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Ver a todos salir no es de gran ayuda. Lydia no está por ningún lado, Scott y Kira mo llegan, y mi amigo apesta a ansiedad.

Mamá no deja de enviarme textos preguntando a qué hora pienso llegar. Clara y específicamente le dije que llegaría como a la 1 o 2 de la madrugada, no entiendo su insistencia.

La tormenta no tardo en hacer presente.

-¿Guey, que tienes? -aprieto su hombro en señal de apoyo. No soy una persona que te dirá palabras de apoyo porque no sé cómo darlas-. Es sólo lluvia, Scott y los demás llegarán a tiempo.

-la lluvia no me preocupa. -aclara. Juguetea con sus dedos, la ansiedad es muy común en él, de niños era peor; imperativo-. Le pregunté a papá que con cuantos de sus amigos de la preparatoria hablaba, ¿Sabes cuantos nombró? Ni uno, ya no se habla con ninguno. ¿Si eso nos pasa?

-Stiles...

-Ani, encontré a las mejores personas del mundo, no quiero perderlos. ¿Cómo se supone que siga sin ustedes? -dice.

-escuchame -lo tomó de los hombros-, no perderás a ninguno, ¿Ok? Seguiremos siendo amigos hasta la muerte y jamás pasará eso porque gracias a mi sangre no morirá ninguno.

-¡Te irás a Cuba! -exclama.

-ay, por favor ya superarlo -ruedo los ojos, cansada de ese tema-. Voy a volver. Este es mi hogar y siempre volveré, no creas que porque me iré a vivir lejos te desaharas tan fácil de mí.

Sonríe desanimado. Lo abrazo fuerte. Es tan inseguro, hombres. No quiero admitirlo, pero a mi también me preocupa eso; no veré a Scott en un largo tiempo. ¿Y si lo nuestro ya no resulta? Dicen que las relaciones a distancia no funcionan, no me gustaría confirmar esa teoría por mi misma.

El garraspear de alguien a mis espaldas me hace voltear; mierda olvidé que Malia estaba con nosotros. Antes de alejarme por completo de la fisonomía de mi guey favorito, palmeo su hombro.

-que pinche celosa saliste -murmuro.

Gracias a Díos Malia no habla español o ya me estaría quebrando mis 206 huesos. Decido darles espacio al escucharlos hablar sobre lo que hablan ellos, en verdad es raro ver a Stiles con novia... Y asqueroso. ¿Se imaginan las náuseas que me dan cuando los veo besarse usando sus lenguas? Como deseo tener miopía en esos momentos.

-iré a dar una vuelta para ver si encuentro a Scott -informó. Dudo que me hayan prestado atención, están muy ocupados pasándose gérmenes por medio de sus bocas-. Tal vez me caiga un rayo.

Stiles mueve su mano, dando a entender que me largue. Al diablo con ellos.

Iré por mi Alfa.

Tomo mi teléfono en busca de señal, estúpidas antenas, no soportan una tormenta y estúpida tormenta por aparecer en este día.

Todos se cubren de la lluvia con sus paraguas o con la chaqueta, en lo absoluto me molesta mojarme, por el contrario ¡Me encanta! ¡Amo la lluvia!
Pero me caga que lloviera hoy.

Te pasas lluvia, te pasas.

-¡Vas a tener gripe después! -un chico que ni en mi pita vida había visto nos cubre a ambos con una chaqueta-. Las inyecciones no son placenteras.

-ok, número uno: ¿Quién eres? -detengo mi marcha, mirándolo expectante-. Y número dos: ¿Te conozco? ¿O por qué razón, motivo, circunstancia te incumbe eso de que me de gripa?

Sonríe con arrogancia y egocentrismo. Yyyyy... me perdió.

-me pareció que una linda chica como tú no debería estar bajo la lluvia, quise ser un caballero y resguardarte, ¿Tiene algo de malo eso? -habla irónicamente.

-responde la primer pregunta que te hice -demando.

-soy Theo Raeken -extiende su mano. Sin borrar su sonrisa-, ¿Y tú eres...?

Chasqueo la lengua. Estrecho su mano, papá me enseñó a ser educada y mamá me enseñó a no dejarme manipular ni caer los juegos tontos de pendejos como el que tengo enfrente.

-Rosa María Mercedes de la Cruz, pero puedes irte por donde veniste, cabron. -sonrió de lado, una sonrisa tan falsa pero tan falsa. Es más, es más falsa que el trasero de Nicki Minaj.

-latina -afirma-, me gusta.

Ruedo los ojos por segunda vez en la noche. Lo esquivó y continuó mi camino en busca de mi novio.

-nos vemos pronto, guapa -sono más como un juramento que como una despedida.

Alguien deme paciencia.

Ha paso mucho y Scott no aparece, ahora sí me pondré en modo novia preocupada. Suspiro cansada y angustiada. Mi ten esta lleno de agua, mamá me va a matar si mancho su alfombra, me pondrá a limpiarla hasta que la manche desaparezca o me quitará mi dinero para comprar una nueva.

Me inclino para amarrar mis agujetas, no importa que le haga doble mudo siempre se desatan. Un derecho y un revés, un derecho y un revés.

Al ponerme de pie dos manos me sujetan y hacen dar una vuelta. Estamos bajo un techo, al terminar las escaleras.

-no mames.

-¿Y esa boquita? -me reprende.

Hundo mis dedos en su cabello azabache. Mantiene sus manos en mi cintura y su radiante sonrisa no tarda en aparecer.

Le robó un beso, haciendo que sonría más, sus ojos que cierran a causa de su sonrisa; parece un chino coreano japonés.

Acortó la distancia entre ambos, su beso no fue robado, duro más y era sublime. Mis besos favoritos son los lentos, esos que le transmiten a la otra persona cuanto la quieres y te dejan disfrutar del momento.

-¿Dónde está Kira? -entrelazo nuestros dedos, sin poner distancia entre nuestros cuerpos.

-fue a buscar a Lydia, creo que esta adentro ya.

Asiento. Retrocedo, trayendolo conmigo, tenemos que volver antes de que Stiles se vuelva loco.

-algo muy raro me paso - digo.

-mmh -observa nos labios.

Humedese sus labios y sigue mirando los míos. Hace tiempo que uso un brillo labial sabor sandía, y gracias a Scott he comprado tres en un mes. Si no me pongo unas veinte veces al día, no se cuantas. Antes de cada clase; después de la clase; antes del almuerzo, en la mitad del almuerzo y al final de éste. Estoy comenzando a sospechar que la sandía es su fruta favorita.

-volverás a besarme, ¿cierto? -elevó una ceja. Internamente pido a gritos que lo haga.

-así es -afirma.

Algo inusual se escucha en medio de todo el ruido por la tormenta. Scott también lo escucho, miro a un lado, seguí su mirada y visualice a un hombre bajo la lluvia.

El hombre mostró sus, para nada normales, garras. Eran diez veces más grandes que las mías o las de Scott. Es rápido, en menos de dos segundos ya nos está atacando.

Scott pelea con él. Papá me inscribió en clases de lucha, la tía Silvia me enseñó defensa personal y Stiles, me enseñó a dar un buen golpe con un vate de béisbol. No es como si necesitará pelear, usando solamente mis ojos puedo detenerlos y también convertirlos en piedra.

Sin embargo, tuve una conversación con Scott, donde me dijo que no era bueno convertir en piedra a las personas. Di varios ejemplos pero se negó a permitirme hacerlo, dijo que había otras maneras.

Scott se encontraba tirado, tratando de recuperar fuerzas. El hombre, vamos a llamarlo Bestia, no parecía importarle mi presencia.

Sus garras puede que sean más grandes pero las mías duelen más, digo el cobre no es muy blando que digamos. Está cerca de Scott, clavó los garras en su espalda, las aferró como si de una camiseta se tratara y lo lanzó hasta el otro extremo.

-Ani... -pronuncia mi nombre como advertencia.

-esta bien -acepto fastidiada. Captandonsu mensaje: no lo mates-. Lo haré sufrir un poco.

Bestia se pone de pie y viene con todo hacia mi. Me preparo para atacarlo, esquivó un golpe directo a mi bello rostro, con mi puño bien cerrado y con toda mi fuerza lo golpeo en su parte débil.

Dobló su cuerpo, típico. Tomo su cabeza y doy un rodillazo. Se tambalea un poco.

-una gorgona -dice. Toca su nariz y ve si sale sangre-. Después de quitarle el poder a Scott vendré por ti, linda.

-eso ya lo veremos

Continuó esquivando uno que otro golpe, es rápido la bestia. Me lanza contra la pared, todo me da vueltas por el golpe. Logró reaccionar en el momento que él intenta golpearme en la cara, de nuevo. Me hice a un lado, su puño impacto contra el cemento, pero todavía así era rapido.

Con su mano libre me tomo del cuello y me levanto alto. En verdad que asusta, de lejos es feo y de cerca es super feo.

Clava sus garras en mi abdomen. Una sensación como de algo llendose de mi aparece, sus garras brillan de un tono dd azul muy intenso y siento como ejerce más fuerza en mi cuello.

Yo por mi parte voy perdiendo cosas, como por ejemplo, mis colmillos desaparecieron, mis garras y por más que este viendo mis ojos el baboso no se hipnotiza. Después de todo si puede robarle el poder a los demás.

-¡Sueltala! -vocifera demandante Scott.

Repentinamente me suelta y Ale disparado lejos. Caigo estrepitosamente, llevo una de mis manos a mi estómago para confirmar si estoy sangrando; lo estoy y mucho.

-vas a estar bien -asegura. -toma mi mano, siento como el dolor desaparece y mi herida sana-. Enseguida vuelvo.

Él continúa peleando con Bestia. Intento hacer aparecer mis garras, mis colmillos, mas no puedo. Esto no puede estar pasando, no a mi.

¡Hijo de su pinche madre! Creo que si se llevó mi poder de gorgona.

Un tercero de une a la pelea, otro hombre lobo supongo. Ataca a bestia junto con Scott.

Sigo atónita. Cómo es posible que no puedo transformarme y las sorprendente que mi factor de curación tarde más de lo habitual, si no fuera por Scott seguiría desangrandome.

Tal vez Deaton sepa como ayudarme. Mamá y papá no tienen que saber esto, mi mamá se pondría feliz de saber que no puedo transformarme más y papá se va a preocupar. Ya parece que los escucho peleando por esto.

El hombro los vence a ambos y clava sus garras en Scott.

-¡No!

Stiles, Liam y Malia hacen acto de presencia. El más chico me ayuda a ponerme de pie.

-¿Qué es eso? -pregunta.

-un tipo que metió sus garras en el lugar equivocado -contesto.

Scott se libra de sus garras, le rompió la mano y sus garras se desprendieron de sus dedos. ¡Uau! Mi Alfa es asombroso.

El tipo se fue llevándose consigo una parte de mi. Corro hacia mi novio e inspeccionó que este bien.

-¿Estas bien? -preguntamos al mismo tiempo.

Asiento repetidas veces, lo abrazo fuerte. Al menos a él no le quitó nada el tipejo ése.

Vemos al otro sujeto que se unió en la pelea. Por favor, ¿otra vez él?

-hola, guapa. -sonríe coqueto.

Scott me mira con cada de: ¿Qué pedo?, Y yo tengo cara de: ¡No lo conozco lo juro!

-¿Quien eres? -cuestiona desconfiado Stiles.

-creo que he cambiado mucho desde cuarto grado -objeta.

-¡Theo! -exclama Scott con sorpresa.

¿Desde cuarto grado? Si el estudio con Scott y Stiles hasta cuarto grado, quiere decir que iba conmigo también, solo que yo me fui en tercer grado. Ok, hagamos memoria; tengo que recordar a un Theo Raeken de menor edad y posiblemente feo.

La teoría es que cuando eres bebé feo, te mejoras de grande; si fuiste bebé bonito, te pondrás feo de grande.

Me ocurrió la segunda. Y a mis amigos, ¡A todos ellos! Les ocurrió lo contrario. A Theo también, admitamos que es guapo, pero no más guapo que mi novio.

Esta noche de verdad que se puso interesante.

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Hola.
Por fin tuve tiempo de publicar, tal vez no sea el GRAN capítulo que esperaban pero fue lo mejor que pude escribir en este tiempo.

Nadie nunca menciono que ir en 3 semestre era cosa difícil.

¡¡ODIO LAS MATEMATICAS!!

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