más desgracias

Los ojos de Minos brillaron con malicia, era el momento.

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Cuando Manigoldo se dió cuenta de la plaga se sintió morir, inmediatamente se puso a trabajar para eliminar a esos bichos, no tenía idea de cómo pudo pasar algo así, el era muy cuidadoso, podía jurar que cuando comenzó a proteger el viñedo no había ninguno de esos insectos, entonces ¿Porque?

-cariño, mira, te traje algo de comer...Maní.

Albafica se acercó preocupado, por cerca de una semana Manigoldo se la vivía en el viñedo, no había ido a casa ni un día.

Su papá le había dicho que Manigoldo le dijo que esa plaga era muy peligrosa, por lo cual puso manos a la obra inmediatamente, ellos se ofrecieron a ayudar pero...la verdad no era tan fácil y entorpecían más que ayudar.

-¡Manigoldo!

Desesperado por qué el otro no le hacía caso prácticamente se paró frente a él y le arrebato la herramienta de trabajo, mirándolo con firmeza.

-¡Vas a comer!

El Italiano le miró sorprendido, pareció salir de su trance, miro la cara molesta de su novio, aunque más bien era... preocupación, dió un gran suspiro y acepto, esto ocasionó una gran sonrisa en el pecesito.

-vamos, tienes que lavar tus manos cielo.

Estaba todo sucio, desalineado y con unas grandes ojeras, incluso Albafica logró distinguir algunos sandwich que le había llevado ya descompuestos.

-mira nada más

Cuál mamá cuando mira a su hijo todo cubierto de tierra Albafica comenzó a regañarlo e intentar asearle.

-Manigoldo tienes que descansar, tienes toda la ropa sucia y apestas, estás cubierto de tierra y...¡Mira tus manos! Dios bendito.

Una gran cantidad de cortadas, piquetes, incluso sus uñas estaban quebradas en algunas partes, acabo tirando los guantes ya que sentía que entorpecían su trabajo.

-¡Ah! Lo siento yo...

-Mi vida.

Tras limpiar sus rostro Albafica comenzó a besar su cara.

Tienes que descansar Manigoldo, solo por hoy cariño, te lo suplico.

Dejo de comer y miró a su pareja, dándole una sonrisa triste.

-esta bien...un rato, no más.

¡Ya era algo!

Albafica grito de alegría, el pecesito se paró de un saltó, le llevaría a casa, lo obligará a bañarse y dormir. Pero su novio no se paró, solo se tumbó en las losas.

-¿Manigoldo?

-lo siento Albafica, pero de verdad, no puedo regresar hasta que esta plaga sea exterminada, es muy peligrosa para el viñedo.

-¡ Pero tienes que descansar! El viñedo puede esperar un poco solo...

El cangrejo se paró de golpe, en tres pasos ya estaba junto a su novio, al cual abrazo de manera un tanto agresiva, pegándole a su cuerpo.

-Este, este viñedo es el trabajo de mis padres, su vida, el legado que me dejaron a mi hermano y a mí... Albafica no puedo perderlo, mis padres sacrificaron mucho, familia, amigos, tiempo, en ocasiones el tiempo con sus hijos, ellos lucharon para sacar a flote este lugar, aún cuando tenían todo encontrá.

-...Manigoldo...

-yo no puedo quedarme de brazos cruzados y ver cómo todo se derrumba, este viñedo es mi legado y el futuro de nuestra familia, no puedo ni debo dejar que una cosecha se pierda ¿Entiendes?

Logró sentir como las lágrimas bajaban por los ojos de su amante, de verdad le dolía lo que estaba pasando... mucho.

-cariño.

Albafica comenzó a acariciar su cabello, poco le importó que estuviera sucio o lleno de tierra.

-esta bien amor, pero, promete que almenos comerás... también descansa un poco, sí.

-....ok...

Se sentía tan inútil, no poder ayudar como era debido ¡Pero por Díos! Hasta retirar a esos bichos tenía su chiste, no solo era agarrarlos y ya, tenías que ver cuánto habían escarbado y si había puesto huevos o no, era una tarea titánica.

****////***

En casa Lugonis jugaba con los niños mientras su esposo hablaba afuera con su abogado, Káiser, el pelo plata buscaba que su esposo no se preocupara más. Por desgracia las cosas no iban muy bien.

-¿Que quieres decir?

-este ya pasó a mayores, Sage. Ya tenía lista la demanda, incluso ya había sido aprobada por un juez, me costó mucho trabajo conseguir cintas de otros lugares, edificios a los costados, donde de muestra que tú ingresaste ese día al lugar, prácticamente teníamos todo para ganar pero.... Sage, Jean Carlo Totti está muerto.

-.... que...

-como lo oyes, hace dos días apareció muerto en su casa, se dice que fue un asalto pero...ah, fue muy extraño.

Sage no supo que decir, odiaba al hombre pero no para desearle la muerte, NUNCA.

-y también hay otra cosa, parece que le vendió su agencia a Hades Specter, por lo cual este paso a ser dueño de todo...muy extraño, no crees.

¿Hades Specter?...¡El padre de Minos!...¿Acaso?

-ahora tengo que volver a armar un caso, pero no será fácil, no fue con Hades con quién hiciste el contrato y...ah, viejo lo siento, pero es poco probable que recuperes el dinero y...

-espera Káiser ¿Y si fue Hades quien orquesto todo?

-¿Que?

-escucha, mi hijo Albafica salía con su hijo, Minos, ellos no terminaron muy bien y...sonara trillado o estúpido pero, creo que fue Hades quien hizo todo esto, el fraude, el ataque a las oficinas de Lugonis, todo.

-crees que lo hizo como venganza.

-si.

-...es una acusación muy dura, pero es factible. Sage, me pondré a investigar, a mi también me parece raro que de la noche a la mañana Hades se convirtió en dueño de una alquiladora de eventos, es absurdo.

-ya lo creó, el no se interesa ese tipo de negocios. No me importa ya el dinero pero...si está asiendo esto por venganza y dos personas han muerto, temo por mi familia.

-¿Crees que también asesino a la secretaria?

-es lo más seguro.

-.... entiendo, ten mucho cuidado.

-tu también, Kaiser avisame de todo lo que ocurra.

-esta bien, adiós.

- adiós.

Colgó la llamada y se quedó pensando ¿Cuanto peligro estaría corriendo el y su familia con alguien tan despechado y loco como Minos?

¿Habrá tenido algo que ver con lo que ocurría con el viñedo?

Manigoldo dijo que se había cerciorado que el lugar estuviera libre de insectos y podía jurar que el chico no mentía, a leguas se notaba que era responsable y amaba mucho ese lugar, entonces ¿Cómo llegaron esos insectos ahí?

Maldijo el día que su hijo se cruzó con ese patán, Minos ya les había fastidiado el lugar del desfile e irrumpió en las oficinas de su esposo causando desastre, por un momento se preocupó, llamo a su hogar y les ordenó a los de seguridad estar atentos, no podía dejar que lastimara a las personas cercanas a él.

De improviso, cual visión, una terrible idea surco su cabeza ¿Y si Minos ataca la bodega donde tenían todo para el desfile? Podría robar o destruir las prendas que su rosita había creado.

Una segunda llamada ordenó mover todo de lugar, se comunicó directamente con Cardinale, ordenando no decir nada a su amado ya que no deseaba preocuparlo, bastante tenían con lo que pasaba.

*****////****///

Si bien Minos no tuvo nada que ver con lo referente al viñedo, con lo que pasó después si.

****////****///

Hace dos días.

Gioca sonreía de manera perversa con lo que estaba haciendo, Manigoldo lamentara el día que la abandonó.

Cómo todas las noches la chica se colaba en el viñedo lista para su terrible tarea, más ese día se cruzaría con alguien tan ruin como ella.

Minos y sus compañeros llegaban al lugar, lo habían rodeado para no ser vistos, bajaron del vehículo con unos galones de gasolina, tenían pensado incendiar el lugar como venganza.

-listo, con esto basta por hoy.

La joven terminó de regresar el papel a su lugar, tras haber esparcido más insectos, era la hora de regresar a esa pocilga y esperar otra noche más.

Salía por la parte trasera del viñedo, aquella que conectaba los terrenos del cangrejo, Youma y uno más, iba tan sonriente y quitada de la pena que ni siquiera noto el vehículo apostado a un lado, más antes de regresar escucho unas risas.

¡Ese imbécil pagará muy caro lo que me hizo!

¡Jajajaja, esto arderá como fogata!

¡Apúrense!

La chica logró ver cómo unos tres sujetos esparcian un líquido a las plantas, cosa que le sorprendió, con mucha cautela se acercó a ver quién eran.

No eran de ahí, ya que nunca los había visto, la ropa y forma de hablar los delataba, esos sujetos eran de la ciudad ¿Pero qué diablos hacían?

Minos terminó de esparcir el galón, estaba por encender su zippo cuando escucho un ruido, al girarse logró distinguir a una persona oculta en las sombras.

¡Maldita sea! Los vieron.

Salió disparado tras el espía, dejando confundidos a sus amigos. No podían prender el lugar ya que Minos se había internado en éste, por lo que Radamanthys y Aiacos fueron tras ellos.

Gioca corría asustada ¿Quienes eran esos sujetos?

Los chicos se separaron para acorralarla, pero la beta conocía ese lugar como la palma de su mano, por lo que se escabullia con facilidad.

-¡Maldita sea!

-Minos ¿Que pasá?

-¡alguien nos vió!

-¿Qué?

-¡Demonios! Lo mejor será retirarnos.

Sugirió Aiacos, Radamanthys apoyo pero Minos no estaba conforme con ello.

-¡No! Ese bastardo de Albafica tiene que pagar lo que hizo, él y su estúpido novio lamentaran haberme humillando.

El chico comenzó a patear los viñedos, furioso, poco le importa si los descubrieron, lo que desea ahora es hacerlos pagar.

Oculta en una de las Parras, Gioca escucha atenta todo lo que se dice, parece que ese sujeto tiene problemas con Manigoldo y.... Albafica.

Ese sujeto le maldice, lo odia.... como ella.

si de verdad quieres hacer sufrir a Manigoldo, está no es la solución.

-¿Eh?

Los jóvenes voltean a buscar a su interlocutor pero la noche y el lugar no lo permite.

-¿Quien está ahí?

Quema el viñedo si quieres, pero de nada servirá, Manigoldo lo tiene asegurado y...terminarán en la cárcel.

-ha, si.

- sí, yo los delatare

-no te dejaré hacerlo.

-ja, idiota, ni siquiera saben dónde están parados, se van a perder más y yo puedo traer a la policía en unos minutos.

Los chicos gruñeron molestos, la verdad esa persona tenía razón, no sabían por dónde salir.

¿Porque quieres lastimar a Manigoldo?

-¡Ese desgraciado me quito a mi novio! El muy infeliz...

¡No es verdad! ¡Fue Albafica el que se le metió! ¡Ese maldito Omega ofrecido!

Minos sonrió,  por su voz sonaba como una mujer y parece que...

-entiendo, así que  a ti también te engañaron ¿Verdad?

Gioca apretó los puños furiosa.

-porque no sales, creó que tú y yo podríamos hablar tranquilamente, parece que tenemos un fin común.

La chica se lo pensó unos segundos antes de dar la cara, los chicos se sorprendieron al ver a una beta tan jóven.

-¡Del viñedo me encargo Yo! Pero si quiero que hagas pagar a Albafica.

Los dos estaban tan enfermos y obsesionados que no tardaron en caerse bien.

-no te preocupes... Albafica es solo mío.

***////****////***///

(Ahora)

Su cangrejito se había dormido unos veinte minutos almenos, ya era algo, Albafica caminaba cabizbajo, iría a la casa por un cambio de ropa de su novio, así como unas vitaminas y algo para cenar, sabía que no era de mucha ayuda pero haría lo que pudiera.

Salía del viñedo, estaba por agarrar camino cuándo un ruido le asustó.

-¿Y eso?

Se escuchó a un costado del lugar, curioso fue a investigar que era.

Gioca había esperado el momento en que Albafica llegará, lo había estado siguiendo, todas las tardes le llevaba un almuerzo a Manigoldo, completamente sólo.

Aguanto la irá al ver cómo esos dos interactúan, pero no importa, en unos minutos Minos se llevará a ese estorbo para siempre, ella aparecerá unos días después, fingiendo estar arrepentida, se ganaría el perdón de Manigoldo, le apoyaría de nuevo, en esta ocasión no será tan insistente, le daría tiempo para su luto, después Manigoldo se recuperara y ella podrá conquistarlo, todo será como antes.

-¡¿Gioca?!

La voz molesta de Albafica no tardó en oírse a sus espaldas, haciéndola sonreír internamente.

La irá invadió a Albafica al ver cómo esa desgraciada vertia una gran cantidad de insectos en una de las Parras, tras haber roto el plástico.

¡Fue ella!

¡Fue esa maldita!

Arrojo los trastes al piso y furioso se lanzó contra ella, poco le importaba estar embarazado, más Gioca ya lo tenía previsto, la chica sabía el carácter explosivo que el pescadito poseía y lo iba a aprovechar, salió corriendo directo al campo, con Albafica tras ella ¡Maldito Omega! Era rápido pese a tener esa enorme panza.

Por su parte Albafica ya la iba asesinando en su mente, la haría pagar por ésto, como se atreve a dañar el viñedo, el trabajo de su novio. Desde un principio le cayó mal, algo en su interior le decía que era una sucia e interesada arpía, ahora no tenía duda.

Gioca siguió corriendo hasta la entrada del bosque, ahí cerca de unos arbustos espero a Albafica.

¡Maldita perra!

Estaba por gritarle a Minos cuando Albafica se le fue encima.

Poco le importaba al pescadito que fuera mujer, la empezó a desgreñar y le metió un par de cachetadas, jamás le perdonaría haber dañado a su familia.

¡Maldito, suéltame!

Con trabajo logró quitársela de encima.

¡Estúpida bruja! ¡Fuiste tú la que puso esos insectos ahí!

¡Manigoldo se lo buscó por haberme rechazado! ¡Por haber preferido a un patético Omega y su bastardo!

¡A mi hijo no lo insultas!

Albafica se agachó por una piedra, le iba a abrir la cabeza a esa loca.

Gioca al ver eso se espanto y se puso a gritar como loca, diciendo que era el momento, que se lo llevarán, mientras intentaba alejarse del furioso Omega.

Albafica no entendía lo que pasaba, hasta que un ruido a sus espaldas captó su atención, preocupado se giro a ver y....

¡Minos!

*****/////*****////

Unos minutos después Manigoldo salía del viñedo, quería seguir trabajando pero su novio tenía razón, su cuerpo ya estaba exhausto y clamaba por un descanso. Si caminaba rápido alcanzaría a su pecesito para regresar juntos y....

-¿mm?

Al salir sus pies patearon uno de los trastes dónde Albafica le llevo de comer, esto le pareció raro.

-¿Albachan?

Parece que Albafica seguía ahí, comenzó a buscarlo gritando su nombre, por desgracia...nadie respondió.

*****////****

¡Manigoldo, salvanos!

Lágrimas escurrían por sus mejillas mientras abrazaba fuertemente su estómago, buscando proteger a su bebé.

¡Vas a pagar lo que me hiciste, maldita perra!

****////****///

OMG 🙀

Mi pobre bebé 😭.

¡Malditos!🤬

¿Que es lo que pasará ahora?

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