capítulo 5

5 de agosto de 2018

Apenas se despertó, Lily se dio cuenta rápidamente que estaba en una cama que no era suya. De hecho, ni siquiera estaba en su casa.

Se sentó sobre el colchón y, al momento de sentir el pinchazo en su cabeza, se sobó las sienes.

Después de tomar una pastilla para el dolor de cabeza que encontró en el buró a lado de la cama, se levantó y caminó hasta la puerta.

En cuanto la abrió, Adrián estaba ahí de pie con la mano arriba, como si hubiera estado a punto de tocar.

—Ah, hola, Lily. Por fin despertaste —saludó.

Y entonces se dio cuenta de que estaba en su casa. Intentó hacer un orden cronológico de los recuerdos vagos que tenía del día anterior, pero hacerlo le dio otra punzada en la cabeza, así que mejor lo dejó.

Él pareció ver su mueca de dolor porque frunció el ceño.

—¿Te tomaste la pastilla que dejé? —preguntó y ella asintió—. Bien, entonces lo mejor será que bajes a desayunar con nosotros. Marlén está abajo esperándonos.

Lily comenzó a caminar junto a él, aún un poco adormilada.

—¿Le avisaron a mis padres que estoy aquí?

—Sí, los llamé desde anoche. Me imaginé que ibas a amanecer muy mal desde el momento en que vi que te subiste a esa mesa a bailar.

—Desde que... ¿qué? —Lily se detuvo y lo miró con ojos saltones. Se había puesto pálida—. ¿Me subí a bailar a una mesa enfrente de cientos de personas? ¡¿Y no hiciste nada para bajarme de ahí?!

Adrián soltó una risotada y puso una mano en su espalda para incitarla a seguir caminando.

—Oh, vamos, ni siquiera hizo falta. Alguien más me ganó el movimiento.

Ya iban bajando las escaleras, y al escuchar eso, Lily intentó hacer memoria, pero en serio que no podía. No tenía idea de qué había pasado la noche anterior, solo recordaba haber bebido y bailado mucho. También tenía un vago recuerdo de haber visto a Kevin en la barra y... Parece que también le había enviado unos mensajes.

Cuando llegaron a la cocina, ella apenas dio los buenos días a Marlén y sacó su celular para irse a la conversación de instagram.

Sí habían tenido mensajes anteriores, pero también tenía unos que no estaban leídos:

Liliana????
Joder
Eres tú la que está bailando encima de la mesa???
Ptm no me contestas
Sí eres tú
Te están viendo como un pedazo de carne
Voy a ir por ti

Y entonces, a pesar de que no recordaba casi nada, el rompecabezas empezó a formarse gracias a las palabras que había dicho Adrián.

Alzó la cabeza hacia él.

—¿Fue Kevin quien me bajó de la mesa?

Adrián asintió al tiempo que se llevaba una salchicha asada a la boca. Terminó de masticar y luego dijo:

—Pasó por mi lado cuando te llevaba cargando como un costal de papas y yo le dije que te llevara a la habitación de Marlén. Dice que no lo dejabas salir.

Lily se puso colorada.

—¿Te gusta Kevin? —preguntó Marlén. Ella era una de las chicas más lindas del colegio. Alta y delgada, con un impresionante cabello pelirrojo y ojos verdes.

—¿Qué? ¡No, no! Yo solo... Ahg —gruñó y se cubrió la cara con las manos—, tengo que disculparme con él. De nuevo.

Empezó a escribir en su chat, e intentó parecer lo más natural posible, que no se diera cuenta que en realidad estaba terriblemente avergonzada de que la hubiera visto otra vez en sus peores momentos de borracha.

perdón por lo de ayer jeje
te arruiné la fiesta?

Desayunó un poco, aún preocupada mientras esperaba que le respondiera. A los pocos minutos, ya estaba escribiendo.

Estaba aburrida de igual forma
Tener que lidiar contigo borracha mientras te llevaba a la habitación de Marlén solo fue algo más

Y apenas leyó ese mensaje, se le ocurrió algo aún peor.

no te vomité?

Dios

Fue asqueroso

—¿Por qué no me dijeron que vomité? —preguntó rápidamente a Adrián y Marlén, todavía más roja de la vergüenza. De solo imaginarse la escena, le daban ganas de que la tierra se la tragara.

Marlén soltó una risa.

—Creímos que era demasiado obvio, Lily. Mírate, traes una pijama mía.

Antes de pensarlo bien, ya le estaba escribiendo de nuevo a Kevin:

y me cambiaste tú de ropa???

Nooo
Liliana, no
No hice nada
Fue Marlén
Una vez que me vomitaste todo el pantalón, te dejé muerta en la cama y fui por ella para que te ayudara

dios mío santo
perdón, Kevin!!!
ni siquiera lo recuerdo 😭

No te preocupes
Ya pasó, fue solo un pantalón

Se siguió disculpando un par de veces más hasta que Adrián le quitó el celular y lo alejó de ella. Le dio una mirada reprochable y le dijo que comiera.

Eso hizo, pero aún sentía vergüenza. Solo esperaba que, además del vómito, no hubiera dicho nada... cuestionable.

❤️‍🩹

9 de agosto de 2018

Los días que siguieron estuvo demasiado ocupada con tareas y proyectos, que apenas habló con nadie. Raúl se había ido de la ciudad por unos días con su familia, así que los recesos de vez en cuando los pasaba con Marlén y, cuando no, se quedaba en el salón a adelantar tareas.

Casi no había hablado con Kevin. Aunque tampoco es que antes hablaran mucho.

Algunas veces lo veía por el colegio, pero nunca cruzaban mirada ni mucho menos palabra. Aún así, ella sabía la maniobra perfecta para desarrollar al menos una pequeña conversación.

Y la clave era llamarlo Kev. Porque no importaba qué tanto tiempo llevaran sin hablar, si ella aparecía llamándolo así, de repente tenía unos cinco mensajes de él diciéndole que no lo llamara así.

Era la vieja confiable.

Así que, ese día, cuando había sido obligada por Marlén a acompañarla a una nueva fiesta, y cuando ya estaba lista para irse pero no tenía cómo, supo qué era lo que tenía que hacer si pensaba que le contestara.

Kevvv
ayudaaa

Y tal cual lo esperaba, le contestó al segundo:

Que no me llames así, Lilianaaa
Qué pasa?
Todo bien?

En realidad, no había querido llamarlo. Sentía que ya lo había molestado mucho. Pero mañana tenía clases y Marlén aún no quería irse porque estaba con su nuevo novio. E intentó llamar a Adrián y no le contestó.

Además, desde que llegó había un chico que no paraba de querer ofrecerle bebidas por más que ella se negaba. Estaba muy incómoda.

Así que tuvo que pedir ayuda al amargado.

no exactamente
estoy de fiesta
y hay un tipo hostigándome
pero con quien vine todavía no se quiere ir

Pásame tu dirección
Voy por ti

Para ser sincera, Lily se sorprendió de que aceptara tan rápido. Creyó que le iba a tener que insistir un poco más al menos hasta que Adrián tomara su llamada.

Le mandó la dirección, que no estaba tan lejos y luego fue para con Marlén para avisarle que se iría.

La pelirroja le pidió disculpas, sintiéndose mal de repente y le preguntó con quién se iría para asegurarse antes de que la dejara ir.

Entonces Lily se sentó en el césped que tenía afuera la casa y esperó.

Kev llegó un poco después de los diez minutos. Venía en un Versa tinto. Se estacionó en frente de donde ella estaba sentada y luego salió del auto. Se recargó en él y le alzó una ceja.

—Bueno, ¿vas a subir o no?

Lily se puso de pie.

—¿No me vas a abrir la puerta como el caballero que debes ser?

—¿Caballero? —dijo y bufó—. Puedes abrirla tú sola, vamos. Tenemos que irnos, este lugar me da pinta de mala muerte.

—La pinta de mala muerte de la das tú con esa vestimenta de cholo.

Kev le entrecerró los ojos como advertencia. Y cuando la miró caminar hacia la puerta del auto, se apresuró a llegar primero. Entonces le abrió la puerta e inclinó la cabeza.

—Entra.

—¿No que no ibas a...?

—No lo menciones nunca —la cortó.

Lily rió y subió. Kev le cerró la puerta y luego rodeó de nuevo el auto para subirse al asiento del conductor. Encendió el motor y antes de acelerar, la miró.

—¿Adónde quieres ir?

—Creí que me llevarías a mi casa.

Él negó.

—Dije que vendría por ti. Tú decides a dónde ir. No te ves con mucho sueño, solo estabas aburrida.

Era verdad. El día siguiente tenía clases hasta el tercer módulo porque había exentado los primeros dos, así que eso no le preocupaba mucho. Sueño no tenía porque era demasiado temprano. Era solo que Marlén se había ensanchado con su novio y se había sentido excluida.

—Si te digo a dónde quiero ir... ¿Irías conmigo?

Mientras manejaba, Kev la miró, confundido.

—Depende. ¿Implica poner mi vida en riesgo?

—No.

—¿Entonces qué quieres hacer?

—Pero dime —insistió ella, mirándolo conducir—, tienes que confirmarme que irías conmigo. Sino no querré.

Kev bufó.

—¿Cómo piensas que acepte si ni siquiera sé adónde quieres ir? ¿Cómo es que no sé que no eres una meticulosa asesina que solo ha planeado todo eso para llevarme a mi inminente muerte y luego arrojar mi cuerpo por un barranco?

Lily lo miró, sorprendida y luego soltó una carcajada.

—¿Se te ocurrió todo eso apenas en un segundo? —preguntó, y luego siguió riendo.

Cuando terminó y miró a Kev, él la veía casi con una sonrisa.

—Ya, vamos, Liliana. ¿Qué quieres hacer?

—Bueno... Quiero ir al cine.

—¿Al cine? ¿Y eso te parece malo?

—Quiero ver Barbie: una Escuela de Princesas.

Kev la miró de reojo con terror. Siguió manejando y negó con la cabeza.

—No. Ni loco. No estoy tan desesperado por morir.

—¿Por qué no? Esta es la única semana que estarán pasando las películas de Barbie por el cine. Y no tengo con quién ir.

Él bufó.

—Y con razón. ¿Quién quiere ver películas de Barbie?

—Yo —contestó Lily, indignada.

Kevin dio vuelta en una calle, que era la que salía de la privada donde se hallaba la fiesta, pero no dijo nada y siguió manejando.

Lily se sentó mejor y miró por la ventana. No esperaba lograr mucho con él, la verdad. Solo lo había dicho de broma, ya que ya le había dicho que no le gustaban las películas.

Sin embargo, cuando el auto empezó a meter dirección hacia un lugar que ella ya conocía, se preguntó en realidad qué tanto efecto tenía sobre él.

Porque estaban yendo al cine más cercano.

Se giró a mirarlo y sonrió.

—Te va a encantar —dijo.

—No. La voy a odiar. Y será tu culpa.

—Eso ya lo veremos.

Apenas aparcaron en el estacionamiento del cine, ella intentó abrir la puerta, pero esta estaba cerrada. Quiso avisarle, pero él ya había salido del auto y estaba rodeándolo para llegar a su lado. Una vez llegó, la abrió para ella.

—Menciónalo una vez y te arrepentirás —atajó antes de que ella pudiera burlarse.

Esa noche traía unos pantalones grises y un hoodie rojo oscuro. Su cabello estaba solo un poco más peinado que veces anteriores, pero seguía trayendo las mismas chanclas feas.

Aún así Lily pensó que se veía lindo.

Caminaron juntos hasta llegar al cine. Él fue el que compró todo a pesar de que ella se ofreció en hacerlo, ya que había sido su idea. Pero cuando había sacado su monedero, él simplemente puso una mano sobre la suya para detenerla y negó con la cabeza sin mirarla antes de pagar él.

—Gracias por venir por mí —dijo. Ambos estaban ya caminando hacia la sala—. De haber estado muy lejos no te lo habría pedido.

—Habría ido por ti aún así.

Lo dijo casi sin darse cuenta, como si hubiera sido inconsciente. Y aunque quiso escarbar más en eso, ya estaban entrando a la sala y debían guardar silencio.

—¿Qué asientos son? —susurró. Entrecerró los ojos para ver al menos un poco en la oscuridad, pero no pudo—. No veo nada.

—Te llevo —se ofreció.

Su mano tocó la piel desnuda de su espalda baja y la empujó con delicadeza. Lily se estremeció y rezó a los cielos para que no se hubiera dado cuenta.

Adrián también le hacía así de vez en cuando, y nunca se había sentido lo mismo.

Kev la guió hasta sus asientos y luego ambos se sentaron. La película apenas iba a iniciar.

—Si la película me mata de aburrimiento, tú invitas la siguiente —dijo.

Lily estuvo demasiado absorta en lo cerca que estaban como para darse cuenta de esa insinuación.

—Te va a gustar. Sobre todo la última escena.

—¿Qué pasa? ¿De repente Barbie se convierte en la villana y mata a todos? Porque eso ciertamente sería increíble.

—No —contestó en voz baja. Luego lo miró—. ¿Por qué siempre eres así?

—¿Así cómo?

—Así de... amargado. Sin ofender.

—Lo has hecho en modo de ofensa. El "sin ofender" siempre ofende.

Lily se sintió mal.

—Lo siento. No fue mi intención.

Él, en cambio, se encogió de hombros.

—Está bien. Sé a lo que te refieres. Y no sé la respuesta. Simplemente crecí con pocas muestras de cariño entre mis padres, por lo que no sé demostrarlas. ¡Una disculpa sincera si lastimo tus sentimientos!

Eso último lo había dicho con tanto sarcasmo que incluso ella se sintió estúpida.

—Mejor presta atención a la película —dijo ella—. A ver si así tu vida se llena un poco de color.

—Ya tiene un poco de color ahora. En estos momentos.

Lily tardó un poco en captar la indirecta, pero cuando lo hizo y se giró para mirarlo, Kev ya no la miraba. Pero esta vez sí tenía una bonita sonrisa en su rostro.

Quiso responderle algo, lo que fuera, pero justo en ese momento inició la película. Y a pesar de que intentó hablar, él la calló con un chist con la excusa de que lo dejara escuchar.

Lo que restó de la película fueron ellos dos prestando atención a ella mientras comían palomitas. Acción que, de vez en cuando, provocaba un roce de manos que hacía sentir cálida la mano de Lily a pesar de que él no parecía darse cuenta.

Kev no mostró mucho entusiasmo por la película hasta la última parte, que fue donde Delancy le entrega la corona a Blair. Entonces solo ahí dijo que Delancy era la mejor.

Para cuando la película terminó y le miró la cara divertida, ella sonrió. Porque era bonito ver a Kevin el amargado siendo no tan amargado.

—Antes de que me preguntes, no daré mi opinión. Prefiero guardármela o vas a llorar.

Lily rió.

—No te preocupes. No la necesito. Ambos sabemos que te encantó.

Ya no respondió nada y juntos regresaron al auto. La llevó a casa de Adrián ya que no estaban sus padres en la suya, y no quería dormir sola en la casa.

—¿Estás segura de que estarás bien aquí? —le preguntó Kevin cuando la dejó en la entrada de la casa—. ¿Dónde vas a dormir?

—No lo sé. Probablemente en la habitación de Marlén o en alguna de los huéspedes. Es lo de menos.

—¿Está Adrián?

—Probablemente. Es su casa. ¿Por qué?

Él tenía el ceño fruncido. Pareció estar a punto de decirle algo pero luego se arrepintió. Le dio una pequeña sonrisa de boca cerrada.

—Muy bien, Liliana. Nos vemos luego.

Se subió al auto y luego se perdió entre las oscuras calles.

Y al día siguiente, en cuanto despertó y tomó su celular, lo primero que hizo Lily fue mandarle mensaje:

hay que repetir lo de ayer ;)

Le contestó unos cinco minutos después.

Qué?
Matarme de aburrimiento al hacerme ver Barbie: Escuela de Princesas?

debes admitir que es muy buena película

Mmm
Solo fue buena la escena de Blair convirtiéndose en princesa

Lily le sonrió a la pantalla. Estuvo a punto de contestarle que en realidad lo que le había gustado había sido la acción de Delancy, pero no alcanzó a terminar.

Porque había recibido un mensaje de Carlos.

Saliste con alguien anoche?

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