El beso de noche vieja (parte I)
Con las energías renovadas, y con el aura radiante, Milo conducía su hermoso Audi por las calles de Atenas, pensaba en un poema que leyó alguna vez, donde se decía "si nada nos salva de la muerte, al menos que el amor nos salve de la vida", y eso mismo era lo que experimentaba en esos momentos, todas sus acciones estaban tomando un rumbo con un fin específico: su felicidad, la plenitud de sentir que estaba haciendo exactamente lo que su intuición y corazón le dictaban, el amor estaba tomando cada aspecto de si mismo, y lo estaba convirtiendo en la mejor versión que él podía darle a los demás, el amor propio, a su familia, a sus amistades, a su trabajo, y sobre todo a Camus, lo guiaba por un sendero a la cumbre de sus éxitos personales, vivía en una ensoñación que traspasaba al mundo real, duraría un día, un mes, un año, o toda la eternidad, disfrutaría cada instante de su nueva oportunidad.
La vista de la capital de Grecia también era un buen indicio de buenos tiempos, a pesar de ser invierno, el día se veía precioso con el rey sol ejerciendo su poder en los cielos, aunque estaba próximo el atardecer, la majestuosidad de las nubes coloreadas de un intenso color rojizo anaranjado, contrastando con el rosado pálido del firmamento, le recordó a su profesor favorito, y a los sentimientos que despertaba en él, destacando a la pasión de un amante, de una entrega, y una dupla de complicidad e intimidad, ya quería verlo, ya sólo quedaban 24 horas más para poder estrecharlo en sus brazos y decirle lo mucho que lo había extrañado, pero antes, debía afinar los detalles de la fiesta anual que organizaba con sus amigos y sus allegados.
Estacionó el automóvil en la calle frente al café "Rodorio", la música de la rockola antigua del lugar lanzaba estruendosas ondas de sonido, y la canción "Like a prayer" de Madonna llegó a sus oídos, eso sin duda era obra de Afrodita, estaba seguro que ese enfermero tenía a todos bajo la orden de no quitar del aparato a su chica material favorita, no pudo evitar reírse, podía ser muy autoritario cuando se proponía.
Entró al lugar preferido por toda su "orden", con discos de acetato colgando de las paredes, a modo de decoración, lámparas viejas, pósters de bandas de rock clásico, y un enorme mural dedicado al cuarteto de Liverpool "The Beatles", era para todos una especie de guarida, debía llevar a Cammie ahí, ¡ah!, todo lo hacía pensar en la belleza hipnotizante del francés, pero la seña de la mano de Aioria en una mesa del fondo, ubicada en una pequeña terraza, le hizo volver a la relidad, ahí también se encontraban Aioros, Shaka, Ángelo y Afrodita, obviamente, se dirigió a ellos para acompañarlos en sus sillas, inmediatamente ordenó una cerveza Heineken al mesero, que se retiró de inmediato para traer su pedido, cuando estuvieron solos, el doctor Leo fue el primero en hablar, con su característico humor negro propio del grupo.
-¡Bicho!, llegas tarde, ayer también, ¿todo bien?, ¿el amor te tiene más atontado de lo normal?
-Calma michito debilucho, que no fui yo el que olvidó decirle a a su queridísimo hermanito que tiró al suelo y descompuso el Nintendo Wii de su casa, en una noche desenfrenada con su chica pelirroja.
-¡Me dijiste que había sido un accidente Aioria!, ¿ahora cómo nos vamos a relajar después del trabajo?, hace mucho que no estaba con ustedes, y así me reciben.
-¡Y fue un accidente hermano!, perdóname, además tú también haces cosas con Shura, y es bueno que Marín vaya a nuestra casa, porque ahora lo lleva a él también en su auto..., ¿quién iba a pensar que mi novia era tan amiga de tu pareja?, lo siento en serio, puedo comprarte otro.
-¿En qué se pueden ocupar Aioros y Shura?, seguro son salvajes jugando ajedrez.
El último comentario hecho por Death Mask, provocó que todos, incluso el aludido y Shaka en su seriedad, soltaran una carcajada, que se pudo escuchar hasta la otra cuadra, esos eran los ratos más agradables que pasaban juntos, y era cierto, tanto Aioros, como Shura preferían actividades más tranquilas y manejar un perfil bajo en su relación, aunque a veces al mayor de los Leo, se le salía revelar algunos detalles que no debían ser del dominio público.
-¡Oye! el ajedrez puede ser muy entretenido, sobre todo ahora que me he ocupado tanto en la comisaría, con la ola de ataques sexuales, estamos tras la pista de un sujeto, y no sabes lo mucho que le gusta a mi pequeña cabra verme con mi uniforme de policía...
-Todos tenemos nuestros secretitos con nuestras parejas, como tú bicho venenoso, el dormirte con un paciente en su propia cama en el Hospital..., me delataste con el Nintendo, tenía que decirlo.
-¿Quieres pelea Leo?
Milo estaba muy sonrojado, la temperatura le subió tan rápido como la espuma que se produce cuando hierve la leche, esa noche con su Cammie fue preciosa, fue la abertura de su amor, pero no quería que sus compañeros tuvieran armas para burlarse de ello después, desesperado, le tapó la boca con ambas manos y le aplicó una llave de lucha libre al "gatito", todos se divertían, hasta que Dita dio un golpe seco y fuerte a la madera de la mesa, para llamar la atención.
-¡Ya basta! salvajes, parecen simios imbéciles, ¿no pueden ser como Shaka?, él ni siquiera abre los ojos a menos que sea necesario, además no revela su vida personal como ustedes tontos, y tú Ángelo, ni te atrevas a decir nada sobre nosotros, que te mataré si lo intentas, tenemos asuntos que atender, y nuestra fiesta tiene que ser memorable como todos los años.
-Mi rosita, Shaka no dice nada porque no se fija en nadie...
-No Ángelo, lo que sucede es que soy selectivo, no asexual...
-Shaki, Ange, ya céntrense por favor, igual que los demás, no van a arruinar mi reputación cariños, tenemos el lugar, gracias a los padres de Milo, es el bar en la cima del edificio Star Hill, la decoración por mi hermano y por mi, las bebidas, por los viñedos de la familia Leo, ya tengo la comida, música... su antigua banda tocará un rato... ya contraté los fuegos artificiales... ya, todo está, creo que no se me escapa nada, hagan sus tareas, y búsquense con quien estar para el tradicional beso de noche vieja que le da el paso al año nuevo.
-Afrodita... ¿tenemos que hacer eso?, sabes que yo estoy soltero...
-Si Shaki, es una tradición y no me importa, tienes que hacerlo.
Shaka no sabía qué lo irritaba más, el que sus amigos lo llamaran barbie dorada, el que Dita lo nombrara "Shaki", o que lo obligaran a besar a un desconocido por una tradición que fácilmente se podía romper, los quería mucho a todos, pero a veces, ponían a prueba su paciencia con un reto cada vez más difícil o absurdo, con preocupación, volteó a ver al único que podía ayudarlo, y al que más lo conocía dentro de ese círculo, Aioria mantuvo su contacto visual, y con voz relajada, y una sonrisa, le susurró un "no te preocupes", el médico de cabello castaño cobrizo y ojos verdes, sabía que Mu sería un invitado de su linda amazona, así que por fin sería momento de hacer que entre ellos dos volaran las chispas.
-Bien caballeros, dado que nuestra reina nos dio todas las indicaciones posibles, tenemos que ensayar aunque sea una vez, gato, Shaka, Death Mask, los espero mañana en mi departamento, para desempolvar los instrumentos que usábamos en la preparatoria a las 9 de la mañana.
-Si claro bicho venenoso, ¿pero no pasarás por Camus mañana al aeropuerto?
-No Aioria, no me lo permitió, dijo que como estaba acompañado por su hermano, harían unas cosas antes de estar disponibles para la fiesta, lo veré hasta la noche.
El médico de cabello azul hizo un ligero puchero en señal de berrinche, por más que le suplicó a su guapo hombre de cabello aquamarina, para verlo desde el mismo instante que bajara del avión, éste no se lo permitió, y no le dio más explicación que esa, ya estaba muy impaciente por estar con él, sin embargo el cariño que le tenía era más grande, y pensó que no sería mala idea, el sorprenderlo con sus habilidades para la guitarra eléctrica, su pasado como músico aficionado no se lo había contado.
------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
La estancia de Camus y Dégel con sus padres fue muy emotiva, o dentro de los estándares de "sentimientos" que eran propios de los de L'eau, e hicieron algo que les faltó mucho cuando eran niños, su madre les cocinó sus platillos favoritos en la ostentosa cocina que apenas y tocó en la infancia de ambos, y no los ordenaron a un restaurante como era su costumbre, hablaron de los trabajos de cada uno, en largas tardes frente a la chimenea de su hogar, mientras bebían su tan acostumbrado vino, el hijo menor les comentó un poco sobre su relación, lo que dejó muy sorprendidos a sus progenitores, ellos jamás le vieron un interés romántico a ninguno de los dos, pero no se opusieron, sintieron tanto miedo al pensar que perderían a uno de sus hijos, que verlo realizando sus sueños, era un logro para ellos también, los ayudaron a rehacer su equipaje, se ofrecieron a llevarlos en el auto al aeropuerto, y ya ahí les dieron un abrazo fraternal.
-Hijos, sé que su padre y yo hemos cometido muchísimas faltas, y que los alejamos de su tierra natal involuntariamente, aceptamos esa consecuencia, sólo quiero decirles, que casi morimos al pensar que podríamos perder a alguno de los dos, vuelvan por favor, no se olviden de nosotros.
La única mujer de esa familia tenía a sus dos hijos sujetos de los hombros, y unas lágrimas se derramaron por su piel que ya se veía afectada por la edad, sabía que ya no podía retenerlos más, y que era tarde para pedirles que se quedaran para siempre, por lo que se atrevió a pedir algo más sutil.
-Camus... ese chico del que nos hablaste, el médico que te salvó la vida, estamos en deuda con él, cuando formalices tu relación, tráelo a Francia para que lo conozca, quiero agradecerle, y pedirle que te cuide por mi, y tú Dégel, si encuentras a alguien especial como lo hizo tu hermano, haz lo mismo por favor, es lo único que necesito para saber que se encuentran bien.
El par de hermanos asintieron sin replicar nada, hacer feliz a la mujer que los cargó en su vientre, era una muestra de respeto que jamás dejarían de hacer, Camus pensó inmediatamente en lo que le diría a Milo cuando le propusiera conocer a su mamá, y se imaginó lo lindo que sería pasear por las bellísimas calles de París, y darle un beso bajo las luces nocturnas de la ciudad, quería enseñarle tantas cosas, hacerlo parte de su universo, compartirle todo lo que era valioso para él, lo llevaría sin duda, cuando fuera el momento oportuno.
En cambio Dégel reflexionó sobre el hombre que más le gustaba últimamente, era un caso perdido, no creía que Kardia fuera del tipo que asume compromisos, y ni él era el caso de alguien que se hunde en tareas imposibles, como es el hacer que un trotamundos sentara cabeza, eran muy diferentes, y la verdad no creía que el griego quisiera algo serio con él, no podría presentárselo a su madre, aunque quisiera..., no le pasaba por la cabeza lo equivocado que estaba, al ser desconocedor de las nuevas intenciones del mayor de los Antares, que estaba dispuesto a lo que sea por conquistar su amor.
Las manecillas del reloj se movieron con rapidez, y el par de hermanos ya habían dejado Francia muy atrás, el vuelo estaba en paz total, la mayoría de los pasajeros dormía, excepto uno, un joven profesor que mandaba mensajes entusiasmado a su amado Doctor... Milo, su Milo, aún sentía su fragancia masculina inundando sus sentidos, y sus labios recorrer su piel ardiente, se derretía en sus brazos, y necesitaba con urgencia hacerle el amor nuevamente.
Pero antes de llevar a cabo sus más bellas fantasías, postergó el tan anhelado momento de estar con su escorpión, lo que no le contó a su bichito, fue que en sus días de ausencia, también caviló bastante en hacer un borrón y cuenta nueva con una persona que lastimó, Saga merecía una explicación por la manera tan brusca en la que cortó su relación, aunque para Camus fuera puramente física, y quizá con algo de camaradería, se sentía mal..., y así no podía continuar un camino sin afectaciones pasadas, por lo que decidió ver primero su ex amante, para pedirle disculpas sinceras, y así fue como terminó mintiéndole a Milo, diciendo que estaría con su hermano, claro que no planeaba hacer eso, solamente esperaba cerrar ese ciclo, sin manchas en su vida.
Al llegar a tierras griegas, después de muchas horas por los cielos, los de L'eau bajaron del avión, Camus si le confió a Dégel lo que haría, y este le aconsejó que no tardara demasiado con eso, porque a veces, alguien que te ha querido mucho, podría ilusionarse si le comentas que lo quieres ver, el aquamarina tomó el sabio consejo del peliverde, citó a Saga en una cafetería más seria y tranquila, con un estilo mucho más artístico, a comparación de "Rodorio", esta estaba llena de obras pictóricas, parecida a una galería de arte, pidió un té verde, mientras esperaba que el otro peliazul apareciera, ojalá fuera Milo el que llegara, no tenía nada de ganas de estar ahí, pero era necesario, despertó de sus pensamientos internos, cuando lo vio entrar al establecimiento, con su traje formal, parecía que iba de camino a una junta de su empresa de telecomunicaciones.
-Camus, hola...
-Buenos días Saga...
-Me sorprendió mucho saber lo que te pasó, Hyoga estaba tan deprimido por lo que le sucedió a su maestro predilecto, lloraba muchas horas seguidas.
-Hyoga, ya le he dicho que no debe mezclar tanto sus sentimientos en su vida, así jamás podrá enfrentarse a sus problemas.
-No lo culpes, él hace lo mejor que puede para poder llegar a ser como tú, te admira más que a nadie, además, yo también estaba preocupado por ti...
-Saga yo...
-Esta es la última vez que te expongo mi sentir, sigo queriéndote, si tan sólo me dieras la oportunidad de desmostrarlo...
-No puedo... yo... ya me he enamorado de otra persona...
-¿Te enamoraste?, cielos Camus, discúlpame si me cuesta creerlo, o si me ves rendido ante la tristeza por un momento, yo... al menos me sentía bien al saber que no tenías interés por nadie... ¿él te hace feliz?
-Más de lo que te puedes imaginar... de hecho te cité aquí para pedirte disculpas por la manera en que me comporté cuando me alejé de ti, no te lo merecías, y es algo que me atormenta, sé que no fue correcto, y ruego porque me perdones por eso.
-Siendo así, no quiero torturarme más, gracias por decírmelo, y no te disculpes, la culpa fue mía por enamorarme de ti, cuando claramente no me mostraste nada más que interés sexual...¿al menos puedo ser tu amigo?
-Claro, no tengo problema con eso, gracias a ti por escucharme....
-Una cosa más, me perdonarás por lo que voy a hacer...
Saga tomó a Camus por sorpresa, lo sujetó firmemente por sus mejillas y lo acercó a él con demasiada rapidez, y le robó un beso, que el francés no correspondió, pero que tampoco alejó porque quedó en estado de shock, sus ojos se clavaron en el infinito, incapaz de pensar, y así tan velozmente como empezó, terminó, miró muy sorprendido a su acompañante, buscando mudamente una explicación.
-Tenía que besarte, te prometo que será el último, es mi manera de cerrar este capítulo en mi vida que me estuvo lastimando mucho tiempo, sé feliz, la persona que tiene tu amor es la más afortunada de cualquiera de las dimensiones o las galaxias, será mejor que me vaya y te tomes ese té verde con más tranquilidad, cuídate por favor.
Gemini se retiró de la cafetería, y Camus se quedó ahí tocando sus labios, ese beso no era nada comparado a un simple roce de Milo, por lo menos ya podía continuar, para estar con él con todo su recorrido limpio, para ofrecerle lo mejor, quería la boca de su médico, para borrar todo rastro de quien estuvo antes que él.
Sin embargo, no estaba enterado de que sus pasos eran seguidos y vigilados, Dócrates se frustó y el odio se apoderó de él cuando se dio cuenta que el profesor de física y matemáticas no se encontraba por ningún lado de Atenas, vigiló el condominio de su departamento, como un depredador, investigó el despacho de Dégel y fue así como se enteró que no se encontraba en el país, y cuando por fin volvió, determinó que operaría como lo hacía con sus víctimas, lo vigilaría por un mes, tal vez dos, para poder secuestrarlo y enseñarle que con él nadie se metía, así fue como lo siguió hasta la cafetería, y tomó una fotografía de algo muy interesante, un rechazo, y un beso robado, por si acaso, guardaría esa imagen, cualquier cosa le podía servir para sus oscuros cometidos.
------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Las horas estaban en cuenta regresiva, cada segundo menos, era un deseo contenido de ver nuevamente a su amor, y esa idea aplicaba tanto para Milo, como para Camus, todo en la fiesta estaba listo para recibir a sus invitados, y todos se encontraban en sus hogares arreglándose y vistiéndose elegantemente para despedir el año viejo, y empezar de nuevo.
El ensayo de los chicos salió de maravilla, la guitarra y la voz de Milo quedó perfectamente afinada, los teclados de Ángelo dispuestos a hacer el mejor de los acompañamientos, mientras que la batería de Aioria y el bajo de Shaka estaban perfectamente sincronizados con el resto de la banda que tenían hace muchos años, en su época adolescente, tocarían su propia versión de "All my love" de Led Zeppelin.
El código de etiqueta era black and white, por lo que cada quien debía elegir un color predominante para cambiarse, y un toque sutil para los accesorios, en este caso, los profesores e invitados optaron por el color blanco, y los anfitriones por el negro, así el médico tenía preparado para él un elegante Frac, con una corbata de moño blanca, y el docente un traje color marfil, con líneas en las costuras y botones negros, con una corbata igualmente de tono oscuro.
Estaban a la expectativa, el amor los estaba quemando por dentro, los latidos del corazón subían hasta las mejillas, acordaron que Milo pasaría a buscar a Camus a su departamento, porque Dégel se iría por su cuenta con Asmita y Albafica, hermanos de Shaka y Dita respectivamente, además era la excusa perfecta para encontrarse, antes de que un tumulto de gente les permitiera expresarse con toda su ternura y calidez, lo que sentían.
Acordaron irse juntos a las 7: 00 de la noche, pero el griego llegó diez minutos antes, al francés aún le faltaba atarse la corbata para estar listo, sin embargo abrió la puerta porque deseaba con toda su alma aspirar ese perfume Hugo Boss en la tibia piel del cuello de su médico predilecto, cuando estuvieron frente a frente, las sonrisas se apoderaron de sus rostros, y sin decir una sola palabra, se abrazaron con fuerza y anhelo, Milo entró con Camus todavía sujeto a él, y cerró nuevamente la entrada, lo acorraló en una pared cercana y le besó repetidamente en los labios, las mejillas, la frente, pasando directamente a la sensible zona del cuello, lamiendo con lentitud y lujuria el punto en el que ya había notado que su precioso galo se estremecía de placer, lo escuchó gemir en un hilo de voz, y más excitado de lo que temía admitir, le dejó una pequeña marca rojiza en la parte cercana a su clavícula, recuperando sus alientos, el peliazul le acomodó la camisa a su Cammie, y le besó, esta vez con ternura, las manos y la piel de las muñecas.
-Te extrañé, te extrañé mucho, no te vuelvas a ir nunca ¿si?, mi Cammie, mi amor, ya quería besarte, y si no salimos de este departamento, no iremos a la fiesta y te haré mío, hasta que grites mi nombre...
-Mon amour... yo también te extrañé, y créeme que no hay nada que deseé más que eso, sin embargo vamos, tienes un compromiso, cumple, se un hombre responsable.
-El sonrojo de tu carita, tu sonido de placer, y la figura que se marca sensualmente en tu pantalón me dice lo contrario... pero está bien, te haré caso, aunque no te vas a escapar de mi, tenemos que hacer el amor pronto, o moriré...
-¿Es así?, ¿de vida o muerte?
-Tú me das vida, si, necesito muchos besos en noche vieja para cumplir mis propósitos del 2020.
-Vamos a hacerlo después de la fiesta...
-Es un trato bello joven de L'eau, así resistiré mejor, con tu sexy promesa.
-Ya vámonos bicho venenoso...
-Hey Cammie, no, vuelve a decirme mon amour con tu hermoso acento, o mejor, dime mi amado Doctor.
Milo siguió reclamando desde que Camus se abotonó toda la camisa y colocó la corbata, que para su suerte, tapó la marca que le dejó el otro, hasta que salieron del departamento y se subieron al automóvil de su lindo peliazul, el aquamarina sonreía sultilmente, adoraba la forma de ser de su Dios griego, podría ser tan infantil, ruidoso, lascivo, que le encantaba que le reprochara ese tipo de cosas, la velada que les esperaba prometía ser maravillosa, al igual que los 366 días del siguiente año, porque lo pasarían como lo deseaban, juntos.
Continuará...
Comentarios: ¡Volví!, muy pronto como lo prometí, aquí me pasó lo mismo que con la cita de nuestra pareja favorita, tenía mucho que decir, y también dividí el capítulo en dos partes, tengan por seguro que la pasarán bonito, si, es cierto que aún tienen problemas que superar, pero por lo menos la fiesta será puro amor, y después de la fiesta también jeje, sigan pendientes, ¡saludos a todos! un abrazo.
Nos leemos pronto.
Yare.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top