Sonreí mientras me detenía y daba vuelta para ver la isla en la que estaba el Olimpo, sonreí ampliamente y volé mucho más alto.

Esto era como un sueño del cual no quería despertar jamás.

Cuando empecé a sentir más presión en mi cuerpo, fue cuando me dejé caer pero me di el lujo de dar una pirueta hacia atrás.

Sonreí mientras caía pero abrí los ojos viendo hacia la isla en donde todos los Dioses habían salido, Eros parecía algo preocupado al igual que unos cuantos y voló hacia mi con rapidez.

- ¡Ris... ! -

Confundida me di vuelta y extendí las alas para detener mi caída y él igual se detiene agitado y también confundido.

- ¿Qué sucede? - Pregunté.

- Creí que estabas cayendo en serio... - Trata de calmar su respiración - Me asustaste... - Sonríe.

- Uy... lo siento, pero estoy bien - Sonreí y agarré su mano - ¿Una carrera al rededor del Olimpo? -

- Si gano ¿Qué me das a cambio? -

- Hm... lo que tú quieras, pero eso solo será ¡Si ganas! - Salí volando y él detrás de mi.

- Eres nueva en esto, y tengo motivación así que... lo siento Ris - Eros se me adelanta fácilmente.

Yo hice una mueca y traté de alcanzarlo pero estábamos llegando, miré a los demás hasta que se me ocurrió una idea y sonriendo me dejé caer.

- ¡Eros! - Fingí desesperación.

El nombrado se detiene de golpe y me mira, rápidamente vuela hacia mi y entiende sus brazos para alcanzarme pero apoyé mi mano en su cabeza haciendo que se fuera para abajo y yo lo usé de impulso para volar hasta la entrada del Olimpo riendo victoriosa pero entonces me empujan y ambos rodamos en el suelo.

- Eso fue trampa - Dice Eros estando sobre mi.

- Eso te pasa por preocuparte por mi - Reí bastante.

- Por eso es trampa, sabes que no podría evitar preocuparme -

- Si, está bien, lo admito -

Enredé mis brazos en su cuello y me levanté y lo besé mientras sonreía, es luchamos las pisadas de los demás y al mirar a un lado los demás Dioses y Psique estaban riendo enternecidos y divertidos por nuestra escena.

- Entonces... yo gané ¿No? - Dice Eros llamando mi atención.

- Nunca lo sabremos - Le di unas palmadas en la mejilla - Sigue soñando mi amor -

Sus alas se sacudieron un poco y sus plumas se erizaron como había pasado con las mías, esta era la primera vez que lo hacía.

- Dilo de nuevo - Menciona haciéndome reír.

- ¿Que sigas soñando? - Dije apropósito.

- Ya sabes que no. Lo otro - Volví a reír y agarré su rostro con una de mis manos.

- Mi amor... -

Él me derrumba contra el suelo y vuelve a besarme con intensidad, me sentía apenada porque los demás estaban mirando pero a la vez... no me importaba, solo Eros.

- Bueno, bueno, mejor nos levantamos ¿Ya? -

Él suspira pero así lo hace, cuando estuvo de pie me tiende su mano y me ayuda a levantarme también. Ambos miramos a los demás, Psiqué se me acerca y ambas nos separamos de los demás mientras hablábamos.

Todos ya estaban discutiendo sobre la boda y la verdad era que yo estaba muy entusiasmada por aquello. Ya quería que sucediera.