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La primera vez que Kim Taehyung se encontró con Minjae, el joven estaba recargado en uno de los lavabos dentro de los baños escolares para hombres, estaba llorando mientras se lavaba la cara con agua fría.

Cuando Taehyung logró ver su rostro, se encontró con un joven con los ojos tristes, una sonrisa sin vida, pero tan hermoso. Su rostro con lágrimas era precioso.

—Todo estará bien —Taehyung trató de reconfortarlo y le abrazo fuertemente, Minjae sólo se apretó más al cuerpo del moreno, de forma desesperada y temblando como una hoja de papel a la que le da el aire.

—Odio esto —dijo limpiándose las lágrimas—. ¿Qué hay de malo en que me gustes?

Para Minjae, el amor era tan confuso y a la vez tan necesario, no podía concebir su vida sin Taehyung, pero todo el mundo lo veía como la peste y lo trataba como la mierda, porque se suponía que a él le tenía que gustar una mujer y no un hombre, la gente no quería que el amara a Kim Taehyung.

—No hay nada de malo en que nos gustemos, sólo que la gente tiene miedo de que lo no conoce y para ellos aún no es normal ver a dos hombres amándose.

—¿Algún día dejarán de molestarnos?

El mayor suspiró acariciando el cabello castaño de Minjae. Sabiendo que ser aceptados era un Eutopía, y si llegaba a pasar, serian en un millón de años y no estaría vivo para disfrutarlo.

—Espero que sí.

Más tarde, aún molesto, Taehyung lanzaba el balón a la canasta, a pesar de que lo habían corrido del equipo, él seguía practicando cuando tenía tiempo libre, porque era algo que realmente le fascinaba.

Le gustaría ser jugador profesional, se creía talentoso en el ámbito, era mucho mejor que los miembros actuales del equipo, mucho mejor que el presumido capitán y se lo había dejado claro incontables veces.

Recordó cuando jugaba a lado de Hoseok, el chico era un hijo de puta cuando no eras cercano a él; sin embargo, cuando te ganabas su confianza y el derecho para ser llamado amigo, las cosas cambiaban, podrías incluso ser un rey en la universidad. Había una especie de castas sociales. Y desde que Kim ventiló que era gay, había caído del segundo puesto, al último.

Personalmente no se arrepentía porque de verdad le gustaba MinJae, era algo así como su primer romance, ya que su primer amor, le daba vergüenza admitir quien había sido.

—¡Eres una mierda Jung Hoseok! —Yerim apareció en las canchas escolares gritando como una loca y haciendo que Taehyung se detuviera para observar, ella había faltado alrededor de una semana a clases, al parecer se había enfermado de una fuerte gripa, otros dejaban rumores sobre que estaba embarazada y que había dejado la escuela—. ¡¿Qué rayos estás viendo marica!? —le gritó la rubia apenas lo vio.

Taehyung ignoró el insulto y siguió con lo suyo. La vio caminar hasta los vestidores masculinos, aunque por el horario no debería ver nadie ahí, también la vio salir a los pocos minutos. No se veía nada relajada al contrario todo ella decía: "Estoy jodida"

Pero de nuevo, no era su incumbencia lo que la niña de Hoseok realizaba o no.

Minutos después escuchó las risas de los jugadores, fuerte y claro, entrando a la cancha de juego como viles animales, y llamarlos así era un insulto para los animales, sea como fuera, lanzó un último tiro que falló.

Tratando de ignorar a los recién llegados tomó sus cosas y estaba dispuesto a irse cuando:

—Oh, la pequeña marica está aquí —el tono de voz que utilizaba Hoseok, era despreciable como siempre, pero ya se había acostumbrado a él, como los lame botas que eran, todos los jugadores se tiraron a reír como si hubiera dicho el chiste del año—. La zorra a la que le gusta tomar por el culo vino a visitarnos.

Taehyung rodó los ojos sin estar dispuesto a entrar a su provocación. Había muchas cosas más importantes que hacer que caer en las redes de Jung.

—¿Por qué no jugamos? —ofreció el mayor—, demuestra que no eres sólo un putito al que le gusta tomar por él culo. Demuestra que eres un putito al que le gusta tomar por él culo, pero que sabe tirar.

—Vas a perder — le advirtió el menor, sabía que dejarse llevar era un error, pero no todos los días tenía la oportunidad de humillar al idiota de su ex capitán.

—Patrañas —la sonrisa de Hoseok era cínica, se encontraba bastante animado y seguro de sí mismo, como si creyera que tenía oportunidad contra Kim Taehyung. Kim, por supuesto, se reía de Jung internamente cuando no podía derribarlo, o cuando lanzaba y acertaba la canasta; se reía internamente mientras veía a Hoseok frustrado y maldiciendo.

Diez minutos después Taehyung había ganado, dejando en el marcador un registro de quince a dos. Había logrado humillar a Hoseok en lo que era su hábitat natural.

Dos horas después, Taehyung miraba con los puños apretados como Minjae atendía los golpes que se encontraban en gran parte de su cuerpo, limpiaba su labio partido e hinchado, se quejaba al vendar sus costillas, casi rotas, el alcohol colocado en su nariz sangrante le hizo llorar.

Minjae había sido acorralado detrás de la escuela, por cinco jugadores que lo empujaron hasta dejarlo tirado en el suelo, después simplemente lo patearon hasta hacerlo perder la consciencia. Sólo porque a Jung Hoseok no le gustaba perder. 

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