El taxi se detuvo frente al edificio de Tom, se me hacía muy extraño decirle Tom y no profesor Hiddleston, pero creía que pronto me acostumbraría. Le pagué al taxista y este se fue, entré al edificio e hice mi recorrido hasta llegar al departamento de Tom.

Acomodé mi cabello y toqué a la puerta tres veces. Esperé unos segundos después la puerta se abrió dejando ver a Tom con una hermosa sonrisa.

-  Hola- me saludó y se acercó a mi para besar mi mejilla, la cual se puso roja cuando Tom se alejó.

- Hola - dije algo nerviosa.

- Pasa, tengo algo de comida china, ¿te gustaría comer mientras charlamos? - preguntó cuando entré y saqué mi chaqueta.

- Si, me gustaría - dije con una sonrisa, el me la devolvió.

- Siéntate, iré a la cocina por la comida - dijo y me metió en la cocina.

Caminé hasta el sillón, donde me había sentado la última vez y dejé mis cosas a mi lado. Acomodé un poco mi cabello, cuando acomodaba mi cabello o me mordía el labio era señal de nerviosismo y ahora tenía un alto porcentaje.

Tom volvió de la cocina con una bandeja de madera en sus manos, sobre la bandeja había dos tazones de con comida china, tenedores, palillos chinos, dos latas de Coca - Cola y servilletas.

- Volví - dijo Tom dejando las cosas en la mesita que estaba en el centro y sentándose en el pequeño sillón frente de mí - Agarra sin miedo - dijo señalándome la comida. Yo sonreí a medias y agarré un tazón, un tenedor y una servilleta.

- Gracias - dije

Bajé la vista hacia la comida y mordí ligeramente mi labio.

- ¿Por qué haces eso? - preguntó Tom, levanté la cabeza y me estaba mirando.

- ¿Que cosa? - pregunté confundida.

- Eso con el labio, te lo muerdes mucho, ¿por qué? - preguntó nuevamente.

Mis mejillas tomaron un leve casi notable color rojo, tragué saliva y respondí.

- Lo hago siempre al estar nerviosa, mi padre también lo hacía era como un tick nervioso o algo por el estilo - dije y sonreí a medias, él sonrió y bajó la vista.

- Te ves bonita cuando lo haces - dijo y comió un poco de fideo sin mirarme.

Mis mejillas se encendieron y me corazón latía rápido, hice una pequeña sonrisa y moví la cabeza rápidamente para dispersar las estúpidas ideas que tenía en la cabeza, por dios el es mi maestro, "mi modelo a seguir", es mayor que yo. Levanté la mirada y seguía comiendo, lo hacía de una manera tan linda, tranquila pero a la vez sexy, todo en uno.

Al diablo, con el todo era hermoso, lo quería mucho, no, no lo quería, esto que sentía no podía ser querer era otra cosa, algo más fuerte era amor, si, yo lo amaba.

--------------- 2 Semanas Después -------------------

Narra Tom.

El aula estaba en completo silencio, ya habían pasado dos semanas y era viernes, había puesto una prueba sorpresa, si creo que todos los alumnos me odiaban pero era lo mejor para su nota final, levanté la cabeza de mi libro y recorrí el aula con la mirada y al final me centré en ella, estaba mordiendo el lápiz, se veía algo nerviosa y su pierna temblaba a causa de ello, levantó la vista de la hoja y nuestras miradas se cruzaron, ella me dio una sonrisa rápida y desvié la vista algo sonrojado.

El timbre sonó y todos los alumnos comenzaron a guardar sus cosas.

- Por favor señorita Braun quédese - pedí, ella me miró y asintió.

Todos los alumnos salieron sin antes dejar la hoja del examen en mi escritorio, cuando salieron todos y solo quedábamos nosotros, me acerqué a la puerta y la cerré. En eso me doy la vuelta y Abby planta sus labios en los mios.

- Abby ¿que haces? - pregunté aún con sus labios junto a los mios.

- No te niegues se que deseas esto tanto como yo lo deseo - dijo y me besó más fuerte.

Tenía razón lo deseaba, hace algunos días que comencé a sentir cosas por ella, cada vez que no la veía por algún motivo en particular, sentía que me faltaba algo, deseaba que el día pasara rápido solo para poder verla, sus ojos, su sonrisa, cuando muerde su labio, señal de nerviosismo eso me encantaba. Dejé de resistirme y me rendí, coloqué una mano en su nuca y la otras en su cintura, atrayendola más a mi y la besé con pasión. 

La agarré por la cintura y la alcé haciendo que sus piernas rodearan mi cintura, me acerqué a uno de los pupitres de la primera fila y la senté en uno de ellos, agarré su rostro y comencé a besar su cuello. Quería quitarle todo pero algo me lo impedía y no comprendía que era.

- ¿Profesor está bien? - preguntó Abby de la nada. Alcé mi cabeza de su cuello y la miré a los ojos.

- ¿Qué? - murmuré.

- ¿Profesor se encuentra bien? - volvió a preguntar. Fruncí el entrecejo y parpadee un par de veces y la escena que vi me sorprendió. Abby estaba apoyada en un pupitre y yo estaba detrás de mi escritorio a 10 o 15 pasos alejado de ella.

- ¿Profesor? - volvió a preguntar sacudiendo la mano. Dios, había sido todo imaginación mía, todo, el beso, lo que ella me decía, todo.

Refregué mis ojos y respiré hondo, aunque no había pasado nada mi corazón latía un poco más rápido y mi respiración gracias a dios era normal.

- Si... si estoy bien - dije con media sonrisa. ¿por qué estaba así? ¿por qué me sentía nervioso estar cerca de ella? ¿por qué mis manos sudaban y mis piernas temblaban con solo pensar en ella?

- ¿Qué ocurre? - preguntó sacándome de mis pensamientos. ¿Qué le iba a decir? con todo lo que pasó se me hacía difícil pensar o estar tranquilo.

- Ah... hoy a la tarde... - 

- No quiere que vaya - dijo interrumpiéndome. 

- No... no es eso, es que no podré estar hoy en la tarde, pero si en la noche, ¿quiere venir hoy a la noche a mi casa? - pregunté - digo por tu proyecto debe ser importante - también para verte un rato más, dije en mi interior.

Ella abrió los ojos, no se esperaba esto, ni yo tampoco, pero que estaba pensando, si la tarde la tenía libre, porque inventé esa escusa, era un completo estúpido, con solo una sonrisa o cuando se muerde el labio, como serán esos labios, serán dulces o salvajes o una mezcla extraña entre ambos.

- Me las arreglaré para ir ¿a que hora? - preguntó. Mordí mi labio ocultando una pequeña sonrisa.

- A las 7, ¿te parece bien? - pregunté.

- Claro, ahí estaré - dijo y sonrió.

Sonreí, pero me sentía algo culpable por mentirle, pero que iba a pasar, solamente hablaríamos, comeríamos algo y después ella se marcharía, nada raro, como siempre lo hemos echo, nada pasaría... eso creo.

Narra Abby.

Estaba en mi casa, mi cuerpo tumbado en la cama, con mis auriculares puestos escuchando a Adele mientras leía un libro en paz.

Miré el reloj que estaba en mi mesita, las luces pequeñas rojas marcaban las 17:30 pm, me levanté de la cama, sin ninguna prisa, me acerqué a mi pequeño librero y dejé el libro allí.

Bajé a la cocina y me encontré con Mika, que estaba limpiando algunos platos sucios.

- Mika - dije entrando y acercándome a ella.

- Señorita ¿necesita algo? - preguntó cerrando el grifo del agua.

- Si, saldré hoy a la noche y volveré como a las 9 o 10 de la noche, si mamá pregunta solo dile que salí ¿ok? - le expliqué todo sin tantos detalles.

- Claro, pero ¿y si pregunta? - preguntó mirándome.

- Emm... no lo hará, jamás lo hace, y si pregunta, dile lo que sea, que no sea nada malo - dije mirándola y ella rió en lo bajo.

- Claro señorita - dijo.

- Abby - pedí.

- Claro Abby - dijo, yo reí y la abracé, la quería mucho, no se que sería de mi vida sin ella a mi lado.

- Bueno me iré a cambiar - dije y besé su mejilla.

Corrí escaleras arriba y me fui a mi cuarto para cambiarme. Entré al baño y tomé una ducha de unos 20 o 25 minutos, después salí y me puse crema en todo el cuerpo. Me acerqué al armario y de allí saqué unos vaqueros azules, una camisa blanca y una chaquetita de jeans azul marino. Después amañé mi cabello, me maquillé un poco nada exagerado.

- Listo - murmuré mirándome en el espejo dándome un último retoque.

- Que hermosa se ve señorita - dijo Mika viéndome bajar.

- Gracias - dije con una sonrisa. Miré mi reloj de pulsera y eran las 18:50 pm, hice una mueca con la boca- Debo irme - dije y me acerqué a Mika - recuerda lo que te dije - le di un beso en a frente - Te quiero - dije, y ambas sonreímos. 

- Yo también te quiero Abby - dijo y mi sonrisa se hizo más ancha. Mordí mi labio y salí de casa para tomar un taxi a casa de Tom.