16

Con Stiles vamos a la zona de cuarentena. Veo mis manos, las garras no están. Creo que por fin pide controlar algo de mi, sólo tengo que no abrir la boca ho verán mis colmillos.

-Ani, antes de entrar ahí, ¿estas segura que te puedes controlar?- Stiles me toma del brazo-. O prefieres esperarme aquí afuera.

-¿la verdad?- dudo mi respuesta-. No, no creo poder, te espero aquí.

-bien. No tardo- acaricia mi brazo.

Entra. Mis garras vuelven aparecer, meto mis manos en los bolsillos traseros de mi pantalón. Unas pequeñas manchas negras saltan frente mis ojos y esto es lo que faltaba, desmayarme.

Cierro los ojos con fuerza y los abro. Las pequeñas manchas desaparecieron, algo bueno después de todo.

-el entrenador fue el único adulto infectado.

Volteó al escuchar a Stiles. ¿Finstock?

-¿por qué es el unico?- cuestionó.

-no tengo idea, pero lo vamos averiguar.

Vamos a la oficina de Finstock para buscar alguna pista. Mi vista comienza a fallar, es como si hubieran puesto una venda sobre mis ojos, no veo nada.

-¿Stiles?

-¿qué?

-¿Stiles donde estás?- tocó la pared.

-Ani, estoy detrás de ti- me da la vuelta.

Extiendo mis manos, tocó su cara. No puedo ver nada, ya me que de ciega.

-Stiles no veo, ¡Estoy ciega!- el pánico se apodera de mi.

-¿qué? Ani mirame- ordena-. Shanarani deja de jugar y mirame.

-¡no estoy jugando!- sigo tocando su cara-.  No veo nada. Me falta el aire, Stiles creo que tengo un ataque de pánico.

Algo detrás de mi crece, en segundo mis alas brotan, al igual que mi cola. Ya no tengo control sobre mi, este virus esta acabando conmigo. Mis piernas las siento temblar.

-¡Ani!- me sujeta ambos brazos-. Te está atacando más rápido. Ven, siéntate.

Dejo que Stiles me lleve hasta la silla. Tocó todo a mi alrededor; a mi izquierda el escritorio, a mi derecha la pared. Estiró mi mano y todo el hombro de Stiles, señal de que esta en cuclillas.

-Ani respira.

-¿y que crees que trato de hacer?

No obtengo respuesta. Se que está pensando en algo, mi mente está bloqueada por el pánico, ¿qué debo hacer?

-tu brazo.

-¿qué tiene mi brazo?- en mi voz se puede percibir el miedo.

-tiene propiedades curativas ¿no?

-¡sí!- afirmó sin entender su punto.

-si puede revivir a alguien de la muerte, puede...- deja la frase incompleta, esperando que yo capte su punto.

-que elimine el virus de mi cuerpo- terminó la frase.

Una sonrisa se me escapa al pensar que por una vez mi sobrenaturalidad puede ser útil. Me hago un corte en la palma de la mano derecha, al sentir sentir el ardor de la cortada, acerco mi mano a mi boca y bebo suficiente sangre.

Segundos después, siento como la herida de mi mano sana, mi cuerpo no lo siento débil, mi vista vuelve y con ella una sonrisa.

-¡puedo ver!- exclamó alegre.

Ya no siento ninguna molestia. Me concentro, tanto mis garras como mi cola, alas y colmillos se esconden, volví a la normalidad. Tengo que asegurarme que mis ojos sí hayan vuelto a su color habitual.

Veo una pequeña lagartija, me quito los lentes y cierro mis ojos, cuando siento que ya llegue hasta la lagartija, abro mis ojos.

No ocurrió nada, la lagartija se fue. El idiota que creo este estúpido virus, no tomo en cuenta que mi sangre puede eliminarlo.

-me cure- miro a Stiles-. ¡Ya no tengo el virus!

Abrazo a Stiles, me corresponde igual.  Puedo ayudar a Scott, Malia y Kira. Tenemos que volver con ellos. Pero también tengo que ayudar a Stiles.

-pero que tonto- comenta una voz severa-, cómo pide olvidar ese pequeño detalle.

Nos sepramos y damos media vuelta. Detrás de nosotros el  profesor de la prueba, esta de pie en el umbral de la puerta que da hacia los vestidores de hombres.  En sus manos tiene un arma, y le está colocando un silenciador.

Es uno de los cazadores. Claro, nos quiere matar a nosotros de una sola vez, así recibirá más pago. Stiles con su brazo me mueve hasta que quedó detrás de él.

-debí hacer una sustancia más fuerte- sigue hablando.

Observo el escritorio. Sobre este hay varias aprobación que dejó el entrenador, con esa cosa negra que nos pusimos en el dedo. Nuevo su taza para comprobar lo que sospecho; en un lado de la taza hay dos huellas con la cosa negra.

El entrenador debió tocar la misma cosa que nosotros, el virus esta en la cosa esa.

-me preguntaba como se había contagiado ese idiota- enuncia-. También me preguntaba dónde están sus amigos. Ya que para que el Benefactor me pague, debo tener pruebas de que esta muerto.

-confirmación visual- susurra Stiles.

-exacto- nos apunta con su arma.

Me aferró al brazo de Stiles, no quiero que le pase nada. Es a mi a quien quiere, el quiere mi cabeza. Y en  momentos como este es cuando comenzamos a valorar todo lo que tenemos, hasta las cosas más insignificantes.

Quisiera tener a mis papas conmigo. El tipo nos hace caminar hasta los bastidores, aún nos apunta con el arma.

-aún tienes un poco de fiebre señor Stilinski, no puedo decir lo mismo de ti West- nos empuja aun más dentro-. Pero deberían saber algo.

-que puedo matarlo antes de que se de cuenta- argumento.

-que graciosa, pero no. El virus no mata humanos, así que Stiles mejorará- siento el arma en mi espalda-. Así que no creen que deban decirme ¿donde están sus amigos? Para que al menos una de ustedes sobreviva.

-no.

-de todas formas te mataré Shanarani. Dímelo. Si no lo dices mueres y si me lo dices mueres- levanta los hombros.

-creo que los vi en la biblioteca, o en la cafetería. Están en uno de esos dos lugares- responde Stiles.

¿por qué no sólo dispara? Si nos va a matar que lo haga de una vez. Aunque claro, no dejate que mate a Stiles.

-voy a contar hasta tres. Y luego voy a matarlo.

Stiles se da media vuelta despacio. Yo ya estaba mirando al "profesor" o lo que sea que se supone que es este tipo.

-¿crees que puedes asustarme?- pregunta Stiles.

-no, creo que puedo matarlo- apunta a su cabeza-. Pensé que la cuenta regresiva lo haría más emocionante.

Es un psicópata. Quiero pensar en un plan para salvar a Stiles, mi cerebro está literalmente en blanco, no se me ocurre como ayudarlo. También puedo salvar a los demás, siempre tuve la cura en mis manos y no me di cuenta, soy tan tonta.

-entonces...- pone el arma en la frente de Stiles-. Uno...

-sabes que puedo hacerlo- interrumpo su cuenta, me mira sin bajar el arma-. Sabes que puedo acabar contigo. Sólo un paratadeo y serás historia imbécil, yo misma me encargaré de hacerte pedacitos.

Parece que mi amenaza no le intimidó. Sólo sonríe malvado.

-solo un paradeo- repite-. Si eso es lo que basta, pero antes de petrificarme voy a disparar. Dos...

Me aferró al brazo de Stiles, tomó su mano y este la aprieta hasta que siento que ya no me circula sangre.

-dejalo ir- suplico-. Es a mi a quien quieres, él no tiene nada que ver.

Ignora mi súplica. Miro a Stiles el cual está resignado recibir el disparo. Mi corazón se detiene cuando escucho el disparo. Algo salpica mi cara.

Observo mi mano y aún Stiles  la esta sujetando muy fuerte. Ninguno de nosotros recibió el disparo, fue él. Stiles tiene la cara salpicada de sangre de ese maldito parásito.

-¿estas bien?- me pongo frente a él.

-eso creo. ¿y tú?

Asiento. Nos abrazamos, en serio pensé que le habían disparado. Miro su cara toda llena de sangre, con mi mano logró limpiarla un poco.

-tienes  unas pequeñas manchas...- giro mi mano, señalando toda su cara- ahí.

-y tú, unas aquí- limpia mi mejilla.

El tipo que le disparó al "profesor" se quita su máscara protectora. Su cara se me hace conocida.

-Sr. Mccall, ¿de dónde rayos salio?- pregunta Stiles.

¿Mccall? Es el padre de Scott.

Scott.

Tengo que llegar con ellos. Stiles se queda para oír algo que le tenía que decir el papá de Scott. Corro como loca por toda la escuela hasta llegar a la entrada del sótano.

-¡¿Scott?!- golpeó la pared-. Scott se como curarlos, mi sangre puede ayudar. ¡Abre Scott!

Golpeó varias veces, sigo llamando y rogandole que abra la puerta. Stiles llega corriendo y le dice a Scott que le abra que dentro de la bóveda hay un frasco con Reishi.

- Scott el frasco esta ahí dentro, abre por favor- ruega Stiles.

Me doy por vencida. Vamos a perderlos, llegamos demasiado tarde. Me deslizo por la pared. Cubro mi cara con ambas manos para que Stiles no me vea llorar. 

-llegamos tarde- susurro.

La bóveda comienza abrirse. Limpio mis lágrimas. Scott sale con dificultad, no me detengo, lo abrazo lo más fuerte que puedo.

- estas bien- repito una y otra vez.

Scott me abraza, depósito un beso en su mejilla. Dios, sólo de pensar en perderlo se me pone la piel de gallina.

- ¿Estás bien?- toma mi cara con sus manos.

- Sí.

-¿como...?

-recuerda que mi sangre tiene propiedades curativas, Stiles me lo recordó. Lo siento tanto, pude ayudarlos, soy una tonta.

-oye, no eres eso. Tenías otras cosas en que pensar- acaricia mi mejilla.

- Si hubieras muerto yo...

- no lo digas, no lo pienses. No pienses en eso, lo que importa es que estamos bien ¿ok?- me vuelve abrazar.

Stiles esta con Malia, la cual parece en un trance. Sin decir nada se aleja de todos, Stiles tiene en la mano la lista. Malia leyó si nombre, ahora sabe que su apellido es Hale.

Nos vamos a la entrada donde el papá de Stiles nos busca, también están Lydia y su mamá. Jacob esta en la puerta, ¿quién lo llamo?

-¿te llevo a casa?

-gracias Scott pero,- miro a Jacob- vinieron por mi.

Scott mira en la misma dirección, cuando ve a Jacob asiente, deposita un beso en mi frente y con un nos vemos luego, me deja con Jacob.

-¿novio?- levanta una cena.

-por el amor de Dios- pongo los ojos en blanco.

- No escuche un no.

Están odioso. Pensar que Scott y yo somos novios, por favor como si fuera a pasar, se nota que sólo me ve como amiga.

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Hola, ¿cómo están?

Perdón por no actualizar antes, estuve sin imaginación, no sabía cómo continuar la novela. Espero me entiendan.

Ojala les haya justado el capítulo, nos leemos pronto.

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