Capítulo 21
Abrí los ojos tranquilamente pero al instante sentí el peso de un brazo en mi cintura y el cálido y suave abrazo del ala de Eros. Los recuerdos de la noche anterior pasan por mi cabeza y yo me quedé quieta mientras pensaba asombrada en lo que había pasado.
Realmente... Realmente había ocurrido...
Me di vuelta lentamente para no despertar a Eros quien seguía dormido, su rostro calmado y tranquilo me transmitía la misma paz a mi... sonreí y al darme cuenta ya estaba pasando mis dedos por su rostro, acariciando levemente su piel.
Su ala se mueve un poco cuando dejé de acariciar su rostro y eso me hizo sonreír.
- Estás despierto ¿No es así? -
- Si te lo ordeno ¿Creerás que no? -
- ¿Por qué piensas eso? - La diversión en mi tono de voz y rostro era evidente.
- Porque la palabra de un Dios es sagrada... - Sonríe mientras abre los ojos.
- Es verdad, entonces volveré a hacer todo lo que el gran Dios Eros diga y ordene... -
- Suena interesante - Ambos reímos leve antes de que él se colocara medio cuerpo sobre el mío y besara mis labios.
- No abuses - Dije sintiendo sus manos inquietas.
- Hm... Es injusto que tú seas la que me esté impidiendo algo - Se acuesta de nuevo.
- Bueno... eres tú el que me hace caso - Me mira entrecerrando los ojos pero sin poder dejar de sonreír, yo me levanté y busqué mi vestido para cubrirme un poco antes de ir hacia el baño.
Aunque vi como Eros se acostaba boca abajo en la cama apoyando su cabeza sobre sus brazos que agarraban una almohada, las mantas cubrían su cintura para abajo, sus alas se extendían con todo su esplendor y él bostezaba.
Lo miré fascinada por su increíble belleza, no podía apartar la vista ya que parecía estar hipnotizada por él.
- ¿Te quedarás allí esperando a que te regrese aquí y atrase tu baño o te irás a lavar? - Pregunta divertido.
Yo reaccioné y entré al baño rápidamente cerrando la puerta tras de mi, suspiré sintiendo mis mejillas ardiendo y sonrojadas, pero decidí darme un baño.
Tardé un momento ya que estaba disfrutando de esto pero me obligué a mi misma a salir; encontré la ropa que ya estaba preparada para mi y al ponérmela y mirarme en un espejo me sorprendí bastante ya que... estas ropas eran tan parecidas a las de las demás Diosas.
Me hacía sentir como si fuera una de ellas... a pesar de solo ser una humana.
Me terminé de ajustar las pulseras y salí un poco dudosa a la habitación. Eros ya estaba de pie y con su ropa puesta; al escucharme se dió vuelta y sonrió mientras me repasó con la mirada.
- Podría decir que eres incluso más hermosa que mi madre... - Menciona mientras se acerca.
- No creo que mi belleza se compare a la de la Diosa Afrodita, pero gracias por el halago - Respondí.
- Bueno... es lo que pienso yo - Toma mi cintura y besa mis labios - Eres hermosa... -
Me sonrojé apartando la mirada sin poder verlo a los ojos, cosa que le hizo gracia ya que rió un poco.
- Mejor vámonos a comer o... algo - Agarré su mano y lo jalé leve.
Ambos salimos de la habitación y fuimos a comer las delicias que los sirvientes invisibles habían preparado para hoy, no tardamos mucho y decidimos ir al jardín.
Me encantaba estar fuera, las flores y las aves... todo aquí era fantástico y tranquilo.
Me senté en uno de los pilares bajos de aquí y contemplé a las aves que venían hacia mi y se algunas se colocaban en mis hombros, una en mi cabeza. Reí por aquello al igual que Eros pero llevé mi mano a esta y se subió en mi dedo.
- ¿Por qué será que ahora es cuando se acercan? - Cuestioné mientras miraba a la paloma en mi dedo.
- Seguramente porque estás tranquila... sin nada que te pueda perturbar - Responde Eros acercándose.
- Tal vez... - Elevé mi mano haciendo que la paloma vuele junto a las demás.
- Thearis... te tengo una pregunta - Eros se coloca frente a mi.
- Está bien, te escucho -
Él mira mis manos y agarra una, yo lo miraba sin comprender porqué tardaba en hablar. Sus alas se sacuden ligeramente.
- ¿Querrías quedarte conmigo... ? -
- ¿Ah... ? ¿No lo estaba haciendo ya? - Él levanta mi mano y besa mis nudillos haciéndome sonrojar.
- Me refiero... a que te quedes por siempre... - Baja mi mano y suspira - Si seguimos así... tú morirás mucho antes que yo... -
- ¿Te refieres... a que yo moriré porque seguiré envejeciendo? - Asiente y yo lo pensé mejor - Mientras que tú... seguirás igual que ahora y vivirás para siempre... -
- Así es... por eso te pregunto... ¿Si quieres volverte inmortal y pasar estar conmigo... ? Si aún no estás lista para tomar esa decisión, lo entenderé... -
Me quedé pensante. En realidad, esta ha sido mi pregunta desde que me he enamorado de Eros... Siempre me imaginé que al ser yo una humana y él un Dios, viviré mucho menos; pero pensando en ser inmortal... no es que me guste la idea de ver morir a todos los demás mientras que yo sigo igual.
No podría con perder a Psique... es mi mejor amiga...
Pero ahora que sé que tendré el apoyo incondicional de Eros además de su amor... creo que lo tendré todo para ser feliz.
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