33

-Espero que este escondiendo un cadáver o algo bueno -comenta Liam.

Estuvimos afuera de su casa tres horas mirándolo jugar vídeo juegos. Nunca en mi vida me había aburrido tanto. Ahora estábamos en el bosque siguiendo su rastro. Esto comenzaba aburrirme. Quizá el pobre Theo si era un chico normal y ellos solamente unos paranoicos.

El hecho de haber perdido una parte de mis habilidades me hace pensar que quizás, con el tiempo, iré perdiendo más poco a poco. A Scott no quiero decirle nada pues ya bastante tiene con el estrés de la escuela como para sumarle una preocupación más, una que yo puedo resolver... de algún modo.

Debato conmigo misma el decirle a Stiles o no. Sé que me ayudará, es mi mejor amigo; pero también es amigo de Scott.

-Stiles puedo decirte algo y no le dices a Scott -susurro, aunque Liam debió oírlo ya.

-Depende. ¿Lo engañaste? -levanta una ceja.

-¿Qué? ¡no! -vocifero-. ¿Recuerdas el tipo que nos atacó en la escuela? Bueno creo que se llevó una gran parte de mis poderes.

-¿Cómo que crees que se llevó tu poder? ¿quieres decir que ya no tienes tu... medusa?

-Gorgona -corrijo.

-Eso

-No ya no. Mis garras, mi cola, colmillos... Mis alas -a medida que hablo mi voz disminuye.

El sonido de algo cayendo nos hace voltear. El suelo bajo los pies de Liam colapso y cayó dentro de un pozo. Suspiro fastidiada. La vibración de mi celular en mi bolsillo hace saltar mi corazón. Esa no me la esperaba.

Mi lobito 🐺💕

¿Stiles y tu ya terminaron de
seguir a Theo?

¿Entendiste algo de la tarea de matemáticas? 🤔

Ah que mi novio tan insiste. De una vez que me diga que me extraña.

Sí, si entendí la tarea. En un
rato más ve a la casa😌, yo
te explico

Esta bien. ¿Y si tu papá me ve?
¡¿o tu mamá?!😨

¿te da miedo mi mamá?😂

Miedoso💋

No es que le tema😑

Lo que digas guapo😊😂

-Hey, enamorada, ven aquí. Rápido -Stiles me hace señas desde detras de una raíz sobre salida.

-Pudrete Stilinski -medio grito y susurro.

Me les uno. Exactamente miramos a Theo de pie sobre el puente mirando el pequeño río. Pinche coraje traigo atorado desde que lo estamos espiando afuera de su casa ¡para esto!

-Esta triste -murmura Liam.

-¿Triste? -repito- ¿ver el río lo pone triste?

-No sólo éso. También está afligido.

¿Cómo chingados lo va poner afligido la pinche agua del río? Las personas aquí están bien pendejas. Tira una flor al agua, es necesario que lo haga, me pregunto yo.

-Vámonos -Stiles tira de nuestros brazos.

Primero quiere que lo sigamos y luego ¿nos arrastra lejos? ¿Esta en días?

Aceleró mi paso para alcanzarlo. Alcanzo a oir que le dice a Liam que es allí donde encontraron a su hermana muerta. La chica se perdió en el bosque hace unos años y bueno, ya sabemos que ocurrió luego.

La buena noticia es de que por fin podré ir al baño, traigo unas pinches perras ganas de ir a horinar desde hace rato. Y mi amigo el hiperactivo no pudo pararse en una gasolinera. Ese también es un coraje que traigo atorado. Sobre una de las ramas aparece la figura de Theo, por el susto suelto unas cuantas groserías. Hace no más de cinco segundos estaba en el puente dejando flores sobre lo que fue el río que terminó con la vida de su hermana y ahora ya está arriba de un árbol como pinche chango.

-¿Qué están haciendo? -sonríe, al bajar se un salto-. Que linda te vez a la luz de la luna, Shanarani.

Liam gruñe posicionandose frente a mí.

-¿Por qué presiento que es más rudo de lo que parece? -sonrie burlón, pero su mirada no se aparta de mi.

-Solo cuando soltamos su correa -argumenta Stiles.

No es que no puedo cuidarme sola. Con una sola mirada puedo hacer que Theo baile o haga como perro, hasta puedo hacer que se suicide, no necesariamente tengo que tener garras, colmillos y eso. De nuevo mi celular vibra, como un mecanismo mi mano toma mi celular y vro de quien es el mensaje: papá. Quiere saber si ya cenamos algo o si queremos pizza para llevar. Luego puedo responderle.

-Stiles jugamos béisbol juntos, ¿por qué desconfias tanto de mi?

Stiles me hace una seña a lo que saco los papeles con la firma de su papá. Los extiendo para que observe el motivo del porqué. 

-Las firmas no son las mismas -digo, señalando dichas líneas y curvas.

-Una es una multa de tránsito y otra una transferencia a la prepa -agrega Stiles.

¡En tu cara de niño bonito!

Observa dichos papeles, suprime una sonrisa burlona. Gracias a que tengobese defecto de ser muy observadora (que mamá odia, por cierto) veo que su mirada cambia una milésima de segundo, se preocupó. Dimos justo en el clavo mis amigos. Me siento como Sherlock Holmes resolviendo un caso, hoy presentamos la firma que no afirma que el papá de Theo sea el papá de Theo.

-Se nota que son muy diferentes -ironiza.

-Deja la ironía, Raeken. Sabemos que no eres quien dices ser -pongo los brazos en jarra.

-¿Quién creen que soy? -frunce el ceño en total confusión. Si que es bueno.

-No lo sabemos.

-¿Quieren pruebas de ADN? -levanta las cejas, ahora ya está indignado. Quisiera conservar todavía mis ojos hipnóticos para poder sacarle la verdad.

-Por favor, dime que no te traes algo entre manos -objeto.

-En realidad sí -confiesa-, quiero formar parte de la manda. No sólo volví por Scott, sino también por ti Stiles. Por un amigo como tú, que entre al bosque a la mitad de la noche para proteger a sus amigos.  No tengo a nadie así. Scott si. Todos ustedes.

¡Oh gracias Theo! Acabas de hacerme sentir como basura. Mi teoría de que estamos paranoicos es cierta, su único problema es que quiere ser parte de algo. Cubro mi cara con las palmas de mis manos en gesto claro de desesperación.

Doy por terminada la conversación caminando de regreso al Jeep. Necesito pensar con claridad, pensar en una forma se recuperar lo que falta de mis poderes. Debería sorprenderme el ver a Scott aquí, pero es todo lo contrario. Una parte de mi sabia que vendría, es inútil que intente disimular mi angustia o cualquier otro sentimiento. Scott lo olera de todos modos.

-¿Estas bien? -analiza mi rostro.

-Si. Creo que sólo necesito irme a casa -me recargo en el Jeep.

-¿Te llevo? -ofrece el casco de sobre que siempre lleva consigo.

-Por favor -acepto el casco.

Stiles llega a los pocos segundos. Parece estar igual de frustrado, se aferra a una verdad de que Theo Raeken quiere algo más que sólo unirse a la manada. Algo más que formar parte de algo; tiene planes ocultos, oculta una malvada intención detrás de su rostro de chico bueno.

-¿Consiguieron algo? -le pregunta está vez a nuestro mejor amigo en común.

-No -responde molesto.

-Yo me caí a un pozo -comenta Liam.

Palmeo su hombro. El Jeep falla al encender, Stiles nada amas quiere irse de aquí lo más pronto posible y su auto le complica las cosas. Scott se muestra sereno ante la impaciente actitud de Stiles, en cambio yo, estoy comenzando a desesperarme. 

-Liam, sube y cuando te diga intentas encenderlo -ordena Stiles.

Él y Scott tienen que hablar. Siento que su conversación es privada y ni Liam ni yo deberíamos estar escuchando. Intentan arrancar el Jeep un par de veces.

-¿No crees que deberíamos darle el beneficio de la duda? -cuestiona Scott.

-El beneficio de la duda lo he dado muchas veces.

-¿Cómo a Kira, Liam o Ani? -inquiere un tranquilo Alfa.

El beta a mi derecha y yo compartimos una mirada incómoda. Tanto él como yo llevamos poco en esta manada, les han pasado muchas cosas. Por ese lado estoy con Stiles, tiene derecho a desconfiar de Theo; sin embargo, también estoy del lado de Scott, Theo quizás sea buena persona.

-Con Ani fue diferente. Primero la conocimos a ella y luego a su parte sobrenatural. ¡Intenta otra vez! -grita.  Liam lo vuelve a intentar fallando-. Además, no me equivoque con Peter.

-Con Kira fue igual -objeta Scott, refiriéndose a mi caso.

-Si, lo fue, salvo que yo conozco a Ani como la palma de mi mano, prácticamente es mi hermana. Jamás sería capaz de herirnos.

A veces le pegó uno que otro sape, pero es porque lo quiero.

-¿Por qué no confías en él?

-¡Porque tú confías en todos! -exclama frustrado, golpea el motor con el puño. Pendejo.

Tal acto de parte suya hace que de un brinco en mi lugar. Será tan wey. Si tuviera la certeza de que mi sangre va a curarlo, le daría un poco. Hace lo que sea por ocultar sus ganas de llorar por el dolor de su mano rota.

-¿Está rota?

-Esta bien, Scott -su voz se quiebra. 

Igual que la vez que me caí de su moto, Scott le quita el dolor. Aquél día era lluvioso, tuve la grandiosa idea de pedirle a mi motorizado novio que me enseñará a manejar la motocicleta; puso miles de objeciones y pretextos los cuales fueron inútiles cuando use mis ojos hipnóticos. El pavimento seguía con charcos y una parte de la calle tenía un pinche bache del tamaño de una rueda de carriola pero muy eficaz a la hora de tirar personas en motos. Seguía los pasos que él me instruyó. Creí que el bache estaría pequeño, mi sorpresa fue cuando me estrelle de cara contra la carretera y rodé cómo cinco metros. Acabe con el rostro, las rodillas, los brazos y de alguna mi espalda llena de raspones.

El maldito Jeep enciende por fin. Es como la vez que Melissa encerró a Malia y Stiles en el cuarto de hospital para que arreglarán sus diferencias.

-Es tarde -hablo fuerte. Los dos amigos rompen su intercambio de miradas para volver su atención a los otros dos adolescentes presentes.

-Mason esta esperándome -argumenta Liam.

-Ok.

En el camino Scott no dijo ni una palabra, y no es que tuviera ánimos también de hablar. Mi cerebro trabaja a mil por hora buscando una solución para mi problema. Dos de mis opciones son: 1) hablar con mi tia. Y 2) ir a ver a Deaton. Cualquiera funcionará, son geniales en lo que hacen, muy inteligentes y excelentes guardando secretos.

La patrulla de papá está afuera, llegó antes de lo previsto. La luz de la cocina está encendida, mamá aún está despierta. Al escuchar la motocicleta veo como la cortina de la cocina se mueve y dos pares de ojos curiosos se asoman años calle.

-Ire a hablar con tus padres -baja de la moto él también.

-¿Seguro? Yo puedo arreglarlo sola.

-Tu papá me odia. Quiero darle una explicación del por qué llegamos tan tarde -habla decidido.

Sí que quiere agradarle. Si supieras Scottie. Antes de meter la llave en la cerradura ésta se abre dejando ver a mis padres con ceños fruncidos y miradas desaprovadoras hacia mi novio y yo.

-¿Trageron la pizza? -sonrío.

Papá no deja de fulminar a Scott.

-Buenas noches. Perdón por traer a Ani a esta hora, sé y tengo bien claro que la dejan salir hasta las nueve, es que la película terminó tarde agregando que el Jeep de Stiles falló -explica Scott.

-¿Qué película vieron? -imquiere papá.

-La leyenda de Hércules -digo rápido. Me sé la cartelera del cine-. Sabes que, bueno, tengo algo de mitología griega en la sangre y me moría por ver ésa película, papá. Saliendo de la escuela Scott me llevo a comer, luego nos reunimos en el cine con Stiles y su novia.

Sus puso siguen puestos en mi novio, el cual ya comienza a ponerse incómodo. Mamá entrecierra los ojos mirándome a mi y luego a papá, desaparece dejándole todo el trabajo a mi celoso padre.

-¿Es éso cierto, Mccall? -así es como lo llama, a veces le dice muchacho nunca por su nombre.

-Asi es -afirma, tiene una diminuta sonrisa ladeada.

Pasa su brazos por mis hombros, la mirada de papá se vuelve más severa haciendo que aparte su brazo como si mi piel quemara. Una idea hace click en mi cabeza. Ruego para que funcione, sino de otra forma no lograré ir a su casa.

-Papá -lo llamo sutilmente, obtengo su atención. Miro fijamente sus ojos hasta que su expresión ceñuda desaparece y se pone neutro-. Estaré con Scott y volveré hasta mañana por mis cosas para ir a la escuela, ¿está bien?

Asiente despacio. Sonrío satisfecha.

-Ahora ve a dormir -termino con mi trance.

Sujeto el brazos de Scott corriendo hasta su vehículo de dos ruedas, subo, me coloco el casco y enciendo la moto.

-¿Segura que quieres conducirla? -se pone el otro casco.

-Claro -acelero sin soltar el freno-. Esta vez tu estarás detrás de mi controlando todo lo que hago.

Sus manos se posicionan sobre las mías, hace que suelte el freno y poco a poco la moto se va moviendo. Él controla el acelerador, yo sólo tengo los ojos en el camino. Ojala no nos detenga un oficial para darnos una multa, papá me mataría.

Al llegar a su casa Scott llamo a su mamá, todo indica que tiene turno doble.

-Pediré una pizza -dice. 

-¿Busco una película? -ofrezco.

-¿Y si mejor vemos aquella serie que tanto te gusta? -propone. Su teléfono está entre su hombro y si oreja.

Mi sonrisa se vuelve tan ancha colonia del Gato Rison. Me encanta la serie de The Walking Dead, Scott la odia porque es muy sangrienta. Mi personaje favorito es Daryl, se ganó mi corazón cuando intento patearle la cara aquél chico. Es mi crush.

Literalmente mi mente se apaga en cuanto comienzo a verla, no tengo oídos que no sea para escuchar las bellas voces de los actores. Soy tan pendeja que me pongo a pelear con la tele, soy de esas personas que le gritan al televisor como si esperará que éste respondiera. Tan perdida que ni note cuando Scott entró a bañarse y eso que el baño está en su mismo cuarto.

-¡Ani! -grita. 

-¿Scott? ¿estás bien? -pongo pausa en la laptop.

Un escándalo se escucha desde el otro lado de la puerta. ¿Se habrá resbalando con el jabon o le entraría jabón en el ojo? Esta en problemas y yo preocupada por verlo desnudo como si fuera la primera vez que lo veo así. Entró, remuevo la cortina dispuesta a levantarlo si es que se golpeó la cabeza... mi sorpresa fue encontrarlo en calzoncillos bailando.

¡¡Dios!!. Mis mejillas las siento arder. Mi novio esta loco, desquiciado. En cima de todo se me está insinuando con su bailecito sexy.

-Scottie -muerdo mi labio.

Al chile, esta fue mi intención desde un principio. En un dos por tres desaparecen tanto mi blusa como mi pantalón y mis zapatos. Giro la primer llave que tocan mis manos. Un torrente de agua helada choca contra mi pequeño cuerpo haciéndome saltar en mi lugar, literalmente uso a Scott para protegerme. Envuelve sus brazos en alrededor de mi espalda él y hace un esfuerzo por cerrar la llave otra vez.

Deben ponerles etiquetas. Nos observamos un momento, ambos temblamos como perros chihuahuas, mojados de pies a cabeza, es tan gracioso que me es imposible contener la risa. Adiós al momento seductor que pensaba crear, hecho a perder todo no cabe duda. Mi estupidez no conoce limites, alguien que sea tan amable de explicarme ¿por qué Scott me quiere como novia? Sin duda no es por mi linda cara. 

-La regadera es un lugar peligroso -comento-, para nada romántico. 

-Ven aquí -imprime sus labios sobre los míos. 

Agarro mejor mi cintura pegándome lo más que se puede a su cuerpo, si es que se puede más. Sus labios trazan un camino desde mi cuello hasta mi mentón, sus manos recorren el tan conocido camino que pasa por mi espalda y termina en mis muslos. Vuelve a devorar mis labios con impaciencia, siento el chocar de algo contra mi entrepierna. 

-Tu amigo dejo de hibernar -digo. 

Esta vez soy yo quien besa su cuello, recorro parte por parte. Hectárea por hectárea. Muerdo sutilmente el lóbulo de su oreja, una sonrisa se expande por mis labios al escucharlo gruñir. Acaricia mis muslos, aferro bien  mis manos detrás de su cuello y enredo mis piernas sobre su cintura. Se inclina un poco, deposita castos besos sobre el escote de mis pechos, mis manos se encargan de despeinar su cabello, de forma cuidadosa sale de la regadera conmigo encima y camina hasta llegar a su cama donde me deja sutilmente. Sus ojos analizan mi cuerpo, centímetro a centímetro. 

-¿Y si llega la pizza? -pregunto, un tanto preocupada por que el repartidor se lleve de regreso a mi bebe. 

-Ya no quiero comer pizza. 

 -Pinche pervertido -lo atraigo de nuevo hacia mi. 

Sus traviesos dedos pasan por sobre mi pecho, deteniéndose allí un buen tiempo. Desabotona mi brasier y lo lanza alguna parte de la habitación, mi mente se queda en blanco cuando esta vez sus manos bajan hasta mis pantaletas, contengo un gemido. Nuestras lenguas forman una danza perfecta, como si se conocieran de toda la vida, acaricio cada parte de el que esta expuesta y accesible para mi, él hace lo mismo conmigo.

Nos volvemos un enredo de piernas y brazos. Se vuelve el dueño de mis suspiros, gemidos, hace que pueda alcanzar las estrellas, su cuerpo y el mío se vuelven uno mismo. Una sola persona. Es ahí cuando siento que vuelo hasta otra galaxia y sólo en una cosa puedo pensar.

Él.

_____________________

Han pasado 84 años desde la última vez que actualice. No tengo excusa la verdad.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top