convivencia
-¡Niños, no corran!
-¡Chicos esperen!
No sabía cómo sentirse al respecto, adoraba que Rafael le visite, es un niño adorable y tierno, también está el hecho de que su hermanito se siente muy bien a su lado y con más confianza, cosa que en esos momentos detestaba ya que el corretearles por el centro comercial no era de su agrado.
Fin de semana, cero preocupaciones de la escuela, días para relajarse y disfrutar.
Solo que este fin de semana era distinto. Sus padres tuvieron que salir por negocios, pero no deseaban dejar a sus bebés solos por lo que le pidieron (ordenaron) a Manigoldo que se quedará con ellos, el joven acepto de buena gana (bajo amenaza), él y su pequeño hermano se convirtieron en los invitados de Sage. Pero no fue todo, Shion sabía que sus tíos saldrán y decidió pasar ese fin con su primo para poder ayudarle, conociendo finalmente a Manigoldo.
-¡Dios! ¿Cómo no se cansan de correr?
-jajaja, son niños Albafica...y mejor vete acostumbrando, por que cuando tu hijo se eche a correr tendrás que salir tras él.
-¡Olvídalo! Lo voy a traer siempre con una cadena....o de la mano, pero no dejo que corra como animal desbocado.
Los chicos se sentaron en la fuente, mientras los pequeños corrían al rededor de esta gritando, de verdad, no entendía de donde sacaban tanta energía.
-¿Donde esta? ¡Muero de hambre!
-jajaja, cálmate, había una fila enorme en las hamburguesas.
-¡Pero yo tengo hambre?
De verdad empezaba a compadecer al pobre cangrejo, su primo se comportaba como un niño caprichoso.
Se sorprendió al conocer a Manigoldo, si bien tenía pinta de maleante y se veía algo intimidante, no tardó en caerle bien. Era respetuoso y amable, no hablaba mucho, siempre decía lo que pensaba y... porque negarlo...le pareció guapo, un alfa muy varonil y sexi, con una pinta de salvaje muy atractiva, aún no entendía porque su primo decía que era feo.
-¡Auch!
-¿Que pasa?
-mmm...me duelen los pies.
-¿Y eso?
-no se, los siento muy cansados, en especial la pantorrilla y...oye...¿No sé me ven muy gordos?
El chico levantó su pie para que Shion mirara, a ojos de Albafica su pie se había inchado cual tamal. Por su parte Shion no veía nada.
-posiblemente sea por el embarazo.
-...mmm...puede.
Comenzó a sobar sus pantorrillas, de verdad sentía que le ardían.
Por su parte Rafael y Afrodita se divertían jugando con el agua, los pequeños metían las manos y la arrojaban al frente, riendo bajo esas máscaras de papel maché.
A Afrodita le encantaban las máscaras de su amigo, le parecían increíbles, por lo que el pequeño no tardó en diseñar una para su compañero. Una máscara de tez blanca, con labios rosas y mejillas rojas, parecida a una cara de muñeca. Y es que Rafael le veía así, como una de esas bonitas muñecas de porcelana
-De-Death mira...una mo-ne-da.
Deathmask, así es como el nene se decía cuando portaba una de sus máscaras, algo comprensible ya que todas parecían Parcas, se acercó a ver, en el centro de la fuente se veían algunas monedas pequeñas, centavos.
- tal vez se le cayeron a alguien.
El chiquillo estaba por quitarse los zapatos e ir por ellas cuando Shion les detuvo.
-la gente las arrojó ahí
-¡Ah! ¿Para que?
-para pedir un deseo.
-¿De-deseo?
-si, arrojas un centavo mientras cierras tus ojos y pides un deseos.
-como con las velas de pastel.
-exacto.
😀😀.
-aqui tienes tú hamburguesa
-gracias...¿Y las papas?
-ah...ten.
El chico bufo molestó, el quería las papas para él, estaba por tomar un sorbo de refresco cuando Albafica se lo arrebato, causándole una ligera molestia, por eso le pregunto si solo la hamburguesa o quería otra cosa, pero Fica dijo que no...y ahora le robaba sus papás y soda.
Le causó un poco de gracia ver los gestos que Albafica hacia, como si fuera la mejor comida del mundo, tomo la servilleta y limpio la camisura de sus labios, un poco de mostaza bajaba por estos. Albafica solo cerró los ojos y disfruto la "caricia", Manigoldo era muy agradable cuando quería.
Por desgracia el encanto se perdió cuando un par de chiquillos brincaron a las piernas del mayor exigiendo una moneda, querían pedir un deseos. Si bien en principio Manigoldo se negó a darles una moneda y que estos la tirarán al agua, bastó una mirada sería de Albafica...y que le ordenará a grito que se las diera, para acceder. Shion se divertia con la escena, incluso les tomo una foto, parecían una familia feliz.
Esta de mas decir que el grito de "¡Que Manigoldo y Albafica tengan muchos bebés!" Ocaciono que la gente se girará a verles, que Shion comenzará a reír, Albafica casi se atragantarse mientras Manigoldo se quedaba en blanco...hay, la inocencia de los niños.
*****
Aún no entendía que es lo que pretendían sus padres. Ya antes los habían dejado solos cuando tenían que salir a organizar su próximo desfile y no pasaba nada, confiaban en su capacidad para cuidar de su hermano y la casa, y porque negarlo siempre fue responsable, nada de fiestas o invitar al novio a "pasar" la tarde. Si salía con sus amigos llevaba a Afrodita, o se quedaba en casa viendo alguna serie o películas, jamás había defraudados a sus padres en eso, entonces porque ahora...le pedían a Manigoldo que los cuidara.
-...mmm...supongo que...es por el bebé.
-¿Que?
-...nada.
Negó con la cabeza y continuó caminando. El y Shion caminaban por los pasillos mirando la ropa, mientras Manigoldo la hacía de niñera unos metros atrás. Los pequeños corrían a su alrededor, colgándose de su brazo mientras jugaban a atraparse, ya lo tenían arto, mas los dejo, le gustaba ver a su hermano reír y jugar con otros niños...también le tenía aprecio a Afrodita, ese niño era muy tierno y dulce...¿Porque Albafica no podía ser así?
-hey, mira esa playera...¿Cómo se te vería?
-cua....¡Olvídalo!😑
Shion señalaba una camisa larga, tipo camisón, de color rosa y con la figura de un bebé asomándose por ahí, una bata de maternidad de hoy en día. Esto le produjo risa al borrego, a él no tanto, tal vez se veía bien en una mujer, pero en un Omega...no tanto, aparte, le parecía un tanto vulgar.
-ni de broma me pongo eso.
-tienes razón...¡El rosa no te combina!
-¡Shion!
Comenzó a reír mientras su primo lo molestaba arrastrándole a la tienda, en parte si tenía que cambiar su ropa, ya comenzaba a apretarle, su madre le había dicho que le diseñaría algo pero estaba tan ocupado con el desfile que no tenía tiempo.
Manigoldo bufo molesto cuando les vio entrar, genial, pasaría horas ahí. Estaba por seguirles cuando recordó que tenía que comprar algo. Les ordenó a los niños ir con ellos, decirles que los vería en un rato, los chiquillos obedecieron y salieron tras ellos, Manigoldo no se alejó hasta que los vio a través del cristal llegar con Albafica, le hizo una seña con las mano de que regresaría y el menor acepto.
-mira Albafica, este también tiene dibujada rajada la panza y el bebé fuera
-¡Rafael, no digas eso!
-...¿?😐...¿Abrída la panza?😄
-...😑....
-jajaja, no Rafa, solo di que tiene el dibujo de un bebé
-...bueno....pero da miedo ¿porque trae al niño fuera?
Pregunto el pequeño mirando con miedo las playeras de maternidad. Y es que incluso a él le parecía grotesco, por muy tierno que parecía ser la imagen, ver al nene cómo levanta lo que sería ser el ombliguito de mamá para asomarse...parecía un alien.
-a mamá tampoco le gustan estas batas "modernas"...se ven grotescas, mejor busquemos otra cosa.
Revisaron toda la tienda, pero no había algo que le gustará, casi todo tenía mucho decorado o dibujos raros, colores muy llamativos o demasiado encaje...¿Porque el encaje si no era lencería?
-sabes que, nada me gustó, vámonos.
-espera...¡Mira este mameluco, no es divino!
Shion mostraba un mameluco blanco, muy pachoncito y que asemejaba a un borrego, tenía incluído un babero y los bordados asemejaban a la lana. La verdad a Albafica no le gustó mucho ¿vestir a su hijo de animal?...¡No! Que feo, pero no pudo negarse a la cara de ilusión que su primo le daba, feliz de encontrar el primer presente para su futuro sobrino o sobrina.
-tu hijo se vera adorable en el🤩
-ah...si...je...hermoso.
Salieron de ahí con un par de bolsas, lociones y jabones para bebe.
Bajaron las escaleras buscando a Manigoldo, le había mandado un mensaje que estaba en la primera planta, iban tan distraídos en su plática que no se percataron cuando alguien les vio salir de la tienda de bebés, ni cuando esté abrió los ojos sorprendido cuando vio a Shion sobar la pansita de Albafica diciéndole que su hijo sería lindo, dejando al voyeristas en blanco antes de poder acercarse a saludar.
Tras encontrarse, Manigoldo les llevo a casa, aún era temprano, pero Albafica no dejaba de quejarse que le dolían los pies por lo que pasarían toda la tarde viendo películas en casa.
****////***
Hola
¡No me vas a creer lo que ví!
*****/////*****////
Ya era de noche en la mansión de los Lemuria Ross.
-¡Ahu! Esta caliente.
Con mucho cuidado sumergió los pies en el agua.
Clarita, una de sus sirvientas, le había confirmado la hinchazón, algo natural en el embarazo de acuerdo a la mujer, que no tardó en poner un poco de agua a calentar para que los sumergiera, los nenes ya se habían dormido, Shion se había quedado jugando en la computadora, quien diría que su primo era un apasionado de los juegos de estrategia, mientras Manigoldo estaba en la cocina arreglando el grifo, no negaría que esto le sorprendió, ya tenía planeado llamar a un fontanero pero él le dijo que era pérdida de dinero y que él lo arreglaría, para alegría de la cocinera.
-mmm...rico.
El calor y la consistencia del agua poco a poco lo fueron relajando, tomo su celular y puso un poco de música, tal vez debería de comprarse un masajeador de pies.
-¿Ya te sientes mejor?
Manigoldo apareció una hora después, estaba sin su sombrero y chamarra, solo con una playera algo sucia, el cabello despeinado y algo sudado.
Por unos segundos Albafica se quedó embobado, mirando al Adonis frente a él, bajo la tenue luz el cuerpo del chico se veía más escultural.
-...s-si...ya estoy mejor.
Bajo la mirada para ocultar el sonrojo que se formó ¡Maldito Shion y sus ideas de que Manigoldo era guapo! Ya lo empezaba a confundir.
-¡Ah!
Pegó un brinco cuando sintió como Manigoldo tomaba su pierna, sacándole del agua y comenzando a masajear su pie.
-¡¿Que haces?!
-callate, solo te voy a dar un masaje...a mi madre también se le inchaban los pies cuando esperaba a Rafael... papá solía darle un masaje para ayudar.
Contuvo la respiración mientras mordía sus labios, le costó un poco el relajarse, pero después de unos minutos la sensación le agradó.
Manigoldo sobaba la planta de sus pies, en forma circular pero profunda, subió por sus tobillos y pantorrilla. Albafica se quejó un poco ya que le dolía, pero pasados unos minutos logró descontracturar y relajar el músculo ¡Dios! Y recién empezaba su embarazo, no quería ni imaginar cuando tuviese la panza más inflamada.
Cuando terminó lo seco con mucho cuidado, aplicando una pequeña pomada que la mucama le había dado. Fue el mismo Albafica quien le extendió su otra pierna, con un gran sonrojo en sus mejillas y el fleco cubriendo sus ojos. Manigoldo sonrió internamente y procedió a repetir el tratamiento, cuando terminó llevo el balde de agua a la cocina, mientras Albafica se colocaba unos calcetines gruesos y de rayitas.
-¿Quieres que te lleve a tu habitación?
-...no...quiero estar aquí un rato
Con un poco de pena se movió, invitando a su compañero a sentarse a su lado.
Una ola de cosquillas golpeaba sus entrañas, por alguna razón sentía nervios al estar al lado de ese hombre.
-y...¿Cómo era tu madre?
Su voz temblaba, pero tenía un enorme deseo de romper ese silencio con lo que fuera, no era incómodo...pero le asustaba.
Manigoldo le miró sorprendido, tardó unos segundos en sonreír y comenzar a hablar.
-era hermosa...tanto como tu madre, muy cariñosa y amable...pero cuando se enojaba daba mucho miedo, su cabello era largo, pelirroja, tenía una voz muy dulce, le gustaba cantar, siempre me cantaba una canción antes de dormir y le cantaba canciones a mi hermano cuando estaba en su vientre. Ella y mi padre eran italianos, pero vinieron a Grecia en busca de una mejor vida y....
Pasaron horas hablando, Albafica se sorprendió mucho al ver lo difícil que había sido la vida para su compañero, quedó maravillado por su determinación y valentía, criar a su hermano el solo no era tarea fácil, pasada la media noche Manigoldo le llevó cargando a su habitación, Albafica se había quedado dormido mientras escuchaban música.
Lo contempló un rato en la cama, antes de besar su frente y salir, en ocaciones, cuando no molestaba siendo un niño mimado... Albafica era lindo.
****////****
El fin de semana pasó, los chicos se llegaron a conocer un poco más, claro que sin dejar de pelear, la verdad esa era su manera de entenderse, los padres de al Albafica regresaron y fue momento de partir, algo muy doloroso para los más pequeños ya que no deseaban separarse, por lo que a Manigoldo no le quedó de otra más que prometer traer a su hermanito la próxima semana para que jugará con Afrodita.
-cuidate mucho cariño, si te sientes mal habla y vendré a recogerte...o le hablas a Manigoldo.
-estare bien papá, nos vemos.
Albafica bajó del auto de su padre y se encaminó a la escuela, no tardó en sacar su celular y mandar un mensaje a Manigoldo...para que viniera por el a la salida.
Habían llegado al acuerdo de verse más seguido, después de todo tendrian un hijo juntos y...lo mejor era que se hicieran amigos.
Un emoji de enojo fue la respuesta, eso le saco una sonrisa, sabía que pese a ello el vendría a recogerlo.
-buenos días Fica.
-hola Shion.
-...
-...¿Que?
-nada, te ves muy ... risueño.
-...¡¿Que?! ¡No,no, yo estoy igual!
Shion solo se rió de su primo y lo jalo al salón, a él no lo engañaba, sabía que su primo estaba más relajado y contento...y sabía la razón.
Pasaron las clases y Albafica se fue al estacionamiento, el borrego tenía una junta de club y tardaría en salir, estaba checando su celular, esperando algún recado de Manigoldo, por alguna razón se sentía muy asustado y triste, con ganas de llorar, quería que ya fuera a recogerlo y le llevará a casa, para que su mamá le diera su lechita mientras jugaba con su cabello. Si, el pobre Albafica estaba sufriendo unos de esos ataques hormonales, gracias a Dios no fue en plena clase que si no, estaba tan concentrado en la pantalla que no se dió cuenta cuando alguien se paro a su espalda.
-¡¿Que es eso de que estás embarazado?!
La fuerte voz de Minos le asustó, por inercia el chico se paró de un brinco alejándose unos pasos.
Aiakos, compañero del albino, le había visto ese día en el centro comercial, lo siguió ya que le pareció extraño que él y Shion entrarán a una tienda de bebés acompañado por dos niños, conocía a Afrodita pero al otro chiquillo no, está de más decir que se quedó en blanco al oír como Shion se refería al bebé de Albafica, por lo que no tardó en llamar al albino para molestar, felicitándolo por su futura paternidad.
¡Paternidad sus huevos! Jamás le había puesto una mano en cima a Albafica, no de esa manera y miren que lo deseaba con ganas, pero este maldito siempre le salía de virgen remilgosa ¡que aún no era el momento¡ ¡que no estaba listo! Y un sin fin de tonterías más, solo lo acepto porque los padres de Albafica eran personas importantes e influyentes, que si no, ya lo habría violado y dejado.
Pero parece que ese infeliz no era tan puro como el creía...¡Claro! A él se lo negaba pero le abría las piernas a otro, pero esto no se quedaría así ¿Quién sabe desde hace cuanto le veía la cara de pendejo?
-¡Contesta Albafica!¿Es verdad?
Decir que no tenía miedo era mentir, si bien Albafica no se dejaba intimidar, las hormonas en ese momento jugaron en su contra. Sus ojos no tardaron en aguarse mientras retrocedía cual ratoncillo asustado, esto molesto más a Minos, que no tardó en sujetarlo de su cabello.
-¡Que me contestes maldita perra! ¡¿Estas embarazado?!
-¡Si!
Las lágrimas comenzaron a bajar, mientras la ira se apoderaba de Minos, entonces, ese bastardo ¡Lo había engañado!
-¡Voy a sacarte el hijo a golpes!
Sus ojos se abrieron aterrados al ver el puño ir directo a él...
¡No!
Por inercia acunó su vientre con sus manos, buscando proteger a su retoño.
Una punzada lo hizo tambalearse, un ardor inundó su piel cual fuego ardiente, logró sentir como la sangre escurría por su nariz, mientras su muñeca se sentía arder. Las gotas carmesí cayeron al piso, mientras sus pupilas se cristalizaba por el dolor.
¡No te atrevas a tocarlo!
Minos no entendía lo que había pasado, estaba a punto de golpear a Albafica cuando alguien sujeto su muñeca, obligándolo a soltar al pecesito, para después recibir un impacto directo en la cara, un certero puñetazo que le rompió la nariz.
Albafica lloraba mientras se aferraba con fuerza al cuerpo del mayor, por un momento...su hijo.
Minos tembló al sentir la mirada de ese sujeto clavada en el...unos ojos infernales que se le clavaban desde las sombras.
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Y con esto llegamos al último capítulo...de este mes, no se espanten😂.
De momento lo dejo descansar, en primera porque la inscripción se me está iendo...pero para otra historia que también está pausada, por lo que me lanzo a escribir antes de que se marche por completo.
Cómo último dato, finalmente deje de holgazanear e hize una portada, ojalá les guste.
Nos leemos despues 🤗.
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