Mi mama preparo algo de comer les platique de ella, en esos momentos me sentí muy feliz por haber hallado a una amiga.

Después de comer, me fui a mi cuarto a hacer la tarea que nos encargaron.

Al estar solo en mi cuarto no dejaba de pensar en Yessica. 

El sol se estaba ocultando para dar paso a la luna.

Poco a poco las estrellas se miraban y su brillo se veía.

- Hora de cenar.- escuche a mi mama.

- ya voy - salí corriendo de mi cuarto y baje las escaleras.

vi a mi papa quien estaba ayudando a mi mama a poner los platos en la mesa.

Me senté.

- Tu mama me dijo que hiciste amigos. - dijo mi papa.

- si - conteste - se llama yessica.

- Espero que me la presentes. - dijo

- Seguro papa - dije y me puse a comer

__________________________________

Al día siguiente me desperté con muchas ganas de ver a mi amiga yessica.

Estaba emocionado.

- Leo ya es hora de desayunar - anuncio mi mama.

Baje ya listo para irme a la escuela, me senté y empece a devorar la comida.

- Leo come mas despacio - dijo mi papa quien se sentó a un lado de mi.

Tuve que hacer caso, pero es que ya quería ir a ver a mi amiga ya no podía esperar.

Una vez terminado el desayuno, tome mi mochila y corrí al auto.

- No corras Leo acabas de comer. - dijo mi papa.

- Dejalo quiere ver a su amiga - dijo mi mama ya una vez cerca del auto.

Mi papa no dijo nada solo dio un suspiro y quito el seguro del carro, me subí y abroche el cinturón.

Empezó a conducir.

________________________________________  

- Portate bien Leo. - dijo mi mama antes de que me adentrara a la escuela.

- SI. - grite y seguí corriendo para llegar al salón.

Vi a yessica sentada dibujando en su cuaderno.

- Hola, ¿que dibujas? - pregunte.

- A un pájaro - dijo 

- ¿Que clase de pájaro?

- Un colibrí - dijo - ya termine

Mire su dibujo y le quedo muy bien.

- Me gusta te quedo muy bien ¿desde cuando dibujas?

- Desde que tenia cinco años, mi mama es artista así que me enseño a dibujar cuando me empecé a interesar mucho en el dibujo.

- Wow, eso solo se me ocurre decirte.

- Pues menos me vas a decir algo después de que te diga esto. - dijo.

- ¿Que? - dije.

- Es tuyo te lo regalo - dijo y me lo entrego.

- Tienes razón no se que decir - dije.

- Tal vez ayude un gracias.

- Perdón, muchas gracias. - dije.

- De nada - dijo con una sonrisa.

La abracé.

Nos separamos y inicio la clase.