Capítulo 9
El grupo avanzaba por un angosto sendero conocido como el Camino de la Penumbra, un paso montañoso famoso por sus constantes ataques de criaturas mágicas. A medida que ascendían, el aire se hacía más denso, cargado de una energía ominosa que alertaba incluso a los más inexpertos.
Bakugo, siempre alerta, frunció el ceño al notar marcas profundas en las rocas cercanas.
—Esos arañazos… No fueron hechos por algo pequeño.
Izuku, que iba a la cabeza del grupo, detuvo su marcha y observó con atención el horizonte. En ese momento, un rugido ensordecedor sacudió el aire, seguido de un estruendo que hizo que el suelo bajo sus pies temblara.
Kirishima desenfundó su arma de inmediato, sus ojos llenos de determinación.
—¡Eso no suena como un animal cualquiera!
Toru asintió, preparando su arco y encordando una flecha mágica.
—Sea lo que sea, está cerca.
De entre las sombras de las montañas, una gigantesca criatura alada emergió con un rugido que hacía temblar las almas. Sus escamas eran negras como la obsidiana, y parecían absorber la luz del sol. Sus ojos, brillando como dos brasas encendidas, se fijaron en el grupo con una mezcla de furia y hambre.
Era un Dragón Obsidianus, una de las especies más temidas de los reinos. Sus escamas eran famosas por ser indestructibles y se utilizaban para forjar armaduras legendarias. Solo los guerreros más valientes y poderosos osaban enfrentarlo, pues su fuerza y ferocidad eran legendarias.
—Esto es más de lo que esperaba… —murmuró Momo, preparando un hechizo de protección.
—¡Perfecto! —gritó Bakugo con una sonrisa salvaje—. ¡Justo lo que necesitábamos para calentar!
Izuku permaneció en silencio, evaluando rápidamente la situación antes de hablar.
—Formación. Kirishima, atrae su atención. Toru, apunta a los puntos débiles entre las escamas. Momo, mantén el apoyo mágico. Bakugo y yo iremos directo al corazón de la batalla.
Todos asintieron, confiando plenamente en la estrategia de Izuku.
Kirishima avanzó primero, golpeando su escudo contra el suelo para atraer al dragón.
—¡Oye, lagarto gigante! ¡Aquí estoy! ¡Ven por mí!
El Obsidianus rugió y lanzó una llamarada oscura que Kirishima bloqueó con su escudo, aunque la fuerza lo hizo retroceder unos pasos. Toru aprovechó la distracción para disparar una flecha mágica, apuntando a las articulaciones del ala derecha del dragón. La flecha impactó, pero solo logró hacer que el dragón gruñera en enojo.
—¡Sus escamas son increíblemente duras! —gritó Toru, ya preparando otra flecha.
—Entonces tendremos que ser más fuertes —respondió Izuku mientras cargaba hacia el dragón, cubriendo su cuerpo con rayos que lo hicieron moverse como un relámpago.
Bakugo lo siguió de cerca, entrando en su Estado de Frenesí Salvaje, con sus músculos hinchándose y sus ojos brillando de rojo.
—¡Deja algo para mí, nerd!
Los dos Mandamientos se lanzaron al ataque, combinando la velocidad de Izuku con la brutal fuerza de Bakugo. Izuku golpeó el flanco del dragón con una descarga eléctrica que hizo chisporrotear las escamas, mientras que Bakugo conectó un puñetazo en el pecho de la criatura, creando una grieta en las duras placas de obsidiana.
El dragón, furioso, batió sus alas y lanzó un rugido que creó una onda de choque, obligando a todos a retroceder.
—¡Cuidado! —gritó Momo mientras lanzaba un hechizo de curación hacia Kirishima, quien había recibido el impacto directo de la onda.
—¡Estoy bien! ¡Esto no es nada! —respondió Kirishima mientras volvía a levantar su escudo.
Tras varios intercambios intensos, Izuku notó un patrón en los movimientos del dragón.
—Momo, necesito un hechizo de contención en su cola. Toru, apunta a su cuello. Kirishima, aguanta su embestida. Bakugo, prepárate para el golpe final.
Momo conjuró un hechizo que envolvió la cola del Obsidianus en cadenas de viento, restringiendo su movimiento. Toru disparó una flecha mágica directamente a la base del cuello del dragón, causando una herida menor pero suficiente para desestabilizarlo.
Con un rugido salvaje, Bakugo cargó hacia adelante mientras Izuku lo cubría con una ráfaga de relámpagos que cegó momentáneamente al dragón. Bakugo, aprovechando la apertura, saltó y lanzó un golpe demoledor directamente al pecho del Obsidianus, rompiendo finalmente sus escamas y alcanzando su corazón.
El dragón soltó un último rugido antes de caer pesadamente al suelo, levantando una nube de polvo.
Mientras el grupo recuperaba el aliento, los herreros y mercaderes de la zona comenzaron a aparecer, atraídos por el estruendo de la batalla. Al ver al colosal dragón derrotado, muchos cayeron de rodillas en señal de asombro y respeto.
—¡Lo lograron! —gritó uno de los herreros—. ¡Ese dragón ha aterrorizado esta región durante años!
Izuku se acercó al cuerpo del dragón y examinó sus escamas.
—Este material será útil.
Momo, exhausta pero satisfecha, se acercó a Izuku.
—A veces me pregunto si realmente tienes límites.
Izuku miró a su compañera, su expresión tranquila pero con un destello de determinación en sus ojos.
—Cuando se trata de proteger a otros, no puedo permitirme tenerlos.
Bakugo, con una sonrisa salvaje, se dejó caer en el suelo, riendo.
—¡Esto fue increíble! ¿Qué sigue? ¿Otro dragón?
El grupo rió, sabiendo que, aunque el camino sería largo y peligroso, estaban listos para cualquier desafío que se les presentara.
////////////////////////////////////////////////////////////////
Bueno aquí el capitulo de hoy, espero le puedan dar me gusta y comentar que les pareció el capitulo y pueden darme ideas que les gustaría ver, por el momento la idea de la historia es algo similar a souso no frieren, algo tranquilo que se enfoque más en el viaje que en otra cosa, pero claro no solo serán cosas que pasen al azar, si no que llevarán un hilo que los conecte para que no sucedan cosas solo porque si.
Así que espero y lo apoyen, cosa que me alegraría muchisimo, no olviden pasar por mi perfil y seguir mis otras historias, sin más que decir espero tengan un excelente día se despide su amigo míster...
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top