Varios minutos después, entra sin llamar a la puerta, como si quisiera apagar un incendio, Lina Lezcan, con su estilo costoso y perfecto.
-¿Qué haces aquí?-le pregunta Leire sorprendida y a la vez molesta.

-Vengo a verte hija-le dice y en su rostro apareció una sonrisa tan falsa que parecía dolorosa.

-Es un milagro que estés aquí después de pasar meses sin llamar-le dice Leire y se incorpora un poco en la cama.

-Eres mi hija por eso estoy aquí-contesta gesticulando de más.

-¿Hija? ¿De verdad soy tu hija?- gruñó Leire y Lina dio un paso vacilante hacia delante.

-¿Mi niña por qué dices esas tonterías?-pregunta horrorizada.

Leire la observa en silencio, intentando poner en orden sus pensamientos para no dejarse llevar por el dolor de la traición. De repente Lina nota la presencia de David en la habitación.

-¿Puedo saber quién es este hombre?-pregunta Lina sin quitarle el ojo de encima a David.

-Señora, yo soy...- David iba a responder pero Leire lo interrumpe.

-Es mi novio, pero no creo que te importe.

-No me insultes en frente de este desconocido.

-Aquí la única desconocida, embustera y egoísta eres tú.

-Leire, es mejor que cierres la boca-le dice Lina en tono amenazador.

-Al final, mi acosador me ha herido más de lo que en realidad notas-dice Leire y suspira.

-Sí, tienes razón, estás horrible, mira todos esos moretones. Si me hubieras hecho caso nada de esto hubiera sucedido.

-Ja ja ja-Leire estalla en una risa sarcástica y agrega- ¿Cómo tienes la cara de venir aquí y decirme toda esa mierda? Nunca te he importado, para ti todo esto es un juego-termina de decir y las lágrimas comienzan a salir de sus ojos.

-Mejor no te respondo, no has madurado ni una pizca, sigues siendo la niña débil de siempre.

-Sabes, él me ha lastimado como nunca pensé que alguien lo haría, la verdad duele más de lo que pensé o tal vez las mentiras eran tan dulces que me las tragué todas.

-Me han dicho que estabas mal, sin embargo veo que estás completamente loca. ¡Qué horror! Ojalá esto no llegue a oídos de la prensa, sería un completo escándalo -Le incriminó Lina.

-Loca estás tú, que has robado una niña, que le has hecho la vida miserable solo porque no pudiste estar en el lugar de madre.

-¿Qué demonios estás diciendo?-dice mientras la miraba con incredulidad.

-Resulta ser que el hombre que me secuestró es Richard Bowen, mi padre. -mencionó conforme se ahogaba en lágrimas.

-¿Cómo puede ser? Estaba encerrado en un manicomio, tras encontrarlo la policía al lado del cuerpo sin vida de... - cierra la boca de golpe-

-¡Dilo!-le ordena en un grito -El cuerpo sin vida de mi madre...-agrega mientras intentaba levantar su cuerpo débil de la cama, fallando miserablemente.

David la toma de la mano para apoyarla y permanece callado, este era un asunto muy personal.

-Angélica Gray, solo tenía 16 años cuando te trajo al mundo, una drogadicta que empezó a prostituirse para poder hacerse cargo de ti y terminó muerta a manos de su querido amor. Yo nunca pude tener hijos y tras mover unos hilos en el hospital donde te ingresaron tras rescatarte de ese horrible lugar, me convertí en tu madre. Sabía que esto sucedería ,los genes de esa mujer y de un trastornado están en ti, me esforcé exageradamente para que fueras como yo, más fue imposible, siempre has sido el error de dos desastres-explicó Lina y después cerró apresuradamente la boca al ser consciente de lo que acababa de hacer.

-Eres peor que mi padre-jadea Leire rota por la desesperación ante la situación insostenible que está viviendo.

-Leire, no me hables así-le dice Lina alzando la voz-No seas una desagradecida.

-¡Irás a la cárcel!- respondió de Leire antes de desmayarse de agotamiento.

-Déjala, Lina- levantándose de su asiento maldijo David entre dientes -.Se acabó.

-Hola. ¿Se encuentra todo bien? -pregunta el oficial de policía que acaba de abrir la puerta.

-Oficial, arréstela, aquí tiene grabada la confesión de su crimen -le dice David y le entrega su celular.

-Señora, debe acompañarme a la comisaría...-le indica el oficial.
-Pero yo no he hecho nada, ella es mi hija.-dice Lina interrumpiendo al oficial.

-Leire tiene al mejor abogado. Le deseo mucha suerte, porque haré que se pudra en la cárcel-aclaró David.

-¡Hijo de puta!-la ira de Lina ardió como una cerilla en la oscuridad.

-Usted se encuentra detenido por falsificar documentos, robo a un menor.
Usted es considerado inocente, hasta que se le demuestre lo contrario.
Tiene derecho a declarar o guardar silencio.
En caso de decidir declarar, tiene derecho a no inculparse.
Tiene derecho a un defensor de su elección; en caso de no contar con uno, el Estado se lo proporcionará de manera gratuita.
Tiene derecho a un traductor o intérprete.
Tiene derecho a que se le ponga en conocimiento de un familiar o persona que desee, el hecho de su detención y el lugar de custodia en el que se halle en cada momento.
Tiene derecho a ser puesta, sin demora, a disposición de la autoridad competente.
Lee los derechos el oficial a Lina mientras salen de la habitación.