20

El horrible sonido de Barbie Girl suena por toda la habitación. Ese no es el sonido de mi alarma. Me doy vuelta para ver de donde viene ese sonido. Scott bufa mientras apaga la alarma, cierto, se quedo a adormir. Prácticamente tuve que obligarlo a quedarse, que tal que después los síntomas regresaran y se pusiera peor que hace unas horas.

-¿Barbie Girl?- contengo las ganas de reír.

-Stiles la eligió, dice que es la canción más irritante en el mundo. Y ademas es la única que logra despertarme- se excusa-. Buen día, por cierto.

-buen día- le doy un beso en la mejilla-. ¿cómo te sientes? ¿te duele algo?

-gracias a ti, mucho mejor- me da un gasto beso-. La mordedura desapareció y ya no siento nada, parece que ni siquiera me haya mordido una serpiente.

-que bueno. ¿quieres café?

-sí.

Se acerca y me besa. Aun soy un asco en esto de besar.

-sigo siendo mala en esto- me separo.

-mejoraras, solo espero ser yo el que te ayude con eso.

-dalo por hecho- sonrío de lado.

Scott pasa su mano por detrás de mi cuello y me vuelve a besar. Ambos sonreímos en medio del beso. Es dulce y tierno. Scott sin duda es lo mejor que me ha pasado en los ultimos día. La puerta se abre de golpe.

Me separo de Scott y lo empujó, haciendo que se caiga de la cama. No puedo creer a quien tengo enfrente, no crei volverla a ver.

-¿qué haces aquí?- pregunto sorprendida.

-¡Shanarani Elizabeth West Gutiérrez!- exclama.

Oh oh, me llamo por mi nombre completo. Esto no es bueno.

-¡me tenías con el Jesús en la boca!- me abraza fuerte-. ¿para qué quieres celular si no lo vas a contestar?

-perdón, me quedé sin batería y...

-¡¿desde ayer en la mañana?!- me interrumpe.

-sí, es que estuve ocupada con...

-¿asiendote la muerta?- me mira con severidad.

-¿cómo...?- la miro confundida.

¿y ella como sabe eso? Desvío mi mirada hacia donde tumbe a Scott, ya no está, ¿dónde se metió?

-Jacob me llamo para decirme ¡¡QUÉ HABÍAS MUERTO!!- grita esto último-. ¿sabes lo que sufrió el pobre? Se siente culpable por no haberte cuidado mejor, cuando me llamo eran más los llantos que las palabras, ¿en qué pensabas Elizabeth?

-sabes que no me gusta que me llames por mi segundo nombre- le reclamo-. Y sólo quería ayudar, estamos en un aprieta grande.

-nos diste un susto a todos- me da un golpe en el hombro.

-¡AUCH! Porque me...- ¿ella dijo "nos diste"?-. ¿A quién más asusté? ¿por qué hablas en plural?

Parece darse cuenta de su error, trata de contradecirse pero ya es tarde, habló de más y quiero saber qué pasa.

-Tía...

-nos asustamos tus padres y yo- suspira.

¡¿mis padres?! Pero están... bueno ya saben. Me levanto de un salto. Abro la boca pero la vuelvo a cerrar. Tengo un nudo en la garganta. Debe estar bromeando ¿no?, hasta donde sé nadie se puede despetrificar.

-estas diciendo que Salomé Gutiérrez y Arthur West están... ¿vivos?- cuestionó.

Ella asiente.

-haber si te entendí- me siento frente a ella-. ¿Mi mamá y mi papá están vivos?- ella vuelve asentir-. Pero ¿cómo...?

-Tuve que decirte que ya los había enterrado, porque sé que era duro para ti verlos así, yo tampoco estaba resignada a perder a mi hermano. Comencé a investigar y a llamar algunos contactos, me hablaron de la corteza de un árbol. La conseguí y ahora tus padres están vivos, estamos arreglando algunos asuntos en México. Vendieron la casa, el auto, y la pequeña fonda de tu mamá- me toma de la manos.

Esto es demasiado que procesar. Mis padres que los creía muertos, ahora están vivos y piensan que yo morí. Mi mamá es la persona más preocupona y sobrepotectora que haya existido. Seguro le dio un infarto cuando se enteró.

-están destrozados, se sienten culpables por lo que pasó- continúa-. Vienen para acá, llegarán cuando tú llegues de la escuela.

-No sé se me atreva a verlos de nuevo- confieso-. Tía soy un monstruo, convertí en piedra a mis padres ¿qué hija hace eso? No, aún no estoy lista para hablar con ellos.

-Ani, en serio se sienten culpables. Quieren verte.

-¡pero yo a ellos no!- exclamo-. Bueno si quiero verlos pero, a la vez no.

- te entiendo pero haz un esfuerzo. Vete arreglar, llegarás tarde a la escuela- camina a la puerta y antes de cerrarla detrás de ella se da la vuelta-. Y no creas que no note que estabas con un chico besandote.

Ups, lo notó. Con toda la flojera del mundo me dirijo al baño. Tocó dos veces para comprobar que Scott esta ahí dentro. Escucho decir "un momento" y segundo después la puerta se abre.

-¿estas bien?- me toma de los hombros.

-sí si, todo bien- trato de sonreír de lado.

-no quiero que pienses que soy un chismoso, escuché la charla con tu tia. Ani, tienes que hablar con tus padres. Lo que sea que haya sucedido fue un accidente, te conozco y sé que no querías hacerles daño- me acerca a él y besa mi frente.

-claro que no pero no me atrevo a verlos a la cara- lo abrazo.

-todo saldrá bien, tranquila- acaricia mi espalda.

Minutos después se va, esta vez no salió por la ventana, tuvo que pasar un interrogatorio por parte de mi Tía y después se marcho.

Por fin termine de bañarme, de mi armario tomo:

Me hago una coleta alta, tomó mis pertenencias: mochila, llaves, celular y dinero. Bajo a desayunar, un rápido café.

-ese tal Scott es un amor- anuncia mi Tía en cuanto entró a la cocina-. ¿es tu novio?

-que cosas dices, claro que no- tomó mi taza de café-. ¿me llevarás a la escuela o tendré que ir en autobús?

-¿entonces qué son? Y sí,  vete en autobús.

-somos amigos... eso creo. Ya me voy adiós, hoy en la noche hay una fogata iré con mis amigos.

-¿recuerdas que tus padres vendrán? Pídele permiso a tu mamá. 

-¿hablas en serio? Mi mamá es la persona más antisocial de este mundo, no me dejara ir ni aunque lleve a toda la policía- lavo mi taza.

-puede que ahora te sorprenda- levanta los hombros.

- no lo creo. Ya me voy- cierro la puerta.

Corro hasta la parada del autobú, llegó justo a tiempo. Minutos después ya estoy en la escuela. Bien, ahora a tratar de concentrarme en mi futuro.

¡¡Que futuro tan aburriiidoooo!! Dios casi muero de aburrimiento ahí dentro, definitivamente la escuela no es lo mío. Tengo que ir a casa, tomó el autobús de regreso.

Llegó a la casa de mi tía y si lo que dijo es cierto, mamá y papá ya deben de haber llegado. Con mis manos temblorosa saco las llaves de mi mochila, abro la puerta. Toda la casa está en silencio, muy escalofriante. Doy una mirada rápida a la cocina, esta vacía. Voy a la sala.

-ma... papi.

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