Yo lo miré con amor, acerqué sus labios a los míos y lo besé con intensidad.

Solo quería que él me besara y que aquel beso durara para siempre y Joey besándome con locura, y deseos, colocó su mano en uno de mis pechos; lo acarició y sin dejar de besarme, yo disfruté de aquello y solté un gemido, mimada, y a la vez excitada.

Se desabrochó la camisa y luego se recostó a mi lado...

Se acostó con cuidado sobre mí; yo miré sus pectorales y se los besé con cariño, afán y Joey cerró los ojos con goce.

Volvimos a besarnos, yo acaricié su enorme espalda y Joey me besó más y más apasionado. Yo sin evitarlo, acaricié su trasero y él besó mi cuello.

Nos acostamos de lado, y él a mi espalda, bajó lentamente el cierre de mi vestido. Metió su mano bajo mi brasier, acarició mis pechos y yo cerré los ojos derretida y con más anhelos.

_ Te amo demasiado.

Me susurró al oído, y yo embelesada, me giré un poco y lo miré con mi amor a flor de piel.

_ Yo también te amo, mi amor.

Nos besamos, yo lo abrasé fuerte y él se entregó por completo a mi cuerpo y yo hice lo mismo.

Besó mi cuello y yo acaricié su suave cabello y solté otro gemido de placer.

Nos miramos, él acarició mi rostro y yo le sonreí perdidamente.

_ Te amaré por siempre, mi Joey.

Le susurré y él volvió a besarme con más anhelos y nos abrazamos fuerte.

_ Súbete, mí hermosa.

Me susurró y yo le sonreí. Nos acomodamos y yo me puse sobre él. Joey me miró apasionado y con ternura.

Ambos desnudos en su cama, nos cubrimos solo con las sábanas blancas y yo sobre él, Joey acarició mis pechos y yo lo miré encantada; me reí con dicha y acaricié sus pectorales.

Lo besé, apegué mis pechos junto a sus pectorales y él manoseó con satisfacción mi espalda.

Bajó sus manos a mi cintura y la manoseó fogoso. Escuché sus quejidos de excitación.

Solo quise volver a besarlo, y haciéndolo, Joey acarició mis piernas flexionadas, alrededor de su cadera.

Comencé a montarlo lento, cerré los ojos, amándolo inmensamente y otra vez besé sus labios.

Sus ojos fijos en los míos, nos tomamos de las manos y yo lo cabalgué más y más rápido y él me contempló hacerlo.

Ambos gimiendo, volví a cerrar los ojos con deseos y él estaba extasiado.

_... ¿Estás bien, hermosa?

Le respondí un sí con la cabeza, con los ojos cerrados y él sonrió.

Caí a su pecho y nos besamos largamente sin yo salirme de él.

Joey volvió a subirse sobre mí, la sabana cubrió parte de su cintura y otra vez nos besamos apasionados sin parar. Nos amamos como toda una vida.

Al acabar, Joey me sonrió feliz y se recostó junto a mí espalda. Nos miramos y yo le sonreí.

Me cubrí con la sabana, él me abrasó por la espalda y besó mi cabeza con ternura.

_ Ha sido muy bello esto que acabamos de hacer, otra vez. – le sonreí.

_ Si...

Joey me besó intenso, con anhelos y después nos abrazamos fuerte, sin separarnos.

_ Te amo tanto, amor mío.

_ Y yo a ti, mi vida. Has vuelto a entregarte a mí hermosa y eso me hace amarte más de lo que ya te quiero y amo.

_ Mi Joey. Yo también. Soy tan feliz cuando estoy aquí contigo solo amándonos y olvidándonos de todo lo demás.

Acarició mi mejilla, enrojecida, por su tierna y apasionada mirada de hombre enamorado y él sonrió.

_ Estás roja, cariño. – rio.

_ ¿En serio? Ya no te rías. Que malo eres...

Avergonzada, él me abrazó dulce.

_ No te avergüences, que muy preciosa te ves con tus mejillas rojas. - me miró coqueto y yo lo miré con mi amor perduro.

_ Si de algo estoy segura, Joey, es que jamás dejare de amarte...

Lo miré perdidamente, aún con mis mejillas enrojecidas y él me sonrió y me abrazó más fuerte.

Con la sabana atada a mi cuerpo, me levanté de su cama y él me siguió y me tomó por la espalda.

_ No te vayas amor, mío. No quiero que te vayas aún. – apoyó su cabeza en mi hombro.

_ Es que ya es tarde. Debí llegar a casa hace horas. – desvié la mirada con tristeza.

_ Lo sé, pero no me arrepiento de lo que vivimos esta mañana juntos.

_ Ni yo, amor mío. Nunca me arrepentiré de haberme entregado a ti. – mis ojos se cubrieron de lágrimas y él las miró.

_ Te prometo, amor mío, que esta no será la última vez que estemos juntos.

Acarició mi mentón, nos besamos largamente y a mí se me cayó la sabana, atada a mi cuerpo. Volví a quedarme desnuda frente a su mirada y Joey me sonrió con destellos.

Corriendo por las calles con mi largo vestido azul, recordé con felicidad aquellos dulces momentos en que volvimos a hacer el amor y Joey solo me observó correr desde su ventana y luego miró, serio y triste todo el vecindario.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top