conociendo el lugar

¡Kikirikiiiiii!🐓

¡Maldito gallo hijo de tú 🤬!

El borrego se levantó de muy mal humor, estaba teniendo un sueño de lo más placentero, el cual incluía, crema, chocolate, unas ricas y jugosas fresas...y el abdomen de Dokho, cuando el canto infernal lo despertó en la mejor parte.

Abrió de golpe la ventana para gritar al animal que ya se callara y después cerrar con fuerza.

Que parecía que ese jodido animal la traía contra su persona, porque justamente tenía que ponerse a cantar afuera de su ventana. Manigoldo le había dicho que era muy extraño, ya que el animal siempre cantaba pero desde el granero y en ocaciones ni siquiera lo hacía, por lo que le pareció raro.

-¡Estúpido plumero andante! Me cortó la inspiración en la mejor parte.

Gruñendo se fue a bañar, el día de hoy irían al pueblo para conocer.

-¡Buenos días Shion!
-¡Buenos días Def, Manigoldo!
-¡Buen día!

Cómo de costumbre ellos eran los primeros en pararse, Defteros y Manigoldo ya habían terminado de preparar el desayuno, por lo cual el ayudo poniendo la mesa.

-¿Te sientes bien? Tienes ojeras.
-...si, es solo que ese animal no me dejó dormir, estuvo cantando cada hora fuera de mi ventana.
-¿Encerio?🤨🤨

Los otros dos le vieron con desconfianza, ellos no habían escuchado nada.

Un rato después Albafica y los niños bajaron a desayunar y media hora después llegó Dokho.

-ten mucho cuidado, llama si necesitas algo.
-no te preocupes, estaremos bien, a parte, Rafael me va a cuidar ¿Verdad pequeño?
-¡Si! Yo los cuidare muy bien, te lo prometo hermano.

Manigoldo solo le sonrió y despeinó su cabello. El tenía que seguir trabajando, dentro de poco comenzaría la temporada fuerte, por lo que no podía perder tiempo, aún cuando deseara ir con Albafica al pueblo, pero sabía que Shion y los demás lo cuidarían muy bien.

-ten cuidado y no te asolees mucho.

El peliceleste le coloco el sombrero mientras lo despedía.

Se quedaron mirando unos segundos, Manigoldo se perdía en esas hermosas y finas facciones que el Omega poseía, mientras esté mordía ligeramente sus labios, deseos por qué el otro lo besara, más esto no ocurría y Manigoldo optó por irse a trabajar, algo desilucionado ya que deseaba que Albafica le despidiera con un beso.

-bueno chicos, andando, estoy seguro que les gustará el pueblo.

Los chicos de subieron a la camioneta de Dokho y partieron emocionados, el joven les había dicho que había una gran cantidad de cosas bonitas en el lugar.

Era un pueblito pequeño, bueno no tanto, tenía unos mil habitantes. Las casitas eran de madera, la mayoría de ellas pintadas de blanco y con techos rojos, con bonitos jardines al frente, las calles amplias, pero con muchos baches, los niños gritaban felices cuando pasaban uno y ellos brincaban en su asiento.

-¡Llegamos!

Se estacionaron en la tienda de Dokho, los niños entraron corriendo mientras los mayores les seguían de cerca.

-buenos días, en que les podemos...¡Oh! Son ustedes, buenos días.

Pandora les recibe con una mirada sería, algo normal de acuerdo al chino ya que la joven era así.

-hola chicas, voy a llevarlos a conocer el pueblo el día de hoy, les encargo la tienda...¿Dónde esta Violante?

-fue a dejar un encargo al señor Ortiz, no debe tardar.
-bueno, entonces nos vemos en un rato.
-por supuesto, jefe, diviertanse.

Los ojos de Shion escanearon a la dama, era más joven que él, con facciones hermosas y cuerpo escultural, traía unos jeans muy pegados y una payera blanca con un emogi de diablo, se veía muy seria, más saludaba a Dokho con una sonrisa sincera, incluso ese pestañeo...¿Serían algo?

-hey ¿Quieren un pay? El pay de la señora Dolores es delicioso.

Los ojos de los omegas embarazados no tardaron en brillar, por lo que salieron corriendo emocionados. Por su parte Shion le dió una ligera mirada molesta a Pandora, cosa que no pasó desapercibido por la chica.

Se sentía como en una de esas películas viejas, el pueblo era un lugar tranquila pero hermoso, la gente era muy sociable, saludaban al verlos pasar, bueno, contestaban el saludo de Dokho, la cafetería donde les llevo tenía un ambiente muy bohemio y el pay de queso estaba delicioso, poco importo que acabarán de desayunar.

La plaza del centro era muy colorida y con una fuente, una gran cantidad de pájaros anidaban ahí, así como una parvada de periquitos verdes, los chicos jamás habían visto un nido tan cerca.

La iglesia tenía unos tintes barrocos, era muy grande y antigua, pronto sería la fiesta del pueblo, por lo comenzaban a adornar la fachada.

¡Un río!

Cuál niño pequeño Defteros corrió al pequeño puente a ver, siempre había soñado con ir a pescar con su padre, por desgracia Abel siempre estaba "ocupado" para pasar tiempo con sus hijos por lo que nunca cumplió su sueño de niño.

-¿Hay peces?

Pregunta emocionado mirando desde el puente.

-si, aunque es muy raro que lleguen hasta aquí, bueno, al menos los grandes, pero si sigues rio arriva, cerca de la montaña, en la falda, hay un enorme lago lleno de ellos, de ahí es de dónde vienen el río.

Los ojitos del Heleno se iluminaron, imagindose a si mismo en una barca en medio del lago pescando.

-si quieren podemos ir otro día.

¡Si!

Solo les quedó reír ante las caras infantiles del géminis.

Había un auto cine, un enorme centro comercial, que era la competencia de Dokho, un teatro,donde se presentaban las obras escolares y de la iglesia, las escuelas, a Afrodita le gustó la escuela de su amigo ya que parecía una casita, y muchas cosas más, solo en menor escala a comparación de la ciudad.

-miren, hay carreras de caballos.
-si, tenemos cuatro criaderos, están más alejados, dos en el sur, uno en el este y otro es vecino de Manigoldo.
-¿Encerio?
-si, la granja a su lado es un criadero de caballos, el más pequeño de los cuatro, pero los caballos de Mephisto son los más bonitos, puedes rentarlos para dar una vuelta
-valla, nunca e montado un caballo.

¿Mephisto? Ese será el hombre que vió.

Pasaron todo el día conociendo el lugar, para eso de las cuatro decidieron que era momento de regresar, solo pasarían por algunos víveres a la tienda de Dokho.

¿Un campo de girasoles?
-si, son hermosos, crecen casi tan alto como una persona y...se ven muy chistosos girando en busca del sol, a parte sus semillas tostadas son deliciosas.

En lo que Albafica desidia que llevaría a la casa, Manigoldo le dijo que podía pedir lo que deseara y el pescado quería hacer unos ajustes a la decoración (culpa de Manigoldo por no ser específico y decir que solo era comida), Defteros jugaba con los niños en la entrada y Shion ayudaba a Violante a ordenar algunas cosas mientras está le contaba como eran algunas granjas de los alrededores. Jamás imagino que los girasoles se comieran.

Al borrego ya le había quedado claro que las chicas solo eran unas buenas amigas de Dokho, en especial cuando al entrar y no verlas Dokho le pidió que las buscará en la parte trasera de la tienda y las encontró en una situación algo comprometedora, claro que no dijo nada, salvó que estaban ocupadas.

-los sembradíos de maíz también se ven muy hermosos en otoño, tienen un color anaranjado muy bello, como si el atardecer los bañara.
-¡OhO!
-y los cultivos de alfalfa son bellísimos en primavera.
-¡me encantaría verlos!
-si deseas, puedes acompañarme en mi próxima entrega.
-¡¿De verdad?!
-claro, será divertido.

Violante sonrió al ver la mirada infantil del borrego, parecía una buena persona...pero aún no se fiaba, tenía que cerciorarse antes de aceptar que fuera pareja de su jefe, Dokho era muy bueno y no deseaban que alguien lo lastimara.

Las chicas se habían percatado que su amigo tenía cierto interés en el borrego pachón. Dokho últimamente iba muy seguido a visitar a Manigoldo, llevaba muchos dulces para ellos y al regresar, se la pasaba horas hablando de Shion, lo que había hecho, si le gusto la comida, los gestos que hacía, todo, era obvio que el chico le gustaba...y eso les preocupaba.

Las chicas le tenían un gran cariño al chino, ya que fue su protector y apoyo cuando llegaron a ese lugar, les ofreció la mano, algo que ni sus propias familias hicieron, e incluso les dió un hogar, lo querían tanto como un hermano, lo conocían muy bien, así como conocían su pasado.

Dokho tubo que salir de China por problemas personales, el mayor se había enamorado en su país, se casó y tuvo lo que el creyó un matrimonio feliz, por desgracia la traición llegó a su vida, quedó devastado y no le quedó de otra más que huir, le costó mucho empezar de cero y desde entonces no había vuelto a enamorarse...hasta ahora.

Por tal motivo, y como muestra de gratitud, Pandora y Violante habían acordado protegerle en ese tema, ya que Dokho era muy sensible y noble, por lo que era fácil de manejar, pero ellas estaban ahí y le cuidarían apartir de ahora, examinando a todos sus posibles pretendientes hasta encontrá el indicado.

Continuaron platicando mientras Pandora y Dokho le mostraba unas vajillas al pecesito, necesitaba más platos para cuándo sus padres fueran a verlos.

¡No nos atrapas!

Por su parte los niños corrían divertidos a un costado de la tienda, seguidos por el pequeño puerco y Defteros.

Últimamente el Heleno se había puesto más cariñoso con los pequeños, los abrazaba todo el tiempo, era el quien se cercioraba que se bañaran y el que peinaba a Afrodita, el cabello de Rafa era todo un misterio, aún no entendía como es que su pelo se mantenía en el aire si no usaba gel (ah, los misterios de la vida), perece que sus instintos Omega comenzaba a salir.

¡Te tengo pecesito!
¡Ahhhhh!

Afrodita chillo divertido cuando Defteros lo levantó y comenzó a besar su cara, Rafael brincaba intentando liberarlo y el pequeño pazzo mordía sus jeans y parte de sus agujetas mientras soltaba un ligero gruñido, ese puerquito era muy gracioso.

Una vuelta y bajo al chiquillo, para después apresar a Rafael y arrojarle al aire, el niño grito feliz.

Por su parte unos tiernos ojitos rojos les veían ocultos desde el costado de la tienda, mirando fijamente al adulto.

¡Otra vez, otra vez!
-¡Uf! Esperen niños, ya me cansé.

Defteros soltó un suspiro y descanso en sus rodillas, los niños si que tenían energía, al levantar la vista logró divisar la pequeña figura que se escondía tras el muro.

-¿Eh?

😨

El pequeño al verse descubierto pego un brincó y se escondió, esto le causó gracia al gemelo, que se acerco despacio. Logró ver una Cheyenne (¿Y la Cheyenne apa?😂) estacionada en el frente, parece que acababa de llegar un cliente. Se formó una sonrisa al ver al pequeño pegado en la pared y cubriendo su cara con sus manos para no ser descubierto.

-¡Hola!

El niño dió un brinco al oír la voz de Defteros, con temor destapó su carita.
Era un niño muy mono, con sus grandes ojos rojos y mejillas abultadas, aun tenía algunos rasgos de bebé, algo comprensible ya que solo tenía cuatro años.

-hola pequeño, te acuerdas de mí.

Defteros se agachó a su altura para verlo mejor, el pequeño mordía sus labios mientras llevaba sus manitas a la espalda y se mecía en sus pies, apenado.

-¡Oh! Es el ladrón.

Rafael se asomo a un costado del gemelo, mirando muy feo al niño.

-¿Ladrón?
-si. Es el vecino, pero mi hermano dice que siempre intenta robar nuestras uvas ¡Es un ladrón!

Sentenció el niño, cruzando sus brazos y con el ceño fruncido.

El bebé le miró con ojos llorosos y enojado, aguantando el llanto.

-Rafael, no le digas así, solo es un bebé.
-pero es la verdad.

Defteros lo miro unos segundos antes de gira de nuevo al menor, con mucho cuidado lo cargó, escaneandole, le parecía un bebé muy tierno.

-no creo que sea un ladrón...solo le gustan las uvas, es por ello que quiere tomarlas.
-pero mi hermano dice que no debes tomar las cosas que no son tuyas, eso es robar y es malo.

Para ese entonces el chiquito ya se había abrazado de su cuello.

-no creo que lo haga por maldad...solo es un niño, verdad, solo las tomas porque te gustan ¿Cierto?

Def lo dejo en el suelo y el chico asintió.

-uvas...gutan

Respondió mirando al cangrejo, ligeramente apenado.

-ves, solo las tomo porque le gustan, pero no lo hizo con mala intención, no le digas que es un ladrón, esa es una acusación muy fea...y el es aún muy pequeño.

-pero, Manigoldo dijo que..

¡Manigoldo se equivoca!

La fuerte voz de Albafica les asustó, tanto que los pequeños y el puerco se escondieron tras Def.

El Heleno se sorprendió al ver a su amigo en la puerta, con su seño fruncido, a su lado había un hombre mayor, no mucho, treinta tal vez; alto, de cabello obscuro y ojos rojos, iguales a los del peque, facciones varoniles pero estéticas, su barbilla cubierta por algunos pelillos y con una sonrisa traviesa, así como un aspecto desalineado.

-Rafael, no debes decirle asi a este pequeño, es muy grosero de tu parte ¡Discúlpate!
-pero...pero... Manigoldo dijo que este niño siempre intenta robar nuestras uvas...que era un ladrón.

El cangrejito hizo un puchero, no le gustaba que lo reprendiera.

-me disculpó por ello (hablo el hombre) mi hijo es muy travieso, y como ya dijo este fino caballero, le gustan mucho las uvas, es por ello que siempre acude al viñedo, lamento muchos las molestias, ya le reprendi pero...es solo un niño.

Youma se acercó sonriente, se agachó y cargo a su pequeño, mirando coquetamente a Defteros, que se sonrojo.

-por favor, dígame el monto de lo que a tomado y lo pagaré.
-no se preocupe señor, son solo unas uvas...y al pequeño le gustan, no hay problema, lamento si Manigoldo lo ha asustado.

Por su parte Albafica se acercó a Rafael, desacomodando el cabello del pequeño mientras le sonríe, para que vea que no está enojado, esto tranquilizó al niño que se abrazo a su cintura.

-muchas gracias, intentaré que ya no se escape al viñedo, de verdad lo siento.
-esta bien, es solo un niño.

Albafica le sonrió y acaricio su cabeza, ocacionando un sonrojo en el bebé.

¡Albafica, Defteros, ya está todo listo, vámonos!

Dokho salió acompañado de Shion cargando una caja, ya era momento de regresar.

¡Youma, Tenma, hola!

El chino saludo a su cliente e hijo, el pequeño regreso el saludo con una sonrisa y un ligero choque de puños, o almenos eso intentaba.

-bueno, andando, señor lamento mucho las molestias.
-no hay problema, por favor, discúlpeme con Manigoldo, intentaré que mi hijo ya no se acerque al viñedo.
-no se preocupe, es solo un niño...adiós pequeño.

Tenma le sonrió y se despidió agitando su manita, los chicos se subieron al auto listos para regresar, a Defteros le dió curiosidad el ver como el niño le decía algo en secreto a su papá y esto solo sonreía.

...si hijo, es muy bonito ese Omega.😼

En el camino Albafica le fue explicando a Rafael el porque estaba mal decirle tan feo al pequeño, si, estaba mal tomar las cosas sin pedirlas, pero tampoco era algo tan grave, aparte de que no tenía que ser envidioso, no le costaba nada darle un racimo al niño.

Rafael prometió disculparse y no volver a decirle así, aparte de que si lo veía le daría un poco de uvas como muestra de buena fé.

Manigoldo también lo prometió, incluso les llevaría una caja para el sólo, todo eso tras recibir el regaño y sartenaso en la cabeza cuando llegó...¡Que Albafica cada vez se volvía más salvaje!😭

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