Un lugar extraño

Ahí vemos a nuestra albina en medio de un pasillo bastante aterrador de un lugar que ni siquiera sabía lo que era o donde estaba. La niña estaba sola, triste, asustada y usando una bata de paciente de un hospital. Con ello, la albina tenía muchas preguntas en su cabeza. Tales como: ¿porque estaba usando esa bata? o ¿quien la había cambiado y donde estaba su ropa? u otra cosa. ¿Donde estaba su mochila con todas sus cosas? La niña no sabía lo que estaba pasando, pero no se iba a rendir en ese momento. Luego se puso a pensar ¿que había pasado en esas vías? Lo ultimo que recordaba era a los señores que estuvieron a punto de violarla, gritando como locos y... y... es criatura. Lo último que recordó era esa criatura humanoide con jeringas en su mano y esa sonrisa aterradora. Después se le ocurrió que tal ves esa cosa la halla salvado. Entonces se le vino otra pregunta: ¿que era esa criatura? Y otra pregunta, la cual era ¿él habrá sido quien le escribió eso? Se preguntaba refiriéndose al mensaje escrito en la pared que decía "sigue la sangre".

Con ello, lo único que se le ocurría hacer en ese momento era hacerle caso al mensaje y ver si a donde la llevaba habría respuestas a todas sus preguntas. Con ello, Linka empezó a caminar por el pasillo, observando cada tanto, algunas flechas de sangre en la pared, las cuales sigue hasta donde deben ir. Mientras caminaba, observaba lo aterrador que era el pasillo. Cada tanto, observaba algunas ventanas, pero todas estaban bloqueadas con tablas o pintadas de pintura negra, lo cual no la dejaban, ni siquiera saber si era de día o de noche. Pero se olvidó de eso y siguió caminando. En el pasillo, donde caminaba había pocas luces encendidas que le permitían ver el camino. Pero algo que le daba algo de asco y miedo, fue ver algunas manchas de sangre tanto en el piso como en las paredes. Se imaginaba que quien le escribió las flechas y el mensaje usó esa misma sangre para escribirlo. Con ello, la albina se preguntaba qué ¿que fue lo qué había pasado ahí?
Ya después de caminar por un momento y seguir las flechas en las paredes, Linka llega hasta un ascensor algo viejo, según ella.

Ahí, en la entrada de este, observa una llave colgada en el medio y con una nota. Linka, agarra la lleve y lee la nota, la cual dice:
"Necesitas la llave para usar el ascensor. Selecciona el último piso de abajo"

Con ello, la albina, algo dudosa, hace caso a la nota y entra al ascensor para después insertar la llave en un ojo que había abajo de los botones para seleccionar los pisos y la gira a la derecha para después apretar el último botón de abajo.
De repente, el ascensor empieza a bajar y tarda como un minuto en llegar al último piso de abajo. Ya cuando termino de bajar el ascensor, Linka abre la reja y se lleva la llave por si acaso. Al salir, la niña observa el nuevo lugar donde estaba, el cual era para ella, más aterrador que el piso de arriba.

Nota: ignoren los datos de cámara.

Ese piso le daba más escalofríos a Linka, pero después se arma de valor y avanza, para observar otra flecha de sangre, pero esta ves, estaba en el piso. Linka, sigue caminando y al hacerlo observa más detalladamente el lugar. Era como una especie de sótano gigante en el que se podría usar como departamento, al ver todas las puertas de metal que había.

Linka: -¿HOLA?- pregunta para ver si esta ves, había alguien.

Al no volver a recibir respuestas, la niña sigue caminando. Pero de repente, empieza a escuchar ruidos que venían de una de las puertas. Linka escuchaba golpes provenientes, como si alguien intentaba salir. Entonces, la albina se acerca a la escotilla para ver y de repente...

???: -¡mmm! ¡mmm! ¡mmm!- intentaba decir algo pero no podía porque tenía algo en la boca, y por la máscara que tenía puesto.

Linka: se aparta del susto y pone su mano en su pecho porque por el susto sintió que casi  le daba un infarto. Aún que por casualidad ya estaba acostumbrada por todas las apariciones sigilosas de su hermanos Lars.

Después de ver a ese hombre, decide ignorarlo y seguir su camino o mejor dicho, las flechas. Luego de caminar por los pasillos por un momento, Linka observa la última flecha de sangre en el piso, la cual apunta el frente donde había una puerta de metal con un símbolo raro en el medio.

Linka, va hacia la puerta para abrirla, pero, al intentarlo, observa que estaban cerrada. Al principio, creía qué tal ves había algo al otro lado que la bloqueaba, pero al intentar empujarla un par de veces, se asegura que si estaba cerrada. La albina piensa por un momento, hasta que se le ocurre una idea. Agarra de su bolsillo la misma llave que uso para utilizar el ascensor y la prueba con la cerradura de la puerta y milagrosamente para ella, la puerta se abrió. Linka entra a donde llevaba la puerta y por seguridad, la volvió a cerrar. Después de hacer eso, se da la vuelta y observa que estaba en una especie de túnel con escaleras que daban hacia abajo.

La niña se impresiona por el hecho de tener que seguir bajando, después del largo viaje que hizo en el ascensor. Pero inmediatamente se olvida de eso y prosiguió en bajar.

Después de estar bajando por las escaleras como por dos minutos, Linka ya estaba cansada y le dolía los pies pero se olvida de eso al escuchar un ruido como de agua y aves. Entonces la niña sigue caminando hasta terminar los últimos escalones y al llegar queda impresionado con lo que veía.

Ella estaba en una especie de cueva, pero en la que se encontraban algunas plataformas. Todo ese lugar tenía un aspecto como el de un refugio subterráneo enorme. Y en la parte de arriba se encontraban algunas luces gigantes que alumbraban el lugar.

Nota: ignoren el avión. Imaginen que no está.

Ante ello, la albina sigue avanzando de forma lenta por la emoción de lo que estaba viendo. De repente se da cuenta de que el ruido de agua que escuchaba, se trataba de una cascada que se encontraba dentro de la cueva. A la albina, de alguna forma, le parecía maravilloso lo que estaba viendo.
Pero ese encanto que tenía la albina, desaparece al volver a escuchar un sonido como el de aves volando arriba de ella, y al mirar en esa dirección se espanta un poco al ver solamente, murciélagos. Sip, murciélagos era lo que veía la albina. Había cientos de murciélagos durmiendo de cabeza en esa cueva. Linka decidió seguir su camino, sin generar tanto ruido, ya que algo que aprendió gracias a la mascota de su hermano gótico, era que a los murciélagos no les gusta el ruido fuerte.

Mientras seguía caminando, la niña llega a escuchar unos ruidos como de computadora y decide ir a ver que era lo que provocaba ese sonido. Al subir unas escaleras, Linka observa en frente suyo un sillón antiguo para uno solo y se esconde detrás de él, al ver que no estaba sola. Ella observa a un hombre con una especie de bata marrón con capucha. Tenía alguna clase de mochila con unos tubos en su espalda, los cuales tenían una especie de líquido naranja. Linka observa que ese hombre estaba trabajando en una especie de computadora y observa algo que hizo que abriera los ojos. Observó una mesa de metal, en la cual arriba se encontraba su mochila, y no solo eso, sino también su ropa que estaba doblada y a lado de ella. Linka decide ir con sigilo hacia donde estaban sus cosas y planeaba escabullirse de donde sea que estaba. Primero agarró su mochila para luego ponérsela sin hacer algún ruido y después agarro su ropa para después darse la vuelta e irse de la forma más sigilosa posible.

???: -¿sabes que es de mala educación no presentarse con alguien?- dijo sin apartar la vista de lo que hacía.

Linka se detiene en seco al saber que el hombre que observó ya se había dado cuenta de su presencia y ante ello, se da media vuelta para volver a observarlo.

???: -sobre todo con la persona que te salvo la vida- dijo mientras se daba la vuelta para ver a la albina.

Linka al ver a la persona que tenía en frente, sus ojos se abrieron lo más que podían al no poder creer lo que estaba viendo. La persona que tenía en frente suyo era un hombre como de mediana edad, que usaba una especie de bata marrón con capucha. Debajo de su bata podía ver que estaba usando una ortesis de metal en su pierna izquierda, más un pantalón largo negro y botas del mismo color.
Pero lo que no podía evitar de ver en ese sujeto era el conjunto de tubos y mangueras que rodeaban su cuerpo desde su cintura para arriba. Todos, llenos de un extraño líquido naranja. La niña también pudo ver que tenía en su mano derecha una especie de guante metálico con unas jeringas que rodeaban sus dedos, también llenos de ese líquido naranja. Pero lo que más le sorprendió de aquel hombre, era que estaba usando una especie de máscara de tela blanca desgastada con dos filtros de una máscara de gas en ambos lados de su mandíbula.

???: -hola... niña-





Tan tan tan... capítulo 4 completado gente. Espero que les allá gustado. Les aviso que posiblemente ahora me dedique a otra de mis historias, pero no se preocupen, creo pude hacerme un horario para poder escribir cada día. Pero igual, no prometo nada, esto de siempre un capítulo cada dos días o cada semana. Les asegura que yo hago todo lo que puedo.
Así que bueno, sin más que decir, nos vemos amigos. Que se cuiden y hasta la próxima.

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