La joven finalmente se levanta luego de arrodillarse a rezar frente a la estatua del Dios Eros, sonríe con fervor y amplitud antes de dar media vuelta, agarrar la canasta de frutos que había conseguido y salir del templo encontrándose con su mejor amiga, Psique.

- ¿Lista ya? Se nos hará tarde - Menciona la chica que la había estado esperando.

- Si, pero no te preocupes, llegaremos a tiempo si es que tus hermanas no se meten en nuestro camino -

Ambas ríen en voz baja con complicidad ya que, a pesar de que Psique quería a sus hermanas, sabía admitir lo verdaderamente malvadas y envidiosas que podrían llegar a ser; más por aquellas dos, que son las favoritas del pueblo.

Aunque Thearis era consciente de que todos admiraban e idolatraban mucho más a Psique por su esplendorosa belleza, que hasta creían que era superior a la Diosa Afrodita quien se sentía ofendida por estas exclamaciones; pero esto no le causaba ningún mal interior a Thearis, ya que a ella no le importaba la opinión de otros hombres.

Solo de un Dios.

- Oye Thea, ¿Qué sucedió con aquel guerrero que tus padres han elegido para desposarte? - Pregunta curiosa, Psique.

- Lo rechacé, sabes que no acepto a nadie más... - Replica con normalidad la joven Thearis mientras sigue caminando.

- ¿Lo has hecho? ¿En serio? -

- Así es, pero no te preocupes; conseguí que conociera a alguien más así que para todos, incluidos mis padres, él me dejó por otra mujer - Sonríe con diversión pero camina dejando a una sorprendida y angustiada Psique de pie atrás de ella hasta que finalmente decide alcanzarla.

- Tus padres no están muy felices ¿Cierto? -

- ¿Felices? Están lejos de serlo, creo que están en su peor momento de furia - Ríe aún así.

Sus padres creyeron que para salir de la pobreza, la mejor manera sería entregar a su única hija y que ella los hiciera ricos, pero no contaban con su determinación y amor hacia una única entidad.

Ambas regresaron al pueblo donde la mayoría de hombres se quedaron mirandolas a ambas, preguntándose: ¿Cómo obtenpodrían obtener a aquellas dos bellezas? Pero más a Psique, que era la más hermosa de entre todas las mujeres, incluida Thearis.

Pero todos conocían sus ideales y propósitos. Psique quería a alguien capaz de levantar su espíritu y hacer que su corazón palpitara con fuerza solo por esa persona, cosa que la mayoría de hombres no conseguían ni con los mejores y más caros regalos o las más hermosas poesías. También era sabido que el corazón de Thearis ya le era pertenecido a Eros, y nadie se creía capaz de reemplazar o compararse con un Dios, ni siquiera en su corazón.

- Bien, entregaré esto a mi padre directamente - Habla Psique.

- Bien, yo llevaré esto a su lugar correspondido - Responde Thearis sonriendo.

Ambas chicas se despiden con una sonrisa antes de tomar caminos distintos; Thearis fue a llevar los frutos a la mesa del banquete donde comerían las princesas y los reyes, frente a los viajeros que se presentarían para idolatrar a la hija menor. Thearis trabajaba en el palacio y fue allí donde conoció a las tres hermanas, pero haciéndose amiga de la menor.

- Thearis... -

La nombrada se detiene un segundo mientras hace una mueca de cansancio antes de ignorar los llamados de las dos princesas mayores quienes se acercaban a ella y se colocaban a sus lados.

- Estamos hablando contigo - Dice una de ellas con molestia.

- Si, debes hacernos caso - Habla la otra.

- Oh, lo lamento... pero estoy haciendo algo más importante - Thearis agarra la canasta vacía y se da vuelta dejando con las palabras en la boca a las dos princesas quienes bufaron indignadas por el trato de su sirvienta hacia ellas.

Si no fuera porque es amiga de Psique, quien evitará todo mal posible hacia Thearis, ya la hubieran exiliado o intentado hacer que la asesinaran.

- Como sea... - Ambas vuelven a sus lados y sonríen con malicia - Todos en el pueblo hablan de lo hermosa que es Psique... pero ya nadie habla de ti... - Fingen lástima por ella pero Thearia pasa de largo.

- ¿No crees que Psique está teniendo demasiada atención? Ni siquiera es tan bonita... - Thearis se atreve a interrumpirla.

- A mi parecer, la princesa Psique es muy hermosa, se merece justamente todos los halagos que recibe... Yo no seria capaz de compararme con su belleza - Sonríe sin más y entra en la cocina, dejando a las dos hermanas, rechistando malhumoradas.

Aquellas dos siempre han envidiado a Psique por todo, incluso por su amistad con Thearis; por eso intentaron por todos estos años hacer que ambas se separen y así hacer que Psique se quedara sin su mejor amiga y con el fin de deprimirla.

Odiaban la atención que la menor recibía y que ellas no tanto. La odiaban a ella y a Thearis, por ser la segunda más hermosa.

Finalmente, la hora de la presentación llegó, el rey muestra a su adorada hija quien fue aclamada y deseada por todos los presentes; Thearis sonreía y aplaudía por su mejor amiga mientras las dos hermanas miraban con odio y envidia a ambas chicas durante toda la presentación y el banquete.