Capitulo II
"Atrapado"
"¿Realmente eres tu?... ¿Eres Kaito-niichan?" Dijo Shinichi extendiendo su mano al aire, como si intentará alcanzar a la persona frente a el. Sus labios se fruncidos y sus ojos rojos reteniendo esas lágrimas que presionaban en salir.
Kaito seguía mirándolo en estado de Shock, cubría la mitad de su rostro como si temiera revelar su identidad. Algo prácticamente inútil ya que Shinichi lo había reconocido por ese inusual color de ojos Violáceos, esos rasgos que habían madurado pero seguían siendo familiares.
Shinichi quería preguntarle muchas cosas, quería explicarle otras cuantas pero, no sabía por dónde iniciar. Abrió y cerró sus labios pero ninguna palabra salió.
"¿Capitán General?" Farfulló Kaito mirando al suelo.
"¿Ah?" Se desprendió de sus labios, '¿Por qué dijo mi cargo de la nada?' Completo en su mente, ladeo con la cabeza esperando que continuará.
Kaito alzó la mirada con una expresión difícil de descifrar.
"¿Tu eres el Capitán General?" Preguntó dejando caer la mano que cubría su rostro.
Shinichi tardó en reaccionar pero al final ascendió levemente.
"Si, soy yo"
La expresión de Kaito se torció más, giro su cabeza a la izquierda y miró hacia arriba mientras se tallaba la cara.
Una leve risa resonó de la nada "Esto es genial" opinó sarcástico. Shinichi siguió viéndolo confundido y justo cuando se armo de valor para preguntar que ocurría, unas voces resonaron no muy lejos. Eran 3 de los General que se habían quedado atrás, parecía que el ataque Rebelde había terminado y venían a ver que Shinichi estuviera bien.
Los tres se pararon de golpe, parecían haber notado la figura de espaldas, Shinichi no sabía que hacer; miró con pánico a los Generales que habían empezado a desenvainar sus espadas y miró de vuelta a Kaito, solo alcanzo a ver humo explotando de la nada y cubriéndolo a el y a Kaito. De repente Shinichi sintió un trapo que se precionaba contra su nariz y boca y poco a poco lo dejaba inconciente.
Los General incapaces de ver que pasaba se cubrieron la cara mientras tosía debido al humo.
Cuando el manto de humo se dispersó ya no había nadie ahí. Tanto Shinichi como Kaito habían desaparecido dejando atrás la máscara cortada a la mitad y la espada de Shinichi.
En esa habitación, lo suficientemente grande para 4 literas y una pequeña mesa redonda, donde había un vaso medio lleno y un balde con un poco de agua con un trapo adentro, a lado de la pequeña mesa estaba una de las literas y en la parte de abajo estaba un niño enfermo.
Ese era Shinichi a sus 6 años.
El pequeño Shinichi sudaba mientras respiraba de forma pesada, sentado al borde de la cama estaba un pequeño Kaito de tan solo 9 años, Kaito lo había arropado y atendido en todo el tiempo desde que se enfermo.
"Kaito-niichan... hace frío"mumuro girando su cabeza y extender su manita, Kaito tomó su mano mientras extendía la mano libre para tocar la frente del menor.
'Esta ardiendo' observó, Kaito soltó su mano momentáneamente para ir a la mesita y sacar aquel paño del agua, lo exprimio un poco antes de doblarlo en tira y ponerlo en la frente de Shinichi.
Se volvió a sentar a su lado y empezó a acariciar cabello con ternura.
"Tranquilo, pronto estarás mejor. Por ahora duerme un poco"
Aquellas caricias, hacían sentir al pequeño Shinichi mejor, como si con sus manos se llevara todo lo malo.
Shinichi había estado preocupado últimamente y esa misma preocupación fue la que lo tiro enfermo, ahora la misma preocupación era la que no lo dejaba dormir.
Tal vez se debía a la fiebre pero sentía que podía decirlo sin miedo alguno.
"Kaito-niichan"
"Mmh?"
"Esa familia... ¿Te llevará?"
"Me dijeron eso per-"
"No quiero" interrumpió Shinichi, Kaito lo miró sorprendido. El pequeño Shinichi lo miraba con los ojos tan rojos y con su poca fuerza apretaba su mano de forma temblorosa "Yo... No quiero que me dejes" murmuró empezando a llorar.
"¿Shi-chan?"
"Pero tampoco quiero ser egoista" Con su otra mano empezó a tallar sus ojos "Se que esta puede ser tu única oportunidad, pero aun así... Yo espero que no la tomes. Yo quiero estar contigo siempre pero no quiero que te arrepientas de estar conmigo, asi que si te tienes que ir para tener la familia que siempre quisiste... Entonces yo estare bien" sollozaba.
Kaito sonrió, se acostó aún su lado y extendió sus manos para atraer al más pequeño a su pecho y abrazarlo.
"Tonto" murmuró mientras acariciaba su cabello azabache, Shinichi estaba sorprendido pero aún así se aferró al contrario. Hundió su cara en su pecho y lo abrazo como si en cualquier momento pudiera perderlo.
"Yo ya tengo una familia y eres tu Shi-chan, sin ti yo no me iré a ningún lado. Te lo prometo" beso gentilmente su cabeza, como si esa acción hubiera tenido magia hizo que todo el miedo y malestar abandonarán su cuerpo.
Suspiro aliviado dejando que aquellas caricias en su cabello lo durmieron de poco a poco.
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Shinichi empezaba a despertar de aquel agradable sueño. Sin embargo, era como sí aquella mano llena de calidez recientemente lo hubiera acariciado su cabello, aún sentida el vago rastro de calor.
Cuando el sueño empezaba a desaparecer, su mirada se empezó a abrir mostrando un lugar obscuro con olor a moho, el piso de piedra fría y los barrotes no muy lejos, y del otro lado de los barrotes la silueta de alguien alto. Había despertado en el piso de una celda.
Se sentó y tallo sus ojos.
"Ya despertaste" habló la persona del otro lado, esa fría voz terminó despertándose por completo. Miró a esa persona y no tardó en notar que se trataba de Kaito.
"¡Kaito!" Se levantó he intento acercarse a los barrotes pero terminó tropezado, miró su pie derecho y noto un grillete atado a su tobillo. Miró aún más sorprendido a Kaito "¿Kaito? ¿Por qué tu?".
Kaito lo miró sin un cambio de expresión, sus ojos no eran los mismo que recordaba de su niñez, solo lo miraba con frialdad.
"Porque eres mi prisionero"
Hubo un silencio incómodo, Kaito ya no parecía tener el mismo nivel de paciencia que cuando era niño; no espero a que Shinichi quisiera iniciar una conversación por lo que, solo 1 minuto después se dio la vuelta y abrió la puerta de la habitación dispuesto a irse.
"¡Kaito!" Lo llamo desesperado, Kaito se detuvo y giro a mirarlo.
"¿Qué?"
Shinichi lo miró votado en el suelo con una expresión difícil de descifrar.
"Amh..." musillo rascando su nuca.
Kaito resopló y se giro otra vez a la salida, de pronto esa voz suave lo volvió a detener.
"¿Cómo has estado?" Era una pregunta bastante común en una conversación normal de amigos que se habían reencontrado después de un tiempo. Pero su situación estaba lejos de estar en lo que se llamaba normal.
Kaito lo miró algo sorprendido pero al mismo tiempo un tanto desconcertado.
Ambos habían estado separados por más de 10 años sin posibilidad de contacto, mientras que uno se había vuelto funcionario del Imperio, otro se había vuelto un Rebelde. Un ¿Cómo has estado? Realmente no era tan relevante.
Kaito se había planteado las muchas preguntas que podría hacerle Shinichi, pero jamás pensó que le haría una pregunta ordinaria como esta.
"¿Es eso lo que me querías preguntar? ¿No tienes curiosidad sobre otras cosas?"
Shinichi bajo la mirada al piso y jugueteo con sus dedos.
"Te mentiría si te dijera que no tengo más preguntas pero, después de que nos separamos. Yo te busque por mucho tiempo y cada noche que pensaba en como te verías o si estas bien, si seguías con vida y comías bien, y terminaba pensando en que sería lo primero que te diría al verte. Desde hace mucho decidí que si algún día te volvía a ver lo primero que quisiera saber si todo este tiempo tu, habías estado bien." Explicó.
Kaito cerró otra vez la puerta tras de él, se acercó nuevamente a los barrotes y se sentó en posee de meditación.
"Tu... ¿Me seguiste buscando?" Cuestionó.
Shinichi lo miró, sonrió débil mente y simplemente ascendió.
"Por supuesto"
Kaito se quedó en silencio por un rato.
"Esto fue realmente una sorpresa, nunca espere que tu fueras... el Lider Rebelde" opinión Shinichi con una sonrisa nerviosa.
Se escuchó una leve risa, Shinichi miró al de ojos Violáceos y noto esa extraña expresión torcida en la cara de Kaito.
"Y supongo que ahora que me volviste a ver, estas decepcionado de que me volví un maldito ladrón, asesino y ese horrible líder Rebelde que tanto odia tu gente" soltó con burla.
Shinichi se estremecío ante esta declaración, justo ese "No" que estaba decidido a decir se atoró en su garganta, dejando un vacío. Shinichi le miró confundido pero incapaz de decir algo, hasta ahora no había pensado que sentía al tenerlo de vuelta. Pero ahora que lo pensaba no estaba seguro.
Al principio fue un shock, después se sintió algo de felicidad y satisfacción, y ahora se sentía preocupado.
Kaito apoyo su palma en su mejilla y sonrió de forma burlona.
"¿Y bien?"
Shinichi no respondió su pregunta, en cambio lo miró de forma lamentable. En su cabeza ya había pensado en toda la situación de principio a fin, ahora sabía el porque de su preocupación.
Ahora que sabía que la persona que tanto había estado buscando era de hecho el criminal con mayor recompense por su cabeza, era un hecho que le preocupaba bastante.
Sentía que si tenía un descuido podría volver a perderlo.
Al cabo de un rato, Shinichi murmuró.
"¿Por qué tenías que ser el líder Rebelde?"
Kaito se pasmo al ver esta reacción. 'Realmente me odia' paso por su cabeza. Apretó los dientes y se puso de pié.
"¿Kaito?" Esta vez no se detuvo, camino a la puerta en pasos pesados y la abrió. Antes de salir Kaito dijo entre dientes.
"Tu gente me orilló a hacer lo que hago"
Tras decir esto y dejar a Shinichi con dudas, cerró la puerta metálica de un golpe.
Apesar de lo bajo de su voz, Shinichi fue capaz de escuchar cada palabra. Se arrastro a una pared lateral y recargo su espalda. Miró el techo y medito con los ojos cerrados.
'¿Mi gente te orilló a hacer lo que haces?'
'¿Qué querías decir con eso?'
Cuando estas encerrado, las horas pasan relativamente lentas y el aburrimiento era inevitable. Shinichi se había votado de lado sin importarlo lo sucio que estuviera el suelo, cerro los ojos y rápido se volvió a quedar dormido.
Esta vez no hubo sueño, solo un espacio negro donde nada ocurría, lo que lo volvió a levantar fueron los ligeros sonidos de la puerta intentado ser abierta junto con los murmullos de dos personas.
Shinichi se sentó y volvió a recargar se espalda en la pared y se dedico a escuchar.
"Rápido, ábrela rápido o nos va a cachar Kaito" murmuró la primera voz con impaciencia.
"Eso hago, pero son tantas llaves que es difícil saber cual es cual" respondió la segunda voz de acento extraño más irritada que impaciente.
*Click* se escuchó seguido del chillido de la puerta siendo abierta.
"Genial, al fin se abrió" festejo la segunda voz.
Ambas figuras entraron casi a la par, una más alto que la otra, su piel morena y ojos verdes, el otro de piel blanca, cabello castaño claro y ojos rojos.
"No puede creer que Kaito al fin lograra atrapar a ese fatidioso Capitán General" opinó el moreno.
"Ese tipo debe debe ser un viejo arrogante que fanfarronea sobre su fuerza he inteligencia, pero ahora que esta en las manos del hermano mayor debe estar de rodillas rogando por su vida de forma patetica" ambos se rieron un poco pero pronto callaron en el momento en que vieron la cara al otro lado de los barrotes. "¿Un chico joven?" Soltó confundido el de ojos rojizos.
El ojirojo se acercó más a los barrotes intentado meter su rostro entre dos de ellos.
"Viejo, realmente es un chico, se ve mas joven que Kaito. ¿Realmente este tipo es ese Capitán General que arruna todos los planes de Kaito? ¿No se equivoco de persona?" comentó.
Shinichi que solo se había dedicado a escuchar y observar, solo se limito a suspirar, sacudió su mano en forma de saludo y murmuró un débil:
"Hola"
"Este sujeto no puede ser ese fastidioso Capitán General. De seguro se equivoco de persona"
El moreno no había dicho nada desde que vio a Shinichi. Se acercó igual a los barrotes y se puso de rodillas para estar a la misma altura que Shinichi y lo siguió mirando fijamente.
"Este chico..." murmuró, el ojirojo también se arrodilló a su lado y preguntó:
"¿Qué sucede Heiji?"
Shinichi murmuró ese nombre unas cuantas veces de forma inconsciente, le parecía un nombre familiar pero no recordaba de dónde. Al cabo de un corto tiempo soltó un "¿Ah?" Tras pensar en algo.
"Espera, ¿Tu eres Heiji?.... ¿Ese Heiji?" Shinichi se levantó y se acercó lo más que la cadena le permitió.
"¿Qué te pasa? ¿Por qué te sorprende que se llame Heiji?" Contestó el ojirojo intrigado, Shinichi miró fijamente al ojirojo, al principio los entrecerró pero al cabo de 5 segundos los volvió a ensanchar con sorpresa.
"¿Hakuba?" Lo nombró, Hakuba se estremeció cuando este extraño lo llamo por su nombre de forma tan familiar.
"Tu... ¿Cómo-"
Heiji lo interrumpió antes de que pudiera terminar su pregunta, soldando un sonido de sorpresa.
"¡No puede ser!" Gritó Heiji asombrado, se levantó retrocediendo 3 pasos.
"¿Qué pasa?" Hakuba seguía sin entender que estaba pasando.
"¿Shinichi?"
Con ese nombre al aire, Hakuba al fin logro entender lo que pasaba. La sangre de ambos se heló al instante instante. Rápido volteo a verlo.
"¿Shinichi-nichan?" Murmuró Hakuba dejando caer su mandibula.
"Cuanto tiempo sin verlos chicos" habló Shinichi.
Ambos chicos se quedaron sin habla ante este nuevo descubrimiento, se frotaba los ojos aún sin creerlo.
Después de tallarse los ojos unas dos veces más, de peñizcarse mutuamente y de abofotearse la cara. Al fin ambos se emocionaron.
"¡Shinichi!" Extendieron sus brazos para abrazarlo, pero se encontraron con los barrotes. Recordando la existencia de esas barras metálicas, se apresuraron a ir a la cerradura he intentar con todas la llaves en ese llavero que colgaba de la sintura de Heiji.
"Amh... Chicos. Yo también estoy feliz de verlos de nuevo pero... No creo que eso sea una buena idea, Kaito me dejo aquí y si el los atrapa se meterán en problemas con el" opinó.
Hakuba ondeo sus manos despreocupado "Pfs!, Tonterías. Kaito no debió haberte reconocido y te encerró por error, si vamos y le decimos que eres tu. No tendrás que quedarte en esta sucias celda"
Shinichi sonrió nostálgico. Recordaba muy bien a estos dos, en el horfanatorio donde vivian, solían pasar los días juntos. Heiji tenía su edad pero era más energético que el, corría de un lado a otro jalando a Hakuba con sus manos unidas. Por otro lado Hakuba era aún más callado que el, no sonreía a menudo y aunque parecía molesto todo el tiempo con Heiji por jalarlo por todas parte, en realidad disfrutaba sus momentos juntos.
Ahora, después de tantos años juntos, parecía que Heiji había logrado contagiarle su energía y actitud.
"¡Mierda!, ninguna de estas llaves abre la celda" resopló Heiji.
"¿Seguro que intentaste con todas?" Preguntó inquieto.
Heiji extendio el llavero "¿Quieres intentarlo tu?" Habló enojado.
Shinichi intento calmarlos.
"Esta bien, no tienen que sacarme de aquí después de todo, incluso si me llevan ante Kaito el me regresara a la celda."
"El no lo hará, solo tenemos que decirle que se equivoco de persona"
Shinichi negó con la cabeza.
"No funcionará. En primera por que el no se equivoco de persona, yo soy el Capitán General que tanto buscaba y en segunda por que el fue el primero en reconocer, sabe quien soy"
Ambos se sorprendieron ante esta declaración.
"Debes estar bromeando ¿Verdad?" Sonrió Heiji lleno de nervios.
"No, realmente soy el mismo Capitán General que le ha estado arruinando sus planes" confesó.
"Wauh!... Esto es bastante cómico" soltó Hakuba rascando su nuca "Resulta que la persona que Kaito a estado intentado matar, era la misma persona que ha estado bu-"
"Qué interesante" interrumpió una tercera voz llena de frialdad. Los tres supieron al instante quien era.
No era otro más que Kaito.
Ambos giraron al mismo tiempo de forma mecánica y expresión sombría.
"Hola hermano mayor" dijeron al mismo tiempo con voz temblorosa.
Shinichi miró a Kaito, pero el parecía no tener interés en su existencia.
"¿Puede preguntar que estaban haciendo ustedes dos?" Kaito se cruzó de brazos y miró a ambos individuos con una expresión sombría.
Ninguno de los dos hablo.
"Supuse que vendrían aquí" continuó Kaito "Por eso quite la llave de la celda del llavero por precaución" dijo sacando una llave dorada de su bolsillo.
"Pero no entiendo, ¿Por qué tienes encerrado a Shinichi? ¿Acaso olvidaste quien es?" Heiji lo confrontó.
"Claro que se quien es pero... " miró de reojo a Shinichi antes de volver a mirar a los otros dos "El ahora es el enemigo, no puedo simplemente dejarlo libre después de todo"
Los tres discutieron sobre si dejarlo libre o no y justo cuando Shinichi pensó que el ambiente se volvía más sombrío. Aplaudió una vez llamando la atención de los tres y parando la eminente pelea.
"No peleen. Hakuba, Heiji... Kaito tiene sus razones en no confiar en mi, después de todo soy parte sus enemigos" ambos lo miraron con las cejas fruncidas.
"Pero tu no nos harías daño, ¿o si?" Farfulló Heiji.
Shinichi sonrió negando con la cabeza.
"Por supuesto que no pero... comprendo porque Kaito desconfía de mí. Si los papeles estuvieran revertidos haría lo mismo"
Ambos parecieron comprender y se rindieron ante la idea de sacarlo de ahí.
"Ahora salgan de aquí" ordenó Kaito apuntando la puerta.
Tanto Heiji como Hakuba no parecían querer irse, pero aun así se marcharon obedientemente dejándolos solos.
"Supongo que me quedaré aquí hasta que sepas que hacer conmigo ¿Verdad?" Habló Shinichi.
Kaito bajo sus brazos antes cruzados y lo miró con seriedad.
"Supones bien" se rió.
Shinichi sonrió levemente mientras se sentaba en el suelo en pose de meditación.
"Bueno si quieres que sobreviva, vas a tener que alimentarme para no morir de inanición antes de que puedas aprovechar mis cualidades"
El ojiviolaceo se rió un poco.
"A eso venia justamente" desató una bolsa de tela mediana de su cintura y se la lanzó a Shinichi. Al abrir la bolsa, solo encontró una cantimplora y una pierna de lo que parecía ser un pollo gordo envuelto en una tela negra.
"Aquí no tenemos esas lujosas comidas que estás acostumbrado, asi que te tendrás que conformarte con eso" bufó dándose la vuelta y dirigirse a la puerta.
"Esto no está mal" dijo dándole una mordida a la pierna de pollo.
Justo cuando Kaito estaba por cerrar la puerta con el afuera, escucho la delgada voz de Shinichi.
"Me alegra tanto volver a verte"
Los ojos violáceos de Kaito se ensancharon, luego se enternecieron y una calida sonrisa se levantó de forma inconsciente.
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Fecha: 02/05/2023
Hasta aquí el capítulo de hoy. 🤗
Ya no vemos en el siguiente. Adiosito 🫶
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